Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

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Tob 11:17 Y decía Tobías: Te bendigo, oh Señor Dios de Israel, porque tú me has castigado, y tú me has curado; y yo veo ya a mi hijo Tobías.
Tob 13:1 Y abriendo su boca el viejo Tobías bendijo al Señor, diciendo: Grande eres tú, oh Señor, desde la eternidad; y tu reino dura por todos los siglos.
Tob 13:3 Bendecid al Señor, oh hijos de Israel, y alabadle en presencia de las naciones.
Tob 13:8 Convertíos, pues, oh pecadores, y sed justos delante de Dios, y creed que usará con vosotros de su misericordia.
Jud 5:5 Entonces Aquior, jefe de todos los amonitas, le respondió en estos términos: Si te dignas escucharme, yo diré, oh señor, la verdad en tu presencia, acerca de este pueblo que habita en las montañas, y no saldrá de mi boca palabra falsa.
Jud 5:24 Ahora, pues, infórmate, oh señor mío, si son ellos reos de algún delito en presencia de su Dios; y en tal caso marchemos contra ellos, porque indudablemente los entregará su Dios en tus manos, y quedarán subyugados a tu dominio.
Jud 9:3 por cuyo motivo hiciste que sus mujeres fuesen robadas, y cautivadas sus hijas; y dividiste todos los despojos entre tus siervos que ardieron en celo de tu honor; socorre, te suplico, oh Señor Dios mío, a esta viuda.
Jud 9:13 Sean sus ojos, fijados en mí, el lazo en que quede preso, y hiérele tú, oh Señor, con las afectuosas palabras que salgan de mi boca.
Jud 12:4 Yo juro por tu vida, oh mi señor, respondió Judit, que no consumirá tu sierva todo lo que trae consigo, antes que cumpla Dios por mi medio lo que ha pensado. En seguida los criados de Holofernes la acompañaron al alojamiento que había mandado.
Jud 12:12 Entonces Vagao fue adonde estaba Judit, y le dijo: No tengas reparo, oh hermosa dama, de venir a casa de mi señor, para ser honrada de él, y comer en su compañía, y beber vino y alegrarte.
Jud 12:18 Le contestó Judit: Beberé, oh señor, pues que recibo yo en este día mayor gloria que en todos los demás de mi vida.
Jud 13:7 dijo: Dame valor, oh Señor Dios de Israel, y favorece en este trance la empresa de mis manos, para que sea por ti ensalzada, como lo tienes prometido, tu ciudad de Jerusalén ; y ejecute yo el designio que he formado, contando con tu asistencia para llevarlo a cabo.
Jud 13:23 En especial Ozías, cabeza del pueblo de Israel, le dijo: Bendita eres del Señor Dios altísimo tú, oh hija mía, sobre todas las mujeres de la tierra.
Est 7:3 Ester le respondió: Si yo he hallado gracia en tus ojos, oh rey mío, y si es de tu agrado, sálvame la vida, por la cual te ruego, y la de mi pueblo, por quien imploró tu clemencia.
Est 7:9 Entonces Harbona, uno de los eunucos que servían al rey, dijo: Sábete, oh rey, que en casa de Amán hay un patíbulo de cincuenta codos de alto, que él había mandado preparar para Mardoqueo, el que descubrió la conspiración contra el rey. Le respondió el rey: Colgadle luego en él.
Est 13:9 dijo: Señor, oh Señor rey omnipotente, de tu potestad dependen todas las cosas, y no hay quien resista a tu majestad.
Est 13:15 Por tanto ahora, oh Señor, Rey de reyes, oh Dios de Abrahán apiádate de tu pueblo; pues nuestros enemigos quieren perdernos y acabar con tu heredad.
Est 13:15 Por tanto ahora, oh Señor, Rey de reyes, oh Dios de Abrahán apiádate de tu pueblo; pues nuestros enemigos quieren perdernos y acabar con tu heredad.
Est 13:17 Escucha mis súplicas, y muéstrate propicio a una nación que has escogido por herencia tuya, y convierte nuestro llanto en gozo, para que viviendo alabemos, oh Señor, tu santo Nombre; y no cierres las bocas de los únicos que cantan tus alabanzas.
Est 14:5 Yo oí cantar a mi padre cómo tú, oh Señor, escogiste a Israel de entre todas las naciones, y a nuestros padres de entre todos sus antepasados para poseerlos eternamente como herencia tuya, y te portaste con ellos como habías prometido.
Est 14:7 porque hemos adorado sus dioses. Justo eres, oh Señor.
