Isa 45:22
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Convertíos pues, a mí, pueblos todos de la tierra, y seréis salvos; pues yo soy Dios, y no hay otro que lo sea.
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Isa 46:9
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Renovad la memoria de mis prodigios en los siglos antiguos; porque así veréis que yo soy Dios, y que no hay otro dios, ni nadie que a mí sea semejante.
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Isa 48:1
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Oíd estas cosas los de la casa de Jacob , vosotros que os apellidáis con el nombre de Israel y venís de la estirpe de Judá; vosotros que juráis en el nombre del Señor, y hacéis mención del Dios de Israel, mas no con verdad ni con justicia;
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Isa 48:2
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y que os llamáis ciudadanos de la ciudad santa y estáis apoyados en el Dios de Israel, el cual tiene por nombre Señor de los ejércitos.
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Isa 48:17
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Esto dice el Señor tu redentor, el Santo de Israel: Yo el Señor Dios tuyo que te enseño lo que te importa, y te dirijo por el camino que sigues.
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Isa 49:4
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Pero yo dije: En vano me he fatigado predicando a mi pueblo; sin motivo y en balde he consumido mis fuerzas; por tanto espero que el Señor me hará justicia, y en mi Dios está depositada la recompensa de mi obra.
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Isa 49:5
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Por lo que ahora el Señor, que me destinó desde el seno de mi madre para ser siervo suyo, me dice que yo conduzca a Jacob nuevamente a él, mas Israel no querría reunirse: Yo, seré glorificado a los ojos del Señor, y mi Dios se ha hecho mi fortaleza.
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Isa 49:22
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He aquí lo que responde el Señor Dios: Sábete que yo extenderé mi mano hacia las naciones, enarbolaré entre los pueblos mi estandarte. Y a tus hijos te los traerán en brazos, y en hombros llevarán a tus hijas.
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Isa 49:26
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Yo haré comer a tus enemigos sus propias carnes; y que se embriaguen con su misma sangre, como si fuera vino nuevo; y sabrán todos los mortales que quien te salva soy yo el Señor, y que el fuerte Dios de Jacob es tu redentor.
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Isa 50:5
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El Señor Dios me abrió los oídos, y yo no me resistí, no me volví atrás.
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Isa 50:7
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El Señor Dios es mi protector; por eso no he quedado yo confundido; por eso presenté mi cara a los golpes, firme como una piedra durísima, y sé que no quedaré avergonzado.
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Isa 50:8
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A mi lado está el Dios, que me justifica; ¿quién se me opondrá? Presentémonos juntos en juicio: ¿quién es mi adversario?; lléguese a mí.
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Isa 50:9
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Sabed que el Señor Dios es mi auxiliador. ¿Quién es el que me condenará? Ciertamente que todos mis contrarios serán consumidos como un vestido muy gastado; la polilla se los comerá.
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Isa 50:10
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¿Quién hay entre vosotros temeroso del Señor, y que escuche la voz de su siervo? Quien anduvo entre tinieblas y no tiene luz, espere en el nombre del Señor, y apóyese en su Dios.
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Isa 51:15
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En fin, yo soy el Señor Dios tuyo que embravezco el mar, y encrespo sus olas. Señor de los ejércitos es mi nombre.
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Isa 51:20
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Tus hijos yacen tirados por tierra, atados duermen a lo largo de todas las calles, como búbalo enmaromado o preso, cubiertos de la indignación del Señor y de la venganza de tu Dios.
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Isa 51:22
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Estas cosas dice tu dominador, el Señor Dios tuyo que peleará por su pueblo: Mira, yo voy a quitar de tu mano ese cáliz soporífero; las heces del cáliz de mi indignación no las beberás ya otra vez.
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Isa 52:1
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Levántate, levántate, ¡oh Sión!, ármate de tu fortaleza; vístete de tus ropas de gala, ¡oh Jerusalén , ciudad del Dios Santo!, porque ya no volverá en adelante a pasar por medio de ti incircunciso, ni inmundo.
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Isa 52:4
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Dice más el Señor Dios: Mi pueblo bajó al principio a Egipto, para morar allí como forastero; pero Asur lo maltrató sin ningún motivo.
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Isa 52:7
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¡Oh cuán hermosos son los pies de aquel que sobre los montes de Israel anuncia y predica la paz!, de aquel que anuncia la buena nueva, de aquel que pregona la salud, y dice ya a Sión: Reinará luego el Dios tuyo, y tú con él!
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Isa 52:10
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Ha revelado el Señor a la vista de todas las naciones la gloria de su santo brazo, y toda las regiones del mundo verán al Salvador que envía nuestro Dios.
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Isa 52:12
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Que no partiréis tumultuariamente, ni en precipitada fuga; pues el Señor irá delante de vosotros, y el Dios de Israel os congregará.
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Isa 53:4
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Es verdad que él mismo tomó sobre sí nuestras dolencias y cargó con nuestras penalidades; pero nosotros lo reputamos entonces como un leproso, y como un hombre herido de la mano de Dios y humillado,
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Isa 53:5
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siendo así que por causa de nuestras iniquidades fue él llagado, y despedazado por nuestras maldades; el castigo de que debía nacer nuestra paz con Dios, descargó sobre él, y con sus moretones fuimos nosotros curados.
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Isa 53:9
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Y en recompensa de bajar al sepulcro le concederá Dios la conversión de los impíos; tendrá por precio de su muerte al hombre rico; porque él no cometió pecado, ni hubo dolo en sus palabras.
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Isa 54:5
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Pues será tu dueño y esposo aquel Señor que te ha creado, cuyo nombre es el Señor de los ejércitos; y tu redentor, el Santo de Israel, será llamado el Dios de toda la tierra.
