IV Rey 7:2
|
Uno de los capitanes, que servía de bracero al rey, respondió al varón de Dios, y dijo: Aunque el Señor hiciese compuertas en el cielo, y lloviese trigo, ¿podrá algún día suceder lo que tú dices? Le contestó Eliseo: Lo verás con tus ojos; mas no comerás de ello.
|
IV Rey 7:12
|
el cual se levantó, siendo aún de noche, y dijo a sus criados: Yo os diré lo que han hecho con nosotros los siros; saben que nos morimos de hambre, y por eso se han salido del campamento, y están escondidos por los campos, diciendo: Cuando salgan de la ciudad, los cogeremos vivos, y entonces podremos entrar en ella.
|
IV Rey 8:1
|
Habló Eliseo a la mujer sunamita, cuyo hijo había resucitado, y le dijo: Márchate con tu familia, y vete fuera de tu país a habitar donde te parezca mejor; porque Dios ha llamado el hambre, y ella se apoderará de la tierra de Israel por siete años.
|
IV Rey 8:2
|
Hizo, pues, la mujer lo que le dijo el varón de Dios, y salió con su familia fuera de su país, y permaneció largo tiempo en tierra de filisteos.
|
IV Rey 8:5
|
y mientras él estaba contando al rey cómo había resucitado a un muerto, compareció la mujer, a cuyo hijo había resucitado, reclamando ante el rey su casa y sus heredades. Y dijo Giezi: Esta es, oh rey mi señor, aquella mujer, y éste su hijo, a quien resucitó Eliseo.
|
IV Rey 8:6
|
Y preguntó el rey a la mujer, la cual se lo contó. Inmediatamente el rey envió con ella un eunuco o ministro, a quien dijo: Haz que se le restituya todo lo que le pertenece, y todos los réditos de sus heredades, desde el día que salió de su tierra hasta el presente.
|
IV Rey 8:8
|
Y dijo el rey a Hazael: Toma contigo unos regalos, y sal a encontrar al varón de Dios, y consulta por su medio al Señor, preguntando: ¿Si podré escapar de esta mi enfermedad?
|
IV Rey 8:9
|
Fue, pues, Hazael a encontrarlo, llevando consigo presentes de todas las cosas más preciosas de Damasco en cuarenta camellos cargados, y al llegar a su presencia, dijo: Tu hijo Benadad, rey de Siria, me ha enviado a ti para saber si podrá él sanar de su enfermedad.
|
IV Rey 8:12
|
Le dijo entonces Hazael: ¿Por qué llora mi señor? Porque sé, respondió, los males que has de hacer a los hijos de Israel. Tú entregarás a las llamas sus ciudades fuertes, y pasarás a cuchillo sus jóvenes, y estrellarás contra el suelo sus niños, y abrirás el vientre a las mujeres preñadas.
|
IV Rey 8:14
|
Habiéndose separado Hazael de Eliseo, volvió a su amo, el cual le preguntó: ¿Qué te ha dicho Eliseo? Respondió él: Me dijo que recobrarías la salud.
|
IV Rey 9:1
|
Por este tiempo el profeta Eliseo llamó a uno de los hijos de los profetas, y le dijo: Recoge tus faldas y cíñete, y toma esta vasija de óleo en tu mano, y ve a Ramot de Galaad.
|
IV Rey 9:5
|
y entrando en el lugar de la ciudad donde estaban sentados los príncipes del ejército dijo: Una palabra tengo que decirte, oh príncipe. Preguntó Jehú: ¿A quién de todos nosotros? Y le respondió él: A ti, oh príncipe.
|
IV Rey 9:12
|
No es la verdad, replicaron ellos, pero sea lo que fuere, cuéntanoslo. Jehú les dijo: Tal cosa es lo que me ha dicho; y ha añadido: Esto es lo que dice el Señor: Yo te he ungido por rey de Israel.
|
IV Rey 9:17
|
En efecto, el atalaya que estaba sobre la torre de Jezrael, vio la comitiva de Jehú, que venía caminando, y dijo: Allá veo un pelotón de gente. Y dijo Joram: Toma un carro, y despacha alguno que les salga al encuentro; y el que vaya pregunte: ¿Va todo bien?
|
IV Rey 9:17
|
En efecto, el atalaya que estaba sobre la torre de Jezrael, vio la comitiva de Jehú, que venía caminando, y dijo: Allá veo un pelotón de gente. Y dijo Joram: Toma un carro, y despacha alguno que les salga al encuentro; y el que vaya pregunte: ¿Va todo bien?
