Mc 1:17
|
y les dijo Jesús : Seguidme, y yo os haré pescadores de hombres.
|
Mc 1:40
|
Vino también a él un leproso a pedirle favor, e hincándose de rodillas, le dijo: Si tú quieres, puedes curarme.
|
Mc 1:41
|
Jesús , compadeciéndose de él, extendió la mano, y tocándole, le dijo: Quiero, sé curado;
|
Mc 2:5
|
Viendo Jesús la fe de aquellos hombres, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.
|
Mc 2:8
|
Mas como Jesús penetrase al momento con su espíritu esto mismo que interiormente pensaban, les dijo: ¿Qué andáis revolviendo esos pensamientos en vuestros corazones?
|
Mc 2:10
|
Pues para que sepáis que el que se llama Hijo del hombre tiene potestad en la tierra de perdonar pecados: Levántate (dijo al paralítico):
|
Mc 2:14
|
Al paso vio a Leví, hijo de Alfeo, sentado en el banco o mesa de los tributos, y le dijo: Sígueme; y levantándose al instante, lo siguió.
|
Mc 2:17
|
Habiéndolo oído Jesús , les dijo: Los que están buenos no necesitan médico, sino los que están enfermos; así, yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.
|
Mc 3:3
|
Y dijo al hombre que tenía seca la mano: Ponte en medio.
|
Mc 3:4
|
Y a ellos les dijo: ¿Es lícito en sábado hacer bien, o mal? ¿Salvar la vida a una persona, o quitársela? Mas ellos callaban.
|
Mc 3:5
|
Entonces Jesús clavando en ellos sus ojos llenos de indignación, y deplorando la ceguedad de su corazón, dijo al hombre: Extiende esa mano; la extendió y le quedó perfectamente sana.
|
Mc 3:9
|
Y así dijo a sus discípulos que le tuviesen dispuesta una barquilla, para que el tropel de la gente no le oprimiese.
|
Mc 3:34
|
Y dando una mirada a los que estaban alrededor de él dijo: Veis aquí a mi madre y a mis hermanos;
|
Mc 4:13
|
Después les dijo: ¿Así que vosotros no entendéis esta parábola? ¿Pues cómo entenderéis todas las demás?
|
Mc 4:35
|
Aquel mismo día, siendo ya tarde, les dijo: Pasemos a la ribera de enfrente.
|
Mc 4:39
|
Y él, levantándose, amenazó al viento, y dijo al mar: Calla tú, sosiégate; y al instante calmó el viento y sobrevino una gran tranquilidad.
|
Mc 4:40
|
Entonces les dijo: ¿De qué teméis? ¿Cómo no tenéis fe todavía?,
|
Mc 5:7
|
Y clamando en alta voz dijo: ¿Qué tengo yo que ver contigo, Jesús , Hijo del Altísimo Dios? En nombre del mismo Dios te conjuro que no me atormentes.
|
Mc 5:19
|
Mas Jesús no le admitió, sino que le dijo: Vete a tu casa y con tus parientes, y anuncia a los tuyos la gran merced que te ha hecho el Señor, y la misericordia que ha usado contigo.
|
Mc 5:34
|
El entonces le dijo: Hija, tu fe te ha curado; vete en paz, y queda libre de tu mal.
|
Mc 5:36
|
Mas Jesús , oyendo lo que decían dijo al jefe de la sinagoga: No temas, ten fe solamente.
|
Mc 5:39
|
y entrando, les dijo: ¿De qué os afligís tanto y lloráis? La muchacha no está muerta, sino dormida.
|
Mc 5:41
|
Y tomándola de la mano, le dijo: Talitha, cumi (es decir: Muchacha, levántate, yo te lo mando).
|
Mc 5:43
|
Pero Jesús les mandó muy estrechamente que nadie lo supiera; y dijo que diesen de comer a la muchacha.
|
Mc 6:16
|
Mas Herodes , habiendo oído esto, dijo: Este es aquel Juan a quien yo mandé cortar la cabeza, el cual ha resucitado de entre los muertos.
|
Mc 6:22
|
entró la hija de Herodías, bailó, y agradó tanto a Herodes y a los convidados, que dijo el rey a la muchacha: Pídeme cuanto quisieses, que te lo daré;
|
Mc 6:24
|
Y habiendo ella salido, dijo a su madre: ¿Qué pediré? Le respondió: La cabeza de Juan Bautista.
