I Cor 12:18
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Mas ahora ha puesto Dios en el cuerpo muchos miembros, y los ha colocado en él como le pareció.
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I Cor 12:24
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Al contrario, nuestras partes o miembros honestos, como la cara, manos, ojos, etc., no necesitan nada de eso; pero Dios ha puesto tal orden en todo el cuerpo, que se honra más lo que de suyo es menos digno de honor,
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I Cor 12:28
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Así es que ha puesto Dios varios miembros en la Iglesia, unos en primer lugar, apóstoles; en segundo lugar profetas, en el tercero doctores, luego a los que tienen el don de hacer milagros, después a los que tienen gracia de curar, de socorrer al prójimo, don de gobierno, de hablar todo género de lenguas, de interpretar las palabras.
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I Cor 13:12
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Ahora no vemos a Dios sino como en un espejo, y bajo imágenes oscuras; pero entonces le veremos cara a cara. Yo no le conozco ahora sino imperfectamente; mas entonces le conoceré con una visión clara, a la manera que soy yo conocido.
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I Cor 14:2
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Pues quien habla lenguas sin tener dicho don, no habla para los hombres, porque nadie le entiende, sino para Dios, habla sí en espíritu cosas misteriosas.
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I Cor 14:4
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Quien habla lenguas, se edifica a sí mismo; mas el que profetiza, edifica a la Iglesia de Dios.
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I Cor 14:16
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Por lo demás, si tú alabas a Dios solamente con el espíritu, el que está en la clase del sencillo pueblo, ¿cómo ha de decir: Amén, esto es, Así sea, al fin de tu acción de gracias?, puesto que no entiende lo que tú dices.
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I Cor 14:18
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Yo doy gracias a mi Dios de que hablo las lenguas de todos vosotros.
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I Cor 14:25
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Los secretos de su corazón se harán manifiestos y, por tanto, postrado sobre su rostro, adorará a Dios, confesando que verdaderamente Dios está en medio de vosotros.
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I Cor 14:25
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Los secretos de su corazón se harán manifiestos y, por tanto, postrado sobre su rostro, adorará a Dios, confesando que verdaderamente Dios está en medio de vosotros.
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I Cor 14:26
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Pues ¿qué es lo que se ha de hacer, hermanos míos? Vedlo aquí: Si cuando os congregáis, uno de vosotros se halla inspirado de Dios para hacer un himno, otro para instruir, éste para revelar alguna cosa de Dios, aquél para hablar lenguas, otro para interpretarlas, hágase todo para edificación de los fieles.
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I Cor 14:26
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Pues ¿qué es lo que se ha de hacer, hermanos míos? Vedlo aquí: Si cuando os congregáis, uno de vosotros se halla inspirado de Dios para hacer un himno, otro para instruir, éste para revelar alguna cosa de Dios, aquél para hablar lenguas, otro para interpretarlas, hágase todo para edificación de los fieles.
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I Cor 14:28
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Y si no hubiere intérprete, callen en la Iglesia los que tienen este don, y hablen consigo y con Dios.
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I Cor 14:33
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Porque Dios no es autor de desorden, sino de paz; y esto es lo que yo enseño en todas las iglesias de los santos.
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I Cor 14:36
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¿Por ventura tuvo de vosotros su origen la palabra de Dios?, ¿o ha llegado a vosotros solos?
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I Cor 15:9
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siendo como soy el menor de los apóstoles, que ni merezco ser llamado apóstol, pues que perseguí la Iglesia de Dios.
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I Cor 15:10
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Mas por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia no ha sido estéril en mí; antes he trabajado más copiosamente que todos; pero no yo sino más bien la gracia de Dios que está conmigo.
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I Cor 15:10
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Mas por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia no ha sido estéril en mí; antes he trabajado más copiosamente que todos; pero no yo sino más bien la gracia de Dios que está conmigo.
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I Cor 15:15
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Además de eso somos convencidos por testigos falsos respecto a Dios; por cuanto hemos testificado contra Dios, diciendo que resucitó a Cristo , al cual no ha resucitado, si los muertos no resucitan.
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I Cor 15:15
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Además de eso somos convencidos por testigos falsos respecto a Dios; por cuanto hemos testificado contra Dios, diciendo que resucitó a Cristo , al cual no ha resucitado, si los muertos no resucitan.
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I Cor 15:24
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En seguida será el fin del mundo; cuando Jesucristo hubiere entregado su reino, o Iglesia, a su Dios y Padre, cuando haya destruido todo imperio, y toda potencia, y toda dominación.
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I Cor 15:26
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Y la muerte será el último enemigo destruido; porque todas las cosas las sujetó Dios debajo de los pies de su Hijo. Mas cuando dice la Escritura:
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I Cor 15:28
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Y cuando ya todas las cosas estuvieren sujetas a él, entonces el Hijo mismo quedará sujeto en cuanto hombre al que se las sujetó todas, a fin de que en todas las cosas todo sea de Dios.
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I Cor 15:34
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Estad alerta, ¡oh justos!, y guardaos del pecado; porque entre nosotros hay hombres que no conocen a Dios, lo digo para confusión vuestra.