|
IV Rey 9:18
|
Con esto el que montó en el carro fue corriendo al encuentro de Jehú, y le dijo: Esto dice el rey: ¿Está todo en paz? Respondió Jehú: ¿Qué te importa a ti de la paz, o de la guerra, ponte atrás y sígueme. Al instante el atalaya dio aviso, diciendo: Llegó a ellos el correo y no vuelve.
|
IV Rey 9:19
|
Por lo que despachó Joram un segundo carro de caballos, y así que llegó el correo a Jehú, dijo: Esto dice el rey: ¿Tenemos paz? Mas Jehú respondió: ¿Qué te importa a ti si hay paz? Ponte atrás y sígueme.
|
IV Rey 9:21
|
Entonces dijo Joram: Pon el coche. Le pusieron el coche, y salió Joram, rey de Israel, en compañía de Ocozías, rey de Judá, cada cual en su coche y fueron al encuentro de Jehú, y lo hallaron en el campo de Nabot, jezraelita.
|
IV Rey 9:22
|
Apenas vio Joram a Jehú, dijo: ¿Tenemos paz, Jehú? ¿Qué paz puede haber, le respondió, mientras permanecen aún en su vigor las fornicaciones o idolatrías de tu madre Jezabel, y sus muchas hechicerías?
|
IV Rey 9:25
|
Y Jehú le dijo al capitán Badacer: cógelo, y arrójalo en el campo de Nabot, jesraelita; porque me acuerdo cuando tú y yo sentados en el carro de guerra íbamos siguiendo a Acab, padre de éste, el Señor pronunció esta terrible sentencia contra él diciendo:
|
IV Rey 9:31
|
cómo entraba Jehú por la puerta de la ciudad, y dijo: ¿Es posible que pueda tener paz o prosperidad éste, que como Zambri ha muerto a su señor?
|
IV Rey 9:33
|
A los cuales dijo él: Arrojadla de ahí abajo. La arrojaron, y quedó la pared salpicada con su sangre; y la hollaron con sus pies los caballos.
|
IV Rey 9:34
|
Y después que Jehú entró en el palacio para comer y beber, dijo a sus gentes: Id a ver a aquella maldita, y dadle sepultura que al fin es hija de un rey.
|
IV Rey 9:36
|
Volviendo a Jehú con la noticia, dijo éste: Eso es aquello mismo que pronunció el Señor por medio de su siervo Elías, tesbita, cuando dijo: En el campo de Jezrael comerán los perros las carnes de Jezabel;
|
IV Rey 9:36
|
Volviendo a Jehú con la noticia, dijo éste: Eso es aquello mismo que pronunció el Señor por medio de su siervo Elías, tesbita, cuando dijo: En el campo de Jezrael comerán los perros las carnes de Jezabel;
|
IV Rey 10:9
|
Y luego que amaneció, salió él, y puesto de pie dijo a todo el pueblo: Vosotros que sois justos, decidme: Si yo he conspirado contra mi señor, y le he quitado la vida, ¿quien ha degollado a todos éstos?
|
IV Rey 10:15
|
Pasando adelante halló a Jonadab, hijo de Recab, que le salía al encuentro, y Jehú lo saludó, y dijo: ¿Es tu corazón recto y propenso hacia mí, como lo es mi corazón hacia el tuyo? Sí, por cierto, respondió Jonadab. Si lo es, replicó Jehú, dame tu mano. Y él le dio la mano. Y lo hizo Jehú subir en su coche,
|
IV Rey 10:18
|
Juntó también Jehú a todo el pueblo, y le dijo: Acab tributó algún culto a Baal; pero yo se lo tributaré mayor.
|
IV Rey 10:20
|
Y así es que dijo: Promulgad una fiesta solemne a Baal. Y echó un bando,
|
IV Rey 10:23
|
Después de esto entrando Jehú con Jonadab, hijo de Recab, en el templo de Baal, dijo a los adoradores de Baal: Registrad bien, y mirad que no haya con vosotros ninguno de los siervos del Señor, sino los siervos de Baal.
|
IV Rey 10:25
|
Concluido que fue el holocausto, dijo Jehú a sus soldados y capitanes: Entrad y matadlos; que ninguno escape. Y los soldados y capitanes los pasaron a cuchillo, arrojando fuera los cadáveres. De aquí marcharon a la ciudad del templo de Baal,
|
IV Rey 10:30
|
Por lo demás el Señor dijo a Jehú: Por cuanto has ejecutado con celo lo que era justo y agradable a mis ojos, y cumplido todo lo que tenía resuelto en mi corazón contra la casa de Acab, tus hijos hasta la cuarta generación ocuparán el trono de Israel.
