II Rey 19:2
|
con lo que la victoria en aquel día se convirtió en luto para todo el ejército; pues la gente oyó decir aquel día: El rey está traspasado de dolor por causa de su hijo.
|
II Rey 19:7
|
Ahora, pues, ven y sal afuera, habla a tus soldados y manifiéstales que estás satisfecho de ellos; porque yo te juro por el Señor, que si tú no sales, ni un hombre solo ha de quedar contigo esta noche; y te hallarás en un peligro, el mayor de cuantos has tenido desde tu juventud hasta hoy.
|
II Rey 19:10
|
Y pues que Absalón, a quien ungimos por nuestro rey, ha muerto en la batalla, ¿qué es lo que esperáis? ¿Por qué no hacéis volver al rey?
|
II Rey 19:12
|
Vosotros sois hermanos míos, sois carne y sangre mía; ¿por qué, pues, sois los postreros en hacer volver al rey?
|
II Rey 19:15
|
Volvió, pues, el rey, y vino hasta el Jordán; y todo Judá fue hasta Gálgala para recibir al rey, y hacer que pasase el Jordán.
|
II Rey 19:25
|
Se presentó, pues, al rey en Jerusalén , y le dijo el rey: ¿Por qué no fuiste conmigo, Mifiboset?
|
II Rey 19:26
|
El cual respondió: ¡Ah! mi criado, oh rey y señor mío, se burló de mí, pues estando como estoy impedido de las piernas, le había dicho que me aparejase un asno para montar y seguirte;
|
II Rey 19:28
|
Porque la casa de mi padre no ha recibido del rey mi señor, sino la muerte; y con todo me colocaste a mí, siervo tuyo, entre los que comen en tu mesa; ¿de qué, pues, puedo yo quejarme justamente?, o ¿cómo podré todavía reclamar nada del rey?
|
II Rey 19:33
|
Le dijo, pues, el rey: Vente conmigo para que descanses y vivas felizmente en mi compañía en Jerusalén .
|
II Rey 19:38
|
Le respondió el rey: Venga, pues, conmigo Camaán; yo haré por él todo lo que quisieres; y cuanto tú me pidieres te será concedido.
|
II Rey 20:5
|
Fue, pues, Amasa a convocar a la gente de Judá, y se detuvo más del plazo que el rey le había señalado.
|
II Rey 20:7
|
Salieron, pues, con él las tropas de Joab, y los cereteos y los feleteos; y todos los valientes partieron de Jerusalén en persecución de Seba, hijo de Bocri.
|
II Rey 20:9
|
Dijo, pues, Joab a Amasa: Dios te guarde, hermano mío; y con la mano derecha asió la barbilla de Amasa en ademán de besarle.
|
II Rey 20:15
|
Llegaron, pues, y pusieron sitio a Abela y Betmaaca, cercando la ciudad con trincheras, y quedó la plaza sitiada, y toda la gente de Joab se esforzaba para batir el muro.
|
II Rey 21:2
|
Llamando, pues, el rey a los gabaonitas, habló con ellos. Es de saber que los gabaonitas no eran de los hijos de Israel, sino un resto de los amorreos; y los israelitas les habían jurado que no les quitarían la vida; mas Saúl quiso acabar con ellos llevado de celo por el bien de los hijos de Israel y de Judá.
|
II Rey 21:3
|
Dijo, pues, David a los gabaonitas. ¿Qué queréis que yo haga por vosotros? ¿Y qué satisfacción puede dárseos, a fin de que roguéis por la herencia del Señor?
|
II Rey 21:8
|
Cogió, pues, el rey dos hijos de Resfa, hija de Aya, que los había tenido de Saúl, llamados Armoni y Mifiboset, y cinco hijos de Micol, hija de Saúl, habidos de Hadriel, hijo de Berzellai, natural de Molati;
|
II Rey 23:15
|
Dijo, pues, David con mucho anhelo: ¡Ah! ¡si alguno me diera a beber agua de aquella cisterna que hay en Betlehem junto a la puerta!
|
II Rey 23:17
|
diciendo: Dios me libre de tal cosa. ¿Y yo bebería la sangre de estos hombres que han ido a exponer su vida? No quiso, pues, beberla. Tal acción hicieron esos tres valientes.
|
II Rey 23:21
|
Este mismo quitó la vida a un egipcio, varón de prodigiosa estatura, que tenía una lanza en la mano. Yendo, pues, contra él, con un palo, le arrancó a viva fuerza la lanza de la mano, y lo mató con ella.
|
II Rey 24:2
|
Dijo, pues, este rey a Joab, general de sus ejércitos: Recorre todas las tribus de Israel desde Dan hasta Bersabee, y forma un censo del pueblo, a fin de que sepa yo el número de la gente.
|
II Rey 24:13
|
Presentándose, pues, Gad a David, se lo contó diciendo: O por siete años será tu país afligido del hambre; o por tres meses andarás huyendo de tus enemigos que te irán persiguiendo; o a lo menos por tres días habrá peste en tu reino. Delibera, pues, ahora, y mira qué respuesta he de dar al que me ha enviado.
|
II Rey 24:13
|
Presentándose, pues, Gad a David, se lo contó diciendo: O por siete años será tu país afligido del hambre; o por tres meses andarás huyendo de tus enemigos que te irán persiguiendo; o a lo menos por tres días habrá peste en tu reino. Delibera, pues, ahora, y mira qué respuesta he de dar al que me ha enviado.
|
II Rey 24:15
|
Envió, pues, el Señor la peste a Israel desde aquella mañana hasta el tiempo señalado, y murieron del pueblo, desde Dan hasta Bersabee, setenta mil hombres.
