Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

Señor

Isa 60:9 Sé, dice el Señor, que me están esperando con ansia las islas o naciones, y las naves del mar ya desde el principio , para que traiga de las remotas regiones a tus nuevos hijos, y con ellos su plata y su oro, que consagran al nombre del Señor Dios tuyo, y al Santo de Israel que te ha glorificado.
Isa 60:14 Y a ti vendrán y se te postrarán los hijos de aquellos que te abatieron, y besarán las huellas de tus pies todos los que te insultaban, y te llamarán la ciudad del Señor, y la Sión del Santo de Israel.
Isa 60:16 y te alimentarás con la leche de las naciones, y te criarán regios pechos; y conocerás que soy el Señor que te salva, el redentor tuyo, el fuerte de Jacob .
Isa 60:19 Ya no necesitarás sol que te dé luz durante el día, ni te alumbrará el esplendor de la luna; sino que el Señor mismo será la sempiterna luz tuya, y tu gloria o claridad el mismo Dios tuyo.
Isa 60:20 Nunca jamás se pondrá tu sol ni padecerá menguante tu luna; porque el Señor será para ti sempiterna luz tuya, y se habrán acabado ya los días de llanto.
Isa 60:22 El menor de ellos valdrá por mil, y el párvulo por una nación poderosísima. Yo el Señor haré súbitamente todo esto cuando llegare su tiempo.
Isa 61:1 A este fin ha reposado sobre mí el espíritu del Señor; porque el Señor me ha ungido, y me ha enviado para hablar a los mansos y humildes, para curar a los de corazón contrito, y predicar la redención a los esclavos, y la libertad a los que están encarcelados;
Isa 61:1 A este fin ha reposado sobre mí el espíritu del Señor; porque el Señor me ha ungido, y me ha enviado para hablar a los mansos y humildes, para curar a los de corazón contrito, y predicar la redención a los esclavos, y la libertad a los que están encarcelados;
Isa 61:2 para publicar el año de reconciliación con el Señor, o su jubileo, y el día de la venganza de nuestro Dios; para que yo consuele a todos los que lloran;
Isa 61:3 para cuidar a los de Sión que están llorando, y para darles una corona de gloria, en lugar de la ceniza que cubre sus cabezas; el óleo propio de los días solemnes y alegres en vez de luto; un ropaje de gloria en cambio de su espíritu de aflicción; y los que habitarán en ella serán llamados los valientes en la justicia, plantío del Señor para gloria suya.
Isa 61:6 Vosotros, seréis llamados sacerdotes del Señor; a vosotros se os dará el nombre de ministros de Dios; seréis alimentados con la sustancia de las naciones y os honraréis con la gloria de ellas.
Isa 61:8 Porque soy yo el Señor que amo la justicia, y que aborrezco el robo consagrado en holocausto; y yo recompensaré fielmente sus obras; y asentaré con ellos eterna alianza.
Isa 61:9 Y será discernido entre los pueblos su linaje y su descendencia en medio de las naciones; cuantos los vieren los conocerán, por ser ellos el linaje bendito del Señor.
Isa 61:10 Yo me regocijaré con sumo gozo en el Señor, y el alma mía se llenará de placer en mi Dios; pues él me ha revestido del ropaje de la salud, y me ha cubierto con el manto de la justicia, como a esposo adornado con guirnalda, y como esposa ataviada con sus joyas.
Isa 61:11 Porque así como la tierra produce sus plantas, y el jardín hace brotar la semilla que se ha sembrado en él, así el Señor Dios hará florecer su justicia y su gloria, a vista de todas las naciones.
Isa 62:2 Las naciones, ¡oh Jerusalén !, verán a tu Justo; y los reyes todos a tu glorioso Salvador ; y se te impondrá un nombre nuevo, que pronunciará el Señor de su propia boca.
Isa 62:3 Y serás, entonces, una corona de gloria en la mano del Señor, y una real diadema en mano de tu Dios.
