Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

Dios

Mc 14:45 Así al punto que llegó, arrimándose a Jesús , le dijo: Maestro mío, Dios te guarde. Y lo besó.
Mc 14:61 Jesús callaba, y nada respondió. Lo interrogó el sumo sacerdote nuevamente, y le dijo: ¿Eres tú el Cristo , o Mesías, el Hijo de Dios bendito?
Mc 14:62 A esto le respondió Jesús : Yo soy; y veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra de la majestad de Dios, y venir sobre las nubes del cielo.
Mc 15:29 Los que iban y venían blasfemaban de él, meneando sus cabezas, y diciendo: ¡Hola!, tú que destruyes el templo de Dios, y que lo reedificas en tres días,
Mc 15:34 Y a las tres de la tarde exclamó Jesús diciendo en voz grande: ELOI, ELOI, ¿LAMMA SABACTANI?, que significa: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?
Mc 15:34 Y a las tres de la tarde exclamó Jesús diciendo en voz grande: ELOI, ELOI, ¿LAMMA SABACTANI?, que significa: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?
Mc 15:39 Y el centurión que estaba allí presente, viendo que había expirado con gran clamor, dijo: Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios.
Mc 15:43 fue José de Arimatea, persona ilustre y senador, el cual esperaba también el reino de Dios, y entró denodadamente a Pilatos, y pidió el cuerpo de Jesús .
Mc 16:19 Así el Señor Jesús , después de haberles hablado varias veces, fue elevado al cielo, y está sentado a la diestra de Dios.
Lc 1:6 Ambos eran justos a los ojos de Dios, guardando, como guardaban, todos los mandamientos y leyes del Señor irreprensiblemente,
Lc 1:16 y convertirá a muchos de los hijos de Israel al Señor Dios suyo,
Lc 1:19 El ángel replicándole dijo: Yo soy Gabriel, que asisto al trono de Dios, de quien he sido enviado a hablarte y a traerte esta feliz nueva.
Lc 1:26 Estando ya Isabel en su sexto mes, envió Dios al ángel Gabriel a Nazaret, ciudad de Galilea,
Lc 1:28 Y habiendo entrado el ángel a donde ella estaba, le dijo: Dios te salve, ¡oh llena de gracia!, el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres.
Lc 1:30 Mas el ángel le dijo: ¡Oh María!, no temas, porque has hallado gracia en los ojos de Dios.
Lc 1:32 Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo, al cual el Señor Dios dará el trono de su padre David, y reinará en la casa de Jacob eternamente,
Lc 1:35 El ángel en respuesta le dijo: El Espíritu Santo descenderá sobre ti, y la virtud del Altísimo te cubrirá con su sombra, por esta causa el fruto santo que de ti nacerá será llamado Hijo de Dios.
Lc 1:37 porque para Dios nada es imposible.
Lc 1:47 y mi espíritu está transportado de gozo en el Dios salvador mío:
Lc 1:58 Supieron sus vecinos y parientes la gran misericordia que Dios le había hecho, y se congratulaban con ella.
Lc 1:64 Y al mismo tiempo recobró el habla y usó de la lengua, y empezó a bendecir a Dios.
Lc 1:68 Bendito sea el Señor Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo;
Lc 1:78 por las entrañas misericordiosas de nuestro Dios, que ha hecho que ese naciente haya venido a visitarnos de lo alto del cielo,
Lc 2:13 Al punto mismo se dejó ver con el ángel un ejército numeroso de la milicia celestial, alabando a Dios, y diciendo:
Lc 2:14 Gloria a Dios en lo más alto de los cielos, y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad.
Lc 2:20 En fin, los pastores se volvieron, no cesando de alabar y glorificar a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, según se les había anunciado por el ángel.
Lc 2:25 Había a la sazón en Jerusalén un hombre justo y temeroso de Dios, llamado Simeón, el cual esperaba de día en día la consolación de Israel o la venida del Mesías, y el Espíritu Santo moraba en él.
Lc 2:28 tomándole Simeón en sus brazos, bendijo a Dios, diciendo:
Lc 2:37 Y se había mantenido viuda hasta los ochenta y cuatro de su edad, no saliendo del templo, y sirviendo en él a Dios día y noche con ayunos y oraciones.
Lc 2:40 Entretanto, el niño iba creciendo, y fortaleciéndose, lleno de sabiduría; y la gracia de Dios estaba en él.
Lc 2:52 Jesús entretanto crecía en sabiduría, en edad y en gracia delante de Dios, y de los hombres.
Lc 3:6 y verán todos los hombres al Salvador enviado de Dios.
Lc 3:7 Y decía Juan a las gentes que venían a recibir su bautismo : ¡Oh raza de víboras!, ¿quién os ha enseñado que así podréis huir de la ira de Dios que os amenaza?
Lc 3:8 Haced dignos frutos de penitencia, y no andéis diciendo: Tenemos a Abrahán por padre. Porque yo os digo que de estas piedras puede hacer Dios nacer hijos de Abrahán.
Lc 3:38 Cainán fue hijo de Henós, que lo fue de Set, que lo fue de Adam, el cual fue creado por Dios.
Lc 4:3 Por lo que le dijo el diablo: Si tú eres el Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan.
Lc 4:4 Les respondió Jesús : Escrito está: No vive de sólo pan el hombre, sino de todo lo que Dios dice.
Lc 4:8 Jesús , en respuesta le dijo: Escrito está: Adorarás al Señor Dios tuyo, y a él sólo servirás.
Lc 4:9 Y lo llevó aún a Jerusalén , lo puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si tú eres el Hijo de Dios, échate de aquí abajo.
Lc 4:12 Jesús le replicó: Dicho está también: No tentarás al Señor Dios tuyo.
Lc 4:34 diciendo: Déjanos en paz, ¿qué tenemos nosotros que ver contigo, oh Jesús Nazareno? ¿Has venido a exterminarnos? Ya sé quién eres, eres el Santo de Dios.
Lc 4:41 De muchos salían los demonios gritando y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios; y con amenazas les prohibía decir que sabían que él era el Cristo .
Lc 4:43 Mas él les dijo: Es necesario que yo predique también a otras ciudades la buena nueva del reino de Dios; pues para eso he sido enviado.
Lc 5:1 Sucedió un día, que hallándose Jesús junto al lago de Genezaret las gentes se agolpaban alrededor de él, ansiosas de oír la palabra de Dios.
Lc 5:21 Entonces los escribas y fariseos empezaron a pensar mal, diciendo para consigo: ¿Quién es éste, que así blasfema? ¿Quién puede perdonar pecados, sino Dios?
Lc 5:25 Y levantándose al punto a vista de todos, cargó con la camilla en que yacía; y se marchó a su casa dando gloria a Dios.
Lc 5:26 Con lo cual todos quedaron pasmados, y glorificaban a Dios. Y penetrados de temor, decían: Hoy sí que hemos visto cosas maravillosas.
Lc 6:4 ¿Cómo entró en la casa de Dios, y tomó los panes de la proposición, y comió, y dio de ellos a sus compañeros, siendo así que a nadie se permite el comerlos sino a los sacerdotes?
Lc 6:12 Por este tiempo se retiró a orar en un monte, y pasó toda la noche orando a Dios.
Lc 6:20 Entonces levantando los ojos hacia sus discípulos, decía: Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios.