Lc 8:33
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Salieron, pues, del hombre los demonios, y entraron en los cerdos; y de repente toda la piara corrió a arrojarse por un precipicio al lago, y se anegó.
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Lc 8:37
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Entonces todos los gerasenos a una le suplicaron que se retirase de su país; por hallarse sobrecogidos de gran espanto. Subiendo, pues, Jesús en la barca, se volvió.
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Lc 8:42
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porque tenía una hija única de cerca de doce años de edad que se estaba muriendo. Al ir, pues, allá, y hallándose apretado del tropel de las gentes que le seguían,
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Lc 8:46
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Pero Jesús replicó: Alguno me ha tocado; pues yo he sentido salir de mí cierta virtud.
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Lc 8:52
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Entretanto lloraban todos por la niña, golpeándose el pecho. Mas él dijo: No lloréis, pues la niña no está muerta, sino dormida.
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Lc 8:54
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Jesús , pues, la cogió de la mano, y dijo en alta voz: Niña, levántate.
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Lc 9:6
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Habiendo, pues, partido, iban de lugar en lugar, anunciando la buena nueva del reino de Dios, y curando enfermos por todas partes.
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Lc 9:9
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Y decía Herodes : A Juan yo le corté la cabeza: ¿Quién será, pues, éste de quien tales cosas oigo? Y buscaba cómo verle.
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Lc 9:12
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Empezaba a caer el día. Por lo que acercándose los doce apóstoles le dijeron: Despacha ya a estas gentes, para que vayan a buscar alojamiento, y hallen qué comer en las villas y aldeas del contorno; pues aquí estamos en un desierto.
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Lc 9:28
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Sucedió, pues, que cerca de ocho días después de dichas estas palabras, tomó consigo a Pedro, y a Santiago, y a Juan, y subió a un monte a orar.
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Lc 10:2
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Y les decía: La mies de la verdad es mucha, mas los trabajadores pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies.
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Lc 10:7
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Y perseverad, en aquella misma casa, comiendo y bebiendo de lo que tengan; pues el que trabaja, merece su recompensa. No andéis pasando de casa en casa.
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Lc 10:24
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pues os aseguro que muchos profetas y reyes desearon ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; como también oír las cosas que vosotros oís, y no las oyeron.
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Lc 10:40
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Mientras tanto Marta andaba muy afanada en disponer todo lo que era menester, por lo cual se presentó a Jesús y dijo: Señor, ¿no reparas que mi hermana me ha dejado sola en las faenas de la casa? Dile, pues, que me ayude.
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Lc 11:18
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Si, pues, Satanás está también dividido contra sí mismo, ¿cómo susbsistirá su reino?, ya que decís vosotros que yo lanzo los demonios por arte de Beelzebub.
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Lc 11:30
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pues a la manera que Jonás fue un prodigio para los ninivitas, así el Hijo del hombre lo será para los de esta nación.
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Lc 11:35
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Cuida, pues, de que la luz que hay en ti, no sea tinieblas;
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Lc 12:8
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Os digo, pues que cualquiera que me confesare delante de los hombres, también el Hijo del hombre le confesará, delante de los ángeles de Dios.
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Lc 13:7
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por lo que dijo al viñador: Ya ves que hace tres años seguidos que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo hallo; córtala, pues; ¿para qué ocupará terreno gratis?
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Lc 14:14
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y serás afortunado, porque no pueden pagártelo, pues serás recompensado en la resurrección de los justos.
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Lc 14:17
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A la hora de cenar envió un criado a decir a los convidados que viniesen, pues ya todo estaba dispuesto.
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Lc 14:33
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Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.
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Lc 15:24
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pues que este hijo mío estaba muerto, y ha resucitado; se había perdido, y ha sido hallado. Y con eso dieron principio al banquete.
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Lc 15:28
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Al oír esto, se indignó, y no quería entrar. Salió, pues, su padre afuera y empezó a instarle con ruegos.
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Lc 16:2
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Le llamó, pues, y le dijo: ¿Qué es esto que oígo de ti? Dame cuenta de tu administración, porque no quiero que en adelante cuides de mi hacienda.
