I Tes 5:28
|
La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros. Amén.
|
II Tes 1:1
|
Pablo y Silvano, y Timoteo, a la Iglesia de los tesalonicenses, congregada en el nombre de Dios nuestro Padre, y en el Señor Jesucristo:
|
II Tes 1:2
|
la gracia y la paz sea con vosotros, de parte de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.
|
II Tes 1:7
|
y a vosotros, que estáis al presente atribulados, os haga gozar con nosotros del descanso eterno, cuando el Señor Jesús descenderá del cielo y aparecerá con los ángeles que son los ministros de su poder,
|
II Tes 1:8
|
cuando vendrá con llamas de fuego a tomar venganza de los que conocieron a Dios, y de los que no obedecen la buena nueva de nuestro Señor Jesucristo;
|
II Tes 1:9
|
los cuales sufrirán la pena de una eterna condenación confundidos por la presencia del Señor y por el brillante resplandor de su poder
|
II Tes 1:12
|
a fin de que sea glorificado en vosotros el nombre de nuestro Señor Jesucristo; y vosotros en él, por la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.
|
II Tes 1:12
|
a fin de que sea glorificado en vosotros el nombre de nuestro Señor Jesucristo; y vosotros en él, por la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.
|
II Tes 2:1
|
Entretanto, hermanos, os suplicamos por el advenimiento de nuestro Señor Jesucristo y de nuestra reunión al mismo,
|
II Tes 2:2
|
que no abandonéis ligeramente vuestros primeros sentimientos, ni os alarméis con supuestas revelaciones, con ciertos discursos, o con cartas que se supongan enviadas por nosotros, como si el día del Señor estuviera ya muy cercano.
|
II Tes 2:8
|
Y entonces se dejará ver aquel perverso, a quien el Señor Jesús matará con el resuello o el sólo aliento de su boca, y destruirá con el resplandor de su presencia
|
II Tes 2:14
|
a la cual os llamó así mismo por medio de nuestra buena nueva, para haceros conseguir la gloria de nuestro Señor Jesucristo.
|
II Tes 2:16
|
Y nuestro Señor Jesucristo, y Dios y padre nuestro , que nos amó, y dio eterno consuelo y buena esperanza por la gracia,
|
II Tes 3:4
|
Y así confiamos en el Señor, que vosotros hacéis ya ahora lo que ordenamos en esta carta, y que lo haréis en adelante.
|
II Tes 3:5
|
El Señor entretanto dirija vuestros corazones en el amor de Dios y en la paciencia de Cristo .
|
II Tes 3:6
|
Por lo que os comunicamos, hermanos, en nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de cualquiera de entre vuestros hermanos que proceda desordenadamente, y no conforme a la tradición o enseñanza que ha recibido de nosotros.
|
II Tes 3:12
|
Pues a éstos los apercibimos, y les rogamos encarecidamente por nuestro Señor Jesucristo, que trabajando quietamente en sus casas, coman así su propio pan o el que ellos se ganen.
|
II Tes 3:16
|
Así el mismo Señor y autor de la paz os conceda siempre paz en todas partes. El Señor sea con todos vosotros.
|
II Tes 3:16
|
Así el mismo Señor y autor de la paz os conceda siempre paz en todas partes. El Señor sea con todos vosotros.
|
II Tes 3:18
|
la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.
|
I Tim 1:2
|
a Timoteo, querido hijo o discípulo en la fe, gracia, misericordia y paz de Dios Padre, y de nuestro Señor Jesucristo.
|
I Tim 1:12
|
Gracias doy a aquel que me ha confortado, a Jesucristo nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio a mí,
|
I Tim 1:14
|
y así ha sobreabundado en mí la gracia de nuestro Señor Jesucristo con la fe y caridad que es en Cristo Jesús o por sus méritos.
|
I Tim 6:1
|
Todos los que están debajo del yugo de la servidumbre, han de considerar a sus señores como dignos de todo respeto, para que el nombre del Señor y su doctrina no sea blasfemada.
|
I Tim 6:3
|
Si alguno enseña de otra manera, y no abraza las saludables palabras o instrucciones de nuestro Señor Jesucristo, y la doctrina que es conforme a la piedad o religión,
|
I Tim 6:14
|
que guardes lo mandado, conservándote sin mancha, sin ofensión, hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo,
|
I Tim 6:15
|
venida que hará manifiesta a su tiempo el bienaventurado y solo poderoso, el Rey de los reyes y Señor de los señores,
|
II Tim 1:2
|
a Timoteo, hijo carísimo, gracia, misericordia y paz, de parte de Dios Padre y de nuestro Señor Jesucristo.