Est 14:11 No entregues, oh Señor, tu cetro a los que nada son, para que no se rían de nuestra ruina, antes bien vuelve contra ellos sus tramas, y derriba al soberbio Amán, que ha empezado a ensañarse contra nosotros.
Est 14:12 Acuérdate, Señor, de nosotros, y muéstranos tu rostro en el tiempo de nuestra tribulación, y dame a mí firme esperanza, oh Señor, Rey de los dioses, y de todas las potestades.
Est 14:14 Y líbranos con tu mano poderosa; y asísteme a mí, oh Señor, tú eres mi único auxilio, tú que conoces todas las cosas,
Est 14:18 y que desde el día en que fui trasladada acá hasta el presente, jamás ha tenido esta tu sierva contento sino en ti, oh Señor Dios de Abrahán.
Est 15:17 Porque tú, oh Señor, eres en extremo admirable, y está tu rostro lleno de gracias.
Job 7:7 Acuérdate, oh Dios mío, que mi vida es un soplo, y que no volverán a ver mis ojos la felicidad perdida,
Job 7:20 Pequé, Señor; mas ¿qué haré yo para aplacarte, oh observador de los hombres? ¿Por qué me has puesto por blanco de tus enojos, tanto que ya me he hecho intolerable a mí mismo?
Job 17:3 Líbrame, oh Señor, y ponme a tu lado, y pelee contra mí la mano de quien quiera.
Job 18:2 ¿Cuándo acabaréis, oh Job, de hablar vaciedades? Haceos cargo de lo que os decimos antes que respondáis, y después hablemos.
Job 30:15 He quedado reducido a la nada; tú, oh Dios mío, has arrebatado como viento o torbellino, todo lo que yo más amaba, y mi prosperidad ha pasado como una nube.
Job 30:20 Clamo a ti, oh Dios mío, y tú no me oyes; estoy en tu presencia, y ni siquiera me miras.
Job 33:1 Oye, pues, oh Job, mis palabras, y está atento a todas mis palabras.
Job 33:12 En esto, oh Job, no te has mostrado justo; yo te responderé que Dios es mayor que el hombre.
Job 33:31 Atiende, oh Job, y escúchame, y calla mientras yo hablo;
Job 34:2 Oíd, oh sabios, mis palabras; y vosotros, prudentes, prestadme atención;
Job 34:36 Por lo mismo, oh Padre mío, sea Job atribulado hasta el fin; no dejes en paz a ese mal hombre.
Job 36:16 Así que, oh Job, te salvará del abismo estrecho e insondable de miserias; y volverás a sentarte en tu opípara mesa.
Job 37:14 Escucha, oh Job, estas cosas; párate a reflexionar las maravillas de Dios.
Job 39:1 ¿Por ventura, oh Job, tienes noticias del tiempo en que las cabras monteses dan a luz entre las breñas, o has observado las ciervas al tiempo de su parto?
Salm 2:10 Ahora pues, ¡oh reyes!, entendedlo: Sed instruidos vosotros los que juzgáis o gobernáis la tierra.
Salm 3:4 Pero tú, ¡oh Señor!, tú eres mi protector, mi gloria, y el que me haces levantar cabeza.
Salm 3:7 No temeré, pues, a ese innumerable gentío que me tiene cercado; levántate, ¡oh Señor!, sálvame tú, Dios mío.
Salm 3:9 Del Señor nos viene la salvación; y tú, oh Dios mío, bendecirás a tu pueblo.
Salm 4:2 Así que lo invoqué, me oyó Dios, que es mi justicia; tú, ¡oh Dios mío!, en mi angustia me ensanchaste el corazón. Apiádate aún de mí, y presta oídos a mi oración.
Salm 5:3 Atiende a la voz de mis súplicas; ¡oh mi rey y Dios mío!
Salm 5:4 Porque a ti enderezaré mi oración; de mañana, ¡oh Señor!, oirás mi voz.
Salm 5:9 Guíame, ¡oh Señor!, por la senda de tu injusticia; haz que sea recto ante tus ojos mi camino, por causa de mis enemigos.
Salm 5:11 Su garganta es un sepulcro abierto; con sus lenguas urden continuamente engaños. Júzgalos, ¡oh Dios mío. Frústrense sus designios, arrójalos fuera, lejos de tu presencia, como lo merecen sus muchas impiedades; puesto que, ¡oh Señor!, te han irritado.
Salm 5:11 Su garganta es un sepulcro abierto; con sus lenguas urden continuamente engaños. Júzgalos, ¡oh Dios mío. Frústrense sus designios, arrójalos fuera, lejos de tu presencia, como lo merecen sus muchas impiedades; puesto que, ¡oh Señor!, te han irritado.