Lc 17:19
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Después le dijo: Levántate, vete, que tu fe te ha salvado.
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Lc 17:22
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Con esta ocasión dijo a sus discípulos: Tiempo vendrá en que desearéis ver uno de los días del Hijo del hombre, y no lo veréis.
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Lc 18:4
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Mas el juez en mucho tiempo no quiso hacérsela. Pero después dijo para consigo: Aunque yo no temo a Dios, ni respeto a hombre alguno,
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Lc 18:6
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Ved, añadió el Señor, lo que dijo ese juez inicuo.
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Lc 18:16
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Mas Jesús llamando a sí los niños dijo: Dejad venir a mí los niños, y no se lo vedéis; porque de quienes son como éstos es el reino de Dios.
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Lc 18:22
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Lo cual oyendo Jesús , le dijo: Todavía te falta una cosa: Vende todos tus haberes, dalos a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo; y después ven, y sígueme.
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Lc 18:24
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Y Jesús viéndole sobrecogido de tristeza, dijo: ¡Oh cuán dificultosamente los adinerados entrarán en el reino de Dios!
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Lc 18:28
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Entonces dijo Pedro: Bien ves que nosotros hemos dejado todos las cosas, y te hemos seguido.
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Lc 18:29
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Les dijo Jesús : En verdad os digo, ninguno hay que haya dejado casa, o padres, o hermanos, o esposa, o hijos, por amor del reino de Dios,
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Lc 18:31
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Después tomando Jesús aparte a los doce apóstoles, les dijo: Ya veis que subimos a Jerusalén , donde se cumplirán todas las cosas que fueron escritas por los profetas acerca del Hijo del hombre;
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Lc 18:42
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Le dijo Jesús : Tenla: y sábete que tu fe te ha salvado.
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Lc 19:5
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Llegado que hubo Jesús a aquel lugar, alzando los ojos le vio, y le dijo: Zaqueo, baja luego; porque conviene que yo me hospede hoy en tu casa.
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Lc 19:8
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Mas Zaqueo, puesto en presencia del Señor, le dijo: Señor, desde ahora doy yo la mitad de mis bienes a los pobres; y si he defraudado en algo a alguno, le voy a restituir cuatro tantos más.
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Lc 19:16
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Vino, pues, el primero, y dijo: Señor, tu marco ha rendido diez marcos.
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Lc 19:18
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Llegó el segundo, y dijo: Señor, tu marco ha dado de ganancia cinco marcos.
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Lc 19:20
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Vino otro, y dijo: Señor, aquí tienes tu marco de plata, el cual he guardado envuelto en un pañuelo;
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Lc 19:22
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Le dijo el amo: ¡Oh mal siervo!, por tu propia boca te condeno; sabías que yo soy un hombre duro y austero, que me llevo lo que no deposité y siego lo que no he sembrado;
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Lc 19:24
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Por lo que dijo a los asistentes: Quitadle el marco, y dádselo al que tiene diez marcos.
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Lc 20:3
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Pero Jesús , por respuesta, les dijo a ellos: También yo quiero haceros una pregunta, respondedme:
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Lc 20:8
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Entonces Jesús les dijo: Tampoco yo quiero deciros con qué autoridad hago estas cosas.
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Lc 20:17
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Pero Jesús , clavando los ojos en ellos, dijo: ¿Pues qué quiere decir lo que está escrito: La piedra que desecharon los arquitectos, ésta misma vino a ser la principal piedra del ángulo?
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Lc 20:23
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Mas Jesús , conociendo su malicia, les dijo: ¿Para qué venís a tentarme?
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Lc 20:25
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Les dijo entonces: Pagad, pues, a César lo que es de César; y a Dios lo que es de Dios.
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Lc 20:37
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Por lo demás, que los muertos hayan de resucitar, Moisés lo declaró cuando, estando junto a la zarza, le dijo el Señor: Yo soy el Dios de Abrahán, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob .
