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Isa 2:10
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Métete entre las peñas, pueblo infiel, escóndete en las cavidades de la tierra, huye del semblante airado del Señor y de la gloria de su majestad.
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Isa 2:11
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Los ojos altaneros del hombre serán humillados, y la altivez de los grandes quedará abatida, y sólo el Señor será ensalzado aquel día.
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Isa 2:12
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Porque el día del Señor de los ejércitos va a aparecer terrible para todos los soberbios y altaneros, y para todos los arrogantes; y serán humillados;
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Isa 2:17
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Y la arrogancia de los hombres será doblegada o abatida, y humillada la altivez de los magnates, y sólo el Señor será el ensalzado aquel día.
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Isa 2:19
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Y se meterán los hombres en las cavernas de las peñas y en las concavidades de la tierra, por causa de la presencia formidable del Señor y de la gloria de su majestad, cuando se levante para castigar la tierra.
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Isa 2:21
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Y se entrará por las aberturas de las rocas y por las cavernas de los peñascos; aterrado por el miedo del Señor y por la gloria de su majestad, cuando se levante para castigar la tierra.
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Isa 3:1
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Porque he aquí que el soberano Señor de los ejércitos privará a Jerusalén y a Judá de todos los varones robustos y fuertes, de todo sustento de pan y de todo sustento de agua;
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Isa 3:8
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Pues se va arruinando Jerusalén y se pierde Judá, por cuanto su lengua y sus designios son contra el Señor, hasta irritar los ojos de su majestad.
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Isa 3:13
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El Señor se presenta para hacer justicia, se presenta para juzgar a los pueblos.
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Isa 3:14
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El Señor entrará en juicio con los ancianos de su pueblo y con sus príncipes. Porque vosotros sois, les dirá , los que habéis devorado mi viña, y en vuestra casa están las rapiñas hechas al pobre.
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Isa 3:15
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Y ¿por qué motivo despedazáis mi pueblo, y deshacéis a golpes los rostros de los pobres, dice el Señor Dios de los ejércitos?
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Isa 3:16
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Y el Señor dijo también: Por cuanto se han empinado las hijas de Sión, y andan paseando con el cuello erguido, guiñando los ojos, y haciendo gestos con sus manos y ruido con sus pies, y caminan con pasos afectados:
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Isa 3:17
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Raerá el Señor la cabeza de las hijas de Sión, y las despojará de sus cabellos.
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Isa 3:18
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Aquel día les quitará el Señor el adorno del calzado, y las lunetas,
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Isa 4:2
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Aquel día brotará el retoño del Señor con magnificencia y con gloria, y el fruto de la tierra será ensalzado, y será el regocijo de aquellos de Israel que se salvaren.
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Isa 4:4
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Y esto acaecerá cuando el Señor haya limpiado las inmundicias de las hijas de Sión, y lavado la sangre con que está manchada Jerusalén , mediante el espíritu de justicia y el espíritu de celo.
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Isa 4:5
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Y creará el Señor por todos los lugares del monte de Sión, y doquiera que es invocado, una nube sombría durante el día, y un resplandor luminoso durante la noche; porque sobre toda el Arca gloriosa brillará su protección.
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Isa 5:7
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El hecho es que la viña del Señor de los ejércitos es la casa de Israel, y los hombres de Judá son su plantel delicioso; y me prometí de ellos juicio o acciones justas, y no veo más que iniquidades; y esperé la justicia, y no oigo sino clamores de los oprimidos.
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Isa 5:9
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Llegan a mis oídos estas cosas, dice el Señor de los ejércitos, os aseguro que muchas casas grandes y hermosas quedarán desiertas y sin morador.
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Isa 5:12
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Cítara, y lira, y pandero, y flauta, y vino en vuestros convites; y no dais siquiera una mirada a la obra del Señor, ni consideráis las obras de sus manos.
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Isa 5:16
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Y el Señor de los ejércitos será ensalzado por la rectitud de su juicio, y la santidad de Dios será reconocida por su administración de la justicia.
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Isa 5:24
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Por esto, así como la lengua del fuego devora la estopa, y la quema el ardor de la llama; del mismo modo la raíz de ellos será como pavesa, y cual polvo se desvanecerá su renuevo. Porque han desechado la ley del Señor de los ejércitos, y blasfemado de la palabra del Santo de Israel.
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Isa 5:25
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Por esta causa el furor del Señor se encendió contra su pueblo, y extendió su mano sobre él, y lo hirió, y los montes se estremecieron, y sus cadáveres yacen tendidos como basura en medio de las plazas. Y no se ha aplacado su furor con todas estas cosas; todavía está levantada su mano justiciera.
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Isa 6:1
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El año que murió el rey Ozías, vi al Señor sentado en un solio excelso y elevado, y las franjas de sus vestidos llenaban el templo.
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Isa 6:3
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Y con voz esforzada cantaban a coro, diciendo: ¡Santo, Santo, Santo, el Señor Dios de los ejércitos, llena está toda la tierra de su gloria!
