Mt 27:10
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y las emplearon en la compra del campo de un alfarero, como me lo ordenó el Señor.
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Mt 27:63
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diciendo: Señor, nos hemos acordado que aquel impostor, estando todavía en vida, dijo: Después de tres días resucitaré.
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Mt 28:2
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A este tiempo se sintió un gran terremoto; porque bajó del cielo un ángel del Señor, y acercándose al sepulcro removió la piedra, y se sentó encima.
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Mt 28:6
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ya no está aquí porque ha resucitado, según predijo. Venid y mirad el lugar donde estaba sepultado el Señor.
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Mc 1:3
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Esta es la voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, hacedle rectas las sendas.
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Mc 2:23
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En otra ocasión, caminando el Señor junto a unos sembrados un día de sábado, sus discípulos se adelantaron y empezaron a coger espigas, y a comer el grano.
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Mc 5:19
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Mas Jesús no le admitió, sino que le dijo: Vete a tu casa y con tus parientes, y anuncia a los tuyos la gran merced que te ha hecho el Señor, y la misericordia que ha usado contigo.
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Mc 7:28
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A lo que replicó ella, y dijo: Es verdad, Señor; pero al menos los cachorrillos comen debajo de la mesa las migajas que dejan caer los hijos.
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Mc 9:23
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Y luego el padre del muchacho, bañado en lágrimas, exclamó diciendo: ¡Oh Señor, yo creo; ayuda tú mi incredulidad!
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Mc 11:3
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Y si alguien os dijere: ¿Qué hacéis?, responded que el Señor lo necesita; y al instante os lo dejará traer acá.
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Mc 11:10
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¡Bendito sea el que viene en nombre del Señor! ¡Bendito sea el reino de nuestro padre David que vemos llegar ahora!¡Hosanna en lo más alto de los cielos!
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Mc 12:11
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El Señor es el que hizo eso, y estamos viendo con nuestros ojos tal maravilla?
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Mc 12:29
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Y Jesús le respondió: El primero de todos los mandamientos es éste: Escucha, ¡oh Israel!, el Señor Dios tuyo, es el solo Dios:
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Mc 12:30
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Amarás al Señor Dios tuyo con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con todas tus fuerzas; éste es el mandamiento primero;
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Mc 12:36
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Siendo así que el mismo David, inspirado del Espíritu Santo, dice: Dijo el Señor a mi Señor, siéntate a mi diestra hasta tanto que yo haya puesto a tus enemigos por tarima de tus pies.
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Mc 12:36
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Siendo así que el mismo David, inspirado del Espíritu Santo, dice: Dijo el Señor a mi Señor, siéntate a mi diestra hasta tanto que yo haya puesto a tus enemigos por tarima de tus pies.
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Mc 12:37
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Pues si David le llama su Señor, ¿por dónde o cómo es su hijo? Y el numeroso auditorio le oía con gusto.
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Mc 13:20
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Y si el Señor no hubiere abreviado aquellos días, no se salvaría hombre alguno; mas en gracia de los escogidos, que él eligió los ha abreviado.
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Mc 16:19
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Así el Señor Jesús , después de haberles hablado varias veces, fue elevado al cielo, y está sentado a la diestra de Dios.
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Mc 16:20
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Y sus discípulos fueron, y predicaron en todas partes, cooperando el Señor, y confirmando su doctrina con los milagros que la acompañaban.
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Lc 1:6
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Ambos eran justos a los ojos de Dios, guardando, como guardaban, todos los mandamientos y leyes del Señor irreprensiblemente,
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Lc 1:9
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según el estilo que había entre los sacerdotes, entrar en el templo del Señor, o lugar llamado santo,
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Lc 1:11
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Entonces se le apareció a Zacarías un ángel del Señor, puesto en pie a la derecha del altar del incienso,
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Lc 1:15
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porque será grande en la presencia del Señor. No beberá vino ni cosa que pueda embriagar, y será lleno del Espíritu Santo ya desde el seno de su madre,
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Lc 1:16
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y convertirá a muchos de los hijos de Israel al Señor Dios suyo,
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Lc 1:17
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delante del cual irá él revestido del espíritu y de la virtud de Elías para reunir los corazones de los padres o patriarcas con los de los hijos y conducir los incrédulos a la prudencia y fe de los antiguos justos, a fin de preparar al Señor un pueblo perfecto.
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Lc 1:25
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Esto ha hecho el Señor conmigo, ahora que ha tenido a bien borrar mi oprobio de delante de los hombres.
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Lc 1:28
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Y habiendo entrado el ángel a donde ella estaba, le dijo: Dios te salve, ¡oh llena de gracia!, el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres.
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Lc 1:32
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Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo, al cual el Señor Dios dará el trono de su padre David, y reinará en la casa de Jacob eternamente,
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Lc 1:38
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Entonces dijo María: He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra. Y en seguida el ángel desapareciendo se retiró de su presencia.
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Lc 1:43
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Y ¿de dónde a mí tanto bien que venga la madre de mi Señor a visitarme?
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Lc 1:45
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¡Oh bienaventurada tú que has creído! Porque se cumplirán las cosas que se te han dicho de parte del Señor.
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Lc 1:46
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Entonces María dijo: Mi alma glorifica al Señor,
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Lc 1:66
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Y cuantos los oían, los meditaban en su corazón, diciéndose unos a otros: ¿Quién pensáis será este niño? Porque la mano del Señor estaba con él.
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Lc 1:68
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Bendito sea el Señor Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo;
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Lc 1:76
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Y tú, ¡oh niño!, tú serás llamado el profeta del Altísimo; porque irás delante del Señor a preparar sus caminos,
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Lc 2:9
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cuando de improviso un ángel del Señor apareció junto a ellos, y los cercó con su resplandor una luz divina, lo cual los llenó de sumo temor.
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Lc 2:11
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y es, que hoy os ha nacido en la ciudad de David el Salvador , que es el Cristo , o Mesías, el Señor nuestro.
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Lc 2:15
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Luego que los ángeles se apartaron de ellos y volaron al cielo, los pastores se decían unos a otros: Vamos hasta Betlehem o Belén, y veamos este suceso prodigioso que acaba de suceder, y que el Señor nos ha manifestado.
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Lc 2:22
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Cumplido asimismo el tiempo de la purificación de la madre, según la ley de Moisés, llevaron al niño a Jerusalén , para presentarle al Señor,
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Lc 2:23
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como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que nazca el primero, será consagrado al Señor;
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Lc 2:23
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como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que nazca el primero, será consagrado al Señor;
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Lc 2:24
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y para presentar la ofrenda de un par de tórtolas, o dos palominos, como está ordenado en la ley del Señor.
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Lc 2:26
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El mismo Espíritu Santo le había revelado, que no había de morir antes de ver al Cristo o Ungido del Señor.
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Lc 2:29
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Ahora, Señor, ahora sí que sacas en paz de este mundo a tu siervo, según tu promesa.
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Lc 2:38
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Esta, pues, sobreviniendo a la misma hora, alababa igualmente al Señor, y hablaba de él a todos los que esperaban la redención de Israel.
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Lc 2:39
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Y María y José con el niño Jesús , cumplidas todas las cosas ordenadas en la ley del Señor, regresaron a Galilea a su ciudad de Nazaret.
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Lc 3:2
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hallándose sumos sacerdotes Anás y Caifás; el Señor hizo entender su palabra a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto;
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Lc 3:4
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como está escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías: Se oirá la voz de uno que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas;
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Lc 4:8
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Jesús , en respuesta le dijo: Escrito está: Adorarás al Señor Dios tuyo, y a él sólo servirás.
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