Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

pues

Isa 52:9 Regocijaos y a una cantad alabanzas al Señor, oh desiertos de Jerusalén , pues ha consolado el Señor a su pueblo, ha rescatado a Jerusalén .
Isa 52:12 Que no partiréis tumultuariamente, ni en precipitada fuga; pues el Señor irá delante de vosotros, y el Dios de Israel os congregará.
Isa 53:12 Por tanto, le daré como porción, o en herencia suya, una gran cantidad de naciones: y repartirá los despojos de los fuertes; pues ha entregado su vida a la muerte, y ha sido confundido con los facinerosos, y ha tomado sobre sí los pecados de todos, y ha rogado por los transgresores.
Isa 54:1 Regocíjate, pues, ¡oh estéril!, tú que no pares; canta himnos de alabanza y de júbilo tú que no eres fecunda, porque ya son muchos más los hijos de la que había sido desechada, que los de aquella que tenía marido, dice el Señor.
Isa 57:16 Que no para siempre he de ejercer la venganza, ni conservar hasta el fin mi enojo; pues de mi boca salió el espíritu, y creé yo las almas.
Isa 58:1 Clama, pues, ¡oh Isaías!, no ceses: Has resonar tu voz como una trompeta, y declara a mi pueblo sus maldades, y a la casa de Jacob sus pecados;
Isa 59:6 No serán buenas para vestidos las telas de ellos; ni podrán cubrirse con sus labores; los trabajos que hagan son trabajos inútiles; pues obra de iniquidad es la que tienen entre manos.
Isa 61:10 Yo me regocijaré con sumo gozo en el Señor, y el alma mía se llenará de placer en mi Dios; pues él me ha revestido del ropaje de la salud, y me ha cubierto con el manto de la justicia, como a esposo adornado con guirnalda, y como esposa ataviada con sus joyas.
Isa 62:1 Yo no me estaré, pues, callado; sin cesar rogaré a favor de Sión; por amor de Jerusalén no he de sosegar hasta tanto que su Justo nazca como la luz del día, y resplandezca su Salvador cual brillante antorcha.
Isa 62:5 pues al modo que vive en paz y alegría un mancebo con la doncella que escogió para esposa, así tus hijos morarán en ti, y como el gozo del esposo y de la esposa así serás tú el gozo de tu Dios.
Isa 62:6 Sobre tus muros, oh Jerusalén , he puesto centinelas; todo el día y toda la noche estarán alerta, no callarán jamás. Vosotros, pues, que hacéis memoria del Señor, no os estéis callados,
Isa 62:10 Salid, pues, salid afuera de las puertas de Jerusalén , preparad el camino al pueblo, allanad la senda, apartad de ellas las piedras, y alzad el estandarte o señal para los pueblos.
Isa 65:8 Sin embargo, esto dice el Señor: Como cuando se halla un grano bueno en un racimo podrido, y se dice: No lo desperdicies, pues es una bendición o don de Dios, eso mismo haré yo por amor de mis siervos: No exterminaré a Israel del todo;
Isa 65:18 sino que os alegraréis, y regocijaréis eternamente en aquellas cosas que voy a crear; pues he aquí que yo formaré a Jerusalén , ciudad de júbilo, y a su pueblo, pueblo de alegría.
Isa 65:20 No se verá más allí un niño que viva pocos días, ni anciano que no cumpla el tiempo de su vida; pues el que morirá más niño, tendrá cien años, y el pecador o el que no viva cien años, será reputado como maldito.
Isa 65:22 No acontecerá que ellos edifiquen, y sea otro el que habite; ni plantarán para que otro sea el que coma; pues los días de mi pueblo serán duraderos como los días del árbol de la vida, y permanecerán largo tiempo las obras de sus manos.
Isa 66:1 Esto dice el Señor: El cielo es mi solio, y la tierra peana de mis pies: ¿Qué casa, pues, es esa que vosotros edificaréis para mí, y cuál es aquel lugar donde he de fijar mi asiento?
Isa 66:10 Congratulados, pues con la nueva Jerusalén , y regocijaos con ella todos los que amáis; rebosad con ella de gozo todos cuantos por ella estáis llorando,
Jer 1:2 El Señor, pues, le dirigió a él su palabra en los días del rey Josías, hijo de Amón, rey de Judá, el año decimotercero de su reinado.
Jer 1:12 Y me dijo el Señor: Así es como tú has visto, pues yo seré vigilante en cumplir mi palabra.
Jer 1:17 Ahora, pues, ármate de valor, y anda luego, y predícales todas las cosas que yo te mando; no te detengas por temor de ellos; porque yo haré que no temas su presencia.
Jer 1:19 Los cuales te harán guerra; mas no prevalecerán: pues contigo estoy yo, dice el Señor, para librarte.
Jer 2:4 Ahora, pues, oíd la palabra del Señor vosotros los de la casa de Jacob , y vosotras todas las familias del linaje de Israel.
Jer 2:19 Tu malicia, ¡oh pueblo ingrato!, te condenará, y gritará contra ti tu apostasía. Reconoce, pues, y advierte ahora cuán mala y amarga cosa es haber tú abandonado el Señor Dios tuyo, y no haberme temido a mí, dice el Señor Dios de los ejércitos.
Jer 2:21 Yo en verdad te planté cual viña escogida de sarmientos de buena calidad; ¿pues cómo has degenerado, convirtiéndote en viña bastarda?
