Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

dijo

Jn 1:21 ¿Pues quién eres?, le dijeron: ¿Eres tú Elías? Y dijo: No lo soy. ¿Eres tú el profeta? Respondió: No.
Jn 1:23 Yo soy, dijo entonces, la voz del que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, como lo tiene dicho el profeta Isaías.
Jn 1:29 Al día siguiente vio Juan a Jesús que venía a encontrarle, y dijo: He aquí el cordero de Dios, ved aquí el que quita los pecados del mundo.
Jn 1:33 Yo antes no le conocía, mas el que me envió a bautizar con agua, me dijo: Aquel sobre quien vieres que baja el Espíritu Santo, y reposa sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo.
Jn 1:36 Y viendo a Jesús que pasaba, dijo: He aquí el cordero de Dios.
Jn 1:38 Y volviéndose Jesús , y viendo que le seguían, les dijo: ¿Qué buscáis? Respondieron ellos: Rabbi (que quiere decir Maestro), ¿dónde habitas?
Jn 1:39 Les dijo: Venid y lo veréis. Fueron, pues, y vieron dónde habitaba, y se quedaron con él aquel día, era entonces como la hora de las diez.
Jn 1:40 Uno de los dos, que habiendo oído lo que dijo Juan, siguieron a Jesús , era Andrés, hermano de Simón Pedro.
Jn 1:41 El primero a quien éste halló fue Simón, su hermano, y le dijo: Hemos hallado al Mesías (que quiere decir el Cristo ).
Jn 1:42 Y le llevó a Jesús . Y Jesús , fijos los ojos en él, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jona o Juan: Tú serás llamado Cefas, que quiere decir Pedro, o piedra.
Jn 1:43 Al día siguiente determinó Jesús encaminarse a Galilea, y en el camino encontró a Felipe, y le dijo: Sígueme.
Jn 1:45 Felipe halló a Natanael, y le dijo: Hemos encontrado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, y anunciaron los profetas, a Jesús de Nazaret, el hijo de José.
Jn 1:46 Le respondió Natanael: ¿Acaso de Nazaret puede salir cosa buena? Le dijo Felipe: Ven, y lo verás.
Jn 1:47 Vio ¿Jesús venir hacia sí a Natanael, y dijo de él: He aquí un verdadero israelita, en quien ni hay doblez ni engaño.
Jn 1:48 Le dijo Natanael: ¿De dónde me conoces? Le respondió Jesús : Antes que Felipe te llamara, yo te vi cuando estabas debajo de la higuera.
Jn 1:49 Al oír esto Natanael, le dijo: ¡Oh Maestro!, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el rey de Israel.
Jn 2:3 Y como viniese a faltar el vino, dijo a Jesús su madre: No tienen vino.
Jn 2:7 Les dijo Jesús : Llenad de agua aquellas tinajas. Y las llenaron hasta arriba.
Jn 2:8 Les dijo después Jesús : Sacad ahora en algún vaso, y llevadle al mayordomo. Lo hicieron así.
Jn 2:10 Y le dijo: Todos sirven al principio el vino mejor; y cuando los convidados han bebido ya a satisfacción, sacan el más flojo: tú al contrario has reservado el buen vino para lo último.
Jn 2:16 Y hasta a los que vendían palomas, les dijo: Quitad eso de aquí, y no queráis hacer de la casa de mi Padre una casa de tráfico.
Jn 2:22 Así, cuando hubo resucitado de entre los muertos, sus discípulos hicieron memoria de que lo dijo por esto, y creyeron, con más viva fe, a la Escritura y a las palabras de Jesús .
Jn 3:2 El cual fue de noche a Jesús , y le dijo: Maestro, nosotros conocemos que eres un maestro enviado de Dios para instruirnos; porque ninguno puede hacer los milagros que tú haces, a no tener a Dios consigo.
Jn 3:4 Le dijo Nicodemo: ¿Cómo puede nacer un hombre, siendo viejo? ¿Puede acaso volver otra vez al seno de su madre para renacer?
