Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

Señor

Zac 13:3 Y si alguno de allí en adelante todavía profetizare, le dirán su padre y su madre que lo engendraron: Tú morirás porque esparces mentiras en nombre del Señor. Y cuando él profetizare, lo traspasarán o herirán su mismo padre y madre que lo engendraron.
Zac 13:7 ¡Oh espada!, desenváinate contra mi pastor y contra el varón unido conmigo, dice el Señor de los ejércitos; hiere al pastor, y serán dispersadas las ovejas; y extenderé mi mano sobre los párvulos.
Zac 13:8 Y sucederá que en toda la tierra, dice el Señor, dos partes de sus moradores serán dispersadas y perecerán, y la tercera parte quedará en ella.
Zac 13:9 Y a esta tercera parte la haré pasar por el fuego, y la purificaré como se purifica la plata, y la acrisolaré como es acrisolado el oro. Ellos invocarán mi Nombre, y yo los escucharé propicio. Yo diré: Pueblo mío eres tú; y él dirá: Tú eres mi Dios y Señor.
Zac 14:1 He aquí que vienen los días del Señor, y se hará en medio de ti la repartición de tus despojos.
Zac 14:3 Y saldrá después el Señor, y peleará contra aquellas naciones, como peleó en el día de aquella batalla.
Zac 14:5 Y vosotros huiréis al valle de aquellos montes, pues el valle de aquellos montes estará contiguo al monte vecino, y huiréis al modo que huisteis por miedo del terremoto en los tiempos de Ozías, rey de Judá. Y vendrá el Señor mi Dios; y con él todos los santos.
Zac 14:7 Y vendrá un día que sólo es conocido del Señor que no será ni día, ni noche; mas al fin de la tarde aparecerá la luz.
Zac 14:9 Y el Señor será el rey de toda la tierra: en aquel tiempo el Señor será el único; y no habrá más Nombre venerado que el suyo.
Zac 14:9 Y el Señor será el rey de toda la tierra: en aquel tiempo el Señor será el único; y no habrá más Nombre venerado que el suyo.
Zac 14:12 La plaga con que el Señor herirá a todas las gentes que han peleado contra las gentes que han peleado contra Jerusalén , será ésta: Se le consumirán a cada uno sus carnes, estando en pie, y se le pudrirán los ojos en sus concavidades, y se le deshará en la boca su lengua.
Zac 14:13 En aquel día excitará el Señor gran alboroto entre ellos, y cada uno asirá de la mano al otro, y se agarrará de la mano de su hermano.
Zac 14:16 Y todos aquellos que quedaren de cuantas gentes vinieren contra Jerusalén , subirán todos los años a adorar al rey, Señor de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de los Tabernáculos.
Zac 14:17 Y cualquiera que sea de las familias de la tierra de Judá, y no fuere a Jerusalén a adorar al rey, que es Señor de los ejércitos, no vendrá lluvia para él.
Zac 14:18 Que si alguna familia de Egipto no se moviere y no viniere, tampoco lloverá sobre ella; antes bien el Señor castigará con total ruina a todas las gentes que no fueren a celebrar la fiesta de los Tabernáculos.
Zac 14:20 En aquel día todo lo precioso que adorna el freno del caballo será consagrado al Señor, y las calderas de la casa del Señor serán tantas como las copas del altar.
Zac 14:20 En aquel día todo lo precioso que adorna el freno del caballo será consagrado al Señor, y las calderas de la casa del Señor serán tantas como las copas del altar.
Zac 14:21 Y todas las calderas de Jerusalén y de Judá serán consagradas al Señor de los ejércitos; y todos aquellos que ofrecerán sacrificios vendrán y las tomarán para cocer en ellas las carnes; y no habrá ya mercader o traficante alguno en el templo del Señor de los ejércitos en aquel tiempo.
Zac 14:21 Y todas las calderas de Jerusalén y de Judá serán consagradas al Señor de los ejércitos; y todos aquellos que ofrecerán sacrificios vendrán y las tomarán para cocer en ellas las carnes; y no habrá ya mercader o traficante alguno en el templo del Señor de los ejércitos en aquel tiempo.
