Job 42:11
|
Vinieron luego a verlo todos sus hermanos y todas sus hermanas, y cuantos antes lo habían conocido y tratado; y comieron con él en su casa, y le dieron muestras de su tierna compasión, consolándolo de todas las tribulaciones que el Señor le había enviado; y le dio cada uno de ellos, a modo de presente, una oveja y un zarcillo de oro.
|
Job 42:12
|
Y el Señor echó su bendición sobre Job en su último estado, mucho más aún que en el primero. Y llegó a tener catorce mil ovejas, y seis mil camellos, y mil yuntas de bueyes, y mil asnas.
|
Salm 1:2
|
sino que tiene puesta toda su voluntad en la ley del Señor, y está meditando en ella día y noche.
|
Salm 1:6
|
Porque conoce el Señor y premia el proceder de los justos; mas la senda de los impíos terminará en la perdición.
|
Salm 2:2
|
Se han coligado los reyes de la tierra; y se han confederado los príncipes contra el Señor, y contra su Cristo o Mesías.
|
Salm 2:4
|
Mas aquel que reside en los cielos se burlará de ellos; se mofará de ellos el Señor.
|
Salm 2:7
|
A mí me dijo el Señor: Tú eres mi hijo; yo te engendré hoy.
|
Salm 2:11
|
Servid al Señor con temor, y regocijaos en él, poseídos siempre de un temblor santo.
|
Salm 2:12
|
Abrazad la buena doctrina; no sea que al fin se irrite el Señor, y perezcáis descarriados de la senda de la justicia.
|
Salm 3:2
|
¡Ah, Señor! ¿Cómo es que se han aumentado tanto mis perseguidores? Son muchísimos los que se han rebelado contra mí.
|
Salm 3:4
|
Pero tú, ¡oh Señor!, tú eres mi protector, mi gloria, y el que me haces levantar cabeza.
|
Salm 3:5
|
A voces clamé al Señor, y él me oyó benigno desde su santo monte.
|
Salm 3:6
|
Yo me dormí, y me entregué a un profundo sueño; y me levanté, porque el Señor me tomó bajo su amparo.
|
Salm 3:7
|
No temeré, pues, a ese innumerable gentío que me tiene cercado; levántate, ¡oh Señor!, sálvame tú, Dios mío.
|
Salm 3:9
|
Del Señor nos viene la salvación; y tú, oh Dios mío, bendecirás a tu pueblo.
|
Salm 4:4
|
Sabed, pues, que es el Señor quien ha hecho admirable su Santo: el Señor me oirá siempre que clamare a él.
|
Salm 4:4
|
Sabed, pues, que es el Señor quien ha hecho admirable su Santo: el Señor me oirá siempre que clamare a él.
|
Salm 4:6
|
Ofreced sacrificios de justicia, y confiad en el Señor. Dicen muchos: ¿Quién nos hará ver los bienes que se nos prometen?
|
Salm 4:7
|
Impresa está, Señor, sobre nosotros la luz de tu rostro: tú has infundido la alegría en mi corazón.
|
Salm 4:10
|
Porque tú, ¡Oh Señor!, sólo tú has asegurado mi esperanza.
|
Salm 5:2
|
Presta oídos, Señor, a mis palabras; escucha mis clamores.
|
Salm 5:4
|
Porque a ti enderezaré mi oración; de mañana, ¡oh Señor!, oirás mi voz.
|
Salm 5:7
|
Tú aborreces a todos los que obran la iniquidad; tú perderás a todos aquellos que hablan mentira. Al hombre sanguinario y fraudulento, el Señor lo abominará.
|
Salm 5:9
|
Guíame, ¡oh Señor!, por la senda de tu injusticia; haz que sea recto ante tus ojos mi camino, por causa de mis enemigos.
|
Salm 5:11
|
Su garganta es un sepulcro abierto; con sus lenguas urden continuamente engaños. Júzgalos, ¡oh Dios mío. Frústrense sus designios, arrójalos fuera, lejos de tu presencia, como lo merecen sus muchas impiedades; puesto que, ¡oh Señor!, te han irritado.
