I Esd 6:13
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Tatanai, pues, gobernador de la otra parte del río, y Starbunazai con sus consejeros, ejecutaron exactamente la orden del rey Darío.
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I Esd 7:6
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este Esdras, digo, vino de Babilonia, el cual era un escriba o doctor muy diestro en la ley de Moisés, dada por el Señor Dios de Israel; y le otorgó el rey todas sus peticiones, pues le protegía la mano del Señor Dios suyo.
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I Esd 8:1
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Estos son, pues, los príncipes de las familias y la genealogía de los que vinieron conmigo de Babilonia en el reinado del rey Artajerjes:
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I Esd 8:15
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Los congregué, pues, junto al río, que desagua en el Ahava, y nos detuvimos allí tres días; y habiendo buscado entre el pueblo y entre los sacerdotes algunos hijos de Leví, no hallé allí ninguno.
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I Esd 8:23
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A este fin, pues, ayunamos, e hicimos oración a nuestro Dios, y todo nos sucedió prósperamente.
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I Esd 8:30
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Recibieron, pues, los sacerdotes y levitas por peso la plata y el oro, y los vasos, para llevarlo a Jerusalén a la casa de nuestro Dios.
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I Esd 10:4
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Levántate, pues; a ti toca dar disposiciones; nosotros te apoyaremos; esfuérzate y manos a la obra.
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I Esd 10:6
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Partió, pues, Esdras de delante del templo de Dios, y se fue al aposento de Johanán, hijo de Eliasib, sumo sacerdote; y entrado allí no comió ni bebió, porque no cesaba de llorar la prevaricación de los que habían venido del cautiverio.
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I Esd 10:15
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Fueron, pues, diputados para esto, Jonatán, hijo de Azahel, y Jaasía, hijo de Tecue, y los levitas Mosollam y Sebetai por adjuntos;
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II Esd 2:1
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Sucedió, pues, el mes de Nisán, el año vigésimo del reinado de Artajerjes, que traído el vino delante del rey, tomé yo la copa, y se la serví; mas estaba yo triste en su presencia.
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II Esd 2:13
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Salí, pues, de noche por la puerta del valle de Cedrón, y por delante de la fuente del Dragón, y hacia la puerta del Estercolero, y contemplaba la muralla de Jerusalén arruinada, y sus puertas consumidas de las llamas.
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II Esd 2:17
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Les dije, pues: Bien veis el lastimoso estado en que nos hallamos; Jerusalén está desierta, y sus puertas hechas cenizas; venid y reedificaremos los muros de Jerusalén , y no vivamos más en estado de tanta ignominia.
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II Esd 2:20
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Pero yo les respondí y dije: El Dios del cielo es quien nos ayuda; nosotros somos sus siervos, e iremos adelante, y proseguiremos la obra; pues vosotros no tenéis parte, ni derecho, ni se os nombra para nada en Jerusalén .
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II Esd 4:6
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Nosotros, pues, reedificamos las murallas, restaurándolas enteramente hasta la mitad de su altura antigua; y el pueblo cobró bríos para seguir el trabajo.
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II Esd 4:23
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Yo, pues, ni mis hermanos, ni mis criados, ni las guardias que me seguían, nos desnudábamos; ninguno se quitaba los vestidos sino para alguna purificación o lavatorio.
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II Esd 6:3
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Les envié, pues, a decir por mis mensajeros: Traigo entre manos una obra de importancia, y no puedo ir allá, no sea que se atrase, si yo me separo para ir a vosotros.
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II Esd 6:18
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porque en Judea había muchos que le habían jurado amistad; pues era yerno de Sequenías, hijo de Area, y Johanán, su hijo estaba casado con una hija de Mosollam, hijo de Baraquías.
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II Esd 7:70
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Contribuyeron, pues, a la construcción algunos de los jefes de las familias. Atersata puso en el tesoro mil dracmas o monedas de oro, cincuenta tazas y quinientas treinta túnicas sacerdotales.
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II Esd 8:2
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Presentó, pues, Esdras, sacerdote, la ley a la multitud de hombres y mujeres y de cuantos eran capaces por su edad de entenderla, el primer día del mes séptimo.
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II Esd 8:5
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Abrió, pues, Esdras el libro a vista de todo el pueblo, como que se hallaba en un lugar más elevado que todos; y así lo abrió, se puso en pie toda la gente.
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II Esd 8:10
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Y les dijo Nehemías: Id, y comed carnes gordas y buenas, y bebed del vino dulce y exquisito, y enviad porciones a aquellos que nada tienen dispuesto; pues éste es el día santo del Señor; y no estéis tristes porque el gozo del Señor es nuestra fortaleza.
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II Esd 8:11
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Asimismo los levitas exhortaban a todo el pueblo al silencio, diciendo: Callad pues el día este es santo, y no debéis estar tristes.
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II Esd 8:16
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Salió, pues, el pueblo y los trajo; y cada uno se hizo su tabernáculo o cabaña sobre el terrado de su casa, y en sus patios, y en los atrios de la casa de Dios, y en la plaza de la puerta de las Aguas, y en la plaza de la puerta de Efraín.
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II Esd 9:8
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y hallaste fiel su corazón en tu presencia y pactaste con él que le darías la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, y del ferezeo, y del jebuseo, y del gergeseo, entregándosela a sus descendientes; y cumpliste tu palabra, pues eres justo.