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Isa 6:5
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Y dije: ¡Desgraciado de mí que no he hablado, por ser yo hombre de labios impuros, y habitar en medio de un pueblo cuyos labios están contaminados; y he visto con mis propios ojos al Rey, Señor de los ejércitos!
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Isa 6:8
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Y luego oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré?, y ¿quién irá por nosotros?; y respondí yo: Aquí estoy; envíame a mí.
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Isa 6:9
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Y dijo entonces el Señor: Anda y dirás a ese pueblo: Oiréis y más oiréis, y no querréis entender; y veréis lo que presento a vuestros ojos, y no querréis haceros cargo de ello.
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Isa 6:11
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Y dije yo: ¿Hasta cuándo durará, Señor, tu indignación? Y respondió: Hasta que desoladas las ciudades, queden sin habitantes, y las casas sin gente, y la tierra desierta.
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Isa 6:12
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Y el Señor arrojará a los hombres lejos de su país, y se multiplicarán los que quedaron sobre la tierra.
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Isa 6:13
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Y todavía serán éstos diezmados, y se convertirán otra vez al Señor, y denotarán su pasada grandeza como un terebinto, y como una vieja encina que extendía muy lejos sus ramas; y la simiente que de ellos quedará, será una semilla santa.
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Isa 7:3
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Y dijo el Señor a Isaías: Ve, sal al encuentro de Acaz, tú y el hijo que te queda, Jasub, al último del canal que conduce el agua a la piscina superior, por el camino que conduce al campo del Batanero.
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Isa 7:7
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Pues esto dice el Señor Dios: No cuajará, ni tendrá efecto tal designio;
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Isa 7:10
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Y habló de nuevo el Señor a Acaz, diciendo:
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Isa 7:11
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Pide a tu gusto al Señor tu Dios una señal o prodigio, sea del profundo del infierno, sea de arriba en lo más alto del cielo.
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Isa 7:12
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Y respondió Acaz: No pediré tal, por no tentar al Señor.
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Isa 7:14
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Por tanto el mismo Señor os dará la señal: Sabed que una virgen concebirá y tendrá un hijo, y su nombre será Emmanuel, o Dios con nosotros.
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Isa 7:17
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Enviará el Señor por medio del rey de los asirios, sobre ti, sobre tu pueblo y sobre la casa de tu padre tiempos tales y tan aciagos, cuales no existieron desde el día en que Efraín se separó de Judá.
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Isa 7:18
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Y sucederá que en aquel día el Señor dará un silbido a los pueblos que cubren como moscas lo último de los ríos de Egipto, y a otros que armados de saetas, están como abejas en la tierra de Asur;
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Isa 7:20
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Aquel día el Señor por medio de una navaja alquilada, esto es, por medio de aquellos que habitan en la otra parte del río Eufrates, por medio del rey de los asirios, raerá todas las cabezas, el vello de los pies y todas las barbas.
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Isa 8:1
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Me dijo más el Señor: Toma un pergamino grande, y escribe en él en caracteres claros e inteligibles: Date prisa a tomar los despojos, apresúrate a coger la presa.
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Isa 8:3
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y cohabité con la profetisa mi esposa, y ella concibió y tuvo un hijo. Y me dijo el Señor: Ponle un nombre que signifique coge aprisa los despojos, apresúrate a coger la presa .
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Isa 8:5
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Y me habló el Señor de nuevo diciendo:
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Isa 8:7
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por esto he aquí que el Señor traerá sobre ellos las aguas del río Eufrates impetuosas y abundantes, (esto es, al rey de los asirios con todas sus fuerzas) y subirán sobre todos sus arroyos, y se extenderán por todas sus riberas,
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Isa 8:11
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Pues esto me dijo el Señor cuando con mano poderosa me corrigió, advirtiéndome que no siguiese los pasos de este pueblo: Mira,
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Isa 8:13
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Al Señor de los ejércitos, a él solo glorificad; él solo sea el que os haga temer y temblar. Y él será el que os santifique.
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Isa 8:17
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Yo, sin embargo, tengo puesta mi esperanza en el Señor, que ha escondido su rostro de la casa de Jacob , y en esta esperanza perseveraré.
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Isa 8:18
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Me veis aquí a mí y a mis hijos, que me dio el Señor para que sirvan de señal y portento a Israel, de parte del Señor de los ejércitos, que habita en el monte de Sión.
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Isa 8:18
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Me veis aquí a mí y a mis hijos, que me dio el Señor para que sirvan de señal y portento a Israel, de parte del Señor de los ejércitos, que habita en el monte de Sión.
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Isa 9:7
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Su imperio será amplificado, y la paz no tendrá fin; se sentará sobre el solio de David; y poseerá su reino para afianzarlo y consolidarlo haciendo reinar la equidad y la justicia desde ahora y para siempre. El celo del Señor de los ejércitos es el que hará estas cosas.
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