|
Salm 5:13
|
porque tú colmarás de bendiciones al justo. Señor, con tu benevolencia, como con un escudo, nos has cubierto por todos lados.
|
Salm 6:2
|
Señor, no me reprendas en medio de tu saña, ni me castigues en la fuerza de tu enojo.
|
Salm 6:3
|
Ten, Señor, misericordia de mí, que estoy sin fuerzas; sáname, oh Señor, porque hasta mis huesos se han estremecido.
|
Salm 6:3
|
Ten, Señor, misericordia de mí, que estoy sin fuerzas; sáname, oh Señor, porque hasta mis huesos se han estremecido.
|
Salm 6:4
|
Y está mi alma sumamente perturbada: pero tú, Señor, ¿hasta cuándo?
|
Salm 6:5
|
Vuélvete a mí, Señor, y libra mi alma; sálvame por tu misericordia.
|
Salm 6:9
|
Apartaos lejos de mí todos los que obráis la iniquidad; porque ha oído el Señor benignamente la voz de mi llanto.
|
Salm 6:10
|
Ha otorgado el Señor mi súplica; ha aceptado mi oración.
|
Salm 7:1
|
Salmo de David, cantado por él al Señor con motivo de las palabras de Cusi, hijo de Jémini.
|
Salm 7:2
|
Señor, Dios mío, en ti he puesto mi esperanza; sálvame de todos mis perseguidores, y líbrame.
|
Salm 7:4
|
¡Ah Señor Dios mío! si yo tal hice, si hay iniquidad en mis acciones,
|
Salm 7:7
|
Levántate, ¡oh Señor! en el momento de tu enojo, y ostenta tu grandeza en medio de mis enemigos. Sí, Señor Dios mío, levántate según la ley por ti establecida;
|
Salm 7:7
|
Levántate, ¡oh Señor! en el momento de tu enojo, y ostenta tu grandeza en medio de mis enemigos. Sí, Señor Dios mío, levántate según la ley por ti establecida;
|
Salm 7:9
|
El Señor es quien juzga a los pueblos. Júzgame, pues, oh Señor, según mi justicia, y según la inocencia que hay en mí.
|
Salm 7:9
|
El Señor es quien juzga a los pueblos. Júzgame, pues, oh Señor, según mi justicia, y según la inocencia que hay en mí.
|
Salm 7:11
|
Mi socorro lo espero del Señor; el cual saca a salvo a los rectos de corazón.
|
Salm 7:18
|
Glorificaré yo al Señor por su justicia y cantaré himnos de alabanza al excelso Nombre del Señor altísimo.
|
Salm 7:18
|
Glorificaré yo al Señor por su justicia y cantaré himnos de alabanza al excelso Nombre del Señor altísimo.
|
Salm 8:2
|
Oh Señor, soberano dueño nuestro, ¡cuán admirable es tu santo Nombre en toda la tierra! Porque tu majestad se ve ensalzada sobre los cielos.
|
Salm 8:10
|
¡Oh Señor, soberano dueño nuestro, ¡y cuán admirable es tu Nombre en toda la redondez de la tierra!
|
Salm 9:2
|
A ti, ¡oh Señor!, tributaré gracias con todo mi corazón; contaré todas tus maravillas.
|
Salm 9:8
|
Mas el Señor subsiste eternamente. El preparó su trono para ejercer el juicio;
|
Salm 9:10
|
El Señor se ha hecho el amparo del pobre; socorriéndole oportunamente en la tribulación.
|
Salm 9:11
|
Confíen, pues, en ti, ¡oh Dios mío!, los que conocen y adoran tu Nombre; porque jamás has desamparado, Señor, a los que a ti recurren.
|
Salm 9:12
|
Cantad himnos al Señor que tiene su morada en el monte santo de Sión; anunciad entre las naciones sus proezas.
|