Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

pueblo

III Rey 18:37 Oyeme, oh Señor, escúchame, a fin de que sepa este pueblo que tú eres el Señor Dios, y que tú has convertido de nuevo sus corazones.
III Rey 18:39 Visto lo cual por todo el pueblo, se postraron todos sobre sus rostros, diciendo: El Señor es el Dios, el Señor es el Dios verdadero.
III Rey 20:7 Entonces el rey de Israel convocó a todos los ancianos de su pueblo, y dijo: Advertid y notad cómo nos está armando asechanzas; puesto que nos envió a pedirme mis mujeres y mis hijos, y el oro y la plata, y no le he dicho que no.
III Rey 20:8 Le respondieron todos los ancianos y el pueblo todo: No le des oídos, ni condesciendas con él.
III Rey 20:15 Contó, pues, Acab los mozos de a pie de los príncipes y halló ser doscientos treinta y dos; pasó después revista del pueblo, y halló aptos para pelear siete mil entre todos los hijos de Israel.
III Rey 20:42 El cual dijo al rey: Esto dice el Señor: Por cuanto has dejado escapar de tus manos un hombre digno de muerte, tu vida pagará por la suya, y tu pueblo por el pueblo suyo.
III Rey 20:42 El cual dijo al rey: Esto dice el Señor: Por cuanto has dejado escapar de tus manos un hombre digno de muerte, tu vida pagará por la suya, y tu pueblo por el pueblo suyo.
III Rey 21:9 La sustancia de la carta era esta: Promulgad un ayuno, y haced sentar a Nabot entre los principales del pueblo,
III Rey 21:12 Promulgaron el ayuno, y a Nabot lo hicieron sentar entre los primeros del pueblo.
III Rey 21:13 Y habiendo introducido a dos hombres, hijos del diablo, los hicieron sentar enfrente de Nabot, los cuales, al fin como hombres diabólicos, atestiguaron contra él en presencia del pueblo, diciendo: Nabot ha blasfemado contra Dios y contra el rey. En vista de este testimonio lo sacaron fuera de la ciudad, y lo mataron a pedradas.
III Rey 22:5 Respondió Josafat al rey de Israel: Somos los dos una misma cosa, y una misma cosa son tu pueblo y el mío, y tuya es mi caballería. Y añadió Josafat al rey de Israel: Consulta, te ruego, al Señor este día, para que sepamos su voluntad.
III Rey 22:44 Mas no quitó los lugares altos, pues todavía el pueblo sacrificaba y ofrecía incienso a Dios en las alturas.
IV Rey 3:7 Y envió a decir a Josafat, rey de Judá: El rey de Moab se me ha rebelado; ven conmigo a hacerle guerra. Respondió Josafat: Iré; lo que es mío, es tuyo; mi pueblo es pueblo tuyo, y mis caballos tuyos son.
IV Rey 3:7 Y envió a decir a Josafat, rey de Judá: El rey de Moab se me ha rebelado; ven conmigo a hacerle guerra. Respondió Josafat: Iré; lo que es mío, es tuyo; mi pueblo es pueblo tuyo, y mis caballos tuyos son.
IV Rey 6:30 Oído esto, rasgó el rey sus vestidos, y prosiguió andando por la muralla; y vio todo el pueblo el cilicio o saco que llevaba vestido a raíz de sus carnes.
IV Rey 7:16 Entonces el pueblo salió, y saqueó los campamentos de los siros; y de resultas un modio de flor de harina valió un siclo y un siclo dos modios de cebada, conforme a la palabra del Señor.
IV Rey 7:20 Así le aconteció, como estaba predicho, pues lo atropelló el pueblo a la puerta, y quedó muerto.
IV Rey 8:21 Por lo que Joram marchó contra Seira con todos sus carros de guerra, y asaltó de noche y desbarató a los idumeos que lo habían cercado, y a los comandantes de los carros de guerra; mas el pueblo huyó a sus estancias.
IV Rey 9:6 Al punto se levantó, y entró en un aposento, y el otro derramó el óleo sobre su cabeza, diciendo: Esto dice el Señor Dios de Israel: Yo te he ungido rey del pueblo mío de Israel.
IV Rey 10:9 Y luego que amaneció, salió él, y puesto de pie dijo a todo el pueblo: Vosotros que sois justos, decidme: Si yo he conspirado contra mi señor, y le he quitado la vida, ¿quien ha degollado a todos éstos?
IV Rey 10:18 Juntó también Jehú a todo el pueblo, y le dijo: Acab tributó algún culto a Baal; pero yo se lo tributaré mayor.
IV Rey 11:13 En esto oyó Atalía las voces del pueblo que corría, y acudiendo al tropel de gente que estaba en el templo del Señor,
IV Rey 11:17 Después asentó Joíada el pacto del Señor con el rey y con el pueblo, de que sería pueblo del Señor; y asimismo un tratado entre el rey y el pueblo.
IV Rey 11:17 Después asentó Joíada el pacto del Señor con el rey y con el pueblo, de que sería pueblo del Señor; y asimismo un tratado entre el rey y el pueblo.
IV Rey 11:17 Después asentó Joíada el pacto del Señor con el rey y con el pueblo, de que sería pueblo del Señor; y asimismo un tratado entre el rey y el pueblo.
IV Rey 11:18 E inmediatamente entró todo el pueblo de la tierra en el templo de Baal, y derribaron sus aras, e hicieron añicos sus imágenes, y delante del mismo altar mataron a Matán, sacerdote de Baal. Y el sumo sacerdote puso guardias en la casa del Señor.
