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Job 32:16
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Supuesto, pues, que yo he estado esperando a que hablasen, y no lo han hecho, y que se han parado y no añaden nada más,
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Job 32:18
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pues estoy lleno de palabras, y no caben ya en mi pecho;
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Job 32:20
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Hablaré, pues, a fin de respirar algún tanto; abriré mis labios, y responderé.
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Job 33:1
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Oye, pues, oh Job, mis palabras, y está atento a todas mis palabras.
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Job 33:5
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Respóndeme, pues, si puedes; y opón tus razones a las mías.
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Job 33:32
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que si tienes algo que replicar, propónmelo, dilo libremente; pues yo deseo que aparezcas justo.
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Job 34:6
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pues hay error en el juicio que de mí se ha hecho; violenta es la saeta que tengo atravesada, sin que haya en mí pecado alguno. Así ha hablado.
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Job 34:7
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¿Qué hombre hay, pues, semejante a Job que insulta, como quien bebe un vaso de agua;
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Job 34:31
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Ahora, pues, ya que he hablado de Dios y en su defensa, no estorbaré que hables tú también lo que quieras.
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Job 36:9
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les reconvendrá con sus obras y maldades, pues ejecutaron violencias.
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Job 36:21
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Guárdate de declinar hacia la iniquidad; pues has comenzado a seguir esa mala vida después de la miseria en que te ves.
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Job 37:22
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Del septentrión viene el oro. Démosle, pues, a Dios respetuosa alabanza.
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Job 38:3
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Ciñe, pues, ahora tus lomos, prepárate como varón que entra a pelear; yo te interrogaré, y tú respóndeme.
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Job 39:14
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¿Cuándo, pues, esta ave abandona sus huevos en tierra, por ventura serás tú quién los calentará o empollará debajo del polvo?
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Job 39:29
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Desde allí está acechando la presa, pues sus ojos atisban desde muy lejos.
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Job 40:9
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Si tienes, pues, un brazo fuerte como el de Dios, y si el tono de tu voz es semejante a su trueno,
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Job 41:10
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No lo despertaré como cruel; pues, ¿quién puede resistir a mi semblante?
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Job 41:27
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pues el hierro es para él como paja, y el bronce como leño podrido.
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Job 41:33
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En fin, no hay poder sobre la tierra que pueda comparársele, pues fue creado para no tener temor de nadie.
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Job 42:8
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Tomad, pues, siete toros y siete carneros, id a mi siervo Job, y ofrecedlos en holocausto por vosotros. Y Job, siervo mío, hará oración por vosotros, y yo aceptaré su intercesión, para que no se os impute vuestra culpa; ya que no habéis hablado de mí rectamente, como mi siervo Job.
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Salm 2:10
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Ahora pues, ¡oh reyes!, entendedlo: Sed instruidos vosotros los que juzgáis o gobernáis la tierra.
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Salm 3:7
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No temeré, pues, a ese innumerable gentío que me tiene cercado; levántate, ¡oh Señor!, sálvame tú, Dios mío.
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Salm 4:4
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Sabed, pues, que es el Señor quien ha hecho admirable su Santo: el Señor me oirá siempre que clamare a él.
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Salm 7:9
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El Señor es quien juzga a los pueblos. Júzgame, pues, oh Señor, según mi justicia, y según la inocencia que hay en mí.
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Salm 9:11
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Confíen, pues, en ti, ¡oh Dios mío!, los que conocen y adoran tu Nombre; porque jamás has desamparado, Señor, a los que a ti recurren.
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Salm 9:33
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Levántate, pues, ¡oh Señor Dios!, alza tu poderosa mano; no te olvides de los pobres o desvalidos.
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Salm 10:2
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En el Señor tengo puesta mi confianza: ¿Cómo, pues, decís a mi alma: Retírate prontamente al monte, como un ave que huye?
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Salm 15:1
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Inscripcion de titulo: Del mismo David. Sálvame, oh Señor, pues tengo puesta en ti toda mi esperanza.
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Salm 15:7
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Alabaré, pues, al Señor, que me ha dado este entendimiento; a lo cual, aun durante la noche, mi corazón me excitaba.
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Salm 16:6
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Yo he clamado a ti, Dios mío, porque siempre me has oído benignamente; inclina, pues, hacia mí tus oídos, y escucha mis palabras.
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Salm 17:4
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Invocaré, pues, al Señor con alabanzas, y me veré libre de mis enemigos.
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Salm 17:29
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Y pues tú, ¡oh Señor!, das la luz a mi antorcha, esclarece, Dios mío, mis tinieblas.
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Salm 24:5
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Encamíname según tu verdad, e instrúyeme; pues tú eres el Dios salvador mío, y te estoy esperando todo el día.
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Salm 24:15
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Mis ojos están siempre fijos en el Señor; pues él sacará mis pies del lazo.
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Salm 27:6
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Bendito sea el Señor, pues ha oído la voz de mi humilde ruego.
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Salm 30:2
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Oh Señor, en ti tengo puesta mi esperanza; no quede yo para siempre confundido; sálvame, pues eres justo.
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Salm 30:5
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Tú me sacarás del lazo que me tienen ocultamente armado, pues tú eres mi protector.
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Salm 36:7
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Sé, pues, obediente al Señor, y preséntale tus súplicas. No tengas envidia del que hace fortuna en su carrera, del hombre que comete injusticias.
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Salm 36:24
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Si cayere, no se lastimará; pues el Señor pone su mano por debajo.
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Salm 36:27
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Huye, pues, del mal, y haz bien; y vivirás por los siglos de los siglos.
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Salm 36:37
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Conserva, pues, tú la inocencia, y atiende a la justicia; porque el hombre pacífico deja de sí memoria,
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Salm 40:12
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En esto habré conocido que tú me amas; pues no tendrá mi enemigo que holgarse a costa mía.
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Salm 41:12
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Pero, ¡oh alma mía!, ¿por qué estás triste?; ¿por qué me llenas de turbación? Espera en Dios, pues aún he de cantarle alabanzas, por ser él el salvador que está siempre delante de mí, y el Dios mío.
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Salm 48:6
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¿Qué es, pues, lo que he de temer yo en el aciago día? La iniquidad de mis pasos que me cercará por todos lados.
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Salm 49:8
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No te haré cargo por tus sacrificios; pues a la vista tengo siempre holocaustos tuyos.
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Salm 50:7
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Mira, pues, que fui concebido en iniquidad y que mi madre me concibió en pecado.
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Salm 52:5
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¿No caerán, pues, en cuenta de que hay un Dios justiciero todos aquellos que cometen la iniquidad, que devoran a mi pueblo como quien come un pedazo de pan?
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Salm 54:10
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Precipítalos, Señor, divide sus dictámenes; pues veo que la ciudad está llena de iniquidad y discordia.
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Salm 55:3
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Todo el día me veo pisoteado de mis enemigos; pues son muchos los que contra mí pelean.
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Salm 58:10
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En ti he depositado mi fortaleza; pues tú eres, oh Dios, el defensor mío.
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