Bar 1:18
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y no le estuvimos sumisos, ni quisimos escuchar la voz del Señor Dios nuestro para proceder conforme a los mandamientos que él nos había dado.
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Bar 1:19
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Desde aquel día en que sacó de la tierra de Egipto a nuestros padres hasta el presente, hemos sido rebeldes al Señor Dios nuestro; y disipados o entregados a nuestros vicios, nos apartamos de él por no oír su voz.
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Bar 1:21
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Nosotros no quisimos escuchar la voz del Señor Dios nuestro, según lo que decían los profetas que él nos había enviado;
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Bar 1:22
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y cada uno de nosotros nos fuimos tras las inclinaciones de nuestro perverso corazón, a servir como esclavos a dioses ajenos, obrando la maldad delante de los ojos del Señor Dios nuestro.
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Bar 2:1
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Por este motivo el Señor Dios nuestro cumplió su palabra, que nos había ya ordenado a nosotros, y a nuestros jueces gobernadores de Israel, y a nuestros reyes, y a nuestros príncipes, y a todo Israel y Judá,
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Bar 2:5
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Esclavos hemos venido a ser, y no amos, por haber pecado contra el Señor Dios nuestro, no obedeciendo a su voz.
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Bar 2:6
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Del Señor Dios nuestro es la justicia; de nosotros y de nuestros padres la confusión de nuestros rostros, como se está viendo hoy día.
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Bar 2:8
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Mas nosotros ni por eso acudimos al Señor Dios nuestro para rogarle y para convertirnos cada cual de su depravada vida.
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Bar 2:11
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Ahora, pues, ¡oh Señor Dios de Israel!, que sacaste a tu pueblo de la tierra de Egipto con mano fuerte y por medio de portentos y prodigios, y con tu gran poderío y robusto brazo, y te adquiriste la fama que hoy tienes:
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Bar 2:12
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hemos pecado, Señor, hemos obrado impíamente; inicuamente nos hemos portado, ¡oh Señor Dios nuestro!, contra todos tus mandamientos.
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Bar 2:15
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a fin de que con eso conozca todo el mundo que tú eres el Señor Dios nuestro, y que Israel y toda su estirpe lleva tu Nombre.
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Bar 2:19
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Puesto que, no apoyados en la justicia de nuestros padres derramamos nuestras plegarias, e imploramos misericordia ante tu acatamiento, ¡oh Señor Dios nuestro!,
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Bar 2:22
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Mas si no obedeciereis la orden del Señor Dios vuestro de servir al rey de Babilonia, yo haré que seáis arrojados de las ciudades de Judá, y echados de Jerusalén ;
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Bar 2:27
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Y te has portado con nosotros, ¡oh Señor Dios nuestro!, con toda tu bondad y con toda aquella tu gran misericordia,"
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Bar 2:31
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y conocerán que yo soy el Dios suyo. Y les daré un nuevo corazón, y entenderán; y oídos, y oirán;"
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Bar 2:35
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Y asentaré con ellos otra alianza, que será sempiterna, por la cual yo sea su Dios, así como ellos sean el pueblo mío; y no removeré jamás a mi pueblo, a los hijos de Israel, de la tierra que le di."
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Bar 3:1
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Y ahora, oh Señor todopoderoso, Dios de Israel, a ti dirige sus clamores el alma mía angustiada y mi espíritu acongojado.
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Bar 3:2
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Atiende, ¡oh Señor!, y ten piedad, pues tú eres un Dios de misericordia, y apiádate de nosotros, porque hemos pecado en tu presencia.
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Bar 3:4
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¡Oh Señor todopoderoso, Dios de Israel!, escucha ahora la oración de los muertos de Israel, de los israelitas atribulados y de los hijos de aquéllos los cuales pecaron delante de ti, y no quisieron escuchar la voz del Señor Dios suyo, por cuyo motivo se han apegado a nosotros todos los males.
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Bar 3:4
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¡Oh Señor todopoderoso, Dios de Israel!, escucha ahora la oración de los muertos de Israel, de los israelitas atribulados y de los hijos de aquéllos los cuales pecaron delante de ti, y no quisieron escuchar la voz del Señor Dios suyo, por cuyo motivo se han apegado a nosotros todos los males.
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Bar 3:6
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Porque tú eres el Señor Dios nuestro; y nosotros, ¡oh Señor!, te tributaremos la alabanza;
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Bar 3:8
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Y he aquí que permanecemos nosotros en nuestro cautiverio, en donde nos tienes tú dispersos, para que seamos el escarnio, la maldición y la condenación de los pecadores, en pena de todas las maldades de nuestros padres, los cuales se alejaron de ti, ¡oh Señor Dios nuestro!
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Bar 3:13
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Porque si hubieses andado por la senda de Dios, hubieras vivido ciertamente en paz o felicidad perdurable.
