Isa 30:30
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Y hará el Señor que se oiga su majestuosa voz, y que se conozca su terrible brazo en medio de su ira amenazadora y de su fuego devorador; lo arrasará todo con tempestades y pedriscos.
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Isa 30:31
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Porque a la voz del Señor quedará temblando el asirio, herido con la vara de la divina venganza,
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Isa 30:32
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y el herir de esta vara será constante y duradero; y hará el Señor que la vara descargue sobre él, al son de panderos y de cítaras. Lo vencerá el Señor en un señalado combate.
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Isa 30:32
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y el herir de esta vara será constante y duradero; y hará el Señor que la vara descargue sobre él, al son de panderos y de cítaras. Lo vencerá el Señor en un señalado combate.
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Isa 30:33
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Porque hace ya tiempo que les está preparado el valle de Tofet, aparejado fue por el gran rey, profundo y espacioso, cuyo cebo es el fuego y mucha leña; un soplo del Señor como torrente de azufre, es el que lo enciende.
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Isa 31:1
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¡Ay de aquellos que van a buscar socorro en Egipto, poniendo la esperanza en sus caballos, y confiando en sus muchos carros de guerra, y en su caballería, por ser muy fuerte; y no han puesto su confianza en el Santo de Israel ni han recurrido al Señor!
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Isa 31:2
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¡Desdichados! Pues el mismo Señor, el sabio por esencia, les ha enviado calamidades, y no ha dejado de cumplir su palabra; y se levantará contra la casa de los malvados y contra los auxiliadores de los que obran la iniquidad.
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Isa 31:3
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El rey de Egipto es un hombre y no un dios; y carne son sus cabellos y no espíritu. El Señor, pues, extenderá su mano, y precipitará al auxiliador, y caerá al suelo el auxiliado y ambos perecerán a un tiempo.
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Isa 31:4
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Porque he aquí lo que me ha dicho el Señor: De la manera que ruge el león o un leoncillo sobre su presa, y por más que vaya contra él una cuadrilla de pastores, no se acobarda con sus gritos, ni se aterrará por muchos que sean los que lo acometan, así descenderá el Señor de los ejércitos para combatir sobre el monte Sión y sobre sus collados.
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Isa 31:4
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Porque he aquí lo que me ha dicho el Señor: De la manera que ruge el león o un leoncillo sobre su presa, y por más que vaya contra él una cuadrilla de pastores, no se acobarda con sus gritos, ni se aterrará por muchos que sean los que lo acometan, así descenderá el Señor de los ejércitos para combatir sobre el monte Sión y sobre sus collados.
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Isa 31:5
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Como un ave que revolotea en torno de su nido, del mismo modo amparará a Jerusalén , el Señor de los ejércitos, la protegerá y librará, pasando de un lado a otro; y la salvará.
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Isa 31:6
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Convertíos, pues, al Señor, ¡oh hijos de Israel! acercándoos tanto a él como os habíais alejado.
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Isa 31:9
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Y por el terror vendrán a desfallecer sus fuerzas; y huirán despavoridos sus príncipes. Lo ha dicho el Señor, el cual tiene su fuego en Sión y su hogar en Jerusalén .
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Isa 32:15
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hasta tanto que desde lo alto se derrame sobre nosotros el espíritu del Señor. Pues entonces el desierto se convertirá en un Carmelo y el Carmelo en un desierto o carrascal.
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Isa 33:2
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Apiádate, Señor, de nosotros, pues siempre hemos esperado en ti; sé nuestra fortaleza desde la mañana y la salvación nuestra en el tiempo de tribulación.
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Isa 33:5
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Engrandecido ha sido el Señor, que habita en lo alto, ha colmado a Sión de rectitud y de justicia.
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Isa 33:6
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Y reinará la fe en tus tiempos, ¡oh príncipe!; la sabiduría y la ciencia son tus riquezas saludables, y el temor del Señor tu verdadero tesoro.
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Isa 33:10
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Mas ahora me levantaré yo, dice el Señor, ahora seré ensalzado, ahora seré glorificado.
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Isa 33:21
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Porque allí solamente hace nuestro Señor alarde de su magnificiencia. Aquel es lugar de ríos, de ríos anchísimos y caudalosos; no pasará por el barco de remos de ningún enemigo ni menos lo surcará galera grande de tres órdenes de remos.
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Isa 33:22
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Pues el Señor es nuestro juez, el Señor nuestro legislador, el Señor nuestro rey; él es el que nos ha de salvar.
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Isa 33:22
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Pues el Señor es nuestro juez, el Señor nuestro legislador, el Señor nuestro rey; él es el que nos ha de salvar.
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Isa 33:22
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Pues el Señor es nuestro juez, el Señor nuestro legislador, el Señor nuestro rey; él es el que nos ha de salvar.
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Isa 34:2
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Porque la indignación del Señor va a descargar sobre todas las naciones, y su furor sobre todos sus ejércitos; los matará y hará en ellos una carnicería.
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Isa 34:6
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Bañada está toda en sangre la espada del Señor, chorreando grasa y sangre de corderos y de macho cabrío, sangre de gordos carneros; porque las víctimas del Señor están en Bosra; hará él una gran mortandad en el país de los idumeos.
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Isa 34:6
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Bañada está toda en sangre la espada del Señor, chorreando grasa y sangre de corderos y de macho cabrío, sangre de gordos carneros; porque las víctimas del Señor están en Bosra; hará él una gran mortandad en el país de los idumeos.
