Dan 12:4
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Pero tú, ¡oh Daniel!, ten guardadas estas palabras, y sella el libro hasta el tiempo determinado, muchos lo recorrerán y sacarán de él mucha doctrina.
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Dan 13:48
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Mas él, puesto en pie en medio de todos, dijo: ¿Tan insensatos sois, ¡oh hijos de Israel!, que, sin forma de juicio y sin conocer la verdad del hecho, habéis condenado a una hija de Israel?
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Dan 14:6
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A esto contestó Daniel, sonriéndose: No vivas engañado, ¡oh rey!, porque él por dentro es de barro, por fuera de bronce, y nunca come.
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Dan 14:10
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Dijeron, pues, los sacerdotes de Bel: He aquí que nosotros nos salimos fuera; y tú, ¡oh rey!, haz poner las viandas y servir el vino, y cierra la puerta, y séllala con tu anillo:
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Dan 14:16
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Y preguntó el rey: ¿Están intactos los sellos, oh Daniel. Y respondió éste: ¡Oh rey!, intactos están.
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Dan 14:17
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Y abriendo luego la puerta, así que dirigió el rey sus ojos hacia la mesa o altar, exclamó en alta voz: Grande eres, ¡oh Bel!, y no hay engaño alguno en tu templo.
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Dan 14:25
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Y así, dame, ¡oh rey!, licencia, y mataré a la serpiente sin espada ni palo. Y le dijo el rey: Yo te la doy.
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Dan 14:37
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Daniel entonces, dijo: Tú, ¡oh Señor!, te has acordado de mí, y no has desamparado a los que te aman.
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Dan 14:40
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Entonces exclamó el rey en alta voz diciendo: ¡Grande eres, oh Señor Dios de Daniel! Y lo hizo sacar del lago de los leones.
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Os 4:1
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Escuchad la palabra del Señor, ¡oh vosotros hijos de Israel!, pues el Señor viene a juzgar a los moradores de esta tierra, porque no hay verdad, ni hay misericordia, no hay conocimiento de Dios en el país.
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Os 4:5
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Mas tú, ¡oh Israel!, hoy, luego perecerás, y perecerán contigo tus falsos profetas; en aquella noche reduciré a un fúnebre silencio a tu madre.
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Os 4:15
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Si tú, ¡oh Israel!, te has entregado a la fornicación, o idolatría, al menos tú, ¡oh Judá!, no peques; y no queráis ir a Gálgala ni subáis a Betaven, para idolatrar, ni juréis diciendo: Vive el Señor.
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Os 4:15
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Si tú, ¡oh Israel!, te has entregado a la fornicación, o idolatría, al menos tú, ¡oh Judá!, no peques; y no queráis ir a Gálgala ni subáis a Betaven, para idolatrar, ni juréis diciendo: Vive el Señor.
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Os 4:17
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Efraín ha hecho alianza con los ídolos: apártate de él tú, ¡oh Judá!
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Os 5:1
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Escuchad esto, ¡oh sacerdotes! Tú, ¡oh casa de Israel!, oye con atención; atiende bien tú, ¡oh casa real!, porque a vosotros se os va a juzgar. Pues debiendo ser unos centinelas del pueblo, le habéis armado lazos, y sido para él como una red tendida por los cazadores sobre el monte Tabor.
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Os 5:1
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Escuchad esto, ¡oh sacerdotes! Tú, ¡oh casa de Israel!, oye con atención; atiende bien tú, ¡oh casa real!, porque a vosotros se os va a juzgar. Pues debiendo ser unos centinelas del pueblo, le habéis armado lazos, y sido para él como una red tendida por los cazadores sobre el monte Tabor.
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Os 5:1
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Escuchad esto, ¡oh sacerdotes! Tú, ¡oh casa de Israel!, oye con atención; atiende bien tú, ¡oh casa real!, porque a vosotros se os va a juzgar. Pues debiendo ser unos centinelas del pueblo, le habéis armado lazos, y sido para él como una red tendida por los cazadores sobre el monte Tabor.