IV Rey 11:19 Y capitaneando a los centuriones y a las legiones de cereteos y feleteos, y a todo el pueblo de la tierra, condujeron al rey desde el templo del Señor, y por el camino de la puerta de los escuderos lo llevaron a palacio, donde se sentó sobre el trono de los reyes de Judá.
IV Rey 11:20 Y todo el pueblo de la tierra se regocijó, y quedó en reposo la ciudad después que Atalía pereció a filo de espada en la casa del rey.
IV Rey 12:3 Verdad es que no quitó el sacrificar a Dios en los lugares altos; porque todavía el pueblo sacrificaba y ofrecía incienso en las alturas.
IV Rey 12:8 Y así se prohibió a los sacerdotes continuar recibiendo del pueblo el dinero, y cuidar de la construcción y reparos de la casa.
IV Rey 14:4 aunque tampoco quitó los lugares altos, pues todavía sacrificaba el pueblo, y quemaba incienso en las alturas.
IV Rey 14:21 Luego todo el pueblo de Judá cogió a Azarías, que era de dieciséis años, y lo proclamó rey en lugar de Amasías, su padre.
IV Rey 15:4 Verdad es que no demolió los lugares altos, pues todavía el pueblo sacrificaba y quemaba incienso a Dios en las alturas.
IV Rey 15:5 Mas el Señor castigó al rey; el cual estuvo leproso hasta el día de su muerte, y habitó separado en una casa aislada. Mientras tanto Joatam, hijo del rey, gobernaba el palacio, y administraba justicia al pueblo de aquella tierra.
IV Rey 15:35 Verdad es que no arruinó los lugares altos; todavía siguió el pueblo sacrificando y ofreciendo incienso a Dios en las alturas. Edificó la puerta más alta de la casa del Señor.
IV Rey 16:15 Además dio el rey Acaz al sumo sacerdote Urías esta orden: Ofrecerás sobre este altar grande el holocausto de la mañana y el sacrificio de la tarde, y el holocausto del rey con su sacrificio, y el holocausto de todo el pueblo de la tierra con sus sacrificios y libaciones; y has de derramar sobre este altar toda la sangre de los holocaustos, y toda la sangre de las víctimas. En cuanto al altar de bronce estará pronto a disposición mía.
IV Rey 17:32 y no obstante todos estos pueblos adoraban al Señor. Crearon del bajo pueblo sacerdotes para los lugares altos, y los colocaban en los adoratorios de las alturas.
IV Rey 18:26 Entonces Eliacim, hijo de Helcías, y Sobna, y Joahe dijeron a Rabsaces: Te rogamos que nos hables a nosotros, tus siervos, en siríaco, pues entendemos esa lengua, y no en lengua hebrea, la cual entiende el pueblo que está sobre la muralla.
IV Rey 18:36 A todo esto calló el pueblo, y no le respondió palabra; pues habían tenido orden del rey de no dar ninguna respuesta.
IV Rey 19:31 porque de Jerusalén saldrán unos restos de pueblo, y de ese monte Sión saldrá la gente que se ha de salvar. Esto es lo que hará por su pueblo el celo del Señor de los ejércitos.
IV Rey 19:31 porque de Jerusalén saldrán unos restos de pueblo, y de ese monte Sión saldrá la gente que se ha de salvar. Esto es lo que hará por su pueblo el celo del Señor de los ejércitos.
IV Rey 20:5 Vuelve, y di a Ezequías , caudillo de mi pueblo: Esto dice el Señor Dios de tu padre David: Oído he tu oración, y visto tus lágrimas; yo te doy la salud; de aquí a tres días subirás al templo del Señor.
IV Rey 21:24 Mas el pueblo del país mató a todos los que se habían conjurado contra el rey Amón, y proclamaron por rey en su lugar a Josías, hijo suyo.
IV Rey 22:4 Ve a Helcías, sumo sacerdote, y dile que mande recoger el dinero que ha entrado en el templo del Señor, que han recibido del pueblo los porteros del templo,
IV Rey 22:13 Id y consultad al Señor acerca de mí y acerca del pueblo y de todo Judá sobre las palabras de este libro que se ha hallado, porque grande es la cólera del Señor que se ha encendido contra nosotros, visto que nuestros padres no escucharon las palabras de este libro, ni pusieron en ejecución lo que nos estaba prescrito.
IV Rey 23:2 Y subió el rey al templo del Señor, acompañado de todos los varones de Judá y de los moradores de Jerusalén , de los sacerdotes y profetas, y de todo el pueblo, pequeños y grandes, y leyó delante de ellos todas las palabras del Libro de la Alianza hallado en la casa del Señor.
IV Rey 23:3 Y puesto el rey en pie sobre su tribuna o trono, hizo pacto o alianza delante del Señor, de que todos seguirían al Señor y guardarían sus preceptos y amonestaciones y ceremonias con todo el corazón y con toda el alma, y restablecerían en su observancia las palabras de esta alianza escritas en aquel libro; y ratificó el pueblo ese pacto o promesa.
IV Rey 23:6 Hizo también sacar el ídolo del bosque de la casa del Señor, y llevarlo fuera de Jerusalén , al valle de Cedrón, donde lo quemó, y redujo a cenizas, que hizo esparcir sobre los sepulcros del pueblo.
IV Rey 23:21 Por último, dio esta orden a todo el pueblo: Celebrad la Pascua al Señor Dios vuestro, conforme se halla escrito en este Libro de la Alianza.
IV Rey 23:30 Y sus criados lo llevaron muerto desde Mageddo, y lo transportaron a Jerusalén , y lo sepultaron en su sepulcro. Entonces el pueblo de la tierra tomó a Joacaz, hijo de Josías, al cual ungieron y proclamaron rey en lugar de su padre.