Salm 9:14
|
Apiádate, Señor, de mí; mira el abatimiento a que me han reducido mis enemigos.
|
Salm 9:17
|
Así se reconocerá que el Señor hace justicia; al ver que el pecador ha quedado preso en las obras o lazos de sus propias manos.
|
Salm 9:20
|
Levántate, ¡oh Señor!, haz que no prevalezca el hombre malvado; sean juzgadas las gentes ante tu presencia.
|
Salm 9:21
|
Establece, Señor, sobre ellas un legislador; para que conozcan que son hombres débiles y miserables.
|
Salm 9:22
|
¿Y por qué, ¡oh Señor!, te has retirado a lo lejos, y me has desamparado en el tiempo más crítico, en la tribulación?
|
Salm 9:25
|
Por lo mismo, orgulloso el pecador ha exasperado al Señor, y no le buscará según el exceso de su arrogancia.
|
Salm 9:26
|
Delante de él no hay Dios; y así sus procederes son siempre viciosos. Tus juicios, Señor, los ha apartado lejos de su vista, sólo piensa en dominar a todos sus enemigos.
|
Salm 9:33
|
Levántate, pues, ¡oh Señor Dios!, alza tu poderosa mano; no te olvides de los pobres o desvalidos.
|
Salm 9:35
|
Pero tú, Señor, lo estás viendo; tú consideras el afán y el dolor del oprimido; para entregar a los malvados al castigo de tus manos. A cargo tuyo está la tutela del pobre; tú eres el amparo del huérfano.
|
Salm 9:37
|
Reinará el Señor eternamente y por los siglos de los siglos; vosotros, ¡oh naciones impías!, seréis extirpadas de su tierra.
|
Salm 9:38
|
Atendiste, ¡oh Señor!, al deseo de los pobres; prestaste benignos oídos a la rectitud de su corazón,
|
Salm 10:2
|
En el Señor tengo puesta mi confianza: ¿Cómo, pues, decís a mi alma: Retírate prontamente al monte, como un ave que huye?
|
Salm 10:5
|
Pero el Señor está en su santo templo, el Señor tiene su trono en el cielo. Sus ojos están mirando al pobre; sus párpados están examinando a los hijos de los hombres.
|
Salm 10:5
|
Pero el Señor está en su santo templo, el Señor tiene su trono en el cielo. Sus ojos están mirando al pobre; sus párpados están examinando a los hijos de los hombres.
|
Salm 10:6
|
El Señor vigila al justo y al impío; y así el que ama la maldad, odia su propia alma.
|
Salm 10:8
|
Porque el Señor es justo y ama la justicia, está siempre su rostro mirando la rectitud.
|
Salm 11:2
|
Sálvame, Señor; porque ya no se halla un hombre de bien sobre la tierra; porque las verdades no se aprecian ya entre los hijos de los hombres.
|
Salm 11:4
|
Acabe el Señor con todo labio tramposo y con la lengua jactanciosa.
|
Salm 11:6
|
Pero el Señor mirando a la miseria de los desvalidos, y al gemido de los pobres, dice: Ahora me levantaré yo para defenderlos. Los pondré a salvo; yo les inspiraré confianza.
|
Salm 11:7
|
Palabras puras y sinceras son las palabras del Señor; son plata ensayada al fuego, acendrada en el crisol, y siete o mil veces refinada.
|
Salm 11:8
|
¡Oh Señor!, tú nos salvarás, y nos defenderás siempre de esta raza de gentes.
|
Salm 12:2
|
¿Hasta cuándo, oh Señor, me has de tener en profundo olvido? ¿Hasta cuándo apartarás de mí tu rostro? ¿Cuánto tiempo andaré yo cavilando conmigo mismo, penando mi corazón todo el día?
|
Salm 12:4
|
Vuelve, ¡oh Señor Dios mío!, vuelve tu vista hacia mí, y escúchame benigno. Alumbra mis ojos a fin de que no duerma yo jamás el sueño de la muerte;
|
Salm 12:6
|
Pero yo tengo puesta mi confianza en tu misericordia. Mi corazón saltará de júbilo por la salvación que me vendrá de ti; cantaré al Señor bienhechor, y haré resonar con himnos de alabanza el nombre del Señor altísimo.
|
Salm 12:6
|
Pero yo tengo puesta mi confianza en tu misericordia. Mi corazón saltará de júbilo por la salvación que me vendrá de ti; cantaré al Señor bienhechor, y haré resonar con himnos de alabanza el nombre del Señor altísimo.