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Os 5:8
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Tocad la bocina en Gabaa, tocad la trompeta en Rama; levántase el aullido en Betaven, tras tus espaldas, ¡oh Benjamín!
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Os 6:4
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¿Qué es los que podré yo hacer contigo, oh Efraín? ¿Qué haré contigo oh Judá? La piedad vuestra es como una nube o niebla de la mañana, o cual rocío de la madrugada, que luego desaparece.
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Os 6:4
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¿Qué es los que podré yo hacer contigo, oh Efraín? ¿Qué haré contigo oh Judá? La piedad vuestra es como una nube o niebla de la mañana, o cual rocío de la madrugada, que luego desaparece.
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Os 6:11
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Y tú también, ¡oh Judá!, prepárate para la siega; hasta que por fin haga volver del cautiverio al pueblo mío.
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Os 8:5
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Derribado por el suelo ha sido tu becerro, ¡oh Samaria! Encendido se ha contra ellos mi indignación. ¿Hasta cuándo será imposible curarlos de su idolatría?
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Os 9:1
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No tienes que regocijarte tanto, ¡oh Israel!, no te ocupes en danzas, como hacen los gentiles; porque tú has abandonado a tu Dios: has codiciado como recompensa de tu idolatría las eras llenas de trigo.
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Os 9:7
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Vendrán los días de la visita del Señor, los días del castigo llegarán luego. Sepas, ¡oh Israel!, que tus profetas son unos fatuos, esos que se creen varones espirituales son unos insensatos; permitiéndolo Dios en pena de tus muchas iniquidades y de la suma necedad tuya.
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Os 9:14
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Dales, ¡oh Señor!..., pero, ¿y qué les darás? Dales vientres estériles y pechos sin leche.
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Os 11:8
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¿Qué haré yo de ti, oh Efraín? ¿Seré yo tu protector, oh Israel? Pues qué ¿podré yo tratarte como a Adama, ni ponerte como puse a Seboim? ¡Ah! mis entrañas se conmueven dentro de mí, yo me siento como arrepentido.
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Os 11:8
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¿Qué haré yo de ti, oh Efraín? ¿Seré yo tu protector, oh Israel? Pues qué ¿podré yo tratarte como a Adama, ni ponerte como puse a Seboim? ¡Ah! mis entrañas se conmueven dentro de mí, yo me siento como arrepentido.
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Os 13:9
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Tu perdición, ¡oh Israel!,viene de ti mismo; y sólo de mí tu socorro.
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Os 13:14
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No obstante, yo los libraré del poder de la muerte; de las garras de la misma muerte los redimiré. ¡Oh muerte!, yo he de ser la muerte tuya; seré tu destrucción, ¡oh infierno! No veo cosa que pueda consolarme.
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Os 14:3
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No confiaremos ya en que el asirio nos salve, no montaremos confiados en los caballos de los egipcios, no llamaremos en adelante dioses nuestros a las obras de nuestras manos: porque tú, ¡oh Señor!, te apiadarás de este pueblo como de un huérfano que se pone en tus manos.
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Os 14:8
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Efraín dirá entonces: ¿Qué tengo yo ya que ver con los ídolos? Y yo le escucharé benignamente, yo lo haré crecer como un alto y verde abeto; de mí tendrán origen tus frutos, ¡oh Israel!
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Joel 1:2
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Escuchad, ¡oh ancianos!, y atended también vosotros moradores todos de la tierra de Judá. ¿Ha sucedido una cosa como ésta en vuestros días o en tiempo de vuestros padres?
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Joel 1:5
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Despertaos, ¡oh ebrios!, y llorad; alzad el grito todos los que estáis bebiendo alegremente el vino, porque se os quitará de vuestra boca.
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Joel 1:8
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Laméntate, ¡oh Jerusalén !, cual joven esposa, que vestida de cilicio llora al esposo que tomó en su edad florida.
