Salm 29:12
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Trocaste, ¡oh Dios!, mi llanto en regocijo, rasgaste mi cilicio, y me revestiste de gozo,
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Salm 30:6
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En tus manos encomiendo mi espíritu; tú me has redimido, ¡oh Señor Dios de la verdad!
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Salm 30:10
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Apiádate de mí, ¡oh Señor! porque me veo atribulado. Mi vista, mi espíritu, mis entrañas se han conturbado por el pesar o indignación.
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Salm 31:7
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Tú eres mi asilo en la tribulación que me tiene cercado: Tú, oh alegría mía, líbrame de los que me tienen rodeado.
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Salm 31:9
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Guardaos de ser semejantes al caballo y al mulo, los cuales no tienen entendimiento. Sujeta, ¡oh Señor!, con cabestro y freno las quijadas de los que se retiran de ti.
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Salm 31:11
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Alegraos, ¡oh justos!, y regocijaos en el Señor, y gloriaos en él vosotros todos los de recto corazón.
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Salm 32:1
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Salmo de David. Regocijaos, ¡oh justos!, en el Señor; a los rectos de corazón es a quienes les está bien alabarle.
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Salm 32:22
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Venga, ¡oh Señor!, tu misericordia sobre nosotros, conforme esperamos en ti.
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Salm 34:1
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Salmo del mismo David. Juzga, ¡oh Señor!, a los que me dañan; bate a los que pelean contra mí.
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Salm 34:23
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Levántate, y entiende en mi juicio, ocúpate en mi causa, ¡oh mi Dios y Señor mío!
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Salm 34:24
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Júzgame según tu justicia, ¡oh Señor, mi Dios!, y no triunfen ellos sobre mí.
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Salm 35:7
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Como altísimos montes es grande tu justicia, abismo profundísimo tus juicios. A hombres y bestias conservas, ¡oh Señor!
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Salm 35:8
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¡Oh, cuánto has multiplicado, oh Dios, tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres esperarán bajo las sombras de tus alas.
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Salm 37:16
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Porque en ti tengo puesta, Señor, mi esperanza; tú me oirás, ¡oh Señor Dios mío!
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Salm 37:23
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Acude pronto a socorrerme, ¡oh Señor Dios, salvador mío!
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Salm 38:8
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Ahora bien, ¿cuál es mi esperanza? ¿Por ventura no eres tú, oh Señor, en quien está todo mi bien?
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Salm 39:6
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Muchas son las maravillas que has obrado, ¡oh Señor Dios mío!, y no hay quien pueda asemejarse a ti en tus designios. Me puse yo a referirlos y anunciarlos; exceden todo guarismo.
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Salm 39:9
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para cumplir tu voluntad. Eso he deseado siempre, oh Dios mío; y tengo tu ley en medio de mi corazón.
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Salm 39:18
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Yo por mí soy un mendigo y desvalido; pero el Señor tiene cuidado de mí. Tú eres, ¡oh Señor!, mi libertador y protector. No tardes, Dios mío.
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Salm 41:2
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Como busca el sediente ciervo por las fuentes de aguas, así, ¡oh Dios!, clama por ti el alma mía.
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Salm 41:6
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¿Por qué estás triste, oh alma mía?; y ¿por qué me tienes en esta agitación? Espera en Dios; porque aún cantaré sus alabanzas, como que es el salvador que tengo siempre delante de mí,
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Salm 41:12
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Pero, ¡oh alma mía!, ¿por qué estás triste?; ¿por qué me llenas de turbación? Espera en Dios, pues aún he de cantarle alabanzas, por ser él el salvador que está siempre delante de mí, y el Dios mío.
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Salm 42:1
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Salmo de David. Júzgame tú, oh Dios, y toma en tus manos mi causa; líbrame de la gente impía, y del hombre inicuo y engañador.
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Salm 42:2
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Pues tú eres, oh Dios, mi fortaleza, ¿por qué me has desechado de ti?; y ¿por qué he de andar triste, mientras me aflige mi enemigo?
