ARA el fin: sobre los Canticos de David
Escucha, oh Dios mío, mi súplica; atiende mi oración.
Desde los últimos términos de la tierra clamé a ti; cuando mi corazón se hallaba más angustiado, tú me colocaste sobre una alta peña; tú fuiste mi guía.
Pues eres mi esperanza y baluarte fortísimo contra el enemigo,
habitaré para siempre en tu Tabernáculo; me acogeré bajo la sombra de tus alas.
Porque tú, Dios mío, has oído mi oración, has concedido la herencia a los que temen tu Nombre.
Añadirás días sobre días a la vida del rey, y prolongarás sus años de generación en generación.
El permanecerá eternamente en la presencia de Dios. ¿Quién podrá penetrar su misericordia y su verdad?
Así es que yo cantaré himnos de alabanza a tu Nombre por los siglos de los siglos, y estaré cumpliendo sin cesar mis votos.
Pater
Filius
Spiritus Sanctus
Angelorum
Satan
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