Jn 21:7
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Entonces el discípulo aquel que Jesús amaba, dijo a Pedro: Es el Señor. Simón Pedro apenas oyó: Es el Señor, se vistió la túnica (pues estaba desnudo, o en paños menores) y se echó al mar.
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Jn 21:7
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Entonces el discípulo aquel que Jesús amaba, dijo a Pedro: Es el Señor. Simón Pedro apenas oyó: Es el Señor, se vistió la túnica (pues estaba desnudo, o en paños menores) y se echó al mar.
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Jn 21:12
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Les dijo Jesús : Vamos, almorzad. Y ninguno de los que estaban comiendo osaba preguntarle: ¿Quién eres tú?, sabiendo bien que era el Señor.
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Jn 21:15
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Acabada la comida, dijo Jesús a Simón Pedro: Simón, hijo de Juan, ¿me amas tú más que éstos? Le dijo: Sí, Señor, tú sabes que te amo. Le dijo: Apacienta mis corderos.
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Jn 21:16
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Por segunda vez le dijo: Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Le respondió: Sí, Señor, tú sabes que te amo. Le dijo: Apacienta mis corderos.
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Jn 21:17
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Le dijo por tercera vez: Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Pedro se entristeció de que por tercera vez le preguntase si le amaba; y así respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú conoces bien que yo te amo. Le dijo Jesús : Apacienta mis ovejas.
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Jn 21:20
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Volviéndose Pedro a mirar, vio venir detrás al discípulo amado de Jesús , aquel que en la cena se reclinara sobre su pecho, y había preguntado: Señor, ¿quién es el que te hará traición?
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Jn 21:21
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Pedro, pues, habiéndole visto, dijo a Jesús : Señor, ¿qué será de éste?
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Hech 1:6
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Entonces los que se hallaban presentes, le hicieron esta pregunta: Señor, ¿si será éste el tiempo en que has de restituir el reino a Israel?
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Hech 1:14
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Todos los cuales, animados de un mismo espíritu, perseveraban juntos en oración con las mujeres piadosas, y con María la madre de Jesús , y con los hermanos, o parientes de este Señor.
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Hech 1:21
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Es necesario, pues, que de estos sujetos que han estado en nuestra compañía, todo el tiempo que Jesús Señor nuestro conversó entre nosotros,
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Hech 1:24
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Y haciendo oración dijeron: ¡Oh Señor!, tú que ves los corazones de todos, muéstranos cuál de estos dos has destinado
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Hech 2:17
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Sucederá en los postreros días, dice el Señor, que yo derramaré mi espíritu sobre todos los hombres; y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; y vuestros jóvenes tendrán visiones, y vuestros ancianos revelaciones en sueños.
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Hech 2:20
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El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que llegue el día grande y patente del Señor.
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Hech 2:21
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Entonces, todos los que hayan invocado el nombre del Señor, serán salvos.
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Hech 2:25
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Porque ya David en persona de él decía: Tenía siempre presente al Señor ante mis ojos; pues está siempre a mi diestra, para que no experimente ningún trastorno.
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Hech 2:34
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Porque no es David el que subió al cielo; antes bien él mismo dejó escrito: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra,
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Hech 2:34
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Porque no es David el que subió al cielo; antes bien él mismo dejó escrito: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra,
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Hech 2:36
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Persuádase, pues, toda la casa de Israel, que Dios ha constituido Señor, y Cristo , a este mismo Jesús , al cual vosotros habéis crucificado.
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Hech 2:39
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porque la promesa de este don es para vosotros, y para vuestros hijos, y para todos los que ahora están lejos de la salud, para cuantos llamare a sí el Señor Dios nuestro.
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Hech 2:47
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alabando a Dios, y haciéndose amar de todo el pueblo. Y el Señor aumentaba cada día el número de los que abrazaban el mismo género de vida para salvarse.
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Hech 3:20
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para cuando vengan por disposición del Señor los tiempos de consolación, y envíe al mismo Jesucristo que os ha sido anunciado.
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Hech 3:22
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Porque Moisés dijo a nuestros padres: El Señor Dios vuestro os suscitará de entre vuestros hermanos un profeta, como me ha suscitado a mí; a él habéis de obedecer en todo cuanto os diga;
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Hech 4:10
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declaramos a todos vosotros y a todo el pueblo de Israel, que la curación se ha hecho en nombre de nuestro Señor Jesucristo Nazareno, a quien vosotros crucificasteis y Dios ha resucitado. En virtud de tal nombre se presenta sano ese hombre a vuestros ojos.
