Hech 18:4
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Y todos los sábados disputaba en la sinagoga, haciendo entrar siempre en sus discursos el nombre del Señor Jesús , y procurando convencer a los judíos y a los griegos.
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Hech 18:8
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Con todo Crispo, jefe de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su familia, como también muchos ciudadanos de Corinto, oyendo a Pablo creyeron, y fueron bautizados.
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Hech 18:9
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Entonces el Señor, apareciéndose una noche a Pablo, le dijo: No tienes que temer, prosigue predicando, y no dejes de hablar;
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Hech 18:25
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Estaba este instruido en el camino del Señor, y predicaba con fervoroso espíritu, y enseñaba exactamente todo lo perteneciente a Jesús , aunque no conocía más que el bautismo de Juan.
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Hech 18:26
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Apolo, pues, comenzó a predicar con toda libertad en la sinagoga; y habiéndole oído Priscila y Aquila, se lo llevaron consigo, y le instruyeron más a fondo en la doctrina del Señor.
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Hech 19:5
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Oído esto, se bautizaron en nombre del Señor Jesús .
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Hech 19:9
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Mas como algunos de ellos endurecidos no creyesen, antes blasfemasen de la doctrina del Señor delante de los oyentes, apartándose de ellos, separó a los discípulos, y platicaba o enseñaba todos los días en la escuela de un tal Tirano.
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Hech 19:10
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Lo que practicó por espacio de dos años, de manera que todos los que habitaban en Asia, oyeron la palabra del Señor, así judíos como gentiles.
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Hech 19:13
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Tentaron así mismo ciertos judíos exorcistas que andaban girando de una parte a otra, el invocar sobre los endemoniados el nombre del Señor Jesús , diciendo: Os conjuro por aquel Jesús , a quien Pablo predica.
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Hech 19:17
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Cosa que fue notoria a todos los judíos y gentiles que habitaban en Efeso; y todos ellos quedaron llenos de temor, y era engrandecido el nombre del Señor Jesús .
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Hech 19:23
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Durante este tiempo fue cuando acaeció un no pequeño alboroto con ocasión del camino del Señor, o de la buena nueva.
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Hech 20:19
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sirviendo al Señor con toda humildad y entre lágrimas, en medio de las adversidades que me han sobrevenido por la conspiración de los judíos contra mí;
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Hech 20:21
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y en particular exhortando a los judíos y gentiles a convertirse a Dios y a creer sinceramente en nuestro Señor Jesucristo.
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Hech 20:24
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Pero yo ninguna de estas cosas temo; ni aprecio más mi vida que a mí mismo, o a mi alma, siempre que de esta suerte concluya felizmente mi carrera, y cumpla el ministerio que he recibido del Señor Jesús para predicar la buena nueva de la gracia de Dios.
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Hech 20:35
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Yo os he hecho ver en toda mi conducta, que trabajando de esta suerte, es como se debe sobrellevar a los débiles, y tener presente las palabras del Señor Jesús , cuando dijo: Mucho mayor dicha es el dar, que el recibir.
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Hech 21:13
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A lo que respondió, y dijo: ¿Qué hacéis con llorar y afligir mi corazón? Porque yo estoy pronto, no sólo a ser aprisionado, sino también a morir en Jerusalén por el Nombre del Señor Jesús .
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Hech 21:14
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Y viendo que no podíamos persuadírselo, dejamos de instarle más, y dijimos: Hágase la voluntad del Señor.
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Hech 22:8
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Yo respondí: ¿Quién eres tú, Señor? Y me dijo: Yo soy Jesús Nazareno, a quien tú persigues.
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Hech 22:10
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Yo dije: ¿Qué haré, Señor? Y el Señor me respondió: Levántate, y ve a Damasco, donde se te dirá todo lo que debes hacer.
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Hech 22:10
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Yo dije: ¿Qué haré, Señor? Y el Señor me respondió: Levántate, y ve a Damasco, donde se te dirá todo lo que debes hacer.
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Hech 22:19
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Señor, respondí yo, ellos saben que yo era el que andaba por las sinagogas, metiendo en la cárcel y maltratando a los que creían en ti;
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Hech 22:21
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Pero el Señor me dijo: Anda, que yo te quiero enviar lejos de aquí hacia los gentiles.
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Hech 23:11
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A la noche siguiente se le apareció el Señor, y le dijo: ¡Pablo, buen ánimo!, así como has dado testimonio de mí en Jerusalén , así conviene también que lo des en Roma.
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Hech 25:26
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Bien que como no tengo cosa cierta que escribir al Señor acerca de él, por esto le he hecho venir a vuestra presencia, mayormente ante ti, ¡oh rey Agripa!, para que examinándole tenga yo algo que escribir.