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Salm 42:4
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Y me acercaré al altar de Dios, al Dios que llena de alegría mi juventud. Cantaré tus alabanzas con la cítara, ¡oh Dios, oh Dios mío!
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Salm 42:4
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Y me acercaré al altar de Dios, al Dios que llena de alegría mi juventud. Cantaré tus alabanzas con la cítara, ¡oh Dios, oh Dios mío!
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Salm 42:5
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¿Por qué estás tú triste, oh alma mía?; y ¿por qué me llenas de turbación? Espera en Dios; porque todavía he de cantarle alabanzas, por ser él el salvador , que está siempre delante de mí, y el Dios mío.
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Salm 43:2
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Nosotros, oh Dios, hemos oído por nuestros propios oídos, nuestros padres nos han contado las obras que tú hiciste en sus días y en los tiempos antiguos.
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Salm 43:10
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Mas ahora nos has desechado y cubierto de confusión; y ya no sales, oh Dios, al frente de nuestros ejércitos.
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Salm 43:23
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Levántate, ¡oh Señor!, ¿por qué haces como que duermes? Levántate, y no nos desampares para siempre.
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Salm 43:26
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Levántate, ¡oh Señor!, socórrenos; y redímenos por amor de tu Nombre.
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Salm 44:4
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Cíñete al lado tu espada, ¡oh rey potentísimo!
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Salm 44:6
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Tus penetrantes saetas traspasarán, oh rey, los corazones de tus enemigos; se rendirán a ti los pueblos.
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Salm 44:7
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El trono tuyo, ¡oh Dios!, permanece por los siglos de los siglos; el cetro de tu reino es cetro de rectitud.
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Salm 44:8
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Amaste la justicia y aborreciste la iniquidad; por eso te ungió, ¡oh Dios!, el Dios tuyo con óleo de alegría, con preferencia a tus compañeros.
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Salm 44:11
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Escucha, ¡oh hija!, y considera. y presta atento oído, y olvida tu pueblo y la casa de tu padre.
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Salm 47:10
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Hemos experimentado, ¡oh Dios!, tu misericordia en medio de tu templo.
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Salm 47:11
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Al modo que tu Nombre, ¡oh Dios!, así tu gloria se extiende hasta los últimos términos de la tierra; tu diestra está llena de justicia.
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Salm 47:12
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Alégrese el monte de Sión, y salten de placer las hijas de Judá, ¡oh Señor!, por razón de tus juicios.
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Salm 49:7
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Escucha, oh pueblo mío, y yo hablaré; Israel, escúchame, y me explicaré abiertamente contigo. Yo soy Dios, el Dios tuyo soy.
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Salm 50:3
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Ten piedad de mí, oh Dios, según la grandeza de tu misericordia; y según la muchedumbre de tus piedades, borra mi iniquidad.
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Salm 50:12
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Crea en mí, ¡oh Dios!, un corazón puro, y renueva en mis entrañas el espíritu de rectitud.
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Salm 50:16
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Líbrame de la sangre, ¡oh Dios, Dios salvador mío!, y ensalzará mi lengua tu justicia.
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Salm 50:19
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El espíritu compungido es el sacrificio más grato para Dios; no despreciarás, ¡oh Dios mío!, el corazón contrito y humillado.
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Salm 51:6
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Toda suerte de palabras mortíferas son las que has amado, ¡oh lengua alevosa!
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Salm 53:3
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Sálvame, ¡oh Dios!, por tu Nombre, y defiéndeme con tu poder.
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Salm 53:4
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Escucha, ¡oh Dios!, mi oración; presta oídos a las palabras de mi boca.
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Salm 53:7
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Haz, ¡oh Dios mío!, recaer los males sobre mis enemigos; y en honor de tu verdad extermínalos.
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Salm 53:8
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Yo te ofreceré un sacrificio voluntario; y alabaré, ¡oh Señor!, tu Nombre, que tan lleno está de bondad.
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Salm 54:2
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Oye benigno, ¡oh Dios!, mi oración, y no desprecies mi humilde súplica.
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