Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

pueblo

Isa 37:4 Interpón, pues, tu oración por las reliquias del pueblo; para ver si el Señor Dios tuyo ha reparado en las palabras de Rabsaces, enviado de su amo el rey asirio a blasfemar el Nombre de Dios vivo, e insultarle con las expresiones que ha oído el Señor tu Dios.
Isa 37:32 Porque de Jerusalén es de donde saldrán los residuos de mi pueblo, y del monte Sión los que se salvarán. Esto hará el celo del Señor de los ejércitos.
Isa 40:1 Consuélate, oh pueblo mío, consuélate, porque he aquí lo que me ha dicho vuestro Dios:
Isa 42:6 Yo el Señor te he llamado por amor o celo de la justicia, te he tomado por la mano, y te he preservado; te he puesto para ser el reconciliador del pueblo y luz de las naciones;
Isa 42:22 Mas ese mismo pueblo mío es saqueado y devastado; presos han sido todos sus jóvenes, encerrados en las cárceles; arrebatados han sido, sin que haya quien los libre; robados, y no hay quien diga: Restitúyelos.
Isa 42:25 Por eso ha descargado el Señor sobre este pueblo su terrible indignación, y le hace una guerra atroz y le ha pegado fuego por todos sus costados, y ni por eso cayó Israel en la cuenta; y le ha entregado a las llamas, y con todo no ha entrado en conocimiento de sus culpas.
Isa 43:8 Echa, fuera al pueblo aquel que es ciego, aunque tiene ojos, y sordo, aunque tiene orejas.
Isa 43:20 Las bestias fieras, los dragones y avestruces me glorificarán; porque he hecho brotar aguas en el desierto, y ríos en despoblado, para que beba mi pueblo, mi pueblo escogido;
Isa 43:20 Las bestias fieras, los dragones y avestruces me glorificarán; porque he hecho brotar aguas en el desierto, y ríos en despoblado, para que beba mi pueblo, mi pueblo escogido;
Isa 43:21 pueblo que yo formé para mí, el cual cantará mis alabanzas.
Isa 47:6 Porque yo me irrité contra mi pueblo, deseché como profana mi herencia, y los entregué en tus manos; tú no tuviste compasión de ellos: agravaste en extremo tu yugo, aún sobre los ancianos.
Isa 48:4 Porque sabía yo que tú eres un pueblo duro y tu frente de bronce.
Isa 49:4 Pero yo dije: En vano me he fatigado predicando a mi pueblo; sin motivo y en balde he consumido mis fuerzas; por tanto espero que el Señor me hará justicia, y en mi Dios está depositada la recompensa de mi obra.
Isa 49:8 Esto dice también el Señor: En el tiempo de mi beneplácito otorgué tu petición, y en el día de la salvación te auxilié y te conservé y te constituí reconciliador de mi pueblo, a fin de que tú restaurases la tierra, y entrases en posesión de las heredades devastadas;
Isa 49:13 ¡Oh cielos!, entonad himnos; y tú ¡oh tierra!, regocíjate; resonad vosotros, ¡oh montes!, en alabanzas, porque el Señor ha consolado a su pueblo, y se apiadará de sus pobres.
Isa 51:4 Atiende a lo que te digo, ¡oh pueblo mío!, y escúchame, nación mía; porque de mí ha de salir la nueva ley, y mi justicia se establecerá entre los pueblos a fin de iluminarlos.
Isa 51:7 Escuchad los que conocéis lo que es justo; vosotros del pueblo mío, en cuyos corazones está grabada mi ley: No temáis los oprobios de los hombres, no os arredren sus blasfemias;
Isa 51:16 En tu boca he puesto mis palabras, y te he amparado con la sombra de mi poderosa mano, para que plantes los cielos y fundes la tierra, y digas a Sión: Tú eres mi pueblo.
Isa 51:22 Estas cosas dice tu dominador, el Señor Dios tuyo que peleará por su pueblo: Mira, yo voy a quitar de tu mano ese cáliz soporífero; las heces del cáliz de mi indignación no las beberás ya otra vez.
Isa 52:4 Dice más el Señor Dios: Mi pueblo bajó al principio a Egipto, para morar allí como forastero; pero Asur lo maltrató sin ningún motivo.
Isa 52:5 Y ahora, ¿qué debo hacer yo aquí, dice el Señor, después que mi pueblo ha sido llevado esclavo por nada? Sus amos hacen tiranos, dice el Señor; y todo el día sin cesar está blasfemándose mi Nombre.
Isa 52:6 Por esto vendrá día en que mi pueblo conocerá la grandeza de mi Nombre, porque yo el mismo que le hablaba, he aquí que estoy ya presente.
Isa 52:9 Regocijaos y a una cantad alabanzas al Señor, oh desiertos de Jerusalén , pues ha consolado el Señor a su pueblo, ha rescatado a Jerusalén .
Isa 53:2 Porque él crecerá a los ojos del pueblo como una humilde planta, y brotará como una raíz en tierra árida; no es de aspecto bello, ni es esplendoroso: nosotros lo hemos visto, dicen, y nada hay que atraiga nuestros ojos, ni llame nuestra atención hacia él.
Isa 53:8 Después de sufrida la opresión e inicua condena, fue levantado en alto. Pero la generación suya ¿quién podrá explicarla? Arrancado ha sido de la tierra de los vivientes; para expiación de las maldades de mi pueblo le he yo herido, dice el Señor.
