Núm 22:8
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les respondió: Quedaos aquí esta noche; y yo responderé lo que me dijere el Señor. Se hospedaron, pues, en casa de Balaam ; y vino Dios y le dijo:
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Núm 22:13
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Levantándose, pues, de mañana, dijo a los príncipes sus huéspedes: Volveos a vuestra tierra, porque me ha prohibido el Señor ir con vosotros.
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Núm 22:20
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Vino, pues, Dios a Balaam aquella noche, y le dijo: Si esos hombres han venido a llamarte, levántate y vete con ellos; pero cuidado en no hacer más que lo que yo te mandare.
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Núm 22:35
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Respondió el ángel: Vete con ellos; mas guárdate de hablar otra cosa que lo que yo te ordenare. Se fue, pues, con aquellos señores.
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Núm 22:39
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Caminaron, pues, juntos, y vinieron a una ciudad puesta en los últimos confines de su reino.
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Núm 23:13
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Dijo, pues, Balac: Ven conmigo a otro lugar de donde veas una parte de Israel, y no puedas ver todo el campamento; desde allí le maldecirás.
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Núm 23:19
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no es Dios como el hombre para que mienta, ni como hijo de hombre para estar sujeto a mudanza. ¿Cuándo él, pues, ha dicho una cosa, no lo hará? ¿Habiendo hablado, no cumplirá su palabra?
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Núm 24:11
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Vuélvete, pues, a tu lugar. Yo ciertamente tenía determinado el premiarte magníficamente; pero el Señor te ha privado del premio dispuesto.
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Núm 29:40
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Refirió, pues, Moisés a los hijos de Israel todo lo que el Señor le había mandado;
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Núm 31:17
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Matad, pues, a todos cuantos varones hubiere, aun a los niños, y degollad a las mujeres que han conocido varón;
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Núm 31:31
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Lo hicieron, pues, Moisés y Eleazar, como el Señor lo había mandado.
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Núm 31:51
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Recibieron, pues, Moisés y Eleazar, sumo sacerdote, todo el oro en diversas joyas,
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Núm 32:19
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No pretenderemos cosa alguna de allende del Jordán, pues tenemos ya nuestra posesión en su ribera oriental.
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Núm 32:24
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Edificad, pues, fortalezas para vuestros niños, y apriscos, y majadas para las ovejas y bestias, y cumplid lo prometido.
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Núm 33:3
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Partidos, pues, de Ramesés los hijos de Israel el mes primero a quince del mismo, al otro día de la Pascua , por un efecto de la mano poderosa del Señor, viéndolo todos los egipcios,
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Núm 33:53
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purificando así la tierra para habitar en ella; pues yo os la he dado en posesión;
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Núm 35:34
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Y de esta manera será purificada vuestra tierra, en la cual tengo yo mi morada; pues yo soy el Señor que habito entre los hijos de Israel.
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Núm 36:10
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como fueron separadas por el Señor. Lo hicieron, pues, las hijas de Salfaad como se había ordenado;
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Deut 1:17
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Ninguna distinción haréis de personas: del mismo modo oiréis al pequeño que al grande: ni guardaréis miramiento a nadie, pues que vosotros sois jueces en lugar de Dios. Mas si alguna cosa difícil os ocurriere, dadme parte a mí, y yo determinaré.
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Deut 1:38
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Mas Josué, hijo de Nun, ministro tuyo, ése entrará por ti: y así exhórtale y aliéntale, pues él es el que ha de repartir por suertes la tierra de Israel.
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Deut 2:13
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Poniéndonos, pues, en camino para pasar el torrente Zareb, arribamos a él.
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Deut 2:20
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Tierra que fue considerada como país de gigantes; pues en ella moraron antiguamente unos gigantes que los amonitas llaman zomzommim,
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Deut 2:24
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Ea, pues, preveníos, os dijo entonces el Señor, y pasad el torrente de Arnón: Sábete, ¡oh Israel!, que yo he puesto en tu mano a Sehón, rey de Hesebón, el amorreo; empieza desde luego a ocupar su tierra y hacerle la guerra.
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Deut 2:26
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Envié, pues, mensajeros desde el desierto de Cademot a Sehón, rey de Hesebón, con proposiciones pacíficas, diciendo;
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Deut 2:32
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Salió, pues, Sehón con toda su gente, a presentarnos batalla en Jasa.
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Deut 3:1
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Tomando, pues, otro camino, nos dirigimos hacia Basán, donde nos salió al encuentro Og, rey de Basán, con toda su gente para darnos la batalla en Edrai.
