Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

Dios

II Par 30:1 Envió después Ezequías por todo Israel y Judá, y en particular escribió cartas a Efraín y a Manasés, convidándolos a venir al templo del Señor en Jerusalén para celebrar la Pascua del Señor Dios de Israel.
II Par 30:5 Por lo que determinaron enviar mensajeros por todo Israel desde Bersabee hasta Dan, convidando a los pueblos a venir a celebrar la Pascua al Señor Dios de Israel en Jerusalén ; pues muchos no la habían celebrado hacía tiempo, a pesar de lo ordenado por la ley.
II Par 30:6 En efecto, salieron correos por orden del rey y de sus magnates, con cartas circulares para todo Israel y Judá; en las cuales, conforme a lo mandado por el rey, se decía: Hijos de Israel, convertíos al Señor, Dios de Abrahán, y de Isaac, y de Israel, y él acogerá las reliquias que han escapado del poder del rey de los asirios.
II Par 30:7 No queráis imitar a vuestros padres y hermanos, que se alejaron del Señor Dios de sus padres, y el Señor los abandonó a la perdición, como vosotros mismos estáis viendo.
II Par 30:8 No endurezcáis vuestros corazones, como vuestros padres; rendíos al Señor, y venid a su santuario, que santificó para siempre; servid al Señor Dios de vuestros padres, y se apartará de vosotros su furor e indignación.
II Par 30:9 Porque si vosotros os convertís al Señor, vuestros hermanos e hijos hallarán compasión en sus amos, que los llevaron cautivos, y volverán a esta tierra; puesto que piadoso y clemente es el Señor vuestro Dios, y no ha de torcer su rostro, si os volviereis a él.
II Par 30:16 y ejercieron sus funciones conforme a lo expuesto en la ley de Moisés, varón de Dios. Recibían los sacerdotes de mano de los levitas la sangre que se debía derramar;
II Par 30:19 de todos aquellos que de todo corazón buscan al Señor Dios de sus padres; y no les imputará la falta de no estar bien purificados.
II Par 30:22 Ezequías por su parte dio las gracias a todos los levitas, los cuales tenían mucho conocimiento en las cosas del Señor, y los alentó; y los siete días que duró la solemnidad comieron de las víctimas pacíficas que ofrecían, alabando al Señor Dios de sus padres.
II Par 31:2 Y Ezequías restableció las clases de los sacerdotes y levitas según sus turnos, poniendo a cada uno, así de los sacerdotes como de los levitas, en su propio oficio, para que ofreciesen los holocaustos y las víctimas pacíficas, a fin de que sirviesen y glorificasen a Dios, y cantasen en las puertas del campamento o atrios de la casa del Señor.
II Par 31:6 Del mismo modo los hijos de Israel y de Judá, que habitaban en las ciudades de Judá, ofrecieron el diezmo de los bueyes y de las ovejas, y el diezmo de las cosas consagradas, que tenían ofrecidas con voto al Señor Dios suyo; y trayendo todas estas cosas formaron de ellas grandes acopios.
II Par 31:13 Y después de éste a Jahiel, y a Azarías, y a Nahat, y a Asael, y a Jerimot, y a Jozabad, y a Eliel, y a Jesmaquías y a Mahat, y a Banaías, que fueron los administradores bajo las órdenes de Conenías, y de Semei, su hermano, por mandato del rey Ezequías , y de Azarías, sumo sacerdote de la casa de Dios, a quienes se daba cuenta de todo.
II Par 31:20 Hizo, pues, Ezequías todas estas cosas que hemos dicho en todo el reino de Judá; y obró lo que era bueno, recto y justo delante del Señor Dios suyo,
II Par 31:21 en todo aquello que exigía el ministerio de la casa del Señor, según la ley y las ceremonias, deseoso de complacer a su Dios con todo su corazón; lo hizo así, y todo le salió prósperamente.
II Par 32:8 Pues él tiene consigo un brazo de carne; pero con nosotros está el Señor Dios nuestro, el cual es nuestro defensor, y pelea por nosotros. Al oír el pueblo estas palabras de Ezequías , rey de Judá, cobró gran aliento.
II Par 32:11 ¿Acaso os tiene engañados Ezequías para dejaros morir de hambre y de sed, con aseguraros que el Señor, vuestro Dios, os librará de las manos del rey de los asirios?
II Par 32:14 ¿Cuál es el dios entre todos los dioses de las naciones, exterminadas por mis padres, que haya podido salvar a su pueblo de mis manos, para que creáis que pueda también libraros vuestro Dios?
II Par 32:15 No os dejéis, pues, engañar de Ezequías , ni seducir con vanas persuasiones, y no le deis crédito; porque si ninguno de los dioses de las naciones, ni de los otros reinos, pudo librar a su pueblo de mis manos, ni de las manos de mis padres, es consiguiente que tampoco vuestro Dios podrá libertaros de caer en las mías.
II Par 32:16 Otras muchas cosas hablaron también los mensajeros de Sennaquerib contra el Señor Dios y contra Ezequías , su siervo.
II Par 32:17 Escribió igualmente unas cartas llenas de blasfemias contra el Señor Dios de Israel, diciendo contra él: Así como los dioses de las demás naciones no pudieron librar a sus pueblos de caer en mis manos, tampoco podrá el Dios de Ezequías salvar a su pueblo del poder mío.
II Par 32:17 Escribió igualmente unas cartas llenas de blasfemias contra el Señor Dios de Israel, diciendo contra él: Así como los dioses de las demás naciones no pudieron librar a sus pueblos de caer en mis manos, tampoco podrá el Dios de Ezequías salvar a su pueblo del poder mío.
II Par 32:19 Y hablaba del Dios de Jerusalén como de los dioses de las otras naciones de la tierra, que son obra de las manos del hombre.
II Par 33:7 Colocó asimismo un ídolo de fundición en la casa del Señor de la cual habló Dios a David y a Salomón su hijo diciendo: En esta casa y en Jerusalén , elegida por mí de entre todas las tribus de Israel, estableceré mi Nombre eternamente.
II Par 33:12 Donde viéndose en la opresión, oró al Señor su Dios, y concibió un vivísimo arrepentimiento delante del Dios de sus padres,
II Par 33:12 Donde viéndose en la opresión, oró al Señor su Dios, y concibió un vivísimo arrepentimiento delante del Dios de sus padres,
II Par 33:13 y le rogó y suplicó intensamente, y el Señor oyó su oración, y lo restituyó a Jerusalén en su reino; y acabó de conocer Manasés que el Señor es el solo Dios.
II Par 33:16 Y restableció el altar del Señor, e inmoló sobre él víctimas, y hostias pacíficas y de acción de gracias; y mandó a Judá que sierviese al Señor Dios de Israel.
II Par 33:17 Sin embargo, el pueblo ofrecía aún sacrificios al Señor su Dios en los lugares altos.
II Par 33:18 Los demás hechos de Manasés, y la súplica que hizo a su Dios, como también las palabras de los profetas, que le hablaban en nombre del Señor Dios de Israel, se contienen en los Libros de los Reyes de Israel.
II Par 33:18 Los demás hechos de Manasés, y la súplica que hizo a su Dios, como también las palabras de los profetas, que le hablaban en nombre del Señor Dios de Israel, se contienen en los Libros de los Reyes de Israel.
II Par 34:3 Al octavo año de su reinado, siendo todavía jovencito, comenzó a buscar al Dios de su padre David; y al año duodécimo de reinar, limpió el país de Judá y a Jerusalén de los lugares altos y bosques profanos, y de los ídolos y simulacros.
II Par 34:8 Con lo que el año dieciocho de su reinado, purificado ya el país y el templo del Señor, envió a Safán, hijo de Eselías, y a Maasías, príncipe o magnate de la ciudad, y al canciller Johá hijo de Joacaz, para que cuidasen de la restauración del templo del Señor Dios suyo.