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Isa 54:6
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Porque el Señor te ha llamado a sí cuando eras como una mujer desechada, y angustiada de espíritu, como una mujer que ha sido repudiada desde su tierna edad, dice tu Dios.
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Isa 55:5
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He aquí que entonces, tú, ¡oh Jerusalén !, llamarás al pueblo gentil que tú no reconocías; y las naciones que no te conocían correrán a ti por amor del Señor Dios tuyo, y del Santo de Israel que te habrá llenado de gloria.
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Isa 55:7
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Abandone el impío su camino y el inicuo sus designios, y conviértase al Señor, el cual se apiadará de él, y a nuestro Dios, que es generosísimo en perdonar.
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Isa 56:8
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Dice también el Señor Dios que congrega a los dispersos de Israel: Yo le agregaré todavía aquellos que algún día se le reunirán.
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Isa 57:15
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Pues esto dice el excelso y el sublime Dios que mora en la eternidad, y cuyo nombre es Santo: El que habita en las alturas y en el santuario, y en el corazón contrito y humillado, para vivificar el espíritu de los humildes y dar vida al corazón de los contritos.
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Isa 57:21
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No hay paz para los impíos, dice el Señor Dios.
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Isa 58:2
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ya que cada día me requieren como en juicio, y quieren saber mis consejos. Como gente que hubiese vivido justamente, y no hubiese abandonado la ley de su Dios, así me demandan razón de los juicios o decretos de mi justicia y quieren acercarse a Dios.
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Isa 58:2
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ya que cada día me requieren como en juicio, y quieren saber mis consejos. Como gente que hubiese vivido justamente, y no hubiese abandonado la ley de su Dios, así me demandan razón de los juicios o decretos de mi justicia y quieren acercarse a Dios.
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Isa 58:3
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¿Cómo es que hemos ayunado, dicen al Señor y tú no has hecho caso; hemos humillado nuestras almas y te haces el desentendido? Es, responde Dios, porque en el día mismo de vuestro ayuno hacéis todo cuanto se os antoja y apremiáis a todos vuestros deudores.
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Isa 59:2
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sino que vuestras iniquidades han puesto un muro de separación entre vosotros y vuestro Dios; y vuestros pecados le han hecho volver su rostro de vosotros para no escucharos.
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Isa 59:13
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Pecado hemos y mentido contra el Señor, y hemos vuelto las espaldas por no seguir a nuestro Dios, y sí para calumniar y cometer maldades; concebimos y proferimos del corazón palabras de mentira.
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Isa 60:9
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Sé, dice el Señor, que me están esperando con ansia las islas o naciones, y las naves del mar ya desde el principio , para que traiga de las remotas regiones a tus nuevos hijos, y con ellos su plata y su oro, que consagran al nombre del Señor Dios tuyo, y al Santo de Israel que te ha glorificado.
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Isa 60:19
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Ya no necesitarás sol que te dé luz durante el día, ni te alumbrará el esplendor de la luna; sino que el Señor mismo será la sempiterna luz tuya, y tu gloria o claridad el mismo Dios tuyo.
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Isa 61:2
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para publicar el año de reconciliación con el Señor, o su jubileo, y el día de la venganza de nuestro Dios; para que yo consuele a todos los que lloran;
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Isa 61:6
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Vosotros, seréis llamados sacerdotes del Señor; a vosotros se os dará el nombre de ministros de Dios; seréis alimentados con la sustancia de las naciones y os honraréis con la gloria de ellas.
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Isa 61:10
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Yo me regocijaré con sumo gozo en el Señor, y el alma mía se llenará de placer en mi Dios; pues él me ha revestido del ropaje de la salud, y me ha cubierto con el manto de la justicia, como a esposo adornado con guirnalda, y como esposa ataviada con sus joyas.
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Isa 61:11
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Porque así como la tierra produce sus plantas, y el jardín hace brotar la semilla que se ha sembrado en él, así el Señor Dios hará florecer su justicia y su gloria, a vista de todas las naciones.
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Isa 62:3
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Y serás, entonces, una corona de gloria en la mano del Señor, y una real diadema en mano de tu Dios.
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Isa 62:5
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pues al modo que vive en paz y alegría un mancebo con la doncella que escogió para esposa, así tus hijos morarán en ti, y como el gozo del esposo y de la esposa así serás tú el gozo de tu Dios.
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Isa 63:14
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Como se lleva a un asno por una ladera al campo, con el mayor sosiego; así los condujo el espíritu del Señor, así, ¡oh Dios!, fuiste tú el conductor de tu pueblo, a fin de ganar un nombre glorioso.
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Isa 64:4
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Desde que el mundo es mundo, jamás nadie ha entendido, ni ninguna oreja ha oído, ni ha visto ojo alguno, sino sólo tú, ¡oh Dios!, las cosas que tienes preparadas para aquellos que te están aguardando.
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Isa 65:8
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Sin embargo, esto dice el Señor: Como cuando se halla un grano bueno en un racimo podrido, y se dice: No lo desperdicies, pues es una bendición o don de Dios, eso mismo haré yo por amor de mis siervos: No exterminaré a Israel del todo;
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Isa 65:13
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Por tanto, esto dice el Señor Dios: Sabed que mis siervos comerán, y vosotros padeceréis hambre; mis siervos beberán, y vosotros padeceréis sed;
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Isa 65:15
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Y dejaréis cubierto de execración vuestro nombre a mis escogidos. El Señor Dios acabará contigo, ¡oh Israel!, y a sus siervos los llamará con otro nombre.
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