Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

oh

Jer 11:5 a fin de renovar y cumplir el juramento que hice a vuestros padres de darles una tierra que manase leche y miel, como se ve cumplido hoy día. A lo cual respondí yo Jeremías, y dije: ¡Así sea, oh Señor!
Jer 11:13 Porque sabido es que tus dioses, ¡oh Judá!, eran tantos como tus ciudades, y que tú, ¡oh Jerusalén !, erigiste en todas tus calles altares de ignominia, altares para ofrecer sacrificios a los ídolos.
Jer 11:13 Porque sabido es que tus dioses, ¡oh Judá!, eran tantos como tus ciudades, y que tú, ¡oh Jerusalén !, erigiste en todas tus calles altares de ignominia, altares para ofrecer sacrificios a los ídolos.
Jer 11:15 ¿Cómo es que ese pueblo, que era mi pueblo querido, ha cometido tantas maldades o sacrilegios en mi misma casa? ¿Acaso las carnes sacrificadas de las víctimas, ¡oh pueblo insensato!, te han de purificar de tus maldades, de las cuales has hecho alarde?
Jer 11:18 Mas tú, ¡oh Señor!, me lo hiciste ver, y lo conocí; tú me mostraste entonces sus depravados designios.
Jer 11:20 Pero tú, ¡oh Señor de los ejércitos!, que juzgas con justicia, y escudriñas los corazones y los afectos, tú harás que yo te vea tomar venganza de ellos; puesto que en tus manos puse mi causa.
Jer 12:3 En cuanto a mí, ¡oh Señor!, tú me conoces bien, me has visto, y has experimentado qué tal es mi corazón para contigo. Reúnelos como rebaño para el sacrificio, y destínalos aparte para el día de la mortandad.
Jer 13:20 Levantad los ojos y mirad ¡oh vosotros que venís del lado del septentrión! ¿En dónde está, diréis a Jerusalén , aquella grey que se te encomendó, aquel tu esclarecido rebaño?
Jer 13:25 Tal es la suerte que te espera, ¡oh Jerusalén !, y la porción o paga que de mí recibirás, dice el Señor, por haberte olvidado de mí, apoyándote en la mentira.
Jer 14:7 Aunque nuestras maldades dan testimonio contra nosotros, tú, ¡oh Señor!, míranos con piedad por amor de tu santo Nombre; pues nuestras rebeldías son muchas, y hemos pecado gravísimamente contra ti.
Jer 14:9 ¿Por qué has de ser para tu pueblo como un hombre que va divagando, o como un campeón sin fuerzas para salvar? Ello es, ¡oh Señor!, que tú habitas entre nosotros, y nosotros llevamos el nombre de pueblo tuyo; no nos abandones, pues.
Jer 14:21 No nos dejes caer en el oprobio, ¡oh Señor!, por amor de tu Nombre: Ni nos castigues con ver ultrajado el templo, solio de tu gloria; acuérdate de mantener tu antigua alianza con nosotros.
Jer 15:5 Porque ¿quién se apiadará de ti, oh Jerusalén ? ¿O quién se entristecerá por tu amor? ¿O quién irá a rogar por tu paz o felicidad?
Jer 15:7 Y así, a tus hijos, ¡oh Jerusalén !, yo los desparramaré con el azadón hasta las puertas o extremidades de la tierra; hice muertes y estragos en mi pueblo; y ni aun con todo eso han retrocedido de sus malos caminos.
Jer 15:15 Tú, ¡oh Señor!, que sabes mi inocencia, acuérdate de mí, y ampárame, y defiéndeme de los que me persiguen; no difieras socorrerme, por razón de tu paciencia con los enemigos, bien sabes que por amor tuyo he sufrido mil oprobios.
Jer 15:16 Yo hallé tu divina palabra, y me alimenté con ella; y en tu palabra hallé el gozo mío y la alegría de mi corazón; porque yo llevo el nombre de profeta tuyo, ¡oh Señor Dios de los ejércitos!
Jer 17:3 y ofrecen sacrificios en los campos; yo entregaré al saqueo tu hacienda, y todos tus tesoros y tus lugares excelsos en que adoras a los ídolos, por causa de los pecados cometidos por ti, ¡oh Judá!, en todas tus tierras.