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Deut 3:3
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Así, pues, entregó también Dios nuestro Señor en nuestras manos a Og, rey de Basán, y a todo su pueblo; y a todos los pasamos a cuchillo, sin dejar uno,
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Deut 3:12
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Tomamos, pues, entonces posesión de la tierra desde Aroer, situada sobre la ribera del torrente Arnón, hasta la mitad de la montaña de Galaad; y di sus ciudades a las tribus de Rubén y de Gad.
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Deut 3:21
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A Josué también lo previne en aquel tiempo diciendo: Bien han visto tus ojos lo que ha hecho el Señor Dios vuestro con estos dos reyes; pues así lo hará con todos los reinos a que has de pasar.
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Deut 3:25
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Permíteme, pues, pasar adelante a ver esa bellísima tierra de la otra parte del Jordán, y aquel incomparable monte de Sión, y el Líbano.
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Deut 3:28
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Da tus órdenes a Josué, y fortalécele y aliéntale, pues él es quien ha de conducir a ese pueblo y distribuirle la tierra que tú verás.
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Deut 4:5
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Bien sabéis que os he enseñado los preceptos y las leyes judiciales que me ordenó el Señor mi Dios: así, pues, los practicaréis en la tierra que habéis de poseer,
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Deut 4:9
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Consérvate, pues, a ti mismo, ¡oh Israel!, y guarda tu alma con mucha vigilancia. No te olvides de las grandes cosas que han visto tus ojos, ni se borren de tu corazón en todos los días de tu vida. Las has de contar a tus hijos y nietos,
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Deut 4:15
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Guardad, pues, con todo cuidado vuestras almas. No visteis ninguna imagen el día que os habló el Señor desde en medio del fuego en Horeb;
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Deut 4:22
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Ved, pues, que voy a morir en este lugar en que estoy; yo no pasaré el Jordán: vosotros sí lo pasaréis, y poseeréis aquella excelente tierra.
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Deut 4:24
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pues el Señor Dios tuyo es un fuego devorador, un Dios celoso.
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Deut 4:39
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Reconoce, pues, en este día, y quede grabado en tu corazón, que el Señor es el único Dios desde lo más alto del cielo hasta lo más profundo de la tierra, y que no hay otro sino él.
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Deut 5:1
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Moisés, pues, habiendo convocado a todo Israel, le dijo: Oye, ¡oh Israel!, las ceremonias y leyes que yo propongo a vuestros oídos en el día de hoy; aprendedlas y ponedlas en ejecución.
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Deut 5:25
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Ahora pues: ¿por qué nos hemos de exponer a morir, y a que nos devore este terrible fuego? Puesto que si proseguimos más oyendo la voz de Dios nuestro Señor, nos costará la vida.
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Deut 5:32
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Guardad, pues, y cumplid las cosas que os tiene ordenadas el Señor Dios: no torceréis a la diestra, ni a la siniestra,
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Deut 6:5
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Amarás, pues, al Señor Dios tuyo, con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas.
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Deut 7:11
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Guarda, pues, los preceptos y las ceremonias y leyes que yo te mando hoy observar.
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Deut 9:6
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Ten, pues, entendido que no por tus virtudes te ha dado el Señor Dios tuyo en posesión esta excelente tierra, pues eres un pueblo de durísima cerviz.
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Deut 9:6
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Ten, pues, entendido que no por tus virtudes te ha dado el Señor Dios tuyo en posesión esta excelente tierra, pues eres un pueblo de durísima cerviz.
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Deut 9:12
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y díjome: Vete, y desciende de aquí luego; pues ese tu pueblo, que sacaste de Egipto, ha abandonado bien presto el camino que le enseñaste, y se ha fundido un ídolo.
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Deut 9:15
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Bajando, pues, del monte, el cual estaba ardiendo, y teniendo en las manos las dos tablas de la Alianza,
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Deut 9:25
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Estuve, pues, postrado delante del Señor cuarenta días y cuarenta noches, en que rendidamente le suplicaba que no acabase con vosotros, como lo tenía conminado.
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Deut 10:3
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Hice, pues, un Arca de madera de setim o incorruptible; y labradas dos tablas de piedra como las primeras, subí al monte con ellas en las manos.
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Deut 10:10
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Yo, pues, estuve en el monte, como la vez primera, cuarenta días y cuarenta noches, y también esta vez el Señor oyó mi súplica, y no pasó a exterminarte.
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Deut 10:16
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Circuncidad, pues, las pasiones de vuestro corazón, y no seáis más de dura cerviz,
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