Isa 62:4 Ya no serás llamada en adelante la repudiada, ni tu tierra tendrá el nombre de desierta; sino que serás llamada la querida mía, y tu tierra la poblada; porque el Señor ha puesto en ti sus delicias, y tu tierra estará llena de habitantes;
Isa 62:6 Sobre tus muros, oh Jerusalén , he puesto centinelas; todo el día y toda la noche estarán alerta, no callarán jamás. Vosotros, pues, que hacéis memoria del Señor, no os estéis callados,
Isa 62:8 El Señor ha jurado por su diestra y por su brazo fuerte, diciendo: No daré más tu trigo para sustento de tus enemigos; ni beberán en adelante los extranjeros el vino tuyo, fruto de tu trabajo;
Isa 62:9 sino que aquellos que recogen el trigo lo comerán, y bendecirán al Señor; y aquellos que acarrean el vino, lo beberán en los atrios de mi santo templo.
Isa 62:11 He aquí que el Señor ha mandado echar este pregón hasta las extremidades de la tierra y decir a la hija de Sión: Mira que ya viene el Salvador tuyo; mira cómo trae consigo su galardón, y tiene delante de sí la recompensa para sus siervos.
Isa 62:12 Entonces tus hijos serán llamados pueblo santo, redimidos del Señor. Y a ti te llamarán ciudad apetecida de todos y no la desamparada.
Isa 63:7 Yo me acordaré de las misericordias del Señor; y al Señor alabaré por todas las cosas que él ha hecho a favor nuestro, y por los beneficios concedidos a la casa de Israel, según su benignidad y su piedad.
Isa 63:7 Yo me acordaré de las misericordias del Señor; y al Señor alabaré por todas las cosas que él ha hecho a favor nuestro, y por los beneficios concedidos a la casa de Israel, según su benignidad y su piedad.
Isa 63:9 En todas las tribulaciones que les acontecieron, jamás se cansó el Señor de librarlos, antes bien el ángel que está en su presencia los sacaba a salvo; y él mismo a impulso de su amor y su clemencia los redimió, y los sobrellevó, y los ensalzó en todo tiempo.
Isa 63:10 Mas ellos lo provocaron a ira, y contristaron el espíritu de su Santo; y el Señor se les convirtió en enemigo; y él mismo los derrotó.
Isa 63:14 Como se lleva a un asno por una ladera al campo, con el mayor sosiego; así los condujo el espíritu del Señor, así, ¡oh Dios!, fuiste tú el conductor de tu pueblo, a fin de ganar un nombre glorioso.
Isa 63:15 Atiende desde el cielo, ¡oh Señor! y echa una mirada hacia nosotros desde el lugar santo donde moras tú y reside la gloria tuya. ¿Dónde está ahora tu celo y tu fortaleza, la ternura de tus entrañas y la gran misericordia tuya? ¿Por qué no la usas conmigo?
Isa 63:16 Tú, no obstante, eres nuestro verdadero padre; porque Abrahán no nos conoció, e Israel no supo nada de nosotros. Sí, tú, ¡oh Señor!, eres nuestro Padre, nuestro Redentor, éste es tu nombre desde la eternidad.
Isa 63:17 ¿Y por qué, Señor, nos dejaste desviar de tu camino?; ¿por qué permitiste que se endureciese nuestro corazón, de modo que perdiésemos tu santo temor? Vuélvete a nosotros por amor de tus siervos, y de las tribus que forman la herencia tuya.
Isa 64:8 Ahora bien, Señor, tú eres nuestro padre; nosotros somos el barro y tú el alfarero; obras somos todos de tus manos.
Isa 64:9 No te irrites, Señor, en demasía, ni te acuerdes más de nuestra maldad; mira y atiende a que somos todos pueblo tuyo.
Isa 64:12 Pues Señor, ¿y al ver tales cosas, te estarás tú quedo?; ¿continuarás guardando silencio, y afligiéndonos en tanto extremo?
