Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

pues

I Rey 7:6 Se congregaron, pues, en Masfa, y sacaron agua y la derramaron en presencia del Señor, ayunando aquel día, y diciendo: Hemos pecado contra el Señor. Y Samuel ejerció allí en Masfa las funciones de juez de Israel.
I Rey 7:12 Tomó, pues, Samuel una piedra, y la puso entre Masfa y Sen, y llamó aquel lugar Piedra del Socorro, diciendo: Hasta este lugar nos ha socorrido el Señor.
I Rey 7:13 Quedaron entonces humillados los filisteos, y ya no se atrevieron a venir más a las tierras de Israel. Así, pues, la mano del Señor se hizo sentir sobre los filisteos mientras vivió Samuel.
I Rey 7:15 Continuó, pues, Samuel siendo juez de Israel durante su vida;
I Rey 8:9 Ahora, pues, otórgales su petición; pero primero hazles presente y anúnciales el poder del rey que reinará sobre ellos.
I Rey 8:10 Refirió, pues, Samuel al pueblo que le había pedido rey todas las palabras del Señor,
I Rey 8:22 Pero el Señor dijo a Samuel: Haz lo que te piden, y nómbrales un rey. Dijo, pues, Samuel a los ancianos de Israel: Váyase cada cual a su ciudad.
I Rey 9:6 Le respondió el criado: Mira que en esta ciudad había un varón de Dios, varón insigne; todo cuanto anuncia se verifica sin falta; vamos, pues, allá, por si nos da luz acerca del objeto de nuestro viaje.
I Rey 9:13 Entrando en la ciudad, luego lo hallaréis, pues no habrá subido todavía al lugar excelso a comer. Porque el pueblo no comerá hasta que él llegue, por cuanto él es quien bendice el sacrificio, y después se ponen a comer los convidados. Así, pues, subid presto, que ahora lo hallaréis.
I Rey 9:13 Entrando en la ciudad, luego lo hallaréis, pues no habrá subido todavía al lugar excelso a comer. Porque el pueblo no comerá hasta que él llegue, por cuanto él es quien bendice el sacrificio, y después se ponen a comer los convidados. Así, pues, subid presto, que ahora lo hallaréis.
I Rey 9:18 Se acercó, pues, Saúl a Samuel estando en medio de la puerta y le dijo: Te suplico me informes donde está la casa del vidente.
I Rey 10:7 Cuando vieres, pues, cumplidas todas estas señales, haz osadamente cuanto te ocurra deber hacer, porque contigo está el Señor.
I Rey 10:19 Mas vosotros en el día habéis desechado a vuestro Dios, solo el cual os ha salvado de todos los males y tribulaciones, y habéis dicho: No más así, establécenos un rey que nos gobierne. Ahora, pues, presentaos delante del Señor por orden de vuestras tribus y familias.
I Rey 10:23 Fueron, pues, corriendo, y lo trajeron de allí; y así que estuvo en medio del pueblo, se vio que era más alto que todos los demás todo lo que va de hombros arriba.
I Rey 11:4 Llegaron, pues, los mensajeros a Gabaa, patria de Saúl, y refirieron lo dicho, escuchándolo el pueblo; todo el cual a voz en grito echó a llorar.
I Rey 11:9 Y respondieron a los mensajeros que habían venido de Jabes: Diréis a los habitantes de Jabes de Galaad: Mañana, calentando el sol, seréis socorridos. Partieron, pues, los mensajeros, y llevaron esta nueva a los habitantes de Jabes que la recibieron con gran alegría.
I Rey 11:11 Venido, pues, el día siguiente, dividió Saúl el ejército en tres cuerpos, y al rayar el alba entró por medio de los campamentos de los amonitas, y los estuvo acuchillando hasta que el sol comenzó a calentar; desparramándose de tal suerte los que escaparon, que no quedaron dos de ellos juntos.
I Rey 11:15 Se encaminó pues, todo el pueblo a Gálgala, y allí reconocieron nuevamente por rey a Saúl en presencia del Señor; e inmolaron al Señor víctimas pacíficas, regocijándose mucho en aquel sitio, así Saúl como todos los hijos de Israel.
I Rey 12:10 Pero después clamaron al Señor, diciendo: Hemos pecado, pues abandonamos al Señor y hemos servido a Baal y a Astarot; ahora, pues, líbranos de las manos de nuestros enemigos, y te serviremos.
I Rey 12:10 Pero después clamaron al Señor, diciendo: Hemos pecado, pues abandonamos al Señor y hemos servido a Baal y a Astarot; ahora, pues, líbranos de las manos de nuestros enemigos, y te serviremos.
I Rey 12:18 Clamó, pues, Samuel al Señor, y el Señor envió truenos y lluvias en aquel mismo día;
I Rey 12:24 Así, pues, temed al Señor y servidle de veras y de todo vuestro corazón, ya que habéis visto las maravillas que ha obrado entre vosotros.
I Rey 13:9 Dijo, pues, Saúl: Traedme el holocausto y las hostias pacíficas. Y él mismo ofreció el holocausto.
I Rey 13:12 dije para mí: Ahora los filisteos bajarán contra mí en Gálgala, y yo aún no he aplacado al Señor. Forzado, pues, de la necesidad, he ofrecido el holocausto.
I Rey 13:16 Estaban, pues, Saúl y Jonatás, su hijo, y su tropa en Gabaa de Benjamín; los filisteos habían puesto su campo en Macmas.
I Rey 14:6 Dijo, pues, Jonatás al joven escudero: Ven, y pasemos al apostadero de estos incircuncisos; quizá el Señor combatirá por nosotros, y venceremos; porque le es igualmente fácil a Dios el dar la victoria con mucha que con poca gente.