Mal 1:1 Duro anuncio del Señor contra Israel por medio de Malaquías.
Mal 1:2 Yo os amé, dice el Señor, y vosotros habéis dicho: ¿En qué nos amaste? Pues qué, dice el Señor, ¿no era Esaú hermano de Jacob , y yo amé más a Jacob ,
Mal 1:2 Yo os amé, dice el Señor, y vosotros habéis dicho: ¿En qué nos amaste? Pues qué, dice el Señor, ¿no era Esaú hermano de Jacob , y yo amé más a Jacob ,
Mal 1:4 Que si los idumeos dijeren: Destruidos hemos sido, pero volveremos a restaurar nuestras ruinas; he aquí lo que dice el Señor de los ejércitos: Ellos edificarán, y yo destruiré; y serán llamados país impío, pueblo contra el cual está el Señor indignado para siempre.
Mal 1:4 Que si los idumeos dijeren: Destruidos hemos sido, pero volveremos a restaurar nuestras ruinas; he aquí lo que dice el Señor de los ejércitos: Ellos edificarán, y yo destruiré; y serán llamados país impío, pueblo contra el cual está el Señor indignado para siempre.
Mal 1:5 Vosotros veréis esto con vuestros ojos, diréis: Glorificado sea el Señor más allá de los confines de Israel.
Mal 1:6 Honra a su padre el hijo, y el siervo honra a su señor, pues si yo soy vuestro padre, ¿dónde está la honra que me corresponde? Y si yo soy vuestro Señor, ¿dónde está la reverencia que me es debida?, dice el Señor de los ejércitos a vosotros, los sacerdotes que despreciáis mi Nombre, y decís: ¿En qué hemos despreciado tu Nombre?
Mal 1:6 Honra a su padre el hijo, y el siervo honra a su señor, pues si yo soy vuestro padre, ¿dónde está la honra que me corresponde? Y si yo soy vuestro Señor, ¿dónde está la reverencia que me es debida?, dice el Señor de los ejércitos a vosotros, los sacerdotes que despreciáis mi Nombre, y decís: ¿En qué hemos despreciado tu Nombre?
Mal 1:7 Vosotros ofrecéis sobre mi altar un pan impuro; y después decís: ¿En qué te hemos ultrajado? En eso que decís: La mesa del Señor está envilecida.
Mal 1:8 Si ofreciereis una res ciega para ser inmolada, ¿no será esto una cosa mal hecha? Y si ofreciereis una res coja y enferma, ¿no será esto una cosa mala? Preséntasela a tu caudillo, y verás si le será grata, y si te recibirá benignamente, dice el Señor de los ejércitos.
Mal 1:9 Ahora, pues, orad en la presencia de Dios, para que se apiade de vosotros (porque tales han sido vuestros procederes); quizá él os acogerá benignamente, dice el Señor de los ejércitos.
Mal 1:10 ¿Quién hay entre vosotros que cierre de balde las puertas, y encienda el fuego sobre mi altar? El afecto mío no es hacia vosotros, dice el Señor de los ejércitos, y no aceptaré de vuestra mano ofrenda ninguna.
Mal 1:11 Porque desde Levante a Poniente es grande mi Nombre entre las naciones, y en todo lugar se sacrifica y se ofrece al Nombre mío una ofrenda pura; pues grande es mi Nombre entre las naciones, dice el Señor de los ejércitos.
Mal 1:12 Pero vosotros los habéis profanado, diciendo: La mesa del Señor está contaminada; y es cosa vil lo que se ofrece sobre ella, con el fuego que lo consume.
Mal 1:13 Y vosotros decís: He aquí el fruto de nuestro trabajo; y lo envilecéis, dice el Señor de los ejércitos, y ofrecéis la res coja y enferma, y me presentáis una ofrenda de lo que habéis robado. Pues qué, ¿he de aceptarla yo de vuestra mano?, dice el Señor.
Mal 1:13 Y vosotros decís: He aquí el fruto de nuestro trabajo; y lo envilecéis, dice el Señor de los ejércitos, y ofrecéis la res coja y enferma, y me presentáis una ofrenda de lo que habéis robado. Pues qué, ¿he de aceptarla yo de vuestra mano?, dice el Señor.