|
II Rey 24:19
|
Fue, pues, David allá, en cumplimiento del mandato que le dio Gad en nombre del Señor.
|
III Rey 1:3
|
Buscaron, pues, por todas las tierras de Israel una jovencita hermosa, y hallaron a Abisag de Sunam, y se la trajeron al rey.
|
III Rey 1:9
|
Adonías, pues, habiendo hecho degollar corderos y becerros, y todo género de reses gordas, junto a la Peña de Zohelet, que está cerca de la Fuente de Rogel, convidó a todos sus hermanos, hijos del rey, y a todos los varones de Judá, criados del rey.
|
III Rey 1:12
|
Ahora, pues, ven y toma mi consejo, y salva tu vida y la de tu hijo Salomón .
|
III Rey 1:15
|
Entró, pues, Betsabé al cuarto del rey, el cual era ya muy viejo; y Abisag, sunamita, le asistía.
|
III Rey 1:53
|
Envió, pues, Salomón quien lo sacase del altar; y presentándose Adonías, hizo al rey Salomón profunda reverencia, y Salomón le dijo: Vete a tu casa.
|
III Rey 2:6
|
Tú, pues, obrarás conforme a tu sabiduría; y no aguardarás a que su vejez lo conduzca tranquilamente al sepulcro.
|
III Rey 2:7
|
Al contrario a los hijos de Berzellai, galaadita, les mostrarás tu reconocimiento, y les harás comer a tu mesa, pues salieron a recibirme y socorrerme cuando iba yo huyendo de Absalón, tu hermano.
|
III Rey 2:10
|
Fue, pues, David a descansar con sus padres, y lo sepultaron en la ciudad de David.
|
III Rey 2:16
|
Ahora, pues, una sola cosa te pido, no me hagas el desaire de negármela. Explícate, dijo ella.
|
III Rey 2:19
|
Pasó, pues, Betsabé a ver al rey Salomón para hablarle a favor de Adonías, y se levantó el rey a recibirla, y la saludó con profunda reverencia; se sentó después en su trono; y pusieron un trono o asiento real para la madre del rey, la cual se sentó a su derecha.
|
III Rey 2:22
|
Respondió el rey Salomón , y dijo a su madre: ¿Por qué me pides la sunamita Abisag para Adonías? Pide también para él mi reino; pues él es mi hermano mayor, y tiene de su parte al sumo sacerdote Abiatar, y a Joab hijo de Sarvia.
|
III Rey 2:24
|
Ahora, pues, vive Dios, que me ha establecido y colocado sobre el solio de mi padre David, y que me ha fundado casa como lo tenía prometido, que hoy ha de morir Adonías.
|
III Rey 2:28
|
Llegó esto a oídos de Joab, quien había seguido el partido de Adonías, y no el de Salomón . Se refugió, pues, Joab al Tabernáculo del Señor, y se asió de la punta del altar.
|
III Rey 2:30
|
Fue, pues, Banaías al Tabernáculo del Señor, y dijo a Joab: El rey te manda que salgas fuera. No saldré, respondió Joab; sino que moriré aquí. Dio Banaías parte al rey, diciendo: Esto me ha dicho Joab, y esto me ha respondido.
|
III Rey 2:33
|
Recaiga, pues, la sangre de éstos sobre la cabeza de Joab, y sobre la cabeza de sus descendientes para siempre. Mas a David y a su descendencia, a su casa y a su trono, dé el Señor paz sempiterna.
|
III Rey 2:34
|
Subió, pues, Banaías, hijo de Joíada; y acometiéndole, le quitó la vida, y fue sepultado en una casa suya en el desierto.
|
III Rey 2:38
|
Respondió Semei al rey: Está muy bien; como lo manda el rey, mi señor, así lo hará tu siervo. Habitó, pues, Semei largo tiempo en Jerusalén .
|
III Rey 2:43
|
¿Cómo es, pues, que has traspasado el juramento del Señor, y el precepto que yo te puse?
|
III Rey 3:1
|
Salomón , pues, afianzado que hubo su trono, emparentó con el faraón, rey de Egipto, desposándose con su hija; la que condujo a la ciudad de David, mientras que acababa de edificar su casa y el templo del Señor, y los muros alrededor de Jesusalén.
|
III Rey 3:4
|
Partió, pues, para Gabaón, a fin de ofrecer allí sacrificios; por cuanto era éste el más grande entre los lugares excelsos; mil víctimas ofreció Salomón en holocausto sobre aquel altar en Gabaón.
|
III Rey 3:7
|
Ahora, pues, Señor Dios, tú me has hecho reinar a mí, siervo tuyo, en lugar de mi padre David; mas yo soy aún como un niño pequeño que no sabe la manera de conducirse.
|
III Rey 3:9
|
Da, pues, a tu siervo un corazón dócil para que sepa hacer justicia, y discernir entre lo bueno y lo malo; porque si no, ¿quién será capaz de gobernar este pueblo, este pueblo tuyo tan numeroso?
|
III Rey 3:22
|
A esto respondió la otra mujer: Es falso, tu hijo es el que murió, y el que vive es el mío. La otra por el contrario decía: Mientes, pues mi hijo es el vivo, y el tuyo es el muerto. Y de esta manera altercaban en presencia del rey.
|
III Rey 3:27
|
Entonces el rey pronunció esta sentencia: Dad a la primera el niño vivo, y ya no hay que matarlo, pues ella es su madre.
|
III Rey 4:1
|
Reinaba, pues, Salomón sobre todo Israel.
|