Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

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Lam 5:21 Conviértenos, ¡oh Señor!, a ti, y nos convertiremos; renueva tú nuestros días felices, como desde el principio.
Bar 2:11 Ahora, pues, ¡oh Señor Dios de Israel!, que sacaste a tu pueblo de la tierra de Egipto con mano fuerte y por medio de portentos y prodigios, y con tu gran poderío y robusto brazo, y te adquiriste la fama que hoy tienes:
Bar 2:12 hemos pecado, Señor, hemos obrado impíamente; inicuamente nos hemos portado, ¡oh Señor Dios nuestro!, contra todos tus mandamientos.
Bar 2:16 Vuelve, ¡oh Señor!, tus ojos hacia nosotros desde tu santa casa, e inclina tus oídos y escúchanos.
Bar 2:18 sino el alma que está afligida por causa de la grandeza de los males que ha cometido, y anda encorvada y macilenta, y con los ojos caídos; el alma hambrienta o mortificada, ésa es la que te tributa gloria, ¡oh Señor!, a ti y a tu justicia.
Bar 2:19 Puesto que, no apoyados en la justicia de nuestros padres derramamos nuestras plegarias, e imploramos misericordia ante tu acatamiento, ¡oh Señor Dios nuestro!,
Bar 2:27 Y te has portado con nosotros, ¡oh Señor Dios nuestro!, con toda tu bondad y con toda aquella tu gran misericordia,"
Bar 3:1 Y ahora, oh Señor todopoderoso, Dios de Israel, a ti dirige sus clamores el alma mía angustiada y mi espíritu acongojado.
Bar 3:2 Atiende, ¡oh Señor!, y ten piedad, pues tú eres un Dios de misericordia, y apiádate de nosotros, porque hemos pecado en tu presencia.
Bar 3:3 Pues tú, oh Señor, permaneces eternamente; y nosotros tus hijos, ¿habremos de perder para siempre?
Bar 3:6 Porque tú eres el Señor Dios nuestro; y nosotros, ¡oh Señor!, te tributaremos la alabanza;
Bar 3:8 Y he aquí que permanecemos nosotros en nuestro cautiverio, en donde nos tienes tú dispersos, para que seamos el escarnio, la maldición y la condenación de los pecadores, en pena de todas las maldades de nuestros padres, los cuales se alejaron de ti, ¡oh Señor Dios nuestro!
Bar 3:9 Escucha, ¡oh Israel!, los mandamientos de vida: Aplica tus oídos para aprender la prudencia.
Bar 3:10 ¿Cuál es el motivo, oh Israel, de que estés tú en la tierra de enemigos?,
Bar 4:2 Conviértete, ¡oh Jacob , y tenla asida! Anda a la luz de ella por el camino que te señala con su resplandor .
Bar 4:4 Dichosos somos nosotros, ¡oh Israel!, porque sabemos las cosas que son del agrado de Dios.
Bar 4:5 Ten buen ánimo, ¡oh pueblo de Dios¡, tú que conservas el nombre de Israel.
Bar 4:9 Porque ella vio venir sobre vosotros la ira de Dios, y dijo: Escuchad, ¡oh ciudades vecinas de Sión! Dios me ha enviado una gran aflicción;
Bar 4:19 Andad, ¡oh hijos míos!, id al cautiverio, y yo me quedo solitaria.
Bar 4:21 Tened buen ánimo, ¡oh hijos míos!, clamad al Señor, y él os libertará del poder de los príncipes enemigos.
Bar 4:25 Hijos, soportad con paciencia el castigo que ha descargado sobre vosotros. Porque, ¡oh Israel!, tu enemigo te ha perseguido; pero en breve verás tú su perdición, y pondrás tu pie sobre su cuello.
Bar 4:30 Buen ánimo, ¡oh Jerusalén !, pues te consuela aquel Dios que te dio el nombre de ciudad suya.
Bar 4:36 Mira, ¡oh Jerusalén !, hacia el oriente, y repara la alegría que Dios te envía;"
Bar 5:1 Desnúdate, ¡oh Jerusalén !, del vestido de luto, correspondiente a tu aflicción, y vístete del esplendor y de la magnificencia de aquella gloria perdurable que te viene de Dios.
Bar 5:5 Levántate, ¡oh Jerusalén !, y ponte en la altura, y dirige tu vista hacia oriente, y mira cómo se congregan tus hijos desde el oriente hasta el occidente en virtud de la palabra del Santo, gozándose en la memoria de su Dios;
Ezeq 2:8 Tú, ¡oh hijo de hombre!, escucha todo aquello que te digo; y no seas rebelde, como lo es esta familia: Abre tu boca, y come todo lo que te doy.
Ezeq 3:25 Y tú, ¡oh hijo de hombre!, mira que han dispuesto para ti ataduras, y te atarán; y tú no podrás salir de en medio de ellos.