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Lc 16:3
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Entonces el mayordomo dijo entre sí: ¿Qué haré, pues mi amo me quita la administración de sus bienes? Yo no soy bueno para cavar, y para mendigar no tengo cara.
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Lc 16:5
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Llamando, pues, a los deudores de su amo a cada uno de por sí, dijo al primero: ¿Cuánto debes a mi amo?
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Lc 16:22
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Sucedió, pues, que murió dicho mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán. Murió también el rico, y fue sepultado en el infierno.
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Lc 16:24
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y exclamó diciendo: ¡Padre mío Abrahán!, compadécete de mí y envíame a Lázaro, para que mojando la punta de su dedo en agua, me refresque la lengua, pues me abraso en estas llamas.
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Lc 16:27
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Ruégote, pues, ¡oh padre!, replicó el rico, que lo envíes a casa de mi padre,
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Lc 17:3
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Id, pues, con cuidado: Si tu hermano peca contra ti, repréndele; y si se arrepiente, perdónale.
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Lc 18:14
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Os declaro, pues, que éste volvió a su casa, justificado, mas no el otro; porque todo aquel que se ensalza, será humillado; y el que se humilla, será ensalzado.
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Lc 19:9
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Jesús le respondió: Ciertamente que el día de hoy ha sido día de salvación para esta casa; pues que también éste es hijo de Abrahán.
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Lc 19:12
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Dijo, pues: Un hombre de ilustre nacimiento se marchó a una región remota para recibir el reino, y volver con ella.
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Lc 19:16
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Vino, pues, el primero, y dijo: Señor, tu marco ha rendido diez marcos.
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Lc 19:23
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¿pues cómo no pusiste mi dinero en el banco, para que yo volviendo lo recobrase con los intereses?
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Lc 19:32
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Fueron, pues, los enviados; y hallaron el burro de la misma manera que les había dicho.
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Lc 19:35
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Lo condujeron, pues, a Jesús , y echando las ropas de ellos sobre el burro, lo hicieron montar en él.
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Lc 20:15
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Y habiéndolo arrojado fuera de la viña, le mataron. ¿Qué hará, pues, con ellos el dueño de la viña?
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Lc 20:25
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Les dijo entonces: Pagad, pues, a César lo que es de César; y a Dios lo que es de Dios.
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Lc 20:29
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Eran, pues, siete hermanos, el primero tomó mujer, y murió sin hijos;
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Lc 21:8
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Jesús les respondió: Mirad, no os dejéis engañar; porque muchos vendrán en mi nombre, diciendo: Yo soy el Mesías y ya ha llegado el tiempo; guardaos, pues, de seguirlos.
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Lc 21:23
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Pero ¡ay de las que estén encinta, o criando en aquellos días!, pues este país se hallará en grandes angustias, y la ira de Dios se descargará sobre este pueblo.
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Lc 21:34
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Velad, pues, sobre vosotros mismos, no suceda que se ofusquen vuestros corazones con la glotonería, y embriaguez, y los cuidados de esta vida, y os sobrecoja de repente aquel día,
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Lc 21:36
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Velad, pues, orando en todo tiempo, a fin de merecer el evitar todos estos males venideros, y comparecer ante el Hijo del hombre.
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Lc 22:8
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Jesús , pues, envió a Pedro y a Juan, diciéndoles: Id a prepararnos lo necesario para celebrar la Pascua .
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Lc 22:37
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Porque yo os digo, que es necesario que se cumpla en mí todavía esto que está escrito: El ha sido contado entre los malhechores. Lo cual sucederá luego; pues las cosas que de mí fueron pronunciadas, están a punto de cumplirse.
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Lc 22:39
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Salió, pues, Jesús , y se fue según costumbre hacia el monte de los Olivos. Lo siguieron asimismo sus discípulos.
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Lc 23:3
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Pilatos, pues, le interrogó, diciendo: ¿Eres tú el rey de los judíos? A lo cual respondió Jesús : Así es como tú dices.
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Lc 23:9
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Le hizo, pues, muchas preguntas, pero él no le respondió palabra.
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