Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

Señor

II Par 5:14 de suerte que los sacerdotes no podían estar allí, ni ejercer sus funciones, a causa de la densa niebla. Porque la gloria del Señor había llenado la casa de Dios.
II Par 6:1 Entonces Salomón dijo: El Señor ha prometido que pondría su mansión en la niebla u oscuridad;
II Par 6:4 Bendito sea el Señor Dios de Israel, que ha llevado a efecto la promesa que hizo a David, mi padre, cuando le dijo:
II Par 6:7 Y como mi padre David desease edificar una casa al Nombre del Señor Dios de Israel,
II Par 6:8 le dijo el Señor: En haber tú tenido esa voluntad de edificar casa en mi Nombre, ciertamente has hecho bien; ha sido bueno tu deseo.
II Par 6:10 El Señor, pues, ha cumplido la palabra que había dado, y yo he venido a suceder a mi padre David, y me he sentado en el trono de Israel, como lo dijo el Señor; y edificado la casa al Nombre del Señor Dios de Israel,
II Par 6:10 El Señor, pues, ha cumplido la palabra que había dado, y yo he venido a suceder a mi padre David, y me he sentado en el trono de Israel, como lo dijo el Señor; y edificado la casa al Nombre del Señor Dios de Israel,
II Par 6:10 El Señor, pues, ha cumplido la palabra que había dado, y yo he venido a suceder a mi padre David, y me he sentado en el trono de Israel, como lo dijo el Señor; y edificado la casa al Nombre del Señor Dios de Israel,
II Par 6:11 y colocado en ella el arca , dentro de la cual está el pacto que hizo el Señor con los hijos de Israel.
II Par 6:12 Dicho esto, se puso en pie Salomón delante del altar del Señor, a vista de todo el concurso de Israel, y extendió sus manos.
II Par 6:14 habló de esta manera: Señor Dios de Israel, no hay Dios semejante a ti, ni en el cielo ni en la tierra; a ti que guardas el pacto y usas de misericordia con tus siervos, con los que siguen de todo su corazón tus caminos.
II Par 6:16 Cumple también ahora, oh Señor Dios de Israel, todo aquello que anunciaste a mi padre David, tu siervo, diciendo: No faltará de tu linaje quien se siente en mi presencia sobre el trono de Irael; con tal que tus hijos velen sobre sus acciones, caminando según mi ley, como tú has andado delante de mí.
II Par 6:17 Ahora bien, oh Señor Dios de Israel, sea confirmada tu palabra, dada por ti a David, siervo tuyo.
II Par 6:19 Verdad es que ella solamente se ha hecho para que tú, Señor Dios mío, atiendas a la oración y súplicas de tu siervo, y escuches los ruegos que expone tu siervo ante tu presencia;
II Par 6:27 escúchalos, oh Señor, desde el cielo, y perdona los pecados de tus siervos y de Israel, pueblo tuyo, y enséñales el buen camino que han de seguir, y envía la lluvia a la tierra cuya posesión diste a tu pueblo.
II Par 6:41 Ahora, pues, levántate, oh Señor mi Dios, y ven al lugar fijo de tu morada: Tú y el arca por medio de la cual ostentas tu poderío. Experimenten tu socorro y protección, oh Señor Dios, tus sacerdotes, y gocen los santos con alegría tus beneficios.
II Par 6:41 Ahora, pues, levántate, oh Señor mi Dios, y ven al lugar fijo de tu morada: Tú y el arca por medio de la cual ostentas tu poderío. Experimenten tu socorro y protección, oh Señor Dios, tus sacerdotes, y gocen los santos con alegría tus beneficios.
II Par 6:42 ¡Oh Señor Dios! no apartes tu rostro de este ungido tuyo; acuérdate de las misericordias o piedad de David, siervo tuyo.
II Par 7:1 Luego que Salomón acabó de hacer sus fervorosas plegarias, bajó del cielo fuego que devoró los holocaustos y las víctimas; y la majestad del Señor llenó toda la casa.
II Par 7:2 Ni podían los sacerdotes entrar dentro del templo del Señor por cuanto la majestad del Señor había llenado su templo.
II Par 7:2 Ni podían los sacerdotes entrar dentro del templo del Señor por cuanto la majestad del Señor había llenado su templo.
II Par 7:3 Asimismo todos los hijos de Israel estaban viendo bajar el fuego y la gloria del Señor sobre la casa, y postrándose rostro por tierra sobre el pavimento enlosado, adoraron y bendijeron al Señor, repitiendo: Porque es bueno y porque es eterna su misericordia.
II Par 7:3 Asimismo todos los hijos de Israel estaban viendo bajar el fuego y la gloria del Señor sobre la casa, y postrándose rostro por tierra sobre el pavimento enlosado, adoraron y bendijeron al Señor, repitiendo: Porque es bueno y porque es eterna su misericordia.
II Par 7:4 Entretanto el rey y todo el pueblo inmolaron víctimas delante del Señor.
II Par 7:6 Al mismo tiempo atendían los sacerdotes a sus ministerios, y los levitas, al son de sus instrumentos, cantaban los salmos que había compuesto el rey David para alabar al Señor, repitiendo: Porque es eterna su misericordia. Cantaban éstos los himnos de David al son de sus instrumentos; y los sacerdotes enfrente de ellos, sonaban las trompetas, y todo Israel estaba en pie.