I Rey 14:11 Luego, pues, que los dos fueron descubiertos por la guardia de los filisteos, dijeron éstos: He allí los hebreos que van saliendo de las cavernas, donde se habían escondido.
I Rey 14:13 Subió, pues, Jonatás, trepando con manos y pies, y en pos de él su escudero; y arremetiendo a los enemigos, unos caían a los pies de Jonatás, y a otros mataba su escudero que le iba siguiendo.
I Rey 14:15 Se esparció luego un terror por todos los campamentos de los filisteos y demás tropa que estaba en la campaña; pues aún toda la tropa de aquellas bandas, que habían salido al pillaje, se llenó de pavor, y se conmovió el país; y el suceso fue como un milagro de Dios.
I Rey 14:25 Llegó, pues, toda aquella turba de gentes a un bosque, donde se hallaba miel en la superficie del campo.
I Rey 14:43 Dijo, pues, Saúl a Jonatás: Declárame qué es lo que has hecho. Jonatás lo confesó todo, diciendo: Gusté ansiosamente con la punta del bastón que traía en la mano, un poquito de miel, y he aquí que voy a morir por eso. Aquí me tienes, yo moriré.
I Rey 15:1 Después de esto dijo Samuel a Saúl: El Señor me envió a ungirte rey sobre su pueblo de Israel. Escucha, pues, ahora, lo que te manda el Señor.
I Rey 15:3 Ve, pues, ahora y destroza a Amalec, y arrasa cuanto tiene; no le perdones, ni codicies nada de sus bienes, sino mátalo todo, hombres y mujeres, muchachos y niños de pecho, bueyes y ovejas, camellos y asnos.
I Rey 15:6 Y dijo a los cineos: Marchad, retiraos, y separaos de los amalecitas, no sea que os destruya con ellos; por cuanto vosotros ejercisteis la misericordia con los hijos de Israel, cuando venían de Egipto. Se retiraron, pues, los cineos de entre los amalecitas.
I Rey 15:15 Respondió Saúl: Los han traído del país de Amalec; pues el pueblo ha conservado las mejores ovejas y vacas para inmolarlas al Señor Dios tuyo; mas el resto lo matamos.
I Rey 15:17 Dijo, pues, Samuel: ¿No es verdad que siendo tú tan pequeño a tus ojos, fuiste hecho cabeza de las tribus de Israel, y que ungió el Señor para rey sobre Israel?
I Rey 15:31 Se volvió, pues, Samuel, y siguió a Saúl, y adoró Saúl al Señor.
I Rey 16:4 Lo hizo, pues, Samuel como el Señor le había mandado. Fue a Betlehem, y lo extrañaron los ancianos de la ciudad; y saliéndole a recibir, le dijeron: ¿Es de paz tu venida?
I Rey 16:5 De paz, respondió Samuel. Vengo a ofrecer sacrificio al Señor; purificaos, y venid conmigo al sacrificio. Purificó, pues, a Isaí y a sus hijos, y los convidó al sacrificio.
I Rey 16:7 Respondió el Señor a Samuel: No mires a su buena presencia, ni a su grande estatura; porque no es ése el que he escogido; y yo no juzgo por lo que aparece a la vista del hombre; pues el hombre no ve más que lo exterior; mas el Señor ve en el fondo del corazón.
I Rey 16:13 Tomó, pues, Samuel el cuerno del óleo que había traído, y lo ungio en presencia de sus hermanos, y desde aquel día en adelante el espíritu del Señor quedó infundido en David; y Samuel se volvió a Rámata.
I Rey 16:23 Con esto siempre que asaltaba el mal espíritu a Saúl, cogía David el arpa y la tañía; con lo que Saúl se recreaba y sentía mucho alivio, pues se retiraba de él el espíritu malo.
I Rey 17:14 David era el menor de todos. Habiendo, pues, los tres mayores seguido a Saúl,
I Rey 17:20 Madrugó, pues, David, y encargando a uno el cuidado del ganado, se puso con su carga en camino, como se lo había mandado Isaí. Y llegó al lugar de Magala, junto al ejército, al tiempo que éste, habiendo salido a dar la batalla, levantaba el grito en señal de combate.
I Rey 17:33 Mas Saúl dijo a David: No tienes tú fuerza para resistir a ese filisteo, ni para pelear contra él; pues tú eres muchacho todavía, y él es un varón aguerrido desde su mocedad.
I Rey 17:36 Así es como yo, siervo tuyo, maté tanto al león como al oso; y lo propio haré con ese filisteo incircunciso. Iré, pues, contra él ahora mismo, y quitaré el oprobio de nuestro pueblo; porque, ¿quién es ese filisteo incircunciso, que ha tenido la osadía de maldecir al ejército del Dios vi-vo?
I Rey 17:37 Y añadió David: El Señor que me libró de las garras del león y del oso, él mismo me librará también de las manos de ese filisteo. Dijo Saúl a David: Anda, pues, y el Señor sea contigo.
I Rey 17:39 Ciñéndose luego David la espada de Saúl sobre su vestido de guerra, comenzó a probar si podía andar así armado; porque no estaba hecho a ello. Y dijo a Saúl: Yo no puedo caminar con esta armadura, pues no estoy acostumbrado a ella. Por lo tanto se desarmó;
I Rey 17:48 Como se moviese, pues, el filisteo, y viniese acercándose a David, se apresuró éste y corrió al combate contra el filisteo;
I Rey 17:51 fue corriendo y se echó encima del filisteo, le quitó la espada, la desenvainó, y acabándole de matar, le cortó la cabeza. Viendo, pues, los filisteos muerto al más valiente de los suyos, echaron a huir.