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Joel 1:13
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Ceñíos de cilicio y llorad vosotros, ¡oh sacerdotes!; prorrumpid en tristes clamores, ¡oh ministros del altar!; venid a postraros sobre el cilicio, ¡oh ministros de mi Dios!, porque han desaparecido de la casa de vuestro Dios el sacrificio y la libación.
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Joel 1:13
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Ceñíos de cilicio y llorad vosotros, ¡oh sacerdotes!; prorrumpid en tristes clamores, ¡oh ministros del altar!; venid a postraros sobre el cilicio, ¡oh ministros de mi Dios!, porque han desaparecido de la casa de vuestro Dios el sacrificio y la libación.
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Joel 1:13
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Ceñíos de cilicio y llorad vosotros, ¡oh sacerdotes!; prorrumpid en tristes clamores, ¡oh ministros del altar!; venid a postraros sobre el cilicio, ¡oh ministros de mi Dios!, porque han desaparecido de la casa de vuestro Dios el sacrificio y la libación.
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Joel 1:19
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A ti, ¡oh Señor!, levantaré mis clamores, porque el fuego ha devorado todas las hermosas praderas del desierto, y las llamas han abrasado todos los árboles del país.
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Joel 2:21
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No tienes ya que temer, ¡oh tierra de Judá!, gózate y alégrate, porque el Señor ha obrado grandes maravillas a favor tuyo.
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Joel 2:22
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Vosotros, ¡oh animales del campo!, no temáis ya; porque las campiñas del desierto van a cubrirse de hierba, darán su fruto los árboles, los higuerales y las viñas han brotado con todo vigor.
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Joel 2:23
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Y vosotros, ¡oh hijos de Sión!, gozaos y alegraos en el Señor Dios vuestro, porque os ha dado que nazca de vosotros el maestro de la justicia o santidad, y os enviará las lluvias de otoño y de primavera como antiguamente.
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Joel 3:4
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Pero ¿qué es lo que yo he de hacer con vosotros, oh tirios, y sidonios, y filisteos de todos los confines? ¿Por ventura queréis vengaros de mí? Y si os vengáis de mí, luego muy en breve yo haré recaer la paga o castigo sobre vuestras cabezas.
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Joel 3:11
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Salid fuera y venid, y congregaos, ¡oh naciones todas cuantas seáis!; allí derribará el Señor por el suelo a todos vuestros campeones.
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Amós 2:11
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E hice salir profetas de entre vuestros hijos, y nazareos de entre vuestros jóvenes. ¿No es esto así, oh hijos de Israel, dice el Señor?
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Amós 3:1
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Escuchad, ¡oh hijos de Israel!, la palabra que ha pronunciado el Señor acerca de vosotros, acerca de toda aquella nación que sacó él de la tierra de Egipto, diciendo:
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Amós 3:11
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Por tanto, esto dice el Señor Dios: Atribulada será esta tierra, por todas partes; y se te quitará, ¡oh Samaria!, toda tu fuerza, y saqueadas serán tus casas.
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Amós 4:5
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Y ofreced a los ídolos el sacrificio de alabanza, con pan fermentado, y pregonad y haced saber las ofrendas voluntarias, pues así os place a vosotros, ¡oh hijos de Israel!, dice el Señor Dios.
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Amós 4:12
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Estas cosas ejecutaré yo contra ti, oh Israel; mas después que así me haya portado contigo, prepárate, ¡oh Israel!, para salir al encuentro de tu Dios.
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Amós 4:12
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Estas cosas ejecutaré yo contra ti, oh Israel; mas después que así me haya portado contigo, prepárate, ¡oh Israel!, para salir al encuentro de tu Dios.
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Amós 5:25
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¿Por ventura, ¡oh casa de Israel!, me ofrecisteis vosotros, durante los cuarenta años en el desierto, gran multitud de hostias y sacrificios?
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