II Par 32:16
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Otras muchas cosas hablaron también los mensajeros de Sennaquerib contra el Señor Dios y contra Ezequías , su siervo.
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II Par 32:17
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Escribió igualmente unas cartas llenas de blasfemias contra el Señor Dios de Israel, diciendo contra él: Así como los dioses de las demás naciones no pudieron librar a sus pueblos de caer en mis manos, tampoco podrá el Dios de Ezequías salvar a su pueblo del poder mío.
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II Par 32:21
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Y envió el Señor un ángel, que mató a todos los hombres fuertes y belicosos, y al general del ejército de Sennaquerib, rey de los asirios; el cual se volvió a su tierra cubierto de ignominia. Y habiendo entrado en el templo de su dios, lo atravesaron con la espada sus propios hijos.
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II Par 32:22
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De esta suerte salvó el Señor a Ezequías y a los habitantes de Jerusalén , de las manos de Sennaquerib, rey de los asirios, y de las manos de los demás enemigos, y les dio paz por todas partes.
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II Par 32:23
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Y muchos ofrecían también víctimas para los sacrificios del Señor en Jerusalén , y presentes a Ezequías , rey de Judá; el que de allí en adelante gozó de gran consideración entre las naciones todas.
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II Par 32:24
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Por aquel tiempo cayó Ezequías enfermo de muerte, e hizo oración al Señor; el cual le oyó, y le dio una señal de ello.
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II Par 32:25
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Pero Ezequías no correspondió a los beneficios recibidos, porque su corazón se envaneció, por lo cual la ira del Señor se encendió contra él, y contra Judá, y contra Jerusalén .
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II Par 32:26
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Mas después se humilló arrepentido de haberse ensoberbecido en su corazón, tanto él como los habitantes de Jerusalén ; por cuya razón no descargó sobre ellos la ira del Señor, mientras vivió Ezequías .
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II Par 32:29
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y edificó para sí ciudades o poblaciones; porque tenía innumerables rebaños de ovejas y ganados mayores; por haberle dado el Señor bienes inmensos.
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II Par 32:31
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Verdad es que por haberle sido enviados por embajadores magnates de Babilonia, para que se informaran del prodigio, que por ocasión suya había acaecido en la tierra, el Señor le dejó de su mano; a fin de probarle y hacer patente todo cuanto tenía en su corazón.
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II Par 33:2
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Pero obró el mal en la presencia del Señor, imitando las abominaciones de las gentes, exterminadas por el Señor al arribo de los hijos de Israel;
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II Par 33:2
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Pero obró el mal en la presencia del Señor, imitando las abominaciones de las gentes, exterminadas por el Señor al arribo de los hijos de Israel;
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II Par 33:4
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Construyó también altares en la casa del Señor, de la cual tenía el Señor dicho: En Jerusalén se invocará mi Nombre eternamente.
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II Par 33:4
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Construyó también altares en la casa del Señor, de la cual tenía el Señor dicho: En Jerusalén se invocará mi Nombre eternamente.
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II Par 33:5
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Y estos altares los erigió a todo el ejército del cielo en los dos atrios del templo del Señor.
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II Par 33:6
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E hizo pasar por el fuego a sus hijos en el valle de Benennom. Observaba los sueños, consultaba agüeros, se valía de artes mágicas, y tenía consigo hechiceros y encantadores, y cometió muchos pecados delante del Señor, provocando su ira.
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II Par 33:7
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Colocó asimismo un ídolo de fundición en la casa del Señor de la cual habló Dios a David y a Salomón su hijo diciendo: En esta casa y en Jerusalén , elegida por mí de entre todas las tribus de Israel, estableceré mi Nombre eternamente.
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II Par 33:9
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Manasés, pues, sedujo a Judá y a los habitantes de Jerusalén , para que hicieran mayores males, que todas las gentes que había el Señor exterminado de la presencia de los hijos de Israel.
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II Par 33:10
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Y lo amonestó el Señor así a él como a su pueblo; mas no quisieron escucharlo;
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II Par 33:12
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Donde viéndose en la opresión, oró al Señor su Dios, y concibió un vivísimo arrepentimiento delante del Dios de sus padres,
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II Par 33:13
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y le rogó y suplicó intensamente, y el Señor oyó su oración, y lo restituyó a Jerusalén en su reino; y acabó de conocer Manasés que el Señor es el solo Dios.
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II Par 33:13
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y le rogó y suplicó intensamente, y el Señor oyó su oración, y lo restituyó a Jerusalén en su reino; y acabó de conocer Manasés que el Señor es el solo Dios.
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II Par 33:15
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Y quitó del templo del Señor los dioses extranjeros y el simulacro, como también los altares que había erigido en el monte Sión de la casa del Señor, y en Jerusalén , y lo hizo arrojar todo fuera de la ciudad.
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II Par 33:15
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Y quitó del templo del Señor los dioses extranjeros y el simulacro, como también los altares que había erigido en el monte Sión de la casa del Señor, y en Jerusalén , y lo hizo arrojar todo fuera de la ciudad.
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II Par 33:16
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Y restableció el altar del Señor, e inmoló sobre él víctimas, y hostias pacíficas y de acción de gracias; y mandó a Judá que sierviese al Señor Dios de Israel.
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II Par 33:16
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Y restableció el altar del Señor, e inmoló sobre él víctimas, y hostias pacíficas y de acción de gracias; y mandó a Judá que sierviese al Señor Dios de Israel.
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II Par 33:17
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Sin embargo, el pueblo ofrecía aún sacrificios al Señor su Dios en los lugares altos.