Ezeq 4:16 Y me añadió: He aquí, ¡oh hijo de hombre!, que yo quitaré a Jerusalén el sustento del pan; y comerán el pan por onzas, y aun con sobresalto, y beberán agua muy tasada, y llenos de congoja.
Ezeq 5:1 Y tú, ¡oh hijo de hombre!, toma una navaja de barbero afilada, y afeitarás con ella tu cabeza y tu barba; y coge después una balanza y harás la división del pelo.
Ezeq 5:8 por eso así habla el Señor Dios: Heme aquí, ¡oh Jerusalén !, contra ti, y yo mismo ejecutaré mis castigos en medio de ti, a la vista de las naciones.
Ezeq 5:14 Yo te reduciré, ¡oh Jerusalén !, a un desierto, y a ser el escarnio de las naciones circunvecinas, y de cuantos transitando por ti te echen una mirada.
Ezeq 5:17 Despacharé, pues, contra vosotros el hambre y las bestias y fieras hasta destruiros enteramente; y se pasearán por en medio de ti, ¡oh pueblo infiel!, la peste y la mortandad, y haré que la espada descargue sobre ti. Yo el Señor lo he dicho.
Ezeq 7:2 Tú, pues, oh hijo de hombre, atiende: Esto dice el Señor Dios a la tierra de Israel: El fin llega, ya llega el fin por todos los cuatro lados de este país.
Ezeq 8:15 Y me dijo: Tú ciertamente lo has visto, ¡oh hijo de hombre!, mas si otra vez vuelves a mirar, verás abominaciones peores que ésas.
Ezeq 8:17 Y me dijo: Ya lo has visto, ¡oh hijo de hombre! Pues, ¿es cosa de poco momento para la casa de Judá cometer esas abominaciones que han hecho aquí, que aun después de haber llenado de iniquidad la tierra, se han empleado en irritarme? Y he aquí que aplican un ramo a su olfato.
Ezeq 11:4 Por tanto, profetiza contra ellos, profetiza, ¡oh hijo de hombre!
Ezeq 11:5 Y vino sobre mí el Espíritu del Señor, y me dijo: Habla: Esto dice el Señor: Vosotros habéis hablado así, ¡oh familia de Israel!, y yo conozco los pensamientos de vuestro corazón.
Ezeq 12:3 Tú, pues, ¡oh hijo de hombre!, vete preparando los avíos necesarios para cambiar de país, y los sacarás fuera de día, a la vista de ellos, y partirás del lugar en que habitas a otro lugar, viéndolo ellos, por si tal vez paran en eso su atención, porque es ésa una familia contumaz.
Ezeq 12:25 pues yo, que soy el Señor, hablaré, y sucederá cuando lo dijere, y no se diferirá para más adelante; sino que en vuestros días, ¡oh familia contumaz!, yo hablaré, y obraré, dice el Señor Dios.
Ezeq 13:4 Tus profetas, ¡oh Israel!, son como zorras en los despoblados.
Ezeq 13:17 Tú, ¡oh hijo de hombre!, reprende con rostro firme a las hijas de tu pueblo que profetizan por su propio capricho, y vaticina acerca de ellas,
Ezeq 16:6 Pasando yo cerca de ti, te vi ensuciada aún en tu propia sangre; y te dije cuando estabas envuelta en tu sangre: Vive, vive, te dije, ¡oh tú que éstas envuelta en tu sangre!
Ezeq 16:35 Por tanto, ¡oh mujer pecadora!, he aquí lo que dice el Señor;
Ezeq 16:56 Tú, ¡oh Jerusalén !, en el tiempo de tu fausto jamás te dignaste tomar en boca a tu hermana Sodoma;
Ezeq 18:25 Y vosotros habéis dicho: La conducta que observa el Señor no es justa. Escuchad, pues, oh hijos de Israel: ¿Acaso es el proceder mío el que no es justo, y no son más bien perversos vuestros procederes?
Ezeq 18:29 Y dicen los hijos de Israel: No es justa la conducta que tiene el Señor. ¿Acaso es la conducta mía la que no es justa, ¡oh casa de Israel!, y no son antes bien depravados vuestros procederes?
Ezeq 18:30 Por tanto, yo juzgaré, dice el Señor Dios, ¡oh casa de Israel!, a cada cual según sus obras. Convertíos y haced penitencia de todas vuestras maldades; y no serán éstas causa de vuestra perdición.
Ezeq 18:31 Arrojad lejos de vosotros todas vuestras prevaricaciones que habéis cometido, y formaos un corazón nuevo y un nuevo espíritu. ¿Y por qué has de morir, oh casa de Israel?
Ezeq 20:4 Júzgalos a estos tales, ¡oh hijo de hombre!, júzgalos; muéstrales las abominaciones de sus padres.
Ezeq 20:27 Por este motivo, habla tú, ¡oh hijo de hombre!, a la casa de Israel, y le dirás: Esto dice el Señor Dios: Aun después de esto blasfemaron de mí vuestros padres, deshonrándome y vilipendiándome;