Bar 2:11
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Ahora, pues, ¡oh Señor Dios de Israel!, que sacaste a tu pueblo de la tierra de Egipto con mano fuerte y por medio de portentos y prodigios, y con tu gran poderío y robusto brazo, y te adquiriste la fama que hoy tienes:
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Bar 2:12
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hemos pecado, Señor, hemos obrado impíamente; inicuamente nos hemos portado, ¡oh Señor Dios nuestro!, contra todos tus mandamientos.
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Bar 2:12
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hemos pecado, Señor, hemos obrado impíamente; inicuamente nos hemos portado, ¡oh Señor Dios nuestro!, contra todos tus mandamientos.
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Bar 2:14
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Escucha, Señor, nuestros ruegos y nuestras oraciones, y líbranos por amor de ti mismo, y haz que hallemos gracia a los ojos de aquellos que nos han sacado de nuestra patria;
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Bar 2:15
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a fin de que con eso conozca todo el mundo que tú eres el Señor Dios nuestro, y que Israel y toda su estirpe lleva tu Nombre.
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Bar 2:16
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Vuelve, ¡oh Señor!, tus ojos hacia nosotros desde tu santa casa, e inclina tus oídos y escúchanos.
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Bar 2:17
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Abre tus ojos y míranos; porque no son los muertos que están en el sepulcro, cuyo espíritu se separó de sus entrañas, los que tributarán honra a la justicia del Señor;
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Bar 2:18
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sino el alma que está afligida por causa de la grandeza de los males que ha cometido, y anda encorvada y macilenta, y con los ojos caídos; el alma hambrienta o mortificada, ésa es la que te tributa gloria, ¡oh Señor!, a ti y a tu justicia.
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Bar 2:19
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Puesto que, no apoyados en la justicia de nuestros padres derramamos nuestras plegarias, e imploramos misericordia ante tu acatamiento, ¡oh Señor Dios nuestro!,
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Bar 2:21
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Esto dice el Señor: Inclinad vuestro hombro y vuestra cerviz y servid al rey de Babilonia, y así viviréis tranquilos, y no seréis echados de la tierra que yo di a vuestros padres.
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Bar 2:22
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Mas si no obedeciereis la orden del Señor Dios vuestro de servir al rey de Babilonia, yo haré que seáis arrojados de las ciudades de Judá, y echados de Jerusalén ;
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Bar 2:27
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Y te has portado con nosotros, ¡oh Señor Dios nuestro!, con toda tu bondad y con toda aquella tu gran misericordia,"
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Bar 3:1
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Y ahora, oh Señor todopoderoso, Dios de Israel, a ti dirige sus clamores el alma mía angustiada y mi espíritu acongojado.
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Bar 3:2
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Atiende, ¡oh Señor!, y ten piedad, pues tú eres un Dios de misericordia, y apiádate de nosotros, porque hemos pecado en tu presencia.
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Bar 3:3
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Pues tú, oh Señor, permaneces eternamente; y nosotros tus hijos, ¿habremos de perder para siempre?
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Bar 3:4
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¡Oh Señor todopoderoso, Dios de Israel!, escucha ahora la oración de los muertos de Israel, de los israelitas atribulados y de los hijos de aquéllos los cuales pecaron delante de ti, y no quisieron escuchar la voz del Señor Dios suyo, por cuyo motivo se han apegado a nosotros todos los males.
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Bar 3:4
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¡Oh Señor todopoderoso, Dios de Israel!, escucha ahora la oración de los muertos de Israel, de los israelitas atribulados y de los hijos de aquéllos los cuales pecaron delante de ti, y no quisieron escuchar la voz del Señor Dios suyo, por cuyo motivo se han apegado a nosotros todos los males.
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Bar 3:6
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Porque tú eres el Señor Dios nuestro; y nosotros, ¡oh Señor!, te tributaremos la alabanza;
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Bar 3:6
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Porque tú eres el Señor Dios nuestro; y nosotros, ¡oh Señor!, te tributaremos la alabanza;
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Bar 3:8
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Y he aquí que permanecemos nosotros en nuestro cautiverio, en donde nos tienes tú dispersos, para que seamos el escarnio, la maldición y la condenación de los pecadores, en pena de todas las maldades de nuestros padres, los cuales se alejaron de ti, ¡oh Señor Dios nuestro!
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Bar 3:27
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No fueron éstos escogidos por el Señor; no hallaron éstos la senda de la doctrina, por lo tanto perecieron.
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Bar 3:32
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Mas aquel Señor que sabe todas las cosas, la conoce y la manifiesta con su prudencia; aquel que fundó la tierra para que subsista eternamente, y la llenó de ganados y de cuadrúpedos;"
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Bar 3:35
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fueron llamadas, y al instante respondieron: Aquí estamos; y resplandecieron, gozosas de servir al Señor que las creó."
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Bar 4:7
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Pues exasperasteis a aquel Señor que os creó, al Dios eterno, ofreciendo sacrificios a los demonios en lugar de Dios.