|
II Tim 1:8
|
Por tanto, no te avergüences del testimonio de nuestro Señor, o de confesar tu fe públicamente, ni de mí que estoy en cadenas por amor suyo, antes bien padece y trabaja a una conmigo por el evangelio con la virtud que recibirás de Dios.
|
II Tim 1:16
|
Derrame el Señor sus misericordias sobre la casa de Onesíforo, porque me ha consolado muchas veces, y no se ha avergonzado de mi cadena;
|
II Tim 1:18
|
El Señor le conceda hallar misericordia delante de él en aquel día grande del juicio. Cuántos servicios me prestó en Efeso, tú lo sabes bien.
|
II Tim 2:8
|
Acuérdate que nuestro Señor Jesucristo, del linaje de David, resucitó de entre los muertos, según la buena nueva que predico,
|
II Tim 2:19
|
Pero el fundamento de Dios se mantiene firme, el cual está marcado con el sello de estas palabras: El Señor conoce a los suyos, y no se perderá uno de ellos; y apártese de la maldad cualquiera que invoca el nombre del Señor.
|
II Tim 2:19
|
Pero el fundamento de Dios se mantiene firme, el cual está marcado con el sello de estas palabras: El Señor conoce a los suyos, y no se perderá uno de ellos; y apártese de la maldad cualquiera que invoca el nombre del Señor.
|
II Tim 2:21
|
Si alguno, pues, se purificare de estas cosas, será un vaso de honor santificado y útil para el servicio del Señor, aparejado para toda obra buena.
|
II Tim 2:22
|
Por tanto, huye de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, la caridad y la paz con aquellos que invocan al Señor con limpio corazón y son capaces de ella.
|
II Tim 3:11
|
cuáles las persecuciones y vejaciones que he padecido, lo que me aconteció en Antioquía e Iconio, y en Listra, cuán grandes han sido las persecuciones que he tenido que sufrir, y cómo de todas me ha sacado a salvo el Señor.
|
II Tim 4:8
|
Nada me resta sino aguardar la corona de justicia que me está reservada, y que me dará el Señor en aquel día como justo juez, y no sólo a mí, sino también a los que llenos de fe desean su venida. Date prisa en venir pronto a mí.
|
II Tim 4:14
|
Alejandro, el calderero me ha hecho mucho mal; el Señor le dará el pago conforme a sus obras.
|
II Tim 4:17
|
Mas el Señor me asistió y alentó, para que yo acabase de predicar, y me oyesen todas las naciones; y fui librado de la boca o garras del león.
|
II Tim 4:18
|
El Señor me librará de todo pecado, y me conducirá a su reino celestial, a él sea dada la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
|
II Tim 4:22
|
El Señor Jesucristo sea con tu espíritu. La gracia permanezca con vosotros. Amén.
|
Filem 1:3
|
gracia y paz a vosotros, de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
|
Filem 1:5
|
oyendo la fe que tienes en el Señor Jesús , y tu caridad para con todos los santos o fieles,
|
Filem 1:16
|
no ya como siervo, sino como quien de siervo ha venido a ser por el bautismo un hermano muy amado, de mí en particular; ¿pero cuánto más de ti, pues que te pertenece según el mundo y según el Señor?
|
Filem 1:20
|
Sí, por cierto, hermano. Reciba yo de ti este gozo en el Señor. Da en nombre del Señor este consuelo a mi corazón.
|
Filem 1:20
|
Sí, por cierto, hermano. Reciba yo de ti este gozo en el Señor. Da en nombre del Señor este consuelo a mi corazón.
|
Filem 1:25
|
La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén.
|
Heb 1:10
|
Y en otro lugar se dice del hijo de Dios: Tú eres, ¡oh Señor!, el que al principio fundó la tierra, y obras de tus manos son los cielos,
|
Heb 2:3
|
¿cómo lo evitaremos nosotros, si desatendemos la buena nueva de tan gran salud? La cual habiendo comenzado el Señor a predicarla, ha sido después confirmada hasta nosotros por los que la habían oído,
|