|
Mc 6:31
|
Y él les dijo: Venid a retiraros conmigo en un lugar solitario, y reposaréis un poquito; porque eran tantos los que lo seguían, que ni aun tiempo de comer les dejaban.
|
Mc 6:38
|
Les dijo Jesús : ¿Cuántos panes tenéis? Id y miradlo. Habiéndolo visto, le dijeron: Cinco, y dos peces .
|
Mc 6:50
|
porque todos le vieron y se asustaron. pero Jesús les habló luego, y dijo: ¡Buen ánimo!, soy yo, no tenéis que temer.
|
Mc 7:10
|
Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre, asistiéndolos en un todo; y quien maldijere al padre o a la madre, muera sin remedio.
|
Mc 7:18
|
Y él les dijo: ¡Qué!, ¿también vosotros tenéis tan poca inteligencia? ¿Pues no comprendéis que todo lo que de fuera entra en el hombre no es capaz de contaminarle,
|
Mc 7:27
|
Le dijo Jesús a ella: Aguarda que primero se sacien los hijos; que no parece bien hecho tomar el pan de los hijos para echarlo a los perros.
|
Mc 7:28
|
A lo que replicó ella, y dijo: Es verdad, Señor; pero al menos los cachorrillos comen debajo de la mesa las migajas que dejan caer los hijos.
|
Mc 7:29
|
Le dijo entonces Jesús : Por eso que has dicho, vete, que ya el demonio salió de tu hija.
|
Mc 7:34
|
Y alzando los ojos al cielo, arrojó un suspiro y la dijo: Effeta, que quiere decir Abríos.
|
Mc 8:1
|
Por aquellos días habiéndose juntado otra vez un gran concurso de gentes alrededor de Jesús , y no teniendo qué comer, convocados sus discípulos, les dijo:
|
Mc 8:12
|
Mas Jesús , arrojando un suspiro de lo íntimo del corazón, dijo: ¿Por qué pedirá esta raza de hombres un prodigio? En verdad os digo, que a esa gente no se le dará el prodigio que pretende.
|
Mc 8:17
|
Lo cual, habiéndolo conocido Jesús , les dijo: ¿Qué andáis discurriendo sobre que no tenéis pan? ¿Todavía estáis sin conocimiento ni inteligencia?; ¿aún está oscurecido vuestro corazón?;
|
Mc 8:24
|
el ciego, abriendo los ojos, dijo: Veo andar a unos hombres, que me parecen árboles.
|
Mc 8:29
|
Y les dijo entonces: ¿Y vosotros, quién decís que soy yo: Pedro, respondiendo por todos, le dice: Tú eres el Cristo o Mesías.
|
Mc 8:34
|
Después, convocando al pueblo con sus discípulos, les dijo a todos: Si alguno quiere venir tras de mí niéguese a sí mismo, y cargue con su cruz, y sígame.
|
Mc 9:4
|
Y Pedro, absorto con lo que veía tomando la palabra, dijo a Jesús : ¡Oh Maestro!, bueno será quedarnos aquí: hagamos tres pabellones, uno para ti, otro para Moisés, y otro para Elías.
|
Mc 9:16
|
A lo que respondiendo uno de ellos, dijo: Maestro, yo he traído a ti un hijo mío, poseído de cierto espíritu, que lo ha dejado mudo;
|
Mc 9:18
|
Jesús , dirigiendo a todos la palabra, les dijo: ¡Oh gente incrédula!, ¿hasta cuándo habré de estar entre vosotros?; ¿hasta cuándo habré yo de sufriros? Traedlo a mí.
|
Mc 9:22
|
A lo que Jesús le dijo: Si tú puedes creer, todo es posible para el que cree.
|
Mc 9:34
|
Entonces Jesús , sentándose, llamó a los doce, y les dijo: Si alguno pretende ser el primero, hágase el último de todos y el siervo de todos.
|
Mc 9:35
|
Y cogiendo a un niño le puso en medio de ellos, y después de abrazarle, les dijo:
|
Mc 9:37
|
Tomando después Juan la palabra, le dijo: Maestro, hemos visto a uno que andaba lanzando los demonios en tu nombre, que no es de los nuestros, y se lo prohibimos.
|
Mc 10:3
|
Pero él, en respuesta, les dijo: ¿Qué os mandó Moisés?
|