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Bar 3:24
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¡Oh Israel, cuán grande es la casa de Dios y cuán espacioso el lugar de su dominio!
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Bar 3:36
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Este es nuestro Dios, y ningún otro será reputado por tal en su presencia."
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Bar 4:1
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La sabiduría, éste es el libro de los mandamientos de Dios, y la ley que subsiste eternamente, todos los que la abrazan, llegarán a la vida verdadera; mas aquellos que la abandonan, van a parar en la muerte.
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Bar 4:4
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Dichosos somos nosotros, ¡oh Israel!, porque sabemos las cosas que son del agrado de Dios.
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Bar 4:5
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Ten buen ánimo, ¡oh pueblo de Dios¡, tú que conservas el nombre de Israel.
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Bar 4:6
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Vendidos habéis sido vosotros a las naciones, pero no para que seáis aniquilados; sino por haber provocado la indignación de Dios, por eso fuisteis entregados a los enemigos.
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Bar 4:7
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Pues exasperasteis a aquel Señor que os creó, al Dios eterno, ofreciendo sacrificios a los demonios en lugar de Dios.
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Bar 4:7
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Pues exasperasteis a aquel Señor que os creó, al Dios eterno, ofreciendo sacrificios a los demonios en lugar de Dios.
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Bar 4:8
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Porque echasteis en olvido al Dios que os creó, y llenasteis de aflicción a Jerusalén , vuestra nodriza.
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Bar 4:9
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Porque ella vio venir sobre vosotros la ira de Dios, y dijo: Escuchad, ¡oh ciudades vecinas de Sión! Dios me ha enviado una gran aflicción;
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Bar 4:9
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Porque ella vio venir sobre vosotros la ira de Dios, y dijo: Escuchad, ¡oh ciudades vecinas de Sión! Dios me ha enviado una gran aflicción;
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Bar 4:12
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Nadie se alegra al verme viuda y desolada, desamparada he sido de muchos, por causa de los pecados de mis hijos; los cuales se desviaron de la ley de Dios,
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Bar 4:13
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y desconocieron sus preceptos, y no anduvieron por el camino de los mandamientos de Dios, ni con la justicia siguieron por las sendas de su verdad.
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Bar 4:24
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Y al modo que las ciudades vecinas de Sión vieron que venía de Dios vuestra esclavitud, así verán muy pronto que os vendrá de Dios la salud con gran honra y resplandor eterno.
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Bar 4:24
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Y al modo que las ciudades vecinas de Sión vieron que venía de Dios vuestra esclavitud, así verán muy pronto que os vendrá de Dios la salud con gran honra y resplandor eterno.
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Bar 4:28
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Porque si vuestra voluntad os movió a descarriaros de Dios, también le buscaréis con una voluntad diez veces mayor, luego que os hayáis convertido.
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Bar 4:30
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Buen ánimo, ¡oh Jerusalén !, pues te consuela aquel Dios que te dio el nombre de ciudad suya.
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Bar 4:36
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Mira, ¡oh Jerusalén !, hacia el oriente, y repara la alegría que Dios te envía;"
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Bar 4:37
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porque he aquí que vuelven tus hijos que tú enviaste dispersos, ellos vienen congregados desde oriente a occidente, según la promesa del Santo, alabando a Dios con alegría."
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Bar 5:1
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Desnúdate, ¡oh Jerusalén !, del vestido de luto, correspondiente a tu aflicción, y vístete del esplendor y de la magnificencia de aquella gloria perdurable que te viene de Dios.
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Bar 5:3
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Pues en ti dará a conocer Dios su magnificencia a todos los hombres que existen debajo del cielo.
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Bar 5:4
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Porque tu nombre, el nombre que te impondrá Dios para siempre será éste: La paz o felicidad de la justicia, y la gloria de la piedad.
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Bar 5:5
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Levántate, ¡oh Jerusalén !, y ponte en la altura, y dirige tu vista hacia oriente, y mira cómo se congregan tus hijos desde el oriente hasta el occidente en virtud de la palabra del Santo, gozándose en la memoria de su Dios;
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Bar 5:7
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Porque Dios ha decretado abatir todo monte empinado, y todo peñasco eterno, y terraplenar los valles al igual de la tierra; para que Israel camine sin demora para gloria de Dios.
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Bar 5:7
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Porque Dios ha decretado abatir todo monte empinado, y todo peñasco eterno, y terraplenar los valles al igual de la tierra; para que Israel camine sin demora para gloria de Dios.
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Bar 5:8
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Aun las selvas y todos los árboles aromáticos harán sombra a Israel por mandamiento de Dios.
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Bar 5:9
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Porque Dios guiará alegremente a Israel con el esplandor de su majestad, mediante la misericordia y la justicia que de él vienen.
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