I Rey 10:25
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En seguida expuso Samuel al pueblo la ley de la monarquía, y la escribió en un libro, que depositó en el Tabernáculo delante del Señor; después de lo cual despidió Samuel a todo el pueblo, cada cual a su casa.
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I Rey 10:25
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En seguida expuso Samuel al pueblo la ley de la monarquía, y la escribió en un libro, que depositó en el Tabernáculo delante del Señor; después de lo cual despidió Samuel a todo el pueblo, cada cual a su casa.
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I Rey 11:4
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Llegaron, pues, los mensajeros a Gabaa, patria de Saúl, y refirieron lo dicho, escuchándolo el pueblo; todo el cual a voz en grito echó a llorar.
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I Rey 11:5
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Venía a la sazón Saúl del campo en pos de sus bueyes, y preguntó: ¿Qué llanto es ése del pueblo? Y le contaron lo que habían enviado a decir los habitantes de Jabes.
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I Rey 11:7
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tomó los dos bueyes, y los hizo trozos; los que envió por todos los confines de Israel por medio de unos mensajeros que dijesen: Así serán tratados los bueyes de todo aquel que no saliere a campaña, y no siguiere a Saúl y a Samuel. Con esto se apoderó del pueblo el temor del Señor, y salieron todos a una, como si fueran un hombre solo.
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I Rey 11:12
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Entonces dijo el pueblo a Samuel: ¿Quiénes son los que decían: Saúl será acaso nuestro rey? Entréganos esos hombres y los mataremos.
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I Rey 11:14
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Después dijo Samuel al pueblo: Venid y vamos a Gálgala, y confirmemos allí a Saúl en el reino.
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I Rey 11:15
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Se encaminó pues, todo el pueblo a Gálgala, y allí reconocieron nuevamente por rey a Saúl en presencia del Señor; e inmolaron al Señor víctimas pacíficas, regocijándose mucho en aquel sitio, así Saúl como todos los hijos de Israel.
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I Rey 12:1
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Entonces dijo Samuel a todo el pueblo de Israel: Ya veis que he condescendido con vosotros en todo lo que me habéis propuesto, y que os he dado un rey;
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I Rey 12:6
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Y dijo Samuel al pueblo: Sí, testigo me es aquel Señor que crió a Moisés y Aarón, y sacó a nuestros padres de la tierra de Egipto.
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I Rey 12:19
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con lo que todo el pueblo temió en gran manera al Señor y a Samuel, y dijeron todos juntos a Samuel: Ruega por tus siervos al Señor Dios tuyo, para que no muramos; porque a todos los demás pecados nuestros hemos añadido aún la maldad de pedir un rey para que nos gobernase.
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I Rey 12:20
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Dijo entonces Samuel al pueblo: No temáis; vosotros es verdad habéis cometido todos esos pecados; sin embargo no os apartéis del camino del Señor, sino servidle de todo vuestro corazón,
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I Rey 12:22
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Porque el Señor, por amor de su nombre grande y santo, no desamparará a su pueblo; habiendo jurado tomaros por propio pueblo suyo.
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I Rey 12:22
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Porque el Señor, por amor de su nombre grande y santo, no desamparará a su pueblo; habiendo jurado tomaros por propio pueblo suyo.
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I Rey 13:2
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Y escogió tres mil hombres de Israel; de los cuales dos mil estaban con Saúl frente a Macmas, y en el monte de Betel; y otros mil con Jonatás enfrente de Gabaa de Benjamín; y despidió todo el resto del pueblo, cada uno a su casa.
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I Rey 13:6
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Viéndose los israelitas estrechados o en apuro (estando ya desalentado todo el pueblo), se ocultaron en cuevas y subterráneos, y entre peñascos, y en las grutas y cisternas.
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I Rey 13:7
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Parte de los hebreos pasaron el Jordán, retirándose a la tierra de Gad y de Galaad. En suma, estando todavía Saúl en Gálgala, cayó todo el pueblo que le seguía en un terror grande.
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I Rey 13:14
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Mas ya tu reino no durará por mucho tiempo. El Señor se ha buscado un varón, según su corazón, al cual ha llamado a ser caudillo de su pueblo, por cuanto tú no guardaste lo mandado por el Señor.
