Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

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Salm 124:4 Bendice, oh Señor, a los buenos y a los rectos de corazón.
Salm 127:2 Dichoso tú, ¡oh justo!, porque comerás en paz el fruto del trabajo de tus manos; dichoso serás, y todo te irá bien.
Salm 129:1 Cántico gradual. Desde lo más profundo clamé a ti, ¡oh Señor!
Salm 129:3 Si te pones a examinar, Señor, nuestras maldades, ¿quién podrá subsistir, ¡oh Señor!, en tu presencia?
Salm 129:4 Mas en ti se halla siempre la clemencia; y en vista de tu ley he confiado en ti, ¡oh Señor! en la promesa del Señor se ha apoyado mi alma.
Salm 131:1 Cántico gradual. Acuérdate de David, ¡oh Señor!, y de toda su gran mansedumbre;
Salm 133:1 Cántico gradual. Ea, pues, bendecid al Señor ahora mismo, vosotros todos, ¡oh siervos del Señor! Vosotros los que asistís en la casa del Señor, en los atrios del templo de nuestro Dios,
Salm 134:9 e hizo señales y prodigios en medio de ti, oh Egipto, contra el faraón y todos sus vasallos.
Salm 136:1 Salmo de David, para Jeremias. En las márgenes de los ríos del país de Babilonia, allí nos sentábamos, y nos poníamos a llorar, acordándonos de ti, ¡oh Sión!
Salm 136:5 ¡Ah! Si me olvidare yo de ti, oh Jerusalén , entregada sea al olvido, seca quede mi mano diestra.
Salm 136:6 Pegada quede al paladar la lengua mía, si no me acordare de ti, oh Sión santa; si no me propusiere a Jerusalén por el primer objeto de mi alegría.
Salm 136:7 Acuérdate, ¡oh Señor!, de los hijos de Edom, los cuales en el día de la ruina de Jerusalén decían: Arrasadla, arrasadla hasta sus cimientos.
Salm 137:4 Alábente, ¡oh Señor!, todos los reyes de la tierra, ya que han oído todas las palabras de tu boca.
Salm 137:7 Si me hallare, oh Señor, en medio de la tribulación, tú me animarás, porque extendiste tu mano contra el furor de mis enemigos, y me salvó tu poderosa diestra.
Salm 137:8 El Señor tomará mi defensa. Eterna es, ¡oh Señor!, tu misericordia, no deseches las obras de tus manos.
Salm 138:19 ¿No acabarás oh Dios, con los pecadores? ¡Oh hombres sanguinarios!, retiraos de mí.
Salm 138:23 Pruébame, ¡oh Dios mío¡, y sondea mi corazón; examíname y reconoce mis pasos;
Salm 139:2 Líbrame, ¡oh Señor!, del hombre malvado, líbrame del hombre perverso.
Salm 139:7 Mas yo dije al Señor: Tú eres mi Dios, escucha, ¡oh Señor! mi humilde súplica.
Salm 140:8 Pero, Señor, pues mis ojos están levantados hacia ti, ¡oh Señor!, pues en ti he esperado, no me quites la vida.
Salm 141:6 Clamé a ti, oh Señor, diciendo: Tú eres la única esperanza mía, mi porción en la dichosa tierra de los vivientes.
Salm 142:7 Oyeme luego, ¡oh Señor!, mi espíritu ha desfallecido. No retires de mí tu rostro; haz que no haya de contarme ya entre los muertos.
Salm 142:9 Líbrame, ¡oh Señor!, de mis enemigos; a ti me acojo.
Salm 142:11 Por amor de tu Nombre, ¡oh Señor!, me darás la vida, según la justicia de tus promesas. A mi alma la sacarás de la tribulación,
Salm 144:1 Alabanza inspirada al mismo David. Te ensalzaré, ¡oh Dios y rey mío!, y bendeciré, y cantaré alabanzas a tu Nombre desde ahora, y por los siglos de los siglos.
Salm 144:4 Las generaciones todas, oh Señor, celebrarán tus obras, y pregonarán tu poder infinito.
Salm 144:10 Alábente, ¡oh Señor!, todas ellas, y bendígante todos tus santos.
Salm 144:15 Por eso fijan en ti sus ojos, oh Señor, las criaturas todas; y tú les das a su tiempo el alimento necesario.
Salm 145:2 Alaba al Señor, ¡oh alma mía! Sí, alabaré al Señor toda mi vida; mientras yo exista, cantaré himnos a mi Dios. ¡Ah!, no queráis confiar en los poderosos de la tierra,
Salm 145:10 El Señor reinará eternamente; el Dios tuyo, ¡oh Sión!, reinará en todas las generaciones.
Salm 147:12 Aleluya. Alaba al Señor, ¡oh Jerusalén !; alaba, ¡oh Sión!, a tu Dios.
Salm 147:12 Aleluya. Alaba al Señor, ¡oh Jerusalén !; alaba, ¡oh Sión!, a tu Dios.
Salm 148:3 Alabadle tú, ¡oh cielo empíreo! y alabadle todas vosotras, lucientes estrellas.
Salm 148:4 Alábale tu, ¡oh cielo empíreo!, y alaben el Nombre del Señor todas las aguas que están sobre el firmamento.
Salm 148:7 Alabad al Señor vosotras, criaturas del mar, y vosotros todos, ¡oh abismos!
Salm 148:9 Montes y collados todos, plantas fructíferas, y todos vosotros, ¡oh cedros!
Prov 1:8 Tú, ¡oh hijo mío!, escucha las correcciones de tu padre, y no deseches las advertencias de tu madre.
Prov 1:15 no sigas, oh hijo mío, sus pasos; guárdate de andar por sus sendas;
Prov 2:1 Hijo mío, ¡oh si recibieseis mis consejos y depositases mis mandamientos en tu corazón!
Prov 6:6 Anda, ¡oh perezoso!, mira la hormiga, y considera su obrar, y aprende a ser sabio.
Prov 6:9 ¿Hasta cuándo has de dormir tú, oh perezoso? ¿Cuándo despertarás de tu sueño?
Prov 7:2 Observa, oh hijo mío, mis mandamientos, y vivirás; y guarda mi ley como las niñas de tus ojos.
Prov 8:32 Ahora, pues, ¡oh hijos!, escuchadme: bienaventurados los que siguen mis caminos.
Prov 23:19 Escucha, ¡oh hijo mío!, y serás sabio, y enderezarás tu corazón por el camino recto.
Prov 23:26 Dame, ¡oh hijo mío!, tu corazón, y fija tus ojos en mis santos caminos;
Prov 30:7 Dos cosas te he pedido, ¡oh Señor!, no me las niegues en lo que me resta de vida:
Prov 31:2 ¡Qué te diré yo, oh amado mío!; ¡qué te encomendaré, oh hijo de mis entrañas!; ¡qué, oh dulce objeto de todos mis deseos!
Prov 31:2 ¡Qué te diré yo, oh amado mío!; ¡qué te encomendaré, oh hijo de mis entrañas!; ¡qué, oh dulce objeto de todos mis deseos!
Prov 31:2 ¡Qué te diré yo, oh amado mío!; ¡qué te encomendaré, oh hijo de mis entrañas!; ¡qué, oh dulce objeto de todos mis deseos!
Prov 31:4 No quieras, ¡oh Lamuel!, no quieras dar vino a los reyes; porque no hay secreto seguro donde reina la embriaguez;