|
IV Rey 12:7
|
Entonces llamó el rey Joás al sumo sacerdote Joíada y a los sacerdotes, y les dijo: ¿Por qué no habéis hecho los reparos en la construcción del templo? No tenéis, pues, que recibir de aquí en adelante el dinero en vuestros turnos o semanas, sino dejadlo para reparar el templo.
|
IV Rey 13:15
|
Y le dijo Eliseo: Trae acá un arco y unas flechas; y habiéndole traído un arco y flechas,
|
IV Rey 13:16
|
dijo al rey de Israel: Pon tu mano sobre el arco. Cuando tuvo puesta la mano, puso Eliseo sus manos sobre las del rey.
|
IV Rey 13:17
|
Y dijo: Abre la ventana que cae al oriente. Luego que la abrió, dijo Eliseo: Dispara una saeta. La disparó. Y dijo Eliseo: Saeta es ésta de salvación por el Señor, y saeta de salvación contra la Siria, porque tú derrotarás la Siria en Afec hasta consumirla.
|
IV Rey 13:17
|
Y dijo: Abre la ventana que cae al oriente. Luego que la abrió, dijo Eliseo: Dispara una saeta. La disparó. Y dijo Eliseo: Saeta es ésta de salvación por el Señor, y saeta de salvación contra la Siria, porque tú derrotarás la Siria en Afec hasta consumirla.
|
IV Rey 13:17
|
Y dijo: Abre la ventana que cae al oriente. Luego que la abrió, dijo Eliseo: Dispara una saeta. La disparó. Y dijo Eliseo: Saeta es ésta de salvación por el Señor, y saeta de salvación contra la Siria, porque tú derrotarás la Siria en Afec hasta consumirla.
|
IV Rey 13:18
|
Dijo más: Toma saetas; y habiéndolas tomado, le dijo de nuevo: Hiere la tierra con un dardo. Y habiéndola herido tres veces, cesó de tirar.
|
IV Rey 13:19
|
Y se irritó contra él el varón de Dios, y dijo: Si hubieses tirado cinco o seis, o siete veces, hubieras herido a la Siria hasta exterminarla; mas ahora la vencerás por tres veces.
|
IV Rey 18:19
|
A los cuales dijo Rabsaces: Decid a Ezequías : Esto dice el gran rey, el rey de los asirios: ¿qué confianza es ésa en que estáis?
|
IV Rey 18:25
|
Pues, ¿no es por orden del Señor que yo he venido a ese país para arruinarlo? Marcha contra ese país, me dijo el Señor, y arrásalo.
|
IV Rey 19:6
|
Y les dijo Isaías: Esto diréis a vuestro amo: Así habla el Señor: No tienes que intimidarte por las palabras que has oído, con las cuales han blasfemado contra mí los criados del rey de los asirios.
|
IV Rey 20:1
|
Por aquel tiempo enfermó de muerte Ezequías , y vino a visitarle Isaías profeta, hijo de Amós y le dijo: Esto dice el Señor Dios: Dispón tus cosas; porque vas a morir, va a tener fin tu vida.
|
IV Rey 20:7
|
Y dijo Isaías: Traedme una masa de higos. Traída que fue, y aplicada sobre la úlcera del rey, quedó éste curado.
|
IV Rey 20:15
|
Le dijo Isaías: ¿Qué han visto en tu casa? Respondió Ezequías : Han visto todo cuanto hay en palacio; nada hay en mis tesoros que no les haya yo mostrado.
|
IV Rey 21:7
|
Además el ídolo del bosque que había plantado, lo colocó en el templo del Señor; templo del cual el Señor dijo a David y a Salomón , su hijo: En este templo y en Jerusalén , ciudad que tengo escogida entre todas las tribus de Israel, estableceré mi Nombre para siempre;
|
IV Rey 22:8
|
Con esta ocasión dijo el sumo sacerdote Helcías a Safán, secretario: He hallado en el templo del Señor el libro de la ley. Y entregó Helcías aquel volumen a Safán; el cual lo leyó.
|
IV Rey 22:10
|
El secretario Safán dijo además al rey: El sumo sacerdote Helcías me ha dado este libro. Y leyó Safán en presencia del rey;
|
IV Rey 23:18
|
Y dijo el rey: Dejadle, ninguno mueva sus huesos; y así quedaron intactos sus huesos con los del profeta, venido de Samaria.
|