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II Esd 9:25
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Se apoderaron, pues, de las ciudades fuertes, y de una tierra fértil, y ocuparon casas llenas de toda suerte de bienes; hallaron cisternas ya construidas por otros, viñas, y olivares, y muchos árboles frutales; y comieron y se saciaron, y se engrosaron, y nadaron en delicias, merced a tu gran bondad.
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II Esd 9:32
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Ahora pues, oh Dios nuestro, Dios grande, fuerte y terrible, que guardas el pacto y la misericordia, no apartes los ojos, compadécete de todos los trabajos que han llovido sobre nosotros, sobre nuestros reyes, y nuestros príncipes, y nuestros sacerdotes, y nuestros profetas, y nuestros padres, y sobre tu pueblo todo, desde el tiempo del rey de Asiria, que nos llevó cautivos, hasta el día de hoy.
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II Esd 9:38
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Consideradas, pues, todas estas cosas, nosotros mismos prometemos alianza o fidelidad; y la ponemos por escrito y la firman nuestros príncipes de las familias, nuestros levitas y nuestros sacerdotes.
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II Esd 10:38
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También los sacerdotes hijos de Aarón entrarán con los levitas a la parte de los diezmos de los levitas, pues éstos ofrecerán el diezmo de su diezmo en el templo de nuestro Dios, para ser depositado en las cámaras o almacenes del templo;
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II Esd 11:3
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Estos son, pues, los principales de Judea reducida a provincia, que se establecieron en Jerusalén y en las ciudades de Judá. Cada uno habitó en su posesión y en su ciudad así el pueblo de Israel como los sacerdotes y levitas, y natineos, y los hijos de los siervos de Salomón .
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II Esd 12:24
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Los príncipes, pues, de los levitas eran Hasebía, Serebía y Josué, hijo de Cedmihel, con sus hermanos empleados en cantar himnos y salmos por sus turnos, conforme a la disposición de David, varón de Dios, observando igualmente el orden establecido.
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II Esd 12:28
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Se juntaron, pues, los cantores de la campiña de Jerusalén y de las aldeas de Netufati,
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II Esd 12:29
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y de la casa de Galgal, y de los territorios de Geba, y Asmavet; pues los cantores se habían hecho granjas en la comarca de Jerusalén .
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II Esd 12:30
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Se purificaron, pues, los sacerdotes y levitas, y purificaron después al pueblo, y las puertas y los muros.
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II Esd 13:7
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Vine, pues, a Jerusalén , y entendí lo mal que había obrado Eliasib por amor de Tobías, haciéndole una habitación en los atrios del templo de Dios.
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II Esd 13:19
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Sucedió, pues, que al comenzar el sábado, cuando al anochecer quedaron como en reposo las puertas de Jerusalén , di la orden, y quedaron éstas cerradas y mandé que no se abriesen hasta después del sábado, y puse de guardia en ellas algunos de mis criados, a fin de que nadie entrase cargas en día de sábado.
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II Esd 13:26
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¿No pecó en esto mismo Salomón , rey de Israel? Y ciertamente que entre las muchas naciones no había rey semejante a él; y era el querido de su Dios, y Dios le constituyó rey sobre todo Israel; pues aun a éste le arrastraron al pecado las mujeres extranjeras.
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II Esd 13:30
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Los purifiqué, pues, o separé de todas las mujeres extranjeras, y restablecí las clases de los sacerdotes y levitas, cada cual en su ministerio;
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Tob 1:16
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Como, pues, hubiese llegado a Ragés, ciudad de la Media, y se hallase con diez talentos de plata, procedentes de los gajes y dádivas que había recibido del rey,
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Tob 2:10
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Sucedió, pues, que un día volviendo a su casa fatigado de enterrar, se echó junto a la pared, y se quedó dormido;
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Tob 3:3
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Ahora, pues, Señor, acuérdate de mí, y no tomes venganza de mis pecados, ni refresques la memoria de mis culpas, ni de las de mis padres.
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Tob 3:9
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Reprendiendo, pues, a la muchacha por alguna falta, ésta le replicó, diciendo: Nunca jamás veamos entre nosotros sobre la tierra hijo ni hija nacida de ti, homicida o ahogadora de tus maridos.
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Tob 3:12
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Al fin, pues, de tres días, concluida su oración, bendiciendo al Señor,
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Tob 4:1
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Pensando, pues, Tobías que Dios habría oído la oración que le había hecho para que lo sacase de este mundo, llamó cerca de sí a su hijo Tobías,
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Tob 4:10
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pues con esto te atesoras una gran recompensa para el día del apuro.
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Tob 5:5
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Saliendo, pues, Tobías de casa, encontró un gallardo joven, que estaba ya con el vestido ceñido, y como a punto de viajar.
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Tob 5:10
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Entró, pues, Tobías en casa, y se lo contó todo a su padre. De lo cual admirado el padre, envió a rogarle que entrase en su casa.
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Tob 6:1
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Partió, pues, Tobías, al cual fue siguiendo el perro; y paró en la primera posada junto al río Tigris.
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Tob 6:5
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Le dijo entonces el ángel: Desentraña ese pez, y guarda su corazón, y la hiel, y el hígado; pues son estas cosas necesarias para útiles medicinas.
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Tob 6:13
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Pídesela, pues, a su padre, y te la dará por esposa.
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Tob 7:1
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Entraron, pues, en casa de Raguel, el cual los recibió con alegría.
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