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II Par 33:18
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Los demás hechos de Manasés, y la súplica que hizo a su Dios, como también las palabras de los profetas, que le hablaban en nombre del Señor Dios de Israel, se contienen en los Libros de los Reyes de Israel.
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II Par 33:22
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E hizo lo malo en la presencia del Señor, como lo había hecho Manasés, su padre; y sacrificó, y dio culto a todos los ídolos que había hecho Manasés.
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II Par 33:23
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Y no se humilló en la presencia del Señor, como lo hizo Manasés, su padre; antes bien cometió delitos mucho mayores.
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II Par 34:2
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E hizo lo que era recto a los ojos del Señor, y siguió los pasos de su padre David, sin torcer ni a la derecha ni a la izquierda.
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II Par 34:8
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Con lo que el año dieciocho de su reinado, purificado ya el país y el templo del Señor, envió a Safán, hijo de Eselías, y a Maasías, príncipe o magnate de la ciudad, y al canciller Johá hijo de Joacaz, para que cuidasen de la restauración del templo del Señor Dios suyo.
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II Par 34:8
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Con lo que el año dieciocho de su reinado, purificado ya el país y el templo del Señor, envió a Safán, hijo de Eselías, y a Maasías, príncipe o magnate de la ciudad, y al canciller Johá hijo de Joacaz, para que cuidasen de la restauración del templo del Señor Dios suyo.
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II Par 34:9
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Los cuales vinieron a Helcías, sumo sacerdote, y recibiendo de él el dinero depositado en la casa del Señor, y que los levitas y porteros habían recogido de las tribus de Manasés y Efraín, y de todo el resto de Israel, como también de todo Judá, y de Benjamín, y de los moradores de Jerusalén ;
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II Par 34:10
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lo entregaron en manos de los capataces de los que trabajaban en la casa del Señor para la restauración del templo y reparación de todas sus quiebras.
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II Par 34:14
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Al tiempo de sacar el dinero depositado en el templo del Señor, encontró el sumo sacerdote Helcías el Libro de la ley del Señor escrita por mano de Moisés;
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II Par 34:14
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Al tiempo de sacar el dinero depositado en el templo del Señor, encontró el sumo sacerdote Helcías el Libro de la ley del Señor escrita por mano de Moisés;
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II Par 34:15
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y dijo a Safán, secretario: He hallado en la casa del Señor el Libro de la ley; y se lo entregó.
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II Par 34:17
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La plata encontrada en la casa del Señor se ha fundido, y se ha entregado a los capataces de los artífices y obreros de diferentes labores.
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II Par 34:21
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Id, y orad o consultad al Señor por mí y por las reliquias de Israel y de Judá, acerca de todas las palabras de este libro que se ha encontrado; porque grande es el furor o azote del Señor que está para descargar sobre nosotros; por cuanto no han guardado nuestros padres las palabras del Señor, ni cumplido todo cuanto está escrito en este libro.
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II Par 34:21
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Id, y orad o consultad al Señor por mí y por las reliquias de Israel y de Judá, acerca de todas las palabras de este libro que se ha encontrado; porque grande es el furor o azote del Señor que está para descargar sobre nosotros; por cuanto no han guardado nuestros padres las palabras del Señor, ni cumplido todo cuanto está escrito en este libro.
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II Par 34:21
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Id, y orad o consultad al Señor por mí y por las reliquias de Israel y de Judá, acerca de todas las palabras de este libro que se ha encontrado; porque grande es el furor o azote del Señor que está para descargar sobre nosotros; por cuanto no han guardado nuestros padres las palabras del Señor, ni cumplido todo cuanto está escrito en este libro.
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II Par 34:23
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Ella le respondió: Esto dice el Señor Dios de Israel: Decid a la persona que os ha enviado a mí:
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II Par 34:24
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Así ha hablado el Señor: He aquí que yo enviaré sobre este lugar y sobre sus moradores las calamidades y todas las maldiciones escritas en ese libro que se ha leído delante del rey de Judá;
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II Par 34:26
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Al rey de Judá que os ha enviado para que yo ruegue al Señor, le diréis: Esto dice el Señor Dios de Israel: Ya que por haber oído las palabras del libro,
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II Par 34:26
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Al rey de Judá que os ha enviado para que yo ruegue al Señor, le diréis: Esto dice el Señor Dios de Israel: Ya que por haber oído las palabras del libro,
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II Par 34:27
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se ha enternecido tu corazón, y te has humillado en el acatamiento de Dios, con motivo de lo que en él hay escrito contra este lugar, y contra los habitantes de Jerusalén ; y temblando de mi majestad, has rasgado tus vestiduras, y llorado en mi presencia; yo también te he oído, dice el Señor.
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II Par 34:30
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subió al templo del Señor, acompañado de todos los varones de Judá, y de los moradores de Jerusalén , de los sacerdotes y levitas, y de todo el pueblo, grandes y pequeños. Y estando todos con atención en el templo del Señor, leyó el rey el libro palabra por palabra.
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II Par 34:30
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subió al templo del Señor, acompañado de todos los varones de Judá, y de los moradores de Jerusalén , de los sacerdotes y levitas, y de todo el pueblo, grandes y pequeños. Y estando todos con atención en el templo del Señor, leyó el rey el libro palabra por palabra.
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II Par 34:31
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Y puesto en pie en su estrado o solio, hizo pacto o prometió delante del Señor de caminar en pos de él, y de observar sus preceptos, y leyes y ceremonias, con todo su corazón, y con toda su alma, y de hacer todas las cosas escritas en el libro que acababa de leer;
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