Jer 17:16 Mas yo no por eso me he turbado siguiendo tus huellas, ¡oh pastor mío!, pues nunca apetecí día o favor de hombre alguno; tú lo sabes. Lo que anuncié con mis labios fue siempre recto en tu presencia.
Jer 17:17 No seas, pues, para mí motivo de temor tú, ¡oh Señor, esperanza mía en el tiempo de la aflicción!
Jer 17:20 y les dirás a todos: Oíd la palabra del Señor, ¡oh reyes de Judá!, y tú, pueblo todo de Judá, y todos vosotros ciudadanos de Jerusalén que entráis por estas puertas,
Jer 18:6 ¿Por ventura no podré hacer yo con vosotros, ¡oh casa de Israel!, como ha hecho este alfarero con su barro, dice el Señor? Sabed que lo que es el barro en manos del alfarero, eso sois vosotros en mi mano, ¡oh casa de Israel!
Jer 18:6 ¿Por ventura no podré hacer yo con vosotros, ¡oh casa de Israel!, como ha hecho este alfarero con su barro, dice el Señor? Sabed que lo que es el barro en manos del alfarero, eso sois vosotros en mi mano, ¡oh casa de Israel!
Jer 18:20 ¿Conque así se vuelve mal por bien? ¿Y así ellos, que tanto me deben, han cavado una hoya para hacerme perder la vida? Acuérdate, ¡oh Señor!, de cuando me presentaba yo en tu acatamiento, para hablarte a su favor, y para desviar de ellos tu enojo.
Jer 18:23 Mas tú, ¡oh Señor!, conoces bien todos sus designios de muerte contra mí. No les perdones su maldad; ni se borre de tu presencia su pecado, derribados sean delante de ti; acaba con ellos en el tiempo de tu furor.
Jer 19:3 Escuchad, les dirás, la palabra del Señor, ¡oh reyes de Judá y ciudadanos de Jerusalén ! Esto dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Sabed que yo descargaré sobre este lugar tales castigos, que a cualquiera que los oyere contar le retiñirán las orejas.
Jer 20:6 Mas tú, ¡oh Fasur!, y todos los moradores de tu casa iréis cautivos; y tú irás a Babilonia, y allí morirás, y allí serás enterrado tú y todos tus amigos a quienes profetizaste mentiras.
Jer 20:12 Y tú, oh Señor de los ejércitos, que haces prueba del justo, tú que disciernes los afectos interiores del corazón, haz que yo te vea tomar de ellos una justa venganza; porque a ti te tengo encomendada mi causa.
Jer 21:13 Heme aquí, oh Jerusalén , contra ti vengo, ¡oh habitadora del valle fortalecido y campestre!, dice el Señor, contra vosotros que decís: ¿Quién será capaz de asaltarnos y de apoderarse de nuestras casas?
Jer 21:13 Heme aquí, oh Jerusalén , contra ti vengo, ¡oh habitadora del valle fortalecido y campestre!, dice el Señor, contra vosotros que decís: ¿Quién será capaz de asaltarnos y de apoderarse de nuestras casas?
Jer 22:2 y dirás: Escucha, ¡oh rey de Judá!, la palabra del Señor, tú que te sientas sobre el trono de David, tú y los de tu servidumbre, y tu pueblo que entráis por estas puertas.
Jer 22:15 ¿Piensas tú, oh rey Joakim, que reinarás mucho tiempo, pues te comparas con el cedro? ¿Por ventura tu padre, el piadoso Josías, no comió y bebió, y fue feliz gobernando con rectitud y justicia?
Jer 22:22 Del viento se alimentarán todos tus pastores, y cautivos serán llevados todos tus amigos o favorecedores. Confuso quedarás entonces, ¡oh pueblo orgulloso!, y tú mismo te avergonzarás de todos tus vicios.
Jer 22:25 Yo te entregaré, ¡oh príncipe impío!, en poder de los que buscan cómo matarte, y de aquellos cuyo rostro te hace temblar, en poder de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y en poder de los caldeos.
Jer 22:29 ¡Tierra, tierra!; oye, ¡oh tierra!, la palabra del Señor, y escarmienta.
Jer 25:27 Y tú, ¡oh Jeremías!, les dirás: Esto dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Bebed y embriagaos hasta vomitar, y echaos por el suelo, y no os levantéis a la vista de la espada que yo voy a enviar contra vosotros.