Isa 65:6 Sabed que lo dicho lo tengo escrito delante de mí. Por lo que no callaré, dice el Señor, sino que les retornaré el cambio, y les pondré en su seno la paga;
Isa 65:8 Sin embargo, esto dice el Señor: Como cuando se halla un grano bueno en un racimo podrido, y se dice: No lo desperdicies, pues es una bendición o don de Dios, eso mismo haré yo por amor de mis siervos: No exterminaré a Israel del todo;
Isa 65:11 Pero a vosotros que abandonasteis al Señor, que os olvidasteis de Sión, mi santo monte, que aparejasteis una mesa o altar al ídolo de la Fortuna, y derramáis sobre ella libaciones,
Isa 65:13 Por tanto, esto dice el Señor Dios: Sabed que mis siervos comerán, y vosotros padeceréis hambre; mis siervos beberán, y vosotros padeceréis sed;
Isa 65:15 Y dejaréis cubierto de execración vuestro nombre a mis escogidos. El Señor Dios acabará contigo, ¡oh Israel!, y a sus siervos los llamará con otro nombre.
Isa 65:23 No se fatigarán en vano mis escogidos, ni tendrán hijos que los conturben; porque estirpe de benditos del Señor son, así ellos como sus nietos.
Isa 65:25 El lobo y el cordero pacerán juntos; el león, como el buey, comerá heno; el alimento de la serpiente será el polvo; no habrá quien haga daño ni cause muerte en todo mi santo monte, dice el Señor.
Isa 66:1 Esto dice el Señor: El cielo es mi solio, y la tierra peana de mis pies: ¿Qué casa, pues, es esa que vosotros edificaréis para mí, y cuál es aquel lugar donde he de fijar mi asiento?
Isa 66:2 Estas cosas todas las hizo mi mano y todas ellas son obra mía, dice el Señor. ¿Y en quién pondré yo mis ojos, sino en el pobrecito y contrito de corazón, y que oye con respetuoso temor mis palabras?
Isa 66:5 Oíd la palabra del Señor vosotros que la escucháis con respetuoso temor: Vuestros hermanos que os aborrecen y os desechan por razón de mi Nombre, dijeron: ¡Ea!, que muestre el Señor en vosotros su gloria, y la reconoceremos al ver la alegría de vuestro rostro. Mas no temáis, ellos quedarán confundidos.
Isa 66:5 Oíd la palabra del Señor vosotros que la escucháis con respetuoso temor: Vuestros hermanos que os aborrecen y os desechan por razón de mi Nombre, dijeron: ¡Ea!, que muestre el Señor en vosotros su gloria, y la reconoceremos al ver la alegría de vuestro rostro. Mas no temáis, ellos quedarán confundidos.
Isa 66:6 Ya oigo la voz lastimera del pueblo de la ciudad de Jerusalén , la voz del templo, la voz del Señor que da el pago a sus enemigos.
Isa 66:9 ¿Acaso yo, que hago parir o doy la fecundidad a los otros, dice el Señor, no pariré yo mismo? ¿Yo que doy a los otros sucesión, seré acaso estéril?, dice el Señor Dios tuyo.
Isa 66:9 ¿Acaso yo, que hago parir o doy la fecundidad a los otros, dice el Señor, no pariré yo mismo? ¿Yo que doy a los otros sucesión, seré acaso estéril?, dice el Señor Dios tuyo.
Isa 66:12 Porque esto dice el Señor: He aquí que yo derramaré sobre ella como un río la paz, y como un torrente que todo lo inunda la gloria de las naciones; vosotros chuparéis su leche, a sus pechos seréis llevados, y acariciados sobre su regazo.
Isa 66:14 Vosotros lo veréis, y se regocijará vuestro corazón, y vuestros huesos reverdecerán como la hierba; y será visible la mano del Señor a favor de sus siervos; al paso que hará experimentar su indignación a sus enemigos.