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Sab 19:20
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Al contrario, las llamas no dañaban los cuerpos de los animales, de suyo combustibles, que andaban dentro de ellas, ni derretían el maná, aquel delicioso manjar, que se deshacía tan fácilmente como la escarcha. Así que, ¡oh Señor!, en todo y por todo engrandeciste a tu pueblo, y lo honraste, y no te desdeñaste de asistirle en todo tiempo y en todo lugar.
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Ecli 1:1
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Toda sabiduría viene del Señor Dios, y con él estuvo siempre y existe antes de los siglos.
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Ecli 1:8
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Sólo el Creador, Altísimo, Omnipotente, y Rey grande, y sumamente terrible que está sentado sobre su trono, y es el Señor Dios,
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Ecli 1:11
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El temor del Señor es gloria y justo motivo de gloriarse; y es alegría y corona de triunfo.
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Ecli 1:12
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El temor del Señor recreará el corazón y dará contento, y gozo, y larga vida.
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Ecli 1:13
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Al que teme al Señor le irá felizmente en sus postrimerías, y será bendito el día de su muerte.
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Ecli 1:16
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El principio de la sabiduría es el temor del Señor, el cual es creado con los fieles en el seno materno, y acompaña siempre a las santas y escogidas mujeres, y se da a conocer en la conducta de los justos y fieles.
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Ecli 1:17
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El temor del Señor es la santificación de la ciencia.
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Ecli 1:19
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Quien teme al Señor será feliz, y bendito será el día de su fallecimiento.
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Ecli 1:22
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Corona de la sabiduría es el temor del Señor, el cual da paz cumplida y frutos de salud.
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Ecli 1:25
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La raíz de la sabiduría es el temor del Señor, y sus ramos son de larga vida.
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Ecli 1:27
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El temor del Señor destierra el pecado.
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Ecli 1:34
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Pues la sabiduría y la disciplina vienen del temor del Señor, y lo que le agrada
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Ecli 1:36
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No seas rebelde al temor del Señor; ni acudas a él con corazón doble.
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Ecli 1:40
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por haberte acercado al Señor con malignidad, estando tu corazón lleno de doblez y engaño.
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Ecli 2:7
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Vosotros los temerosos del Señor aguardad con paciencia su misericordia; y nunca os desviéis de él, para que no caigáis.
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Ecli 2:8
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Los que teméis al Señor creed o confiad en él; pues no se malogrará vuestro galardón.
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Ecli 2:9
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Los que teméis al Señor, esperad en él; que su misericordia vendrá a consolaros.
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Ecli 2:10
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Los que teméis al Señor, amadlo; y serán iluminados vuestros corazones.
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Ecli 2:11
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Contemplad, hijos, las generaciones de los hombres; y veréis cómo ninguno que confió en el Señor quedó burlado.
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Ecli 2:17
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¿Qué harán cuando comience el Señor su juicio?
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Ecli 2:18
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Los que temen al Señor no serán desobedientes a su palabra; y los que le aman seguirán constantemente el camino del Señor.
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Ecli 2:18
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Los que temen al Señor no serán desobedientes a su palabra; y los que le aman seguirán constantemente el camino del Señor.
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Ecli 2:19
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Los que temen al Señor inquirirán las cosas que les sean agradables; y aquellos que lo aman estarán penetrados de su santa ley.
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Ecli 2:20
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Los que temen al Señor prepararán sus corazones; y en la presencia de él sacrificarán sus almas.
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Ecli 2:21
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Los que temen al Señor guardan sus mandamientos; y conservan la paciencia hasta el día que los visite,
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Ecli 2:22
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diciendo entre sí: Si no hacemos penitencia, caeremos en las manos del Señor y no en manos de los hombres.
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Ecli 3:8
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Quien teme al Señor, honra a los padres; y sirve, como a sus señores, a los que le dieron el ser.
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Ecli 4:11
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Y serás tú como un hijo obediente al altísimo, y este Señor será para contigo más compasivo que una madre.
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Ecli 5:6
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No digas: ¡Oh, la misericordia del Señor es grande!; él me perdonará mis muchos pecados.
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Ecli 5:8
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No tardes en convertirte al Señor, ni lo difieras de un día para otro;
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Ecli 5:12
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Manténte firme en el camino del Señor, y en la verdad de tus sentimientos, y en tu saber o ciencia; y vaya siempre contigo la palabra de paz y de justicia.
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Ecli 6:16
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Bálsamo de vida y de inmortalidad es un fiel amigo; y aquellos que temen al Señor lo encontrarán.
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Ecli 7:4
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No pidas al Señor guiar o conducir a los demás, ni al rey puesto honorífico.
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Ecli 7:21
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No te separes de la mujer sensata y buena, que por el temor del Señor te cupo en suerte; porque la gracia de su modestia vale más que todo el oro.
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Ecli 7:31
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Con toda tu alma teme al Señor; y reverencia a sus sacerdotes.
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Ecli 7:35
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Ofrecerás como don al Señor las espaldas de tus víctimas y el sacrificio de santificación, y las primicias de las cosas santas,
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Ecli 10:5
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En manos de Dios está la prosperidad del hombre; y el Señor hace participar de su gloria al que enseña a los otros su ley.
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Ecli 10:15
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Apartándose su corazón de aquel Señor que lo creó. Así, pues, el primer origen de todo pecado es la soberbia, y quien es gobernado por ella rebosará en abominaciones, y ella al fin será su ruina.
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Ecli 10:16
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Por eso el Señor cargó de ignominia la raza de los malvados, y les destruyó hasta exterminarlos.
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Ecli 10:23
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Honrada será la descendencia del que teme a Dios; mas será deshonrada la del que traspasa los mandamientos del Señor.
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Ecli 10:24
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Entre los hermanos el superior o primogénito es honrado de todos; así sucederá en la presencia del Señor a aquellos que le temen.
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Ecli 12:2
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Haz bien al justo, y lograrás una gran recompensa, si no de él, al menos del Señor.
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Ecli 14:14
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No te prives de las ventajas de un buen día que Dios te concede; y del buen don o bien que te da el Señor no dejes perder ninguna parte.
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Ecli 15:10
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porque Dios es la sabiduría, y con la sabiduría anda acompañada la alabanza de Dios; y rebosará en los labios del hombre fiel, y el Señor soberano se la infundirá.
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Ecli 15:13
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Aborrece el Señor toda maldad, la cual no puede ser amada de aquellos que lo temen.
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Ecli 15:20
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Tiene puestos el Señor sus ojos sobre los que le temen, y él observa todas las acciones de los hombres.
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Ecli 16:12
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Porque la misericordia y la ira están con el Señor; puede aplacarse, y puede descargar su enojo.
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Ecli 17:21
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Conviértete, pues, al Señor, y abandona tus vicios.
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Ecli 17:22
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Haz oración ante la presencia del Señor y remueve las ocasiones de caer.
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