Heb 3:10
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Yo sobrellevé a aquel pueblo con pena y disgusto por espacio de cuarenta años, y dije en mí mismo: Este pueblo sigue siempre los extravíos de su corazó,: él no conoce mis caminos,
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Heb 4:9
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Luego resta todavía un solemne descanso o sábado para el verdadero pueblo de Dios.
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Heb 5:3
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Y por esta razón debe ofrecer sacrificio en descuento de los pecados, no menos por los suyos propios que por los del pueblo.
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Heb 7:5
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Lo cierto es que aquellos de la tribu de Leví que son elevados al sacerdocio, tienen por la ley orden o derecho de cobrar los diezmos del pueblo, esto es, de sus hermanos; aunque también éstos mismos vengan como ellos de la sangre de Abrahán.
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Heb 7:11
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Y si la perfección o santidad se daba por el sacerdocio levítico (ya que en tiempo del mismo recibió el pueblo la ley) ¿qué necesidad hubo después de que se levantase otro sacerdote nombrado según el orden de Melquisedec, y no según el de Aarón?
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Heb 7:27
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el cual no tiene necesidad, como los demás sacerdotes, de ofrecer cada día sacrificios, primeramente por sus pecados, y después por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez sola, ofreciéndose a sí mismo.
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Heb 8:10
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El Testamento que he de disponer, dice el Señor, para la casa de Israel, después de aquellos días, es el siguiente: Imprimiré mis leyes en la mente de ellos, y las escribiré sobre sus corazones; y yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo;
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Heb 9:7
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pero en el segundo el solo sumo sacerdote, una vez al año, no sin llevar allí sangre, la cual ofrecía por sus ignorancias y por las del pueblo,
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Heb 9:19
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puesto que Moisés, después que hubo leído todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo, tomando de la sangre de los novillos, y de los machos cabríos, mezclada con agua, lana teñida de carmesí o de grana, y el hisopo, roció al mismo libro de la ley, y también a todo el pueblo,
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Heb 9:19
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puesto que Moisés, después que hubo leído todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo, tomando de la sangre de los novillos, y de los machos cabríos, mezclada con agua, lana teñida de carmesí o de grana, y el hisopo, roció al mismo libro de la ley, y también a todo el pueblo,
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Heb 10:30
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Pues bien conocemos quién es el que dijo: A mí está reservada la venganza, y yo soy el que la ha de tomar. Y también: El Señor ha de juzgar a su pueblo.
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Heb 11:25
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escogiendo antes ser afligido con el pueblo de Dios, que gozar de las delicias pasajeras del pecado,
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Heb 13:12
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que aun por eso Jesús , para santificar al pueblo con su sangre, padeció fuera de la puerta de la ciudad.
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I Ped 2:9
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Vosotros, al contrario, sois el linaje escogido, una clase de sacerdotes reyes, gente santa, pueblo de conquista, para publicar las grandezas de aquel que os sacó de las tinieblas a su luz admirable.
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I Ped 2:10
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Vosotros que antes no erais tan siquiera pueblo, y ahora sois el pueblo de Dios; que no habíais alcanzado misericordia, y ahora la alcanzasteis.
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I Ped 2:10
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Vosotros que antes no erais tan siquiera pueblo, y ahora sois el pueblo de Dios; que no habíais alcanzado misericordia, y ahora la alcanzasteis.
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II Ped 2:1
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Verdad es que hubo también falsos profetas en el antiguo pueblo de Dios, así como se verán entre vosotros, maestros embusteros, que introducirán con disimulo sectas de perdición, y renegarán del Señor que los rescató, acarreándose a sí mismos una pronta venganza.
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Judas 1:5
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Sobre lo cual quiero haceros memoria, puesto que fuisteis ya instruidos en todas estas cosas, que habiendo Jesús sacado a salvo al pueblo hebreo de la tierra de Egipto, destruyó después a los que fueron incrédulos,
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Apoc 13:7
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Le fue también permitido hacer guerra a los santos o fieles, y vencerlos. Y se le dio potestad sobre toda tribu, y pueblo, y lengua, y nación.
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Apoc 18:4
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Y oí otra voz del cielo, que decía: Los que sois del pueblo mío escapad de ella, para no ser participantes de sus delitos, ni quedar heridos de sus plagas.
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Apoc 21:3
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Y oí una voz grande que venía del trono, y decía: Ved aquí el Tabernáculo de Dios entre los hombres, y el Señor morará con ellos. Y ellos serán su pueblo, y el mismo Dios habitando en medio de ellos será su Dios.
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