IV Rey 2:6
|
Le dijo otra vez Elías: Quédate aquí, porque el Señor me envía hasta el Jordán. Le replicó Eliseo: Te juro por el Señor y por tu vida que no me apartaré de ti. Marcharon, pues, ambos;
|
IV Rey 2:9
|
Así que hubieron pasado, dijo Elías a Eliseo: Pide lo que quieras que yo haga por ti, antes que sea de ti separado. Y Eliseo dijo: Pido que sea duplicado en mí tu espíritu.
|
IV Rey 2:9
|
Así que hubieron pasado, dijo Elías a Eliseo: Pide lo que quieras que yo haga por ti, antes que sea de ti separado. Y Eliseo dijo: Pido que sea duplicado en mí tu espíritu.
|
IV Rey 2:14
|
y con el manto que se le cayera a Elías hirió las aguas, las cuales no se dividieron. Por lo que dijo: ¿Dónde está ahora el Dios de Elías? Hirió nuevamente las aguas, y se dividieron a un lado y a otro; con lo que pasó Eliseo.
|
IV Rey 2:17
|
Tanto le importunaron que al cabo condescendió, y les dijo: Pues bien, enviadlos. Enviaron, pues cincuenta hombres, que habiéndole buscado tres días, no lo hallaron.
|
IV Rey 2:18
|
Por lo que se volvieron a Eliseo, que moraba en Jericó , el cual les dijo: ¿No os respondí yo: No tenéis que enviarlos?
|
IV Rey 2:21
|
se fue al manantial de las aguas, echó en él la sal, y dijo: Esto dice el Señor: Yo he hecho saludables estas aguas, y nunca más serán causa de muerte ni de esterilidad.
|
IV Rey 3:11
|
Pero dijo Josafat: ¿No hay aquí algún profeta del Señor, para implorar por medio de él el socorro del Señor? A esto respondió uno de los criados del rey de Israel: Aquí está Eliseo, hijo de Safat, que daba aguamanos, o servía, a Elías.
|
IV Rey 3:13
|
Mas Eliseo dijo al rey de Israel: ¿Qué tienes tú que ver conmigo? Anda, ve a los profetas de tu padre y de tu madre. Le dijo el rey de Israel: ¿Por qué habrá juntado el Señor estos tres reyes para entregarlos en manos de Moab?
|
IV Rey 3:13
|
Mas Eliseo dijo al rey de Israel: ¿Qué tienes tú que ver conmigo? Anda, ve a los profetas de tu padre y de tu madre. Le dijo el rey de Israel: ¿Por qué habrá juntado el Señor estos tres reyes para entregarlos en manos de Moab?
|
IV Rey 3:15
|
Mas ahora traedme acá uno que taña el arpa. Y mientras éste cantaba al son del arpa, la virtud del Señor se hizo sentir sobre Eliseo, el cual dijo:
|
IV Rey 4:2
|
Le dijo Eliseo: ¿Qué quieres que yo haga por ti? Dime: ¿qué tienes en tu casa? Ella respondió: No tiene tu esclava otra cosa en su casa sino un poco de aceite para ungirse.
|
IV Rey 4:3
|
A la cual dijo: Anda y pide prestadas a todos tus vecinos vasijas vacías en abundancia.
|
IV Rey 4:6
|
Llenas ya las vasijas, dijo a uno de los hijos: Tráeme todavía otra vasija. Y respondió él: No tengo más. Entonces cesó de multiplicarse el aceite.
|
IV Rey 4:7
|
Fue luego ella, y se lo contó todo al varón de Dios, el cual dijo: Anda, vende el aceite y paga a tu acreedor; y de lo restante sustentaos tú y tus hijos.
|
IV Rey 4:9
|
Y dijo la señora a su marido: Advierto que este hombre que pasa con frecuencia por nuestra casa, es un varón santo de Dios.