Jer 25:34 Prorrumpid en alaridos vosotros, ¡oh pastores!, y alzad el grito y cubríos de ceniza, ¡oh mayorales de la grey!, porque se han acabado vuestros días y vais a ser despedazados, y siendo vasos preciosos caeréis por tierra y os haréis pedazos.
Jer 25:34 Prorrumpid en alaridos vosotros, ¡oh pastores!, y alzad el grito y cubríos de ceniza, ¡oh mayorales de la grey!, porque se han acabado vuestros días y vais a ser despedazados, y siendo vasos preciosos caeréis por tierra y os haréis pedazos.
Jer 30:10 No temas, pues, tú ¡oh siervo mío Jacob !, dice el Señor, ni tengas miedo, ¡oh Israel!, que yo te sacaré de ese país remoto en que estás, y a tus descendientes de la región en que se hallan cautivos; y Jacob volverá, y vivirá en reposo, y en abundancia de bienes, sin que tenga que temer a nadie.
Jer 30:10 No temas, pues, tú ¡oh siervo mío Jacob !, dice el Señor, ni tengas miedo, ¡oh Israel!, que yo te sacaré de ese país remoto en que estás, y a tus descendientes de la región en que se hallan cautivos; y Jacob volverá, y vivirá en reposo, y en abundancia de bienes, sin que tenga que temer a nadie.
Jer 30:17 Porque yo cicatrizaré tu llaga, y curaré tus heridas, dice el Señor. Ellos, ¡oh Sión!, te han llamado la repudiada: Esta es, dicen, la que no tiene quien la busque o pretenda.
Jer 31:4 Y otra vez te renovaré y te daré nuevo ser, ¡oh virgen de Israel!; todavía saldrás acompañada del sonido de tus panderos, y caminarás rodeada de coros de música;
Jer 31:10 Escuchad, ¡oh naciones!, la palabra del Señor, y anunciadla a las islas más remotas, y decid: Aquel mismo que dispersó a Israel, lo reunirá y lo guardará como guarda el pastor a su rebaño.
Jer 31:18 He escuchado con atención a Efraín, que en su cautiverio dice: Tú me has castigado, oh Señor; yo cual indómito novillo he sido corregido. Conviérteme a ti, y yo me convertiré; pues tú, ¡oh Señor!, eres mi Dios.
Jer 31:18 He escuchado con atención a Efraín, que en su cautiverio dice: Tú me has castigado, oh Señor; yo cual indómito novillo he sido corregido. Conviérteme a ti, y yo me convertiré; pues tú, ¡oh Señor!, eres mi Dios.
Jer 31:21 Seas, pues, oh Efraín, a manera de un centinela: Entrégate a las amarguras de la penitencia; convierte tu corazón hacia el recto camino, por donde anduviste; vuelve, ¡oh virgen de Israel!, vuelve, ¡oh pueblo mío!, vuelve a tus ciudades.
Jer 31:21 Seas, pues, oh Efraín, a manera de un centinela: Entrégate a las amarguras de la penitencia; convierte tu corazón hacia el recto camino, por donde anduviste; vuelve, ¡oh virgen de Israel!, vuelve, ¡oh pueblo mío!, vuelve a tus ciudades.
Jer 31:21 Seas, pues, oh Efraín, a manera de un centinela: Entrégate a las amarguras de la penitencia; convierte tu corazón hacia el recto camino, por donde anduviste; vuelve, ¡oh virgen de Israel!, vuelve, ¡oh pueblo mío!, vuelve a tus ciudades.
Jer 31:22 ¿Hasta cuándo estás estragándote en medio de los deleites, oh hija perdida? Pues mira, el Señor ha hecho una cosa nueva, o milagrosa, sobre la tierra: Una mujer virgen encerrará dentro de sí al Hombre Dios.
Jer 31:23 Esto dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Todavía se oirán estas palabras en la tierra de Judá y en sus ciudades, cuando yo hubiere redimido sus cautivos: Te bendiga el Señor, ¡oh mansión hermosa de la justicia, oh monte santo de Sión!
Jer 31:23 Esto dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Todavía se oirán estas palabras en la tierra de Judá y en sus ciudades, cuando yo hubiere redimido sus cautivos: Te bendiga el Señor, ¡oh mansión hermosa de la justicia, oh monte santo de Sión!