II Par 34:23 Ella le respondió: Esto dice el Señor Dios de Israel: Decid a la persona que os ha enviado a mí:
II Par 34:26 Al rey de Judá que os ha enviado para que yo ruegue al Señor, le diréis: Esto dice el Señor Dios de Israel: Ya que por haber oído las palabras del libro,
II Par 34:27 se ha enternecido tu corazón, y te has humillado en el acatamiento de Dios, con motivo de lo que en él hay escrito contra este lugar, y contra los habitantes de Jerusalén ; y temblando de mi majestad, has rasgado tus vestiduras, y llorado en mi presencia; yo también te he oído, dice el Señor.
II Par 34:32 e hizo jurar lo mismo a todos los que se hallaban en Jerusalén y en Benjamín; y los habitantes de Jerusalén confirmaron el pacto del Señor Dios de sus padres.
II Par 34:33 Extirpó, pues, Josías todas las abominaciones de todo el país de los hijos de Israel; e hizo que cuantos quedaron habitando en Israel sirviesen al Señor Dios suyo. Mientras él vivió no abandonaron al Señor Dios de sus padres.
II Par 34:33 Extirpó, pues, Josías todas las abominaciones de todo el país de los hijos de Israel; e hizo que cuantos quedaron habitando en Israel sirviesen al Señor Dios suyo. Mientras él vivió no abandonaron al Señor Dios de sus padres.
II Par 35:3 Dijo también a los levitas, por cuyas instrucciones se sacrificaba todo Israel para el culto del Señor: Colocad otra vez el arca en el Santuario del templo, edificado por Salomón , hijo de David, rey de Israel, porque ya no la tendréis que llevar más de una a otra parte. Ahora, pues, servid al Señor Dios vuestro y a su pueblo de Israel;
II Par 35:21 Pero Necao envió a decirle por sus embajadores: ¿Qué motivo hay de disensión entre nosotros dos, oh rey de Judá? Yo no vengo ahora a pelear contra ti, sino contra otra casa, contra la cual Dios me ha mandado salir a toda prisa; deja, pues, de oponerte a Dios, el cual está conmigo; no sea que el Señor te quite la vida.
II Par 35:21 Pero Necao envió a decirle por sus embajadores: ¿Qué motivo hay de disensión entre nosotros dos, oh rey de Judá? Yo no vengo ahora a pelear contra ti, sino contra otra casa, contra la cual Dios me ha mandado salir a toda prisa; deja, pues, de oponerte a Dios, el cual está conmigo; no sea que el Señor te quite la vida.
II Par 35:22 No quiso Josías retirarse, sino que se preparó para darle batalla, sin querer escuchar las palabras de Necao, que eran de Dios; y avanzó para venir a las manos en el campo de Mageddo.
II Par 36:5 Veinticinco años tenía Joakim cuando entró a reinar, y once años reinó en Jerusalén ; e hizo el mal en la presencia del Señor su Dios.
II Par 36:12 E hizo el mal delante de los ojos del Señor su Dios, ni respetó a Jeremías profeta, que le hablaba de parte del Señor.
II Par 36:13 Se rebeló, además contra el rey Nabucodonosor, que le había hecho prestar juramento de fidelidad en el nombre de Dios; y endureció su cerviz y su corazón, para no convertirse al Señor Dios de Israel.
II Par 36:13 Se rebeló, además contra el rey Nabucodonosor, que le había hecho prestar juramento de fidelidad en el nombre de Dios; y endureció su cerviz y su corazón, para no convertirse al Señor Dios de Israel.
II Par 36:15 Entretanto el Señor Dios de sus padres, les hacía hablar por medio de sus enviados los profetas, amonestándolos sin cesar de día y de noche; pues quería perdonar a su pueblo y a la mansión suya.
II Par 36:16 Mas ellos se mofaban de los enviados de Dios, no hacían caso alguno de sus palabras, e insultaban a los profetas, hasta que descargó el furor del Señor sobre su pueblo, y no hubo ya remedio.
II Par 36:17 Porque trajo contra ellos al rey de los caldeos, que pasó a cuchillo a sus jóvenes en la casa de su santuario. No tuvo compasión del mancebo, ni de la virgen, ni del anciano, ni aun del inválido; a todos los entregó Dios en sus manos.
II Par 36:19 Los enemigos pegaron fuego a la casa de Dios, y demolieron los muros de Jerusalén ; quemaron todas las torres y destruyeron todo cuanto había precioso.