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Isa 34:8
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Porque ha llegado el día de la venganza del Señor, el año o tiempo de hacer justicia a Sión.
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Isa 34:16
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Examinad atentamente el libro que ahora escribo de parte del Señor, y leed en él: Nada de lo que os anuncio dejará de suceder, ni una sola de estas cosas faltará; pues lo que sale de mi boca, el Señor me lo ha dictado, y su espíritu mismo ha reunido todo esto.
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Isa 34:16
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Examinad atentamente el libro que ahora escribo de parte del Señor, y leed en él: Nada de lo que os anuncio dejará de suceder, ni una sola de estas cosas faltará; pues lo que sale de mi boca, el Señor me lo ha dictado, y su espíritu mismo ha reunido todo esto.
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Isa 35:2
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Fructificará copiosamente y se regocijará llena de alborozo y entonará himnos; se le ha dado a ella la gala del Líbano, la hermosura del Carmelo y de Sarón; éstos (sus habitantes) verán la gloria del Señor, y la grandeza de nuestro Dios.
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Isa 35:3
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Esforzad, ¡oh ministros del Señor!, las manos flojas, y enrobusteced las rodillas débiles.
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Isa 35:10
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Y volverán los rescatados por el Señor, y vendrán a Sión cantando alabanzas, coronados de gozo sempiterno; disfrutarán de un celestial placer y contentamiento y huirá de ellos para siempre el dolor y el llanto.
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Isa 36:7
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Que si tú me respondieres: Nosotros confiamos en el Señor Dios nuestro, acaso ¿no es ése aquel mismo cuyos lugares altos y cuyos altares destruyó Ezequías , diciendo a Judá y a Jerusalén : Solamente ante este altar adoraréis con sacrificios a Dios?
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Isa 36:15
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No os llene Ezequías la cabeza de confianza en el Señor diciéndoos: Sin falta nos librará el Señor, no temáis, no será entregada esta ciudad en manos de los asirios.
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Isa 36:15
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No os llene Ezequías la cabeza de confianza en el Señor diciéndoos: Sin falta nos librará el Señor, no temáis, no será entregada esta ciudad en manos de los asirios.
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Isa 36:18
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Y no os conturbe Ezequías diciendo: El Señor nos librará. ¿Acaso los dioses de las gentes han librado cada uno a su tierra de las manos del rey de los asirios?
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Isa 36:20
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¿Cuál es el dios entre todos los dioses de estos países, el cual haya podido librar su tierra de la fuerza de mi brazo, para que esperéis que el Señor pueda salvar a Jerusalén de caer en mis manos?
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Isa 37:1
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Y cuando lo oyó el rey Ezequías rasgó sus vestidos, se vistió de saco o cilicio, y entró en la casa del Señor;
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Isa 37:4
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Interpón, pues, tu oración por las reliquias del pueblo; para ver si el Señor Dios tuyo ha reparado en las palabras de Rabsaces, enviado de su amo el rey asirio a blasfemar el Nombre de Dios vivo, e insultarle con las expresiones que ha oído el Señor tu Dios.
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Isa 37:4
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Interpón, pues, tu oración por las reliquias del pueblo; para ver si el Señor Dios tuyo ha reparado en las palabras de Rabsaces, enviado de su amo el rey asirio a blasfemar el Nombre de Dios vivo, e insultarle con las expresiones que ha oído el Señor tu Dios.
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Isa 37:6
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el cual les dijo: He aquí la respuesta que habéis de llevar a vuestro amo: El Señor dice: No temas las palabras que has oído, con las cuales han blasfemado de mí los criados del rey de los asirios.
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Isa 37:14
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En esto tomó Ezequías la carta de manos de los embajadores, la leyó y subió al templo del Señor, ante cuya presencia la extendió;
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Isa 37:15
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y le hizo Ezequías al Señor la siguiente oración:
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Isa 37:16
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Señor de los ejércitos, Dios de Israel, que tienes tu asiento sobre los querubines; sólo tú eres el Dios de todos los reinos del mundo, tú el que hizo el cielo y la tierra.
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Isa 37:17
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Señor, inclina tus oídos y escucha, abre, Señor, tus ojos, y mira, y repara todas las palabras dictadas por Sennaquerib para blasfemar al Dios vivo.
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Isa 37:17
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Señor, inclina tus oídos y escucha, abre, Señor, tus ojos, y mira, y repara todas las palabras dictadas por Sennaquerib para blasfemar al Dios vivo.
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Isa 37:18
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Es verdad, Señor, que los reyes de los asirios asolaron aquellas naciones y sus tierras;
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Isa 37:20
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Mas tú ahora, ¡oh Señor Dios nuestro!, sálvanos de las manos de éste y conozcan los reinos todos de la tierra que sólo tú eres el Señor y Dios verdadero.
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Isa 37:20
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Mas tú ahora, ¡oh Señor Dios nuestro!, sálvanos de las manos de éste y conozcan los reinos todos de la tierra que sólo tú eres el Señor y Dios verdadero.
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Isa 37:21
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En esto Isaías, hijo de Amós, envió a decir a Ezequías : El Señor Dios de Israel dice así: En orden a lo que me has pedido que haga respecto de Sennaquerib, rey de los asirios,
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Isa 37:22
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este es el fallo que contra él ha pronunciado el Señor: Te ha despreciado el Señor. Te ha despreciado a ti, y te ha insultado, ¡oh virgen, hija de Sión! a espaldas tuyas ¡oh hija de Jerusalén ! ha meneado su cabeza mofándose de ti.
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