Rom 16:20
|
El Dios de la paz quebrante y abata presto a Satanás debajo de vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros.
|
Rom 16:26
|
acaba de ser descubierto por los oráculos de los profetas, conforme al decreto del Dios eterno, y ha venido a noticia de todos los pueblos, para que obedezcan a la fe;
|
Rom 16:27
|
a Dios, digo, que es el solo sabio, a él la honra y la gloria por Jesucristo en los siglos de los siglos. Amén.
|
I Cor 1:1
|
Pablo, apóstol de Jesucristo por la vocación y voluntad de Dios, y nuestro hermano Sóstenes,
|
I Cor 1:2
|
a la Iglesia de Dios, que está en Corinto, a los fieles santificados por Jesucristo, llamados santos por su profesión, y a todos los que en cualquier lugar que sea invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y de nosotros:
|
I Cor 1:3
|
Gracia y paz de parte de Dios padre nuestro , y de Jesucristo nuestro Señor.
|
I Cor 1:4
|
Continuamente estoy dando gracias a Dios por vosotros por la gracia de Dios, que se os ha dado en Jesucristo;
|
I Cor 1:4
|
Continuamente estoy dando gracias a Dios por vosotros por la gracia de Dios, que se os ha dado en Jesucristo;
|
I Cor 1:9
|
Porque Dios, por el cual habéis sido llamados a la compañía de su Hijo Jesucristo nuestro Señor, es fiel en sus promesas.
|
I Cor 1:14
|
Ahora que sé esto doy gracias a Dios, de que a ninguno de vosotros he bautizado por mí mismo, sino a Crispo y a Cayo,
|
I Cor 1:18
|
A la verdad que la predicación de la cruz o de un Dios crucificado, parece una necedad a los ojos de los que se pierden; mas para los que se salvan, esto es, para nosotros, es la virtud y poder de Dios.
|
I Cor 1:18
|
A la verdad que la predicación de la cruz o de un Dios crucificado, parece una necedad a los ojos de los que se pierden; mas para los que se salvan, esto es, para nosotros, es la virtud y poder de Dios.
|
I Cor 1:20
|
¿En dónde están los sabios?, ¿en dónde los escribas, o doctores de la ley?, ¿en dónde esos espíritus curiosos de las ciencias de este mundo? ¿No es verdad que Dios ha convencido de fatua la sabiduría de este mundo?
|
I Cor 1:21
|
Porque ya que el mundo, a vista de las obras de la sabiduría divina, no conoció a Dios por medio de la ciencia humana, quiso Dios salvar a los que creyesen en él por medio de la locura o simplicidad de la predicación de un Dios crucificado.
|
I Cor 1:21
|
Porque ya que el mundo, a vista de las obras de la sabiduría divina, no conoció a Dios por medio de la ciencia humana, quiso Dios salvar a los que creyesen en él por medio de la locura o simplicidad de la predicación de un Dios crucificado.
|
I Cor 1:21
|
Porque ya que el mundo, a vista de las obras de la sabiduría divina, no conoció a Dios por medio de la ciencia humana, quiso Dios salvar a los que creyesen en él por medio de la locura o simplicidad de la predicación de un Dios crucificado.
|
I Cor 1:24
|
si bien para los que han sido llamados a la fe, tanto judíos, como griegos, es Cristo la virtud de Dios y la sabiduría de Dios.
|
I Cor 1:24
|
si bien para los que han sido llamados a la fe, tanto judíos, como griegos, es Cristo la virtud de Dios y la sabiduría de Dios.
|
I Cor 1:25
|
Porque lo que parece una locura en los misterios de Dios, es mayor sabiduría que la de todos los hombres; y lo que parece debilidad en Dios, es más fuerte que toda la fortaleza de los hombres.
|
I Cor 1:25
|
Porque lo que parece una locura en los misterios de Dios, es mayor sabiduría que la de todos los hombres; y lo que parece debilidad en Dios, es más fuerte que toda la fortaleza de los hombres.
|
I Cor 1:27
|
sino que Dios ha escogido a los necios según el mundo, para confundir a los sabios; y Dios ha escogido a los débiles del mundo, para confundir a los fuertes;
|
I Cor 1:27
|
sino que Dios ha escogido a los necios según el mundo, para confundir a los sabios; y Dios ha escogido a los débiles del mundo, para confundir a los fuertes;
|
I Cor 1:30
|
Y por esta conducta del mismo Dios subsistís vosotros o estáis incorporados en Cristo Jesús , el cual fue constituido por Dios para nosotros por fuente de sabiduría, y por justicia, y santificación, y redención nuestra,
|
I Cor 1:30
|
Y por esta conducta del mismo Dios subsistís vosotros o estáis incorporados en Cristo Jesús , el cual fue constituido por Dios para nosotros por fuente de sabiduría, y por justicia, y santificación, y redención nuestra,
|
I Cor 2:4
|
y mi modo de hablar, y mi predicación, no fue con palabras persuasivas de humano saber, pero sí con los efectos sensibles del espíritu y de la virtud de Dios;
|
I Cor 2:5
|
para que vuestra fe no se funda en saber de hombres, sino en el poder de Dios.