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I Cor 15:38
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Sin embargo, Dios le da cuerpo según quiere, y a cada una de las semillas el cuerpo que es propio de ella.
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I Cor 15:50
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Digo esto, hermanos míos, porque la carne y sangre, o los hombres carnales, no pueden poseer el reino de Dios, ni la corrupción poseerá esta herencia incorruptible.
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I Cor 15:57
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Pero demos gracias a Dios, que nos ha dado victoria contra la muerte y el pecado, por virtud de nuestro Señor Jesucristo.
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I Cor 16:16
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Os ruego que tengáis mucha deferencia a personas de ese carácter, y a todos los que cooperan y trabajan en la obra de Dios.
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II Cor 1:1
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Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y Timoteo su hermano, o coadjutor, a la Iglesia de Dios, establecida en Corinto, y a todos los santos o fieles, existentes en toda la Acaya.
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II Cor 1:1
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Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y Timoteo su hermano, o coadjutor, a la Iglesia de Dios, establecida en Corinto, y a todos los santos o fieles, existentes en toda la Acaya.
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II Cor 1:2
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Dios, padre nuestro , y el Señor Jesucristo os den gracias y paz.
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II Cor 1:3
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Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo el Padre de las misericordias y Dios de toda consolación,
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II Cor 1:3
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Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo el Padre de las misericordias y Dios de toda consolación,
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II Cor 1:4
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el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que se hallan en cualquier trabajo, con la misma consolación con que nosotros somos consolados por Dios.
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II Cor 1:9
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Pero si sentimos pronunciar allá dentro de nosotros el fallo de nuestra muerte, fue a fin de que no pusiésemos nuestra confianza en nosotros, sino en Dios, que resucita a los muertos.
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II Cor 1:12
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Porque toda nuestra gloria consiste en el testimonio que nos da la conciencia de haber procedido en este mundo con sencillez de corazón y sinceridad delante de Dios, no con la prudencia de la carne, sino según la gracia de Dios o espíritu de la buena nueva, y especialmente entre vosotros.
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II Cor 1:12
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Porque toda nuestra gloria consiste en el testimonio que nos da la conciencia de haber procedido en este mundo con sencillez de corazón y sinceridad delante de Dios, no con la prudencia de la carne, sino según la gracia de Dios o espíritu de la buena nueva, y especialmente entre vosotros.
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II Cor 1:18
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Mas Dios verdadero me es testigo de que en la palabra o doctrina que os he anunciado, nada ha habido del sí y del no.
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II Cor 1:19
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Porque Jesucristo, Hijo de Dios que os hemos predicado nosotros, esto es, yo, y Silvano, y Timoteo, no es tal que se hallen en él, el sí y el no, sino que en él todo es inmutable, un sí invariable.
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II Cor 1:20
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Pues todas cuantas promesas hay de Dios, tienen en éste sí su verdad; y también por él mismo todo tiene su infalible cumplimiento para honra y gloria de Dios, lo cual hace también la gloria de nuestro ministerio.
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II Cor 1:20
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Pues todas cuantas promesas hay de Dios, tienen en éste sí su verdad; y también por él mismo todo tiene su infalible cumplimiento para honra y gloria de Dios, lo cual hace también la gloria de nuestro ministerio.
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II Cor 1:21
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Así, Dios es el que a nosotros junto con vosotros nos confirma en la fe de Cristo , y el que nos ha ungido con su unción.
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II Cor 1:23
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Por lo que a mí hace, tomo a Dios por testigo, y deseo que me castigue, si no digo la verdad, que el no haber pasado todavía a Corinto ha sido para poder ser indulgente con vosotros,
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II Cor 2:14
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Pero gracias a Dios, que siempre nos hace triunfar en Cristo Jesús , y derrama por medio de nosotros en todas partes el buen olor del conocimiento de su Nombre.
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II Cor 2:15
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Porque nosotros somos el buen olor de Cristo delante de Dios, así para los que se salvan, como para los que se pierden,
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II Cor 2:17
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Pero ciertamente no somos nosotros como muchísimos que adulteran la palabra de Dios, sino que la predicamos con sinceridad, como de parte de Dios, en la presencia de Dios, y según el espíritu de Cristo .
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II Cor 2:17
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Pero ciertamente no somos nosotros como muchísimos que adulteran la palabra de Dios, sino que la predicamos con sinceridad, como de parte de Dios, en la presencia de Dios, y según el espíritu de Cristo .
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II Cor 2:17
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Pero ciertamente no somos nosotros como muchísimos que adulteran la palabra de Dios, sino que la predicamos con sinceridad, como de parte de Dios, en la presencia de Dios, y según el espíritu de Cristo .
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II Cor 3:3
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manifestándose por vuestras acciones que vosotros sois carta de Cristo , hecha por nuestro ministerio, y escrita, no con tinta, sino con el Espíritu de Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne, que son vuestros corazones.
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II Cor 3:4
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Tal confianza tenemos en Dios por Cristo ,
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