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Bar 4:15
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porque el Señor hizo venir contra ellos una nación remota, nación perversa y de lengua desconocida,
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Bar 4:18
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Pero aquel Señor que envió sobre vosotros los males, él mismo os liberará de las manos de vuestros enemigos.
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Bar 4:21
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Tened buen ánimo, ¡oh hijos míos!, clamad al Señor, y él os libertará del poder de los príncipes enemigos.
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Bar 4:23
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Pues con lágrimas y sollozos os dejé ir; mas el Señor os volverá otra vez a mí con gozo y alegría duradera.
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Bar 4:27
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Hijos, tened buen ánimo, y clamad al Señor; pues aquel mismo que os ha transportado ahí, se acordará de vosotros.
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Bar 5:2
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Te revestirá el Señor de un doble manto de justicia o santidad, y pondrá sobre tu cabeza una diadema de honra sempiterna.
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Bar 5:6
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porque se alejaron de ti a pie llevados por los enemigos; el Señor te los volverá a traer conducidos con el decoro o magnificencia de hijos o príncipes del reino.
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Bar 6:5
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Cuando veáis, pues, detrás y delante de ellos la turba que los adora, decid allá en vuestro corazón: ¡Oh Señor!, sólo a ti se debe adorar.
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Ezeq 1:3
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dirigió el Señor su palabra a Ezequiel sacerdote, hijo de Buzi, en la tierra de los caldeos, junto al río Cobar; y allí se hizo sentir sobre él la mano o virtud de Dios.
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Ezeq 2:4
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Son hijos de rostro duro y de corazón indomable ésos a quienes yo te envío. Y les dirás: Esto dice el Señor Dios,
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Ezeq 3:1
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Y me dijo el Señor: Hijo de hombre, come cuanto hallares; come ese volumen, y ve a hablar a los hijos de Israel.
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Ezeq 3:11
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y anda, preséntate a los hijos de tu pueblo, que fueron traídos al cautiverio, y les hablarás de esta manera: He aquí lo que dice el Señor Dios; por si atienden y cesan de pecar.
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Ezeq 3:12
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Y me arrebató el espíritu, y oí detrás de mí una voz muy estrepitosa, que decía: Bendita sea la gloria del Señor que se va de su lugar.
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Ezeq 3:14
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Y me reanimó el espíritu, y me tomó, e iba yo lleno de amargura e indignación de ánimo; pero estaba conmigo la mano del Señor que me confortaba.
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Ezeq 3:16
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Y al cabo de los siete días, me habló el Señor, diciendo:
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Ezeq 3:22
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Y se hizo sentir sobre mí la mano o virtud del Señor; y me dijo: Levántate y sal al campo, y allí hablaré contigo.
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Ezeq 3:23
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Y poniéndome en camino, salí al campo; y he aquí que la gloria del Señor que estaba allí era el modo de aquella que vi junto al río Cobar; y me postré sobre mi rostro.
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Ezeq 3:27
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Mas cuando yo te haya hablado, abriré tu boca, y tú les dirás a ellos: Esto dice el Señor Dios: El que oye, oiga; y quien duerme, duerma: porque es ésta una familia contumaz.
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Ezeq 4:13
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Y dijo el Señor: De este modo los hijos de Israel comerán su pan inmundo entre los gentiles, a donde yo los arrojaré.
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Ezeq 4:14
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Entonces dije yo: ¡Ah, ah, Señor Dios! ¡Ah!, mira que mi alma no está contaminada, y desde mi infancia hasta ahora no he comido cosa mortecina, ni despedazada de fieras, ni jamás ha entrado en mi boca especie ninguna de carne inmunda.
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Ezeq 4:15
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Y me respondió el Señor: He aquí que en lugar de excremento humano, te daré a ti estiércol de bueyes, con el cual cocerás tu pan.
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Ezeq 5:5
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Pues he aquí lo que dice el Señor Dios: Esta es aquella Jerusalén que yo fundé en medio de los gentiles, habiendo puesto las regiones de éstos alrededor de ella.
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Ezeq 5:7
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Por tanto, esto dice el Señor Dios: Pues vosotros habéis excedido en la maldad a las naciones que tenéis alrededor, y no habéis procedido según mis preceptos, ni observado mis leyes, ni obrado siquiera conforme a las leyes de las gentes que viven alrededor vuestro,
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Ezeq 5:8
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por eso así habla el Señor Dios: Heme aquí, ¡oh Jerusalén !, contra ti, y yo mismo ejecutaré mis castigos en medio de ti, a la vista de las naciones.
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Ezeq 5:11
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Por tanto juro yo, dice el Señor Dios, que así como tú has profanado mi santuario con todos tus escándalos y con todas tus abominaciones, yo también te exterminaré y no te miraré con ojos benignos, ni tendré de ti misericordia.
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Ezeq 5:13
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Y desahogaré mi furor, y haré que pose sobre ellos la indignación mía, y quedaré satisfecho; y cuando yo hubiere desahogado sobre ellos mi indignación, entonces conocerán que yo el Señor he hablado lleno de celo por mi gloria.
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