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Hech 4:24
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Ellos al oírlo, levantaron todos unánimes la voz a Dios, y dijeron: ¡Señor!, tú eres el que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo cuanto en ellos se contiene;
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Hech 4:26
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Se armaron los reyes de la tierra, y los príncipes se coligaron contra el Señor y contra su Cristo .
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Hech 4:29
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Ahora, pues, Señor, mira sus vanas amenazas, y da a tus siervos el predicar con toda confianza tu palabra,
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Hech 4:33
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Los apóstoles con gran valor daban testimonio de la resurrección de Jesucristo Señor nuestro; y en todos los fieles resplandecía la gracia con abundancia.
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Hech 5:9
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Entonces Pedro le dijo: ¿Por qué os habéis concertado para tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los que enterraron a tu marido; y ellos mismos te llevarán a enterrar.
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Hech 5:14
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Con esto se aumentaba más y más el número de los que creían en el Señor, así de hombres como de mujeres,
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Hech 5:19
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Mas el ángel del Señor, abriendo por la noche las puertas de la cárcel, y sacándoles fuera les dijo:
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Hech 7:7
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si bien, dijo el Señor, yo tomaré venganza de la nación a la cual servirán como esclavos; y al cabo saldrán libres de aquel país, y me servirán a mí en este lugar.
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Hech 7:30
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Cuarenta años después se le apareció un ángel del Señor en el desierto del monte Sinaí , entre las llamas de una zarza que ardía sin consumirse.
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Hech 7:31
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Se maravilló Moisés al ver aquel espectáculo; y acercándose a contemplarlo, oyó la voz del Señor, que le decía:
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Hech 7:33
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Pero el Señor le dijo: Quítate de los pies el calzado; porque el lugar en que estás, es una tierra santa.
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Hech 7:49
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El cielo es mi trono, y la tierra el estrado de mis pies. ¿Qué especies de casas me habéis de edificar vosotros?, dice el Señor; o ¿cuál podrá ser digno lugar de mi descanso?
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Hech 7:59
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Y apedreaban a Esteban, el cual estaba orando, y diciendo: ¡Señor Jesús , recibe mi espíritu!
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Hech 7:60
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Y poniéndose de rodillas, clamó en alta voz: ¡Señor, no les hagas cargo de este pecado! Y dicho esto durmió en el Señor. Saulo había consentido como los otros a la muerte de Esteban.
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Hech 7:60
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Y poniéndose de rodillas, clamó en alta voz: ¡Señor, no les hagas cargo de este pecado! Y dicho esto durmió en el Señor. Saulo había consentido como los otros a la muerte de Esteban.
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Hech 8:16
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Porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente estaban bautizados en nombre del Señor Jesús .
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Hech 8:24
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Respondió Simón, y dijo: Rogad por mí vosotros al Señor, para que no venga sobre mí nada de lo que acabáis de decir.
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Hech 8:25
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Ellos en fin, habiendo predicado y dado testimonio de la palabra del Señor, regresaron a Jerusalén , anunciando la buena nueva en muchos distritos de los samaritanos.
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Hech 8:26
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Mas un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Parte, y ve hacia el mediodía, por la vía que lleva de Jerusalén a Gaza; la cual está desierta.
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Hech 8:39
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Así que salieron del agua el Espíritu del Señor arrebató a Felipe, y no le vio más el eunuco; el cual prosiguió su viaje rebosando de gozo.
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Hech 9:1
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Mas Saulo, que todavía no respiraba sino amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, se presentó al príncipe de los sacerdotes,
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Hech 9:5
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Y él respondió: ¿Quién eres tú, Señor? Y el Señor le dijo: Yo soy Jesús , a quien tú persigues: dura cosa es para ti el dar coces contra el aguijón.
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Hech 9:5
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Y él respondió: ¿Quién eres tú, Señor? Y el Señor le dijo: Yo soy Jesús , a quien tú persigues: dura cosa es para ti el dar coces contra el aguijón.
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Hech 9:6
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El entonces, temblando y despavorido, dijo: Señor, ¿qué quieres que haga?
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Hech 9:7
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Y el Señor le respondió: Levántate y entra en la ciudad, donde se te dirá lo que debes hacer. Los que venían acompañándole estaban asombrados, oyendo sonidos de voz, pero sin ver a nadie.
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Hech 9:10
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Estaba a la sazón en Damasco un discípulo llamado Ananías, al cual dijo el Señor en una visión: ¡Ananías! Y él respondió: Aquí me tenéis, Señor.
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