II Par 7:7 Santificó también Salomón el medio del atrio de los sacerdotes, frente del templo del Señor; porque había ofrecido allí holocaustos, y la grasa de las víctimas pacíficas; por cuanto el altar de bronce que había hecho, no podía ser suficiente para tantos holocaustos, y sacrificios y grasa de las víctimas pacíficas.
II Par 7:10 En fin, el día ventitrés del mes séptimo envió a sus casas todas las gentes, alegres y llenas de júbilo por los beneficios que el Señor había hecho a David y Salomón y a su pueblo de Israel.
II Par 7:11 Así acabó Salomón el templo del Señor, y el palacio real, y cuantas cosas se había propuesto en su corazón hacer en la casa del Señor y en su propia casa; y fue feliz.
II Par 7:11 Así acabó Salomón el templo del Señor, y el palacio real, y cuantas cosas se había propuesto en su corazón hacer en la casa del Señor y en su propia casa; y fue feliz.
II Par 7:12 Se le apareció después el Señor de noche por segunda vez, y le dijo: He oído tu oración, y me he escogido este lugar, para casa de sacrificio y oración.
II Par 7:21 Y será esta casa el escarnio de todos los caminantes; los cuales dirán asombrados: ¿Por qué motivo ha tratado así el Señor a este país y a esta casa?
II Par 7:22 Y les responderán: Porque abandonaron al Señor Dios de sus padres, que los sacó de la tierra de Egipto, y han abrazado dioses ajenos, y los han adorado y rendido culto; por eso han caído sobre ellos todas estas calamidades.
II Par 8:1 Pasados ya veinte años después que Salomón edificó la casa del Señor, y la suya propia,
II Par 8:11 A la hija del faraón la mudó de la ciudad de David a la casa que edificó para ella. Porque dijo el rey: No habitará mi mujer en la casa de David, rey de Israel; pues quedó esta casa santificada, por haberse hospedado en ella el arca del Señor.
II Par 8:12 Entonces Salomón ofreció al Señor holocaustos sobre el altar del Señor, que había erigido delante del pórtico;
II Par 8:12 Entonces Salomón ofreció al Señor holocaustos sobre el altar del Señor, que había erigido delante del pórtico;
II Par 8:16 Salomón tuvo prevenidos todos los gastos, desde el día en que echó los cimientos de la casa del Señor, hasta el día en que la acabó.
II Par 9:4 y la manera con que era servida su mesa, y las habitaciones de sus cortesanos, y las diferentes clases de los que le servían y la magnificencia de sus vestidos, y los coperos con sus ricos trajes, y las víctimas que se inmolaban en el templo del Señor, quedó atónita y como fuera de sí;
II Par 9:8 Bendito sea el Señor Dios tuyo, que te ha colocado sobre su trono para reinar en el lugar del Señor tu Dios. Como Dios ama a Israel, y quiere conservarle para siempre; por eso te ha constituido rey suyo, para que lo gobiernes y administres justicia.
II Par 9:8 Bendito sea el Señor Dios tuyo, que te ha colocado sobre su trono para reinar en el lugar del Señor tu Dios. Como Dios ama a Israel, y quiere conservarle para siempre; por eso te ha constituido rey suyo, para que lo gobiernes y administres justicia.
II Par 9:11 De cuya madera de tino mandó el rey hacer la gradería del templo del Señor y del palacio real, como también las cítaras y los salterios para los cantores. No se vio nunca en el país de Judá madera como ésta.
II Par 11:2 Pero el Señor habló a Semeías, varón de Dios, diciéndole:
II Par 11:4 Esto dice el Señor: No marcharéis ni pelearás contra vuestros hermanos. Vuelva cada uno a su casa; pues se ha hecho esta división por voluntad mía. Así que oyeron ellos la palabra del Señor, se retiraron y no pasaron adelante contra Jeroboam.
II Par 11:4 Esto dice el Señor: No marcharéis ni pelearás contra vuestros hermanos. Vuelva cada uno a su casa; pues se ha hecho esta división por voluntad mía. Así que oyeron ellos la palabra del Señor, se retiraron y no pasaron adelante contra Jeroboam.
II Par 11:14 abandonando sus ejidos y todos sus bienes, y pasándose a la parte de Judá y Jerusalén , por haberlos echado Jeroboam y sus sucesores, para que no ejerciesen las funciones del sacerdocio del Señor.
II Par 11:16 Pero de todas las tribus de Israel vinieron a Jerusalén a ofrecer sus sacrificios delante del Señor Dios de sus padres, cuantos habían resuelto en su corazón seguir al Señor Dios de Israel.
II Par 11:16 Pero de todas las tribus de Israel vinieron a Jerusalén a ofrecer sus sacrificios delante del Señor Dios de sus padres, cuantos habían resuelto en su corazón seguir al Señor Dios de Israel.
II Par 12:1 Fortalecido Roboam, y asegurado en el reino, abandonó la ley del Señor, e hizo lo mismo todo Israel a su ejemplo.
II Par 12:2 Por tanto, el año quinto del reinado de Roboam (por haber pecado los israelitas contra el Señor), vino Sesac, rey de Egipto, contra Jerusalén ,
II Par 12:5 Entonces Semeías, profeta, se presentó ante Roboam, y los príncipes de Judá, que se habían congregado en Jerusalén huyendo de Sesac, y les dijo: Esto dice el Señor: Vosotros me abandonasteis; pues yo también os abandono a vosotros en poder de Sesac.