Isa 55:5 He aquí que entonces, tú, ¡oh Jerusalén !, llamarás al pueblo gentil que tú no reconocías; y las naciones que no te conocían correrán a ti por amor del Señor Dios tuyo, y del Santo de Israel que te habrá llenado de gloria.
Isa 56:3 Y no diga ya el hijo del advenedizo o gentil que por la fe está unido al Señor: El Señor me ha separado de su pueblo con un muro de división. Ni tampoco diga el eunuco: He aquí que yo soy un tronco seco y estéril.
Isa 57:14 Yo diré entonces: Abrid camino, dejad expedito el paso, despejad la senda, apartad los estorbos del camino de mi pueblo.
Isa 57:17 Por la malvada avaricia de mi pueblo, yo me irrité y lo he azotado; le oculté mi rostro y me indigné, y él se fue vagando tras los antojos de su corazón.
Isa 58:1 Clama, pues, ¡oh Isaías!, no ceses: Has resonar tu voz como una trompeta, y declara a mi pueblo sus maldades, y a la casa de Jacob sus pecados;
Isa 60:21 El pueblo tuyo se compondrá de todos los justos; ellos poseerán eternamente la tierra, siendo unos retoños plantados por mí, obra de mis manos, para que yo sea glorificado.
Isa 62:10 Salid, pues, salid afuera de las puertas de Jerusalén , preparad el camino al pueblo, allanad la senda, apartad de ellas las piedras, y alzad el estandarte o señal para los pueblos.
Isa 62:12 Entonces tus hijos serán llamados pueblo santo, redimidos del Señor. Y a ti te llamarán ciudad apetecida de todos y no la desamparada.
Isa 63:8 Porque él dijo: Al cabo, éste es el pueblo mío; son mis hijos; no me faltarán más a la fidelidad; y con eso se hizo Salvador suyo.
Isa 63:11 Pero luego se acordó de los tiempos antiguos; de Moisés y de su pueblo: ¿Dónde está, dijo, ahora aquel que los sacó del mar Rojo a ellos y a los que eran pastores de su grey? ¿Dónde está aquél que puso en medio de ellos el espíritu de su Santo?
Isa 63:14 Como se lleva a un asno por una ladera al campo, con el mayor sosiego; así los condujo el espíritu del Señor, así, ¡oh Dios!, fuiste tú el conductor de tu pueblo, a fin de ganar un nombre glorioso.
Isa 63:18 Como si tu pueblo santo nada fuese a tu vista, se han enseñoreado de él nuestros enemigos, han pisoteado tu santuario.
Isa 63:19 Hemos vuelto a ser como al principio , antes que tú te hubieses posesionado de nosotros, y llevásemos el nombre de pueblo tuyo.
Isa 64:9 No te irrites, Señor, en demasía, ni te acuerdes más de nuestra maldad; mira y atiende a que somos todos pueblo tuyo.
Isa 65:2 Extendí todo el día mis brazos hacia un pueblo incrédulo y rebelde que no anda por el buen camino, sino en pos de sus antojos.
Isa 65:10 y las campiñas serán rediles de rebaños, y en el fértil valle de Acor se albergarán los ganados mayores de mi pueblo, de aquellos que han ido en pos de mí.
Isa 65:18 sino que os alegraréis, y regocijaréis eternamente en aquellas cosas que voy a crear; pues he aquí que yo formaré a Jerusalén , ciudad de júbilo, y a su pueblo, pueblo de alegría.
Isa 65:18 sino que os alegraréis, y regocijaréis eternamente en aquellas cosas que voy a crear; pues he aquí que yo formaré a Jerusalén , ciudad de júbilo, y a su pueblo, pueblo de alegría.
Isa 65:19 Y colocaré yo mis delicias en Jerusalén , y hallaré mi gozo en mi pueblo; nunca jamás se oirá en él la voz de llanto, ni de lamento.
Isa 65:22 No acontecerá que ellos edifiquen, y sea otro el que habite; ni plantarán para que otro sea el que coma; pues los días de mi pueblo serán duraderos como los días del árbol de la vida, y permanecerán largo tiempo las obras de sus manos.
Isa 66:6 Ya oigo la voz lastimera del pueblo de la ciudad de Jerusalén , la voz del templo, la voz del Señor que da el pago a sus enemigos.
Jer 2:8 Los sacerdotes no dijeron tampoco: ¿En dónde está el Señor? Los depositarios de la ley me desconocieron, y prevaricaron contra mis preceptos los mismos pastores o cabezas de mi pueblo; y los profetas profetizaron invocando el nombre de Baal, y se fueron en pos de los ídolos.
Jer 2:11 Ved si alguna de aquellas naciones cambió sus dioses; aunque verdaderamente ellos no son dioses: pero mi pueblo ha trocado la gloria suya por un ídolo infame.
Jer 2:13 Porque dos maldades ha cometido mi pueblo: Me han abandonado a mí, que soy fuente de agua viva, y han ido a fabricarse aljibes, aljibes rotos, que no pueden retener las aguas.
Jer 2:19 Tu malicia, ¡oh pueblo ingrato!, te condenará, y gritará contra ti tu apostasía. Reconoce, pues, y advierte ahora cuán mala y amarga cosa es haber tú abandonado el Señor Dios tuyo, y no haberme temido a mí, dice el Señor Dios de los ejércitos.