|
IV Rey 4:12
|
Y dijo a su criado Giezi: Llama a esa sunamita. La llamó Giezi, y ella se presentó a Eliseo,
|
IV Rey 4:13
|
el cual dijo a su criado: Dile de mi parte: Veo que nos has asistido en todo con mucho esmero. ¿Qué quieres que haga por ti? ¿Tienes algún negocio sobre el cual pueda yo hablar al rey o al general del ejército? Respondió él: Yo vivo felizmente en medio de mis gentes.
|
IV Rey 4:16
|
le dijo Eliseo: El año que viene, en este tiempo y en esta misma hora, dándote Dios vida, llevarás un hijo en tus entrañas. A lo que respondió ella: No quieras, señor mío, no quieras por tu vida, oh varón de Dios, engañar a tu sierva.
|
IV Rey 4:19
|
dijo a su padre: La cabeza me duele, me duele la cabeza. Dijo el padre a un criado: Tómalo y llévalo a su madre.
|
IV Rey 4:22
|
llamó a su marido, a quien dijo: Despacha conmigo, te ruego, alguno de los criados y una burra, para ir yo corriendo al varón de Dios y volver luego.
|
IV Rey 4:23
|
Le dijo él: ¿Por qué quieres ir a visitarlo? Hoy no es día de calendas, ni de sábado. Mas ella respondió: Déjame ir.
|
IV Rey 4:24
|
Hizo, pues, aparejar la burra, y dijo al criado: Arrea, y date prisa, no me hagas detener en el camino; y haz esto que te mando.
|
IV Rey 4:25
|
Partió, pues, y fue a encontrar al varón de Dios en el monte Carmelo; quien al verla venir hacia él, dijo a Giezi, su criado: Mira, aquella es la sunamita.
|
IV Rey 4:27
|
Mas así que llegó al monte y a la presencia del varón de Dios, se echó a sus pies y acercándose Giezi para apartarla, le dijo el varón de Dios: Déjala, porque su alma está llena de amargura, y el Señor me la ha ocultado, y no me ha revelado nada de eso.
|
IV Rey 4:29
|
Y él dijo a Giezi: Pon haldas en cinta, y toma en tu mano mi báculo y marcha: si te encontrares con alguno, no te pares a saludarlo; si alguno te saludare, no te detengas a responderle; y pondrás mi báculo sobre el rostro del niño.
|
IV Rey 4:30
|
Sin embargo, la madre del niño dijo a Eliseo: Te juro por el Señor y por tu vida que no me iré sin ti. Con esto se puso Eliseo en camino, y la fue siguiendo.
|
IV Rey 4:36
|
Y llamó a Giezi y le dijo: Avisa a esa sunamita. Vino ella y se presentó a Eliseo, el cual le dijo: Toma a tu hijo.
|
IV Rey 4:36
|
Y llamó a Giezi y le dijo: Avisa a esa sunamita. Vino ella y se presentó a Eliseo, el cual le dijo: Toma a tu hijo.
|
IV Rey 4:38
|
Y Eliseo se volvió a Gálgala. Había por aquel tiempo hambre en el país; y los hijos de los profetas habitaban en su compañía. Por lo que dijo a uno de los sirvientes. Pon una olla grande, y cuece un potaje para los hijos de los profetas.
|
IV Rey 4:41
|
Mas él: Traedme, dijo, harina; y así que se la trajeron, la echó en la olla, y dijo: Ve repartiendo potaje a la gente para que coma; y no hubo más rastro de amargura en la olla.
|
IV Rey 4:41
|
Mas él: Traedme, dijo, harina; y así que se la trajeron, la echó en la olla, y dijo: Ve repartiendo potaje a la gente para que coma; y no hubo más rastro de amargura en la olla.
|
IV Rey 4:42
|
Vino a la sazón un hombre de Baalsalisa, que traía para el varón de Dios panes de primicias, veinte panes de cebada, y espigas de trigo nuevo en su alforja. Y dijo Eliseo a su criado: Dáselo a la gente para que coma.
|
IV Rey 5:3
|
la cual dijo a su señora: ¡Ah si mi amo fuera a verse con el profeta que está en Samaria! Sin duda se curaría de la lepra.