|
Salm 13:2
|
El Señor echó desde el cielo una mirada sobre los hijos de los hombres, para ver si había uno que tuviese juicio, o que buscase a Dios.
|
Salm 13:5
|
No han invocado al Señor; y allí tiemblan de miedo donde no hay motivo de temer.
|
Salm 13:6
|
Porque está el Señor en medio del linaje de los justos; vosotros, ¡oh impíos!, ridiculizáis la determinación del desvalido, cuando pone en el Señor su esperanza.
|
Salm 13:6
|
Porque está el Señor en medio del linaje de los justos; vosotros, ¡oh impíos!, ridiculizáis la determinación del desvalido, cuando pone en el Señor su esperanza.
|
Salm 13:7
|
¡Oh, quién enviará de Sión la salud o el salvador de Israel! Cuando el Señor pusiere fin a la cautividad de su pueblo, saltará de gozo Jacob , y se regocijará Israel.
|
Salm 14:1
|
Salmo de David. ¡Ah, Señor!, ¿quién morará en tu celestial tabernáculo?; ¿o quién descansará en tu santo monte?
|
Salm 14:4
|
El que en su estimación tiene al malvado por nada, mas honra a aquellos que temen al Señor; que si hace juramento a su prójimo, no le engaña.
|
Salm 15:1
|
Inscripcion de titulo: Del mismo David. Sálvame, oh Señor, pues tengo puesta en ti toda mi esperanza.
|
Salm 15:2
|
Yo dije al Señor: Tú eres mi Dios, que no tienes necesidad de mis bienes.
|
Salm 15:5
|
El Señor es la parte que me ha tocado en herencia, y la porción destinada para mí. Tú eres, oh Señor, el que me restituirá y conservará mi heredad.
|
Salm 15:5
|
El Señor es la parte que me ha tocado en herencia, y la porción destinada para mí. Tú eres, oh Señor, el que me restituirá y conservará mi heredad.
|
Salm 15:7
|
Alabaré, pues, al Señor, que me ha dado este entendimiento; a lo cual, aun durante la noche, mi corazón me excitaba.
|
Salm 15:8
|
Yo contemplaba siempre al Señor delante de mí, como quien está a mi diestra para sostenerme.
|
Salm 15:10
|
Porque yo sé que no has de abandonar tú, oh Señor, mi alma en el sepulcro; ni permitirás que tu Santo experimente la corrupción.
|
Salm 16:1
|
Oracion de David. Atiende, ¡oh Señor!, a mi justicia, acoge mis plegarias. Presta oídos a mi oración, que no la pronuncio con labios hipócritas o fraudulentos.
|
Salm 16:8
|
De los que resisten el poder de tu diestra, guárdame Señor, como a las niñas de los ojos. Ampárame bajo la sombra de tus alas,
|
Salm 16:13
|
Levántate, ¡oh Señor!, prevén su golpe, y arrójalos por el suelo; libra mi alma de las garras del impío; quítales su espada
|
Salm 16:14
|
a los enemigos de tu diestra. Sepáralos, Señor, de los buenos, aun mientras viven, de aquellos que son en corto número sobre la tierra, en la que han saciado su apetito de tus exquisitos bienes. Se llenan de hijos según su deseo; y dejan después a sus nietos el resto de sus caudales.
|
Salm 17:1
|
Para el fin. Salmo de David, siervo del Señor, a cuya gloria dirigió las palabras de este cántico, el día en que le libró el Señor de las manos de todos sus enemigos, como también del poder de Saúl, con cuyo motivo dijo:
|
Salm 17:1
|
Para el fin. Salmo de David, siervo del Señor, a cuya gloria dirigió las palabras de este cántico, el día en que le libró el Señor de las manos de todos sus enemigos, como también del poder de Saúl, con cuyo motivo dijo:
|
Salm 17:2
|
A ti he de amarte, ¡oh Señor!, que eres toda mi fortaleza.
|
Salm 17:3
|
El Señor es mi firme apoyo, mi asilo, y mi libertador. Mi Dios es mi socorro y en él esperaré. El es mi protector y mi poderosa salvación, y el amparo mío.
|
Salm 17:4
|
Invocaré, pues, al Señor con alabanzas, y me veré libre de mis enemigos.
|
Salm 17:7
|
Mas en medio de esta mi tribulación invoqué al Señor, y a mi Dios clamé, el cual desde su santo templo escuchó benigno mis voces; y el clamor que hice yo ante su acatamiento penetró sus oídos.
|
Salm 17:14
|
Y tronó el Señor desde lo alto del cielo; y el Altísimo dio una voz como suya, y cayeron al instante piedras y ascuas de fuego.
|