Jer 3:12 Anda y repite en alta voz estas palabras hacia el septentrión, y di: Conviértete, ¡oh tú, rebelde Israel!, dice el Señor; que no torceré yo mi rostro para no mirarte; pues yo soy santo y benigno, dice el Señor, y no conservaré siempre mi enojo.
Jer 3:13 Reconoce, tu infidelidad; pues has prevaricado contra el Señor Dios tuyo, y te prostituiste a los dioses extraños debajo de todo árbol frondoso, y no escuchaste mi voz, dice el Señor.
Jer 4:5 Anunciad, pues, a Judá todo esto, y contadlo a Jerusalén ; echad la voz, y tocad la trompeta por todo el país. Gritad fuerte y decid: Jun-taos y encerrémonos en las ciudades fortificadas.
Jer 4:8 Por tanto vestíos de cilicio, prorrumpid en llanto y en alaridos; pues la tremenda indignación del Señor no se ha apartado de nosotros.
Jer 4:14 Lava, pues, ¡oh Jerusalén !, tu corazón de toda malicia, si quieres salvarte. ¿Hasta cuándo tendrán acogida en ti los pensamientos nocivos o perversos?
Jer 4:16 Decid, pues, a las gentes: Sabed que se ha oído en Jerusalén que vienen las milicias o tropas enemigas de lejanas tierras, y han alzado ya el grito contra las ciudades de Judá.
Jer 5:5 Iré, pues, a los principales del pueblo y hablaré a ellos, que sin duda esos saben el camino del Señor, los juicios de su Dios. Pero hallé que éstos, aún más que los otros, todos a una quebrantaron el yugo del Señor, rompieron sus correas.
Jer 5:13 Sus profetas hablaban al aire; y no tuvieron jamás respuesta de Dios. Tales cosas, pues, a ellos les sobrevendrán, no a nosotros.
Jer 5:31 Los profetas profetizaban mentiras, y los sacerdotes los aplaudían con palmoteos; y mi pueblo gustó de tales cosas: ¿Qué será, pues, de él al llegar su fin?
Jer 6:5 ¡Ea, pues!, asaltémosla de noche, y arruinemos sus casas.
Jer 6:10 Mas, ¿a quién dirigiré yo la palabra? ¿Y a quién conjuraré para que me escuche, pues tienen tapadas sus orejas, y no pueden oír? Lo peor es que la palabra del Señor les sirve de escarnio, y no la recibirán.
Jer 6:25 ¡Ah! No salgáis por los campos, ni andéis por los caminos; pues la espada del enemigo y su terror os cercan por todos lados.
Jer 6:29 Faltó el fuelle, el plomo se ha consumido en el fuego, inútilmente derritió los metales en el crisol el fundidor; pues que no han sido separadas o consumidas las maldades de aquéllos.
Jer 7:16 Así, pues, no tienes tú, Jeremías, que interceder por este pueblo, ni te empeñes por ellos en cantar mis alabanzas y rogarme; ni te me opongas, porque no he de escucharte.
Jer 7:27 Tú, pues, les dirás todas estas palabras; mas no te escucharán. Los llamarás; mas no te responderán.
Jer 8:22 ¿Por ventura no hay resina o bálsamo en Galaad? ¿O no hay allí ningún médico? ¿Por qué, pues, no se ha cerrado la herida de la hija del pueblo mío?
Jer 9:20 Escuchad, pues, ¡oh mujeres de mi país!, la palabra del Señor, y perciban bien vuestros oídos lo que os anuncian sus labios; y enseñad a vuestras hijas, y cada cual a su vecina endechas y canciones lúgubres.
Jer 9:22 Diles, pues tú, Jeremías: Así habla el Señor: Los cadáveres humanos quedarán tendidos por el suelo, como el estiércol sobre un campo, y como el heno que tira tras de sí el segador, sin que haya quien lo recoja.
Jer 9:24 mas el que quiera gloriarse, gloríese en conocerme y saber que yo soy el Señor, el autor de la misericordia, y del juicio, y de la justicia en la tierra; pues éstas son las cosas que me son gratas, dice el Señor.
Jer 10:5 Esta estatua ha salido recta y firme, como el tronco de una palmera; pero no habla; y la toman y la llevan donde quieren; porque ella de por sí no puede moverse. No temáis, pues, tales cosas o ídolos, pues que no pueden hacer ni mal ni bien.
Jer 10:5 Esta estatua ha salido recta y firme, como el tronco de una palmera; pero no habla; y la toman y la llevan donde quieren; porque ella de por sí no puede moverse. No temáis, pues, tales cosas o ídolos, pues que no pueden hacer ni mal ni bien.
Jer 10:11 Así, pues, les hablaréis: Los dioses que no han hecho los cielos y la tierra perezcan de la faz de la tierra, y del número de las cosas que están debajo del cielo.
Jer 10:14 Necio se hizo todo hombre con su ciencia de los ídolos; la misma estatua del ídolo es la confusión de todo artífice; pues no es más que falsedad lo que ha formado, un cuerpo sin alma.
Jer 10:16 No, no es como estas estatuas aquel Señor, que es la suerte que cupo a Jacob ; pues él es el autor de todo lo creado, y es Israel la porción de su herencia; su nombre es Señor de los ejérci-tos.
Jer 11:14 Ahora, pues, no tienes tú que rogar por este pueblo, ni te empeñes en dirigirme oraciones y súplicas en favor de ellos; porque yo no he de escucharlos cuando clamen a mí en el trance de su aflicción.