|
IV Rey 5:7
|
Leído que hubo la carta el rey de Israel, rasgó sus vestidos, y dijo: ¿Soy yo por ventura Dios, que pueda quitar y dar la vida, para que éste me envíe a decir que yo cure a un hombre de la lepra? Reparad, y veréis cómo anda buscando pretextos contra mí.
|
IV Rey 5:17
|
Al fin dijo Naamán: Sea como tú quieres; pero te suplico que me permitas a mí, siervo tuyo, el llevarme la porción de tierra que cargan dos mulos; porque ya no sacrificará tu siervo de aquí adelante holocaustos ni víctimas a dioses ajenos, sino sólo al Señor.
|
IV Rey 5:20
|
Giezi, sirviente del varón de Dios, dijo: Mi amo ha andado muy comedido con este Naamán de Siria, no queriendo aceptar nada de lo que le ha traído. Vive Dios que he de ir corriendo a alcanzarlo y sacar de él alguna cosa.
|
IV Rey 5:21
|
Echó, pues, a correr en seguimiento de Naamán; el cual viéndolo venir corriendo hacia sí, saltó luego del coche a su encuentro, y dijo: ¿Va todo bien?
|
IV Rey 6:3
|
Ven, pues, le dijo uno de ellos, tú también con tus siervos. Y contestó él: Iré.
|
IV Rey 6:6
|
Y dijo el varón de Dios: ¿Dónde ha caído? Y le señaló el lugar. Cortó, pues, Eliseo un palo, y lo arrojó allí; y salió nadando el hierro.
|
IV Rey 6:7
|
Y le dijo: Cógelo; y alargó la mano y lo cogió.
|
IV Rey 6:8
|
Hacía el rey de Siria la guerra a Israel; y tenido consejo con sus criados o palaciegos, dijo: Pongamos emboscadas en tal y tal lugar.
|
IV Rey 6:11
|
Turbó este suceso el ánimo del rey de Siria; y habiendo convocado a sus criados u oficiales, dijo: ¿Por qué no me descubrís quién es el que me hace traición para con el rey de Israel?
|
IV Rey 6:17
|
Y Eliseo, después de haber hecho oración, dijo: Señor ábrele los ojos a éste para que vea; y abrió el Señor los ojos del criado y miró y vio el monte lleno de caballos y de carros de fuego, que rodeaban a Eliseo.
|
IV Rey 6:19
|
Entonces Eliseo, llegándose a ellos, les dijo: No es este el camino, ni esta la ciudad; seguidme a mí, que yo os enseñaré el hombre que buscáis. Dicho esto los condujo a Sama-ria;
|
IV Rey 6:20
|
y entrado que hubieron en Samaria, dijo Eliseo: Señor, abre los ojos a éstos para que vean. Y les abrió el Señor los ojos, y reconocieron que estaban en medio de Samaria.
|
IV Rey 6:21
|
Así que los vio el rey de Israel, dijo a Eliseo: ¿Padre mío, los haré morir?
|
IV Rey 6:28
|
Esta mujer me dijo: Da tu hijo para que le comamos hoy; que mañana comeremos el mío.
|
IV Rey 6:32
|
Estaba a la sazón Eliseo sentado en su casa, y estaban con él los ancianos o senadores. Despachó, pues, el rey un hombre para que fuera a cortarle la cabeza; y antes que llegase este enviado, dijo Eliseo a los ancianos: ¿No sabéis que ese hijo del homicida Acab ha enviado a cortarme la cabeza? Tened, pues, cuidado cuando llegare el enviado o ejecutor de tener cerrada la puerta y de no dejarlo entrar; porque ya estoy oyendo las pisadas de su señor que viene tras de él.
|
IV Rey 6:33
|
Aún estaba hablando con ellos cuando compareció el enviado que venía a él; y dijo: Tú ves cuántos males nos envía Dios: ¿qué tengo ya que esperar del Señor?
|