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Lc 20:45
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Después, oyéndolo todo el pueblo, dijo a sus discípulos:
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Lc 21:3
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Y dijo a sus discípulos: En verdad os digo, que esta pobre viuda ha echado más que todos.
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Lc 22:15
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Y les dijo: Ardientemente he deseado comer este cordero pascual con vosotros, antes de mi pasión.
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Lc 22:17
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Y tomando el cáliz dio gracias a Dios, y dijo: Tomad, y distribuidlo entre vosotros;
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Lc 22:25
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Mas Jesús le dijo: Los reyes de las naciones las tratan con imperio; y los que tienen autoridad sobre ellas, son llamados bienhechores.
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Lc 22:34
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Pero Jesús le replicó: Yo te digo, ¡oh Pedro!, que no cantará hoy el gallo, antes que tú niegues tres veces haberme conocido. Les dijo después:
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Lc 22:40
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Y llegado que fue allí les dijo: Orad para que no caigáis en tentación.
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Lc 22:46
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Y les dijo: ¿Por qué dormís?, levantaos, y orad, para no caer en tentación.
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Lc 22:48
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Y Jesús le dijo: ¡Oh Judas!, ¿con un beso entregas al Hijo del hombre?
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Lc 22:51
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Pero Jesús , tomando la palabra, dijo luego: Dejadlo, no paséis adelante, y habiendo tocado la oreja del herido, le curó.
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Lc 22:56
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Al cual, como una criada le viese sentado a la lumbre, fijando en él los ojos, dijo: También éste andaba con aquel.
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Lc 22:58
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De allí a poco mirándole otro, dijo: Si, tú también eres de aquéllos. Mas Pedro le respondió: ¡Oh hombre!, no lo soy.
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Lc 23:4
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Pilatos dijo a los príncipes de los sacerdotes y al pueblo: Yo no hallo delito alguno en este hombre.
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Lc 23:14
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les dijo: Vosotros me habéis presentado este hombre como alborotador del pueblo, y he aquí que habiéndole yo interrogado en presencia vuestra, ningún delito he hallado en él, de los que le acusáis.
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Lc 23:22
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El, no obstante, por tercera vez les dijo: Pues ¿qué mal ha hecho éste? Yo no hallo en él delito alguno de muerte; así que, después de castigarle, le daré por libre.
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Lc 23:28
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Pero Jesús vuelto a ellas, les dijo: Hijas de Jerusalén , no lloréis por mí; llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos.
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Lc 23:43
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Y Jesús le dijo: En verdad te digo, que hoy estarás conmigo en el paraíso.
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Lc 23:46
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Entonces Jesús clamando con una voz muy grande, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y diciendo esto, expiró.
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Lc 24:17
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Les dijo, pues: ¿Qué conversación es esa que caminando lleváis entre los dos, y por qué estáis tristes?
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Lc 24:18
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Uno de ellos, llamado Cleofás, respondiendo, le dijo: ¿Tú sólo eres tan extranjero en Jerusalén , que no sabes lo que ha pasado en ella estos días?
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Lc 24:25
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Entonces les dijo él: ¡Oh necios, y tardos de corazón para creer todo lo que anunciaron los profetas!
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Lc 24:36
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Mientras estaban hablando de estas cosas, se presentó Jesús en medio de ellos, y les dijo: La paz sea con vosotros: Soy yo, no temáis.
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Lc 24:38
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Y Jesús les dijo: ¿De qué os asustáis y por qué dais lugar en vuestro corazón a tales pensamientos?
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Lc 24:41
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Mas como ellos aún no lo acabasen de creer, estando como estaban fuera de sí de gozo y de admiración, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer?
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Lc 24:44
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Les dijo en seguida: Ved ahí lo que os decía, cuando estaba aún con vosotros, que era necesario que se cumpliese todo cuanto está escrito de mí en la ley de Moisés, y en los profetas, y en los salmos.
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Lc 24:46
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Y les dijo: Así estaba ya escrito, y así era necesario que el Cristo padeciese, y que resucitase de entre los muertos al tercer día,
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