Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

Dios

Rom 2:25 Por lo demás, la circuncisión sirve si observas la ley; pero si eres prevaricador de la ley, por más que estés circuncidado, vienes a ser delante de Dios como un hombre incircunciso.
Rom 2:29 sino que el verdadero judío es aquel que lo es en su interior, así como la verdadera circuncisión es la del corazón que se hace según el espíritu, y no según la letra de la ley; y este verdadero judío recibe su alabanza, no de los hombres, sino de Dios.
Rom 3:2 La ventaja de los judíos es grande de todos modos. Y principalmente porque a ellos les fueron confiados los oráculos de Dios.
Rom 3:3 Porque, en fin, si algunos de ellos no han creído, ¿su infidelidad frustrará por ventura la fidelidad de Dios? Sin duda que no,
Rom 3:4 siendo Dios, como es, veraz, y mentiroso todo hombre según aquellos que David dijo a Dios: A fin de que tú seas reconocido fiel en tus palabras, y salgas vencedor en los juicios que de ti se hacen.
Rom 3:4 siendo Dios, como es, veraz, y mentiroso todo hombre según aquellos que David dijo a Dios: A fin de que tú seas reconocido fiel en tus palabras, y salgas vencedor en los juicios que de ti se hacen.
Rom 3:5 Mas si nuestra injusticia o iniquidad hace resaltar la justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿No será Dios (hablo a lo humano) injusto en castigarnos?
Rom 3:5 Mas si nuestra injusticia o iniquidad hace resaltar la justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿No será Dios (hablo a lo humano) injusto en castigarnos?
Rom 3:6 Nada menos. Porque si así fuese, ¿cómo sería Dios el juez del mundo?
Rom 3:7 Pero si la fidelidad o verdad de Dios, añadirá alguno, con ocasión de mi infidelidad o malicia se ha manifestado más gloriosa, ¿por qué razón todavía soy yo condenado como pecador?
Rom 3:11 no hay quien sea cuerdo, no hay quien busque a Dios;
Rom 3:18 ni tienen el temor de Dios ante sus ojos.
Rom 3:19 Pero sabemos que cuantas cosas dice la ley, todas las dirige a los que profesan la ley a fin de que toda boca enmudezca, y todo el mundo, así judíos como gentiles, se reconozca reo delante de Dios;
Rom 3:21 Cuando ahora la justicia que da Dios sin la ley se nos ha hecho patente, según está atestiguada por la ley y los profetas.
Rom 3:22 Y esta justicia que da Dios por la fe en Jesucristo, es para todos y sobre todos los que creen en él, pues no hay distinción alguna entre judío y gentil;
Rom 3:23 porque todos pecaron, y tienen necesidad de la gloria o gracia de Dios,
Rom 3:25 a quien Dios propuso para ser la víctima de propiciación en virtud de su sangre por medio de la fe, a fin de demostrar la justicia que da él mismo perdonando los pecados pasados,
Rom 3:26 soportados por Dios con tanta paciencia, con el fin, digo, de manifestar su justicia en el tiempo presente; por donde se vea cómo él es justo en sí mismo, y que justifica al que tiene la fe de Jesucristo.
Rom 3:29 Porque en fin, ¿es acaso Dios de los judíos solamente?; ¿no es también Dios de los gentiles? Sí, por cierto, de los gentiles también.
Rom 3:29 Porque en fin, ¿es acaso Dios de los judíos solamente?; ¿no es también Dios de los gentiles? Sí, por cierto, de los gentiles también.
Rom 3:30 Porque uno es realmente el Dios que justifica por medio de la fe a los circuncidados, y que con la misma fe justifica a los no circuncidados.
Rom 4:2 Ciertamente que si Abrahán fuese justificado por las obras exteriores, él tiene de qué gloriarse, mas no para con Dios.
Rom 4:3 Porque ¿qué es lo que dice la Escritura?: Creyó Abrahán a Dios, lo cual le fue imputado a justicia.
Rom 4:5 Al contrario, cuando a alguno, sin hacer las obras exteriores, o de la ley, con creer en aquel que justifica al impío, se le imputa su fe por justicia, es éste un don gratuito según el beneplácito de la gracia de Dios.
Rom 4:6 En este sentido David llama bienaventurado al hombre a quien Dios imputa la justicia sin mérito de las obras, diciendo:
Rom 4:8 dichoso el hombre a quien Dios no imputó culpa.