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I Rey 14:3
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Aquías, hijo de Aquitob, hermano de Icabod, hijo de Finees, y nieto de Helí, sumo sacerdote del Señor en Silo, estaba revestido del efod. Asimismo el pueblo no sabía a dónde había ido Jonatás.
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I Rey 14:24
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Se reunieron entonces los israelitas; y Saúl juramentó al pueblo, diciendo: Maldito sea el hombre que probare bocado antes de la noche, hasta que yo me haya vengado de mis enemigos. Y toda la gente se abstuvo de comer.
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I Rey 14:26
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Entrado que hubo el pueblo en el bosque, vio destilar la miel; mas nadie osó tomarla y acercársela a la boca; porque temían todos violar el juramento del rey.
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I Rey 14:27
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Pero Jonatás, que no había oído la protesta que su padre había hecho al pueblo con juramento, alargó la punta del bastón que tenía en la mano, y la mojó en un panal de miel, y la aplicó a su boca; con lo que recobró el vigor de sus ojos.
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I Rey 14:28
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Entonces le advirtió uno del pueblo, diciéndole: Tu padre ha obligado al pueblo con juramento, diciendo: Maldito sea el hombre que probare hoy bocado. (Estaban ya todos desfallecidos).
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I Rey 14:28
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Entonces le advirtió uno del pueblo, diciéndole: Tu padre ha obligado al pueblo con juramento, diciendo: Maldito sea el hombre que probare hoy bocado. (Estaban ya todos desfallecidos).
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I Rey 14:31
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Sin embargo, fueron acuchillando a los filisteos en este día desde Macmas hasta Ayalón. Mas el pueblo quedó sumamente fatigado;
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I Rey 14:32
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y entregándose al saqueo, cogió carneros, y bueyes, y becerros, y los degollaron en tierra, y comió el pueblo la carne con sangre.
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I Rey 14:33
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De lo que avisaron a Saúl, diciéndole que el pueblo había pecado contra el Señor, comiendo carne con sangre. Y Saúl dijo: Habéis prevaricado, traed presto rodando aquí una gran piedra.
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I Rey 14:34
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Y añadió Saúl: Esparcíos entre la gente, y decidles que traiga acá cada uno su buey, su carnero y demás animales; degolladlos sobre esa piedra, y después comed; así no pecaréis contra el Señor, comiendo la carne con sangre. Trajo luego todo el pueblo cada uno por su mano hasta que fue de noche, la res que había de matar.
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I Rey 14:36
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Dijo después Saúl: Echémonos esta noche sobre los filisteos, y acabemos con ellos antes que amanezca, sin dejar hombre con vida. Respondió el pueblo: Haz todo lo que bien te parezca. Mas el sacerdote dijo: Acerquémonos antes aquí a consultar a Dios.
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I Rey 14:38
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Por lo que dijo Saúl: Haced venir aquí todos los principales del pueblo, y averiguad y ved por culpa de quién sucede hoy esto.
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I Rey 14:39
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Vive el Señor, que es el Salvador de Israel, que si la causa de esto es mi hijo Jonatás, morirá sin remisión. A lo cual ninguno del pueblo lo contradijo.
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I Rey 14:40
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Y dijo a todo Israel: Separaos vosotros a un lado, y yo con mi hijo Jonatás estaremos al otro. Y contestó el pueblo a Saúl: Haz lo que bien te pareciere.
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I Rey 14:41
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Dijo entonces Saúl al Señor Dios de Israel: Oh Señor Dios de Israel, danos a entender, ¿por qué causa no has hoy respondido a tu siervo? Si la culpa está en mí o en Jonatás, mi hijo, decláralo; pero si tu pueblo es el culpado, manifiesta tu santidad. Y cayó la suerte sobre Jonatás y Saúl, quedando libre el pueblo.
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I Rey 14:41
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Dijo entonces Saúl al Señor Dios de Israel: Oh Señor Dios de Israel, danos a entender, ¿por qué causa no has hoy respondido a tu siervo? Si la culpa está en mí o en Jonatás, mi hijo, decláralo; pero si tu pueblo es el culpado, manifiesta tu santidad. Y cayó la suerte sobre Jonatás y Saúl, quedando libre el pueblo.
