Salm 6:3
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Ten, Señor, misericordia de mí, que estoy sin fuerzas; sáname, oh Señor, porque hasta mis huesos se han estremecido.
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Salm 7:7
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Levántate, ¡oh Señor! en el momento de tu enojo, y ostenta tu grandeza en medio de mis enemigos. Sí, Señor Dios mío, levántate según la ley por ti establecida;
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Salm 7:9
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El Señor es quien juzga a los pueblos. Júzgame, pues, oh Señor, según mi justicia, y según la inocencia que hay en mí.
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Salm 7:10
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Acábese ya la malicia de los pecadores; y tú, ¡oh Dios!, que penetras los corazones, y los afectos más íntimos, encaminarás al justo.
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Salm 9:2
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A ti, ¡oh Señor!, tributaré gracias con todo mi corazón; contaré todas tus maravillas.
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Salm 9:3
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Me alegraré en ti y saltaré de gozo; cantaré himnos a tu Nombre, ¡oh Dios altísimo!
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Salm 9:11
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Confíen, pues, en ti, ¡oh Dios mío!, los que conocen y adoran tu Nombre; porque jamás has desamparado, Señor, a los que a ti recurren.
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Salm 9:20
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Levántate, ¡oh Señor!, haz que no prevalezca el hombre malvado; sean juzgadas las gentes ante tu presencia.
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Salm 9:22
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¿Y por qué, ¡oh Señor!, te has retirado a lo lejos, y me has desamparado en el tiempo más crítico, en la tribulación?
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Salm 9:33
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Levántate, pues, ¡oh Señor Dios!, alza tu poderosa mano; no te olvides de los pobres o desvalidos.
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Salm 9:37
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Reinará el Señor eternamente y por los siglos de los siglos; vosotros, ¡oh naciones impías!, seréis extirpadas de su tierra.
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Salm 9:38
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Atendiste, ¡oh Señor!, al deseo de los pobres; prestaste benignos oídos a la rectitud de su corazón,
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Salm 12:2
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¿Hasta cuándo, oh Señor, me has de tener en profundo olvido? ¿Hasta cuándo apartarás de mí tu rostro? ¿Cuánto tiempo andaré yo cavilando conmigo mismo, penando mi corazón todo el día?
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Salm 12:4
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Vuelve, ¡oh Señor Dios mío!, vuelve tu vista hacia mí, y escúchame benigno. Alumbra mis ojos a fin de que no duerma yo jamás el sueño de la muerte;
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Salm 13:6
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Porque está el Señor en medio del linaje de los justos; vosotros, ¡oh impíos!, ridiculizáis la determinación del desvalido, cuando pone en el Señor su esperanza.
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Salm 15:1
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Inscripcion de titulo: Del mismo David. Sálvame, oh Señor, pues tengo puesta en ti toda mi esperanza.
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Salm 15:5
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El Señor es la parte que me ha tocado en herencia, y la porción destinada para mí. Tú eres, oh Señor, el que me restituirá y conservará mi heredad.
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Salm 15:10
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Porque yo sé que no has de abandonar tú, oh Señor, mi alma en el sepulcro; ni permitirás que tu Santo experimente la corrupción.
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Salm 16:1
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Oracion de David. Atiende, ¡oh Señor!, a mi justicia, acoge mis plegarias. Presta oídos a mi oración, que no la pronuncio con labios hipócritas o fraudulentos.
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Salm 16:7
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Haz brillar de un modo maravilloso tu misericordia, ¡oh salvador de los que en ti esperan!
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Salm 16:13
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Levántate, ¡oh Señor!, prevén su golpe, y arrójalos por el suelo; libra mi alma de las garras del impío; quítales su espada
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Salm 17:2
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A ti he de amarte, ¡oh Señor!, que eres toda mi fortaleza.
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Salm 17:16
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Se hicieron visibles los ocultos manantiales de las aguas y quedaron descubiertos los cimientos de la tierra, al estruendo tuyo, ¡oh Señor!, al resoplido del aliento de tu ira.
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Salm 17:29
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Y pues tú, ¡oh Señor!, das la luz a mi antorcha, esclarece, Dios mío, mis tinieblas.