Rom 4:14 Porque si sólo los que pertenecen a la ley de Moisés son los herederos, inútil fue la fe, y queda sin efecto la promesa de Dios.
Rom 4:15 Porque la ley produce o manifiesta la cólera de Dios contra sus transgresores; en lugar de que allá donde no hay ley, no hay tampoco violación de la ley.
Rom 4:17 (según lo que está escrito: Te tengo constituido padre de muchas gentes), y que lo es delante de Dios, a quien ha creído, el cual da vida a los muertos, y llama, o da ser, a las cosas que no son, del mismo modo que conserva las que son.
Rom 4:20 No dudó él ni tuvo la menor desconfianza de la promesa de Dios, antes se fortaleció en la fe, dando a Dios la gloria,
Rom 4:20 No dudó él ni tuvo la menor desconfianza de la promesa de Dios, antes se fortaleció en la fe, dando a Dios la gloria,
Rom 4:21 plenamente persuadido de que todo cuanto Dios tiene prometido, es poderoso también para cumplirlo.
Rom 5:1 Justificados, pues, por la fe, mantengamos la paz con Dios mediante nuestro Señor Jesucristo,
Rom 5:2 por el cual así mismo, en virtud de la fe, tenemos cabida en esta gracia, en la cual permanecemos firmes, y nos gloriamos esperando la gloria de los hijos de Dios.
Rom 5:5 esperanza que no burla; porque la caridad de Dios ha sido derramada en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo, que se nos ha dado.
Rom 5:8 pero lo que hace brillar más la caridad de Dios hacia nosotros, es que cuando éramos aún pecadores o enemigos suyos, fue cuando al tiempo señalado,
Rom 5:9 murió Cristo por nosotros; luego es claro que ahora mucho más estando justificados por su sangre, nos salvaremos por él de la ira de Dios.
Rom 5:10 Que si cuando éramos enemigos de Dios, fuimos reconciliados con él por la muerte de su Hijo, mucho más estando ya reconciliados, nos salvará por él mismo resucitado y vivo.
Rom 5:11 Y no tan sólo eso, sino que también nos gloriamos en Dios por nuestro Señor Jesucristo, por cuyo medio hemos obtenido ahora la reconciliación.
Rom 5:14 Con todo eso, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés aun sobre aquellos que no pecaron con una transgresión de la ley de Dios semejante a la de Adán, el cual es figura del segundo Adán que había de venir.
Rom 5:15 Pero no ha sucedido en la gracia, así como en el pecado; porque si por el pecado de uno solo murieron muchos, mucho más copiosamente se ha derramado sobre muchos la misericordia y el don de Dios por la gracia de un solo hombre, que es Jesucristo.
Rom 5:16 Ni pasa lo mismo en este don de la gracia, que lo que vemos en el pecado. Porque nosotros hemos sido condenados en el juicio de Dios por un solo pecado, en lugar de que seamos justificados por la gracia después de muchos pecados.
Rom 6:2 No lo permita Dios. Porque estando ya muertos al pecado, ¿cómo hemos de vivir aún en él?
Rom 6:10 Porque en cuanto al haber muerto, como fue por destruir el pecado, murió una sola vez; mas en cuanto al vivir, vive para Dios, y es inmortal.
Rom 6:11 Así ni más ni menos vosotros considerad también que realmente estáis muertos al pecado por el bautismo , y que vivís ya para Dios en Jesucristo Señor nuestro.
Rom 6:13 Ni tampoco abandonéis más vuestro cuerpo al pecado para servir de instrumentos a la iniquidad; sino antes bien entregaos todos a Dios, como resucitados de muerte a vida, y ofreced a Dios vuestros cuerpos para servir de instrumentos a la justicia o virtud.
Rom 6:13 Ni tampoco abandonéis más vuestro cuerpo al pecado para servir de instrumentos a la iniquidad; sino antes bien entregaos todos a Dios, como resucitados de muerte a vida, y ofreced a Dios vuestros cuerpos para servir de instrumentos a la justicia o virtud.
Rom 6:15 ¿Mas qué?, ¿pecaremos, ya que no estamos sujetos a la ley, sino a la gracia? No lo permita Dios.
Rom 6:17 Pero, gracias a Dios, vosotros, aunque fuisteis siervos del pecado, habéis obedecido de corazón la doctrina de la buena nueva y según su modelo habéis sido formados de nuevo.
Rom 6:22 Por el contrario, ahora habiendo quedado libres del pecado, y hechos siervos de Dios, cogéis por fruto vuestro la santificación, y por fin la vida eterna.