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Hech 26:15
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Yo entonces respondí: ¿Quién eres tú, Señor? Y el Señor me dijo: Yo soy Jesús , a quien tú persigues.
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Hech 26:15
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Yo entonces respondí: ¿Quién eres tú, Señor? Y el Señor me dijo: Yo soy Jesús , a quien tú persigues.
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Hech 28:31
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predicando el reino de Dios, y enseñando con toda libertad, sin que nadie se lo prohibiese, lo tocante a Nuestro Señor Jesucristo.
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Rom 1:3
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acerca de su Hijo Jesucristo nuestro Señor, que le nació según la carne del linaje de David,
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Rom 1:7
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A todos aquellos que estáis en Roma, que sois amados de Dios, y santos por vuestra vocación, gracia y paz de parte de Dios nuestro Padre y de nuestro Señor Jesucristo.
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Rom 4:24
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sino también para nosotros, a quienes se ha de imputar igualmente a justicia, creer en aquel que resucitó de entre los muertos, Jesucristo Señor nuestro;
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Rom 5:1
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Justificados, pues, por la fe, mantengamos la paz con Dios mediante nuestro Señor Jesucristo,
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Rom 5:11
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Y no tan sólo eso, sino que también nos gloriamos en Dios por nuestro Señor Jesucristo, por cuyo medio hemos obtenido ahora la reconciliación.
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Rom 5:21
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a fin de que al modo que reinó el pecado para dar la muerte, así también reine la gracia en virtud de la justicia para dar la vida eterna, por Jesucristo nuestro Señor.
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Rom 6:11
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Así ni más ni menos vosotros considerad también que realmente estáis muertos al pecado por el bautismo , y que vivís ya para Dios en Jesucristo Señor nuestro.
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Rom 6:23
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Porque el estipendio y paga del pecado es la muerte; pero la vida eterna es una gracia de Dios por Jesucristo nuestro Señor.
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Rom 7:25
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Solamente la gracia de Dios por los méritos de Jesucristo, Señor nuestro. Entretanto yo mismo vivo sometido por el espíritu a la ley de Dios, y por la carne a la ley del pecado.
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Rom 8:36
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(Según está escrito, por ti, ¡oh, Señor!, somos entregados cada día en manos de la muerte, somos tratados como ovejas destinadas al matadero).
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Rom 8:39
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ni todo lo que hay de más alto, ni de más profundo, ni otra ninguna criatura podrá jamás separarnos del amor de Dios, que se funda en Jesucristo nuestro Señor.
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Rom 9:28
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Porque Dios en su justicia reducirá su pueblo a un corto número; el Señor hará una gran rebaja sobre la tierra.
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Rom 9:29
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Y antes había dicho el mismo Isaías: Si el Señor de los ejércitos no hubiese conservado a algunos de nuestro linaje, hubiéramos venido a quedar semejantes a Sodoma y Gomorra.
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Rom 10:9
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Pues si confesareis con tu boca al Señor Jesús , y creyeres en tu corazón que Dios le ha resucitado de entre los muertos, serás salvo.
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Rom 10:12
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Puesto que no hay distinción de judío y de gentil; por cuanto uno mismo es el Señor de todos, rico para con todos aquellos que le invocan.
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Rom 10:13
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Porque todo aquel que invocare de veras el nombre del Señor, será salvo.
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Rom 10:16
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Verdad es que no todos obedecen la buena nueva. Y por eso dijo Isaías: ¡Oh Señor!, ¿quién ha creído lo que nos ha oído predicar?
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Rom 11:3
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¡Oh Señor!, a tus profetas los han muerto, demolieron tus altares, y he quedado yo solo, y atentan contra mi vida?
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Rom 11:34
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Porque, ¿quién ha conocido los designios del Señor? O ¿quién fue su consejero?
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Rom 12:11
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No seáis flojos en cumplir vuestro deber; sed fervorosos de espíritu, acordándoos que el Señor es a quien servís.
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Rom 12:19
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No os venguéis vosotros mismos, queridos míos, sino dad lugar a que se pase la cólera; pues está escrito: A mí toca la venganza; yo haré justicia, dice el Señor.
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Rom 13:14
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mas revestíos de nuestro Señor Jesucristo, y no busquéis cómo contentar los antojos de vuestra sensualidad.
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Rom 14:6
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El que hace distinción de días, la hace para agradar al Señor. Y el que come de todo para agradar al Señor come, pues da gracias a Dios. Y el que se abstiene de ciertas viandas, por respeto al Señor lo hace; y así es que da gracias a Dios.
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