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Salm 17:35
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Que adiestra mis manos para la pelea. Tú eres, ¡oh Dios mío!, el que fortaleciste mis brazos como arcos de bronce,
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Salm 17:48
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Tú, oh Dios mío, que sales a vengarme, y sujetas a mi dominio las naciones; tú que me libraste de la saña de mis enemigos,
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Salm 17:50
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Por tanto, yo te alabaré, oh Señor, entre las naciones, y cantaré himnos a la gloria de tu Nombre;
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Salm 19:2
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Que te oiga, ¡oh rey!, el Señor el día de la tribulación; que te defienda el Nombre del Dios de Jacob .
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Salm 21:2
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¡Oh Dios!, ¡oh Dios mío, vuelve a mí tus ojos! ¿Por qué me has desamparado? Los gritos de los pecados míos alejan de mí la salud.
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Salm 21:3
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Clamaré, oh Dios mío, durante el día, y no me oirás; clamaré de noche, y no por mi culpa.
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Salm 21:4
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Tú habitas en la santa morada, tú, ¡oh gloria de Israel!
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Salm 21:20
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Mas tú, oh Señor, no me dilates tu socorro; atiende luego a mi defensa.
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Salm 21:21
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Libra mi vida, oh Dios, de la espada; y de las garras de los canes de mi alma.
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Salm 23:7
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Levantad, ¡oh, príncipes!, vuestras puertas, y elevaos vosotras, ¡oh puertas de la eternidad!, y entrará el rey de la gloria.
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Salm 23:7
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Levantad, ¡oh, príncipes!, vuestras puertas, y elevaos vosotras, ¡oh puertas de la eternidad!, y entrará el rey de la gloria.
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Salm 23:9
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Levantad, ¡oh príncipes!, vuestras puertas, y elevaos vosotras, ¡oh puertas de la eternidad! y entrará el rey de la gloria.
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Salm 23:9
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Levantad, ¡oh príncipes!, vuestras puertas, y elevaos vosotras, ¡oh puertas de la eternidad! y entrará el rey de la gloria.
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Salm 24:1
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Para el fin: Salmo de David. A ti, ¡oh Señor!, he levantado mi espíritu.
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Salm 24:2
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En ti, ¡oh Dios mío, tengo puesta mi confianza: no quedaré avergonzado.
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Salm 24:4
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Sean cubiertos de confusión todos aquellos que vana e injustamente obran la iniquidad. Muéstrame, ¡oh Señor!, tus caminos, y enséñame tus senderos.
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Salm 24:7
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Echa en olvido los delitos o flaquezas de mi mocedad, y mis necedades. Acuérdate de mí, según tu misericordia; acuérdate de mí, ¡oh Señor!, por tu bondad.
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Salm 24:11
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Por la gloria de tu santo Nombre, ¡oh Señor!, perdonarás mi pecado, que ciertamente es muy grave.
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Salm 26:7
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Escucha, ¡oh Señor!, mis voces, con que te he invocado; ten misericordia de mí y óyeme.
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Salm 26:9
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No apartes de mí tu rostro; no te retires enojado de tu siervo. Sé tú en mi ayuda; no me desampares, ni me desprecies, ¡oh Dios, salvador mío!
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Salm 27:1
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Salmo del mismo David. A ti, oh Señor, clamaré, no te hagas sordo a mis ruegos, Dios mío; no sea que no haciendo tú caso de mí, llegue yo a contarme con los que bajan al sepulcro.
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Salm 27:2
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Escucha, oh Señor, la voz de mi humilde súplica cuando estoy orando a ti; cuando extiendo en alto mis manos hacia tu santo templo.
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Salm 27:9
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Salva, ¡oh Señor!, a tu pueblo, y llena de bendiciones tu heredad; rígelos tú, ensálzalos por toda la eternidad.
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Salm 28:1
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Salmo de David, cuando se concluyó el Tabernáculo. Presentad al Señor, ¡oh hijos de Dios!, presentad al Señor corderos para el sacrificio.
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Salm 29:2
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Te glorificaré, ¡oh Señor!, por haberte declarado protector mío, no dejando que mis enemigos se gozaran a costa de mí.
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Salm 29:9
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A ti, ¡oh Señor!, clamaré, y a ti, Dios mío, dirigiré mis plegarias.
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