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I Rey 14:45
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El pueblo dijo a Saúl: ¿Conque morirá Jonatás, que acaba de salvar de un modo maravilloso a Israel? Ni hablarse debe de tal cosa. Vive el Señor que no caerá en tierra ni un solo cabello de su cabeza; porque él ha obrado este día con beneplácito y asistencia de Dios. En efecto, el pueblo libertó a Jonatás de la muerte.
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I Rey 14:45
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El pueblo dijo a Saúl: ¿Conque morirá Jonatás, que acaba de salvar de un modo maravilloso a Israel? Ni hablarse debe de tal cosa. Vive el Señor que no caerá en tierra ni un solo cabello de su cabeza; porque él ha obrado este día con beneplácito y asistencia de Dios. En efecto, el pueblo libertó a Jonatás de la muerte.
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I Rey 15:1
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Después de esto dijo Samuel a Saúl: El Señor me envió a ungirte rey sobre su pueblo de Israel. Escucha, pues, ahora, lo que te manda el Señor.
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I Rey 15:4
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Conforme a esto Saúl convocó al pueblo, y pasándole revista, como cuenta el pastor sus corderos, se halló con doscientos mil hombres de a pie de todas las tribus de Israel, y diez mil de la de Judá.
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I Rey 15:8
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Tomó vivo a Agag, rey de Amalec; y pasó a cuchillo a todo el pueblo.
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I Rey 15:15
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Respondió Saúl: Los han traído del país de Amalec; pues el pueblo ha conservado las mejores ovejas y vacas para inmolarlas al Señor Dios tuyo; mas el resto lo matamos.
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I Rey 15:21
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Verdad es que el pueblo ha separado del despojo ovejas y vacas, como primicia de lo que se debía destruir para inmolarlas al Señor su Dios en Gálgala.
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I Rey 15:24
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Dijo Saúl a Samuel: He pecado por haber quebrantado el mandato del Señor, y despreciado tus dictámenes, temiendo al pueblo, y condescendiendo con él.
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I Rey 15:30
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A lo que dijo Saúl: Yo he pecado; mas te ruego que me honres ahora delante de los ancianos de mi pueblo, y en presencia de Israel, y te vuelvas conmigo, a fin de que a tu lado adore al Señor Dios tuyo.
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I Rey 17:36
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Así es como yo, siervo tuyo, maté tanto al león como al oso; y lo propio haré con ese filisteo incircunciso. Iré, pues, contra él ahora mismo, y quitaré el oprobio de nuestro pueblo; porque, ¿quién es ese filisteo incircunciso, que ha tenido la osadía de maldecir al ejército del Dios vi-vo?
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I Rey 18:5
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Salía David a todas las expediciones a que le enviaba Saúl, y se conducía con mucha prudencia. Le dio después Saúl mando sobre alguna gente de guerra, y se ganó la afición de todo el pueblo, y particularmente de los criados de Saúl.
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I Rey 18:13
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Por lo cual le alejó de él y le hizo tribuno de mil hombres; con los cuales hacía David sus expediciones a vista del pueblo.
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I Rey 27:12
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Por donde Aquis vino a fiarse de David, diciendo entre sí: Muchos son los daños que ha hecho contra su pueblo de Israel; y por lo mismo se quedará ya para siempre adicto a mi servicio.
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I Rey 30:6
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Y se halló David en extremo angustiado, porque el pueblo trataba de apedrearlo, estando todos poseídos de la mayor amargura por la pérdida de sus hijos e hijas. Pero David puso su confianza, y se confortó en el Señor Dios suyo.
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II Rey 1:12
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Y plañeron y lloraron, y ayunaron hasta la tarde por amor de Saúl y de Jonatás, su hijo, y del pueblo del Señor, y de la casa de Israel, porque habían sido pasados a cuchillo.
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II Rey 2:26
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desde donde Abner gritó a Joab, diciendo; ¿No se saciará de sangre tu espada, sino hasta el total exterminio? ¿No sabes que es cosa peligrosa reducir a la desesperación al enemigo? ¿No será ya tiempo de decir al pueblo que deje de perseguir a sus hermanos?
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