Jn 3:27 Pero Juan les respondió, y dijo: No puede el hombre atribuirse nada, si no le es dado del cielo.
Jn 4:7 Vino entonces una mujer samaritana a sacar agua. Le dijo Jesús : Dame de beber.
Jn 4:10 Le dijo Jesús en respuesta: Si tú conocieras el don de Dios, y quién es el que te dijo: Dame de beber, puede ser que tú le hubieras pedido a él, y él te hubiera dado agua viva.
Jn 4:10 Le dijo Jesús en respuesta: Si tú conocieras el don de Dios, y quién es el que te dijo: Dame de beber, puede ser que tú le hubieras pedido a él, y él te hubiera dado agua viva.
Jn 4:11 Le dijo la mujer: Señor, tú no tienes con qué sacarla, y el pozo es profundo: ¿dónde tienes, pues, esa agua viva?
Jn 4:15 La mujer le dijo: Señor, dame de esa agua, para que no tenga yo más sed, ni haya de venir aquí a sacarla.
Jn 4:16 Pero Jesús le dijo: Anda, llama a tu marido, y vuelve con él acá.
Jn 4:17 Respondió la mujer: Yo no tengo marido. Le dijo Jesús : Tienes razón en decir que no tienes marido;
Jn 4:19 Le dijo la mujer: Señor, yo veo que tú eres un profeta.
Jn 4:25 Le dijo la mujer: Sé que está para venir el Mesías (esto es, el Cristo ); cuando venga, pues, él nos lo declarará todo.
Jn 4:27 En esto llegaron sus discípulos; y extrañaban que hablase con aquella mujer. No obstante nadie le dijo: ¿Qué le preguntas, o por qué hablas con ella?
Jn 4:28 Entretanto la mujer, dejando allí su cántaro, se fue a la ciudad, y dijo a las gentes:
Jn 4:32 Les dijo él: Yo tengo para alimentarme un manjar que vosotros no sabéis.
Jn 4:34 Pero Jesús les dijo: Mi comida es hacer la voluntad del que me ha enviado, y dar cumplimiento a su obra.
Jn 4:50 Le dijo Jesús : Anda, que tu hijo está bueno. Creyó aquel hombre en la palabra que Jesús le dijo, y se puso en camino.
Jn 4:50 Le dijo Jesús : Anda, que tu hijo está bueno. Creyó aquel hombre en la palabra que Jesús le dijo, y se puso en camino.
Jn 4:53 Reflexionó el padre que aquella era la hora misma en que Jesús le dijo: Tu hijo está bueno; y así creyó él, y toda su familia.
Jn 5:6 Como Jesús le viese tendido, y conociese ser de edad avanzada, le dijo: ¿Quieres ser curado?
Jn 5:8 le dijo Jesús : Levántate, coge tu camilla, y anda.
Jn 5:14 Le halló después Jesús en el templo, y le dijo: Bien ves cómo has quedado curado: No peques, pues, en adelante, para que no te suceda alguna cosa peor.
Jn 5:17 Entonces Jesús les dijo: Mi padre hoy como siempre está obrando incesantemente, y yo ni más ni menos.
Jn 5:18 Mas por esto mismo, con mayor empeño andaban tramando los judíos quitarle la vida; porque no solamente violaba el sábado, sino que decía que Dios era Padre suyo, haciéndose igual a Dios. Por lo cual tomando la palabra, les dijo:
Jn 6:5 Habiendo, pues, Jesús levantado los ojos, y viendo venir hacia sí un grandísimo gentío, dijo a Felipe: ¿Dónde compraremos panes para dar de comer a toda la gente?
Jn 6:8 Le dijo uno de sus díscipulos, Andrés, hermano de Simón Pedro:
Jn 6:10 Pero Jesús dijo: Haced sentar a esas gentes. El sitio estaba cubierto de hierba. Se sentaron, pues, cerca de cinco mil hombres.
Jn 6:12 Después que quedaron saciados, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que han sobrado para que no se pierdan.