|
I Cor 2:7
|
sino que predicamos la sabiduría de Dios en el misterio de la encarnación, sabiduría recóndita, la cual predestinó y preparó Dios antes de los siglos para gloria nuestra,
|
I Cor 2:7
|
sino que predicamos la sabiduría de Dios en el misterio de la encarnación, sabiduría recóndita, la cual predestinó y preparó Dios antes de los siglos para gloria nuestra,
|
I Cor 2:9
|
y de la cual está escrito: Ni ojo vio, ni oreja oyó, ni pasó a hombre por pensamiento cuáles cosas tiene Dios preparadas para aquellos que le aman.
|
I Cor 2:10
|
A nosotros nos lo ha revelado Dios por medio de su Espíritu; pues el Espíritu de Dios todas las cosas penetra, aun las más íntimas de Dios.
|
I Cor 2:10
|
A nosotros nos lo ha revelado Dios por medio de su Espíritu; pues el Espíritu de Dios todas las cosas penetra, aun las más íntimas de Dios.
|
I Cor 2:10
|
A nosotros nos lo ha revelado Dios por medio de su Espíritu; pues el Espíritu de Dios todas las cosas penetra, aun las más íntimas de Dios.
|
I Cor 2:11
|
Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino solamente el espíritu del hombre, que está dentro de él? Así es que las cosas de Dios nadie las ha conocido, sino el Espíritu de Dios.
|
I Cor 2:11
|
Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino solamente el espíritu del hombre, que está dentro de él? Así es que las cosas de Dios nadie las ha conocido, sino el Espíritu de Dios.
|
I Cor 2:12
|
Nosotros, pues, no hemos recibido el espíritu de este mundo, sino el Espíritu que es de Dios a fin de que conozcamos las cosas que Dios nos ha comunicado.
|
I Cor 2:12
|
Nosotros, pues, no hemos recibido el espíritu de este mundo, sino el Espíritu que es de Dios a fin de que conozcamos las cosas que Dios nos ha comunicado.
|
I Cor 2:13
|
Las cuales por eso tratamos no con palabras estudiadas de humana ciencia, sino conforme nos enseña el Espíritu de Dios, acomodando lo espiritual a lo espiritual.
|
I Cor 2:14
|
Porque el hombre animal no puede hacerse capaz de las cosas que son del Espíritu de Dios; pues para él todas son una necedad, y no puede entenderlas, puesto que se han de discernir con una luz espiritual que no tiene.
|
I Cor 3:6
|
Yo planté entre vosotros la buena nueva, regó Apolo; pero Dios es quien ha dado el crecer y hacer fruto.
|
I Cor 3:7
|
Y así ni el que planta es algo, ni el que riega; sino Dios, que es el que hace crecer y fructificar.
|
I Cor 3:9
|
Porque nosotros somos unos coadjutores de Dios; vosotros sois el campo que Dios cultiva, sois el edificio que Dios construye por nuestras manos.
|
I Cor 3:9
|
Porque nosotros somos unos coadjutores de Dios; vosotros sois el campo que Dios cultiva, sois el edificio que Dios construye por nuestras manos.
|
I Cor 3:9
|
Porque nosotros somos unos coadjutores de Dios; vosotros sois el campo que Dios cultiva, sois el edificio que Dios construye por nuestras manos.
|
I Cor 3:10
|
Yo, según la gracia que Dios me ha dado, eché en vosotros, cual perito arquitecto, el cimiento del espiritual edificio; otro edifica sobre él. Pero mire bien cada uno cómo alza la construcción o qué doctrina enseña,
|
I Cor 3:16
|
¿No sabéis vosotros que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?
|
I Cor 3:16
|
¿No sabéis vosotros que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?
|
I Cor 3:17
|
Pues si alguno profanare el templo de Dios, ha de perderle Dios a él. Porque el templo de Dios, que sois vosotros, santo es.
|
I Cor 3:17
|
Pues si alguno profanare el templo de Dios, ha de perderle Dios a él. Porque el templo de Dios, que sois vosotros, santo es.
|
I Cor 3:17
|
Pues si alguno profanare el templo de Dios, ha de perderle Dios a él. Porque el templo de Dios, que sois vosotros, santo es.
|
I Cor 3:18
|
Nadie se engañe a sí mismo, si alguno de vosotros se tiene por sabio según el mundo, hágase necio a los ojos de los mundanos, a fin de ser sabio a los de Dios.
|