Mal 1:14 Maldito será el hombre fraudulento, el cual tiene en su rebaño una res sin defecto, y habiendo hecho un voto, inmola al Señor una que es defectuosa; porque yo soy un rey grande, dice el Señor de los ejércitos, y terrible es mi Nombre entre las naciones.
Mal 1:14 Maldito será el hombre fraudulento, el cual tiene en su rebaño una res sin defecto, y habiendo hecho un voto, inmola al Señor una que es defectuosa; porque yo soy un rey grande, dice el Señor de los ejércitos, y terrible es mi Nombre entre las naciones.
Mal 2:2 Si no quisiereis escuchar, ni quisiereis asentar en vuestro corazón dar gloria a mi Nombre, dice el Señor de los ejércitos, yo enviaré sobre vosotros la miseria y maldeciré vuestras bendiciones, o bienes, y echaré sobre ellas maldición; puesto que vosotros no habéis hecho caso de mí.
Mal 2:4 Y conoceréis que yo os hice aquella ley, para que permaneciese firme mi alianza con Leví, dice el Señor de los ejércitos.
Mal 2:7 Porque en los labios del sacerdote ha de estar el depósito de la ciencia, y de su boca se ha de aprender la ley; puesto que él es el ángel del Señor de los ejércitos.
Mal 2:8 Pero vosotros os habéis desviado del camino, y habéis escandalizado a muchísimos, haciéndoles violar la ley; habéis hecho nula la alianza de Leví, dice el Señor de los ejércitos.
Mal 2:11 Prevaricó Judá, reinó la abominación en Israel y en Jerusalén ; porque Judá contaminó la santidad del Señor o su nación santa, amada de él, y contrajo matrimonios con hijas de un dios extraño.
Mal 2:12 Por eso el Señor exterminará de los tabernáculos de Jacob al hombre que esto hiciere, al maestro y al discípulo de esta abominación, y a aquel que ofrece dones al Señor de los ejércitos.
Mal 2:12 Por eso el Señor exterminará de los tabernáculos de Jacob al hombre que esto hiciere, al maestro y al discípulo de esta abominación, y a aquel que ofrece dones al Señor de los ejércitos.
Mal 2:13 Y aun habéis hecho más: Habéis cubierto de lágrimas, de lamentos y de gemidos el altar del Señor; de manera que yo no vuelvo ya mis ojos hacia ningún sacrificio, ni recibiré cosa alguna de vuestras manos, que pueda aplacarme.
Mal 2:14 Vosotros dijisteis: ¿Y por qué motivo? Porque el Señor, responde Dios, fue testigo entre ti y la mujer que tomaste en tu primera edad, a la cual despreciaste; siendo ella tu compañera y tu esposa, mediante el pacto hecho.
Mal 2:15 Pues, ¿no la hizo a ella aquel Señor que es uno? ¿Y no es ella una partícula de su espíritu? Y aquel uno ¿qué es lo que quiere, sino una prole o linaje de Dios? Guardad, pues, custodiad vuestro espíritu, y no despreciéis la mujer que tomasteis en vuestra juventud.
Mal 2:16 Cuando tú la llegues a mirar con odio, déjala, dice el Señor Dios de Israel, mas la iniquidad te cubrirá todo, como te cubre el vestido, dice el Señor de los ejércitos. Guardad, ¡oh maridos!, vuestro espíritu, y no queráis desechar vuestra mujer.
Mal 2:16 Cuando tú la llegues a mirar con odio, déjala, dice el Señor Dios de Israel, mas la iniquidad te cubrirá todo, como te cubre el vestido, dice el Señor de los ejércitos. Guardad, ¡oh maridos!, vuestro espíritu, y no queráis desechar vuestra mujer.
Mal 2:17 Enfadosos habéis sido vosotros al Señor con vuestros discursos y con todo decís: ¿En qué le hemos causado enfado? En eso que andáis diciendo: Cualquiera que obra mal, ése es bueno a los ojos del Señor, y ése le es grato: y si no es así, ¿en dónde se halla el Dios que ejerce la justicia?