Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

pueblo

Dan 13:5 Y en aquel año fueron elegidos jueces del pueblo de los judíos dos ancianos de aquellos de quienes dijo el Señor que la iniquidad había salido en Babilonia de los ancianos que eran jueces, los cuales parecía que gobernaban al pueblo.
Dan 13:5 Y en aquel año fueron elegidos jueces del pueblo de los judíos dos ancianos de aquellos de quienes dijo el Señor que la iniquidad había salido en Babilonia de los ancianos que eran jueces, los cuales parecía que gobernaban al pueblo.
Dan 13:28 Y habiendo acudido el pueblo a la casa de Joakim su marido, vinieron también los dos viejos, armados de falsedades contra Susana, para condenarla a muerte.
Dan 13:29 Dijeron, pues, en presencia del pueblo: Envíese a llamar a Susana, hija de Helcías, mujer de Joakim. Y enviaron luego por ella.
Dan 13:34 Y levantándose los dos viejos en medio del pueblo, pusieron sus manos sobre la cabeza de Susana.
Dan 13:41 Les dio crédito la asamblea, como ancianos que eran y jueces del pueblo; y la condenaron a muerte.
Dan 13:50 Retrocedió, pues, a toda prisa el pueblo; y los ancianos le dijeron a Daniel: Ven, y siéntate en medio de nosotros e instrúyenos; ya que te ha concedido Dios la honra y dignidad de anciano.
Dan 13:51 Y dijo Daniel al pueblo: Separad a estos dos lejos el uno del otro, y yo los examinaré.
Dan 13:64 Daniel, desde aquel día en adelante fue tenido en gran concepto por todo el pueblo.
Os 1:9 Y dijo el Señor a Oseas: Ponle por nombre: No mi pueblo ; porque vosotros no seréis ya mi pueblo, ni yo seré vuestro Dios.
Os 1:9 Y dijo el Señor a Oseas: Ponle por nombre: No mi pueblo ; porque vosotros no seréis ya mi pueblo, ni yo seré vuestro Dios.
Os 1:10 Mas algún día el número de los hijos del verdadero Israel será como el de las arenas del mar, que no tienen medida ni guarismo. Y sucederá que donde se les haya dicho a ellos: Vosotros no sois mi pueblo, se les dirá: Vosotros sois hijos del Dios vivo.
Os 2:24 Y al que dije que no era mi pueblo, le diré: Pueblo mío eres tú; y él dirá: Tú eres mi Dios.
Os 4:4 Sin embargo, nadie se ponga a reprender ni corregir a otro, porque tu pueblo es como aquellos que se las apuestan al sacerdote.
Os 4:6 Quedó sin habla el pueblo mío porque se hallaba falto de la ciencia de la salud. Por haber tú desechado la ciencia, yo te desecharé a ti, para que no ejerzas mi sacerdocio; y pues olvidaste la ley de tu Dios, yo también me olvidaré de tus hijos.
Os 4:8 Comen las víctimas de los pecados de mi pueblo; y mientras éste peca, le dan ánimo.
Os 4:9 Por lo cual será tratado el sacerdote como el pueblo; y yo castigaré su mal proceder, y le daré la paga de sus designios.
Os 4:12 Por eso el pueblo mío ha consultado con un pedazo del leño, y las varas suyas, o de los agoreros, le han dado las respuestas acerca de lo futuro; porque el espíritu de fornicación, o idolatría, los ha fascinado, y han vuelto la espalda a su Dios.
Os 4:14 Yo les daré rienda suelta, no castigaré a vuestras hijas cuando hayan pecado, ni a vuestras esposas cuando se hayan hecho adúlteras; pues los mismos padres y esposos tienen trato con las rameras, y van a ofrecer sacrificios con los hombres afeminados y corrompidos. Por esta causa será azotado este pueblo insensato que no quiere darse por entendido.
Os 5:1 Escuchad esto, ¡oh sacerdotes! Tú, ¡oh casa de Israel!, oye con atención; atiende bien tú, ¡oh casa real!, porque a vosotros se os va a juzgar. Pues debiendo ser unos centinelas del pueblo, le habéis armado lazos, y sido para él como una red tendida por los cazadores sobre el monte Tabor.
Os 6:10 Horrible cosa es la que he visto en la casa o pueblo de Israel; he visto en ella las idolatrías de Efraín. Israel se contaminó.
Os 6:11 Y tú también, ¡oh Judá!, prepárate para la siega; hasta que por fin haga volver del cautiverio al pueblo mío.
Os 7:4 Son adúlteros todos los de mi pueblo y son como horno encendido por el hornero, calmó la ciudad por un poco de tiempo, como después de mezclada la levadura, hasta que todo estuvo fermentado.
Os 9:8 El sacerdote, el centinela de Efraín para con mi Dios, el profeta se ha hecho un lazo tendido en todos los caminos para ruina del pueblo, es objeto de odio en el templo de su Dios.
Os 10:5 Adoraron los habitantes de Samaria las vacas de Betaven; y aquel pueblo y sus sacerdotes, que celebraban ya fiesta en honor de aquel becerro, derraman lágrimas, porque queda desvanecida su gloria.
Os 10:14 Se levantarán alborotos en vuestro pueblo, y serán destruidas todas vuestras fortalezas: como fue destruido Salmana en el día de la batalla por el ejército de Gedeón, que tomó venganza de Baal, habiendo quedado estrellada la madre junto a sus hijos.
Os 11:7 Entretanto estará mi pueblo como en un hilo, esperando con ansia que yo vuelva; mas a todos se les pondrá un yugo perpetuo.
Os 13:13 Le asaltarán; agudos dolores como de una mujer que está de parto. Es ese pueblo un hijo insensato, y no podrá subsistir ahora en medio del destrozo de sus hijos.
Os 14:3 No confiaremos ya en que el asirio nos salve, no montaremos confiados en los caballos de los egipcios, no llamaremos en adelante dioses nuestros a las obras de nuestras manos: porque tú, ¡oh Señor!, te apiadarás de este pueblo como de un huérfano que se pone en tus manos.
Joel 1:14 Predicad el santo ayuno, convocad al pueblo, congregad los ancianos y a todos los oradores del país en la casa de vuestro Dios, y levantad al Señor vuestros clamores.
Joel 2:2 Día de tinieblas y de oscuridad, día de nublados y de torbellinos. Un pueblo numeroso y fuerte se derrama por todos los montes de la Judea, como se extiende la luz por la mañana, no lo ha habido semejante desde el principio , ni lo habrá en muchas generaciones.
Joel 2:16 congregad el pueblo, purificad toda la gente, reunid los ancianos, haced venir los párvulos y los niños de pecho; salga del lecho nupcial el esposo, y de su tálamo la esposa.
Joel 2:17 Lloren entre el vestíbulo y el altar los sacerdotes, ministros del Señor, y digan: ¡Perdona, Señor, perdona a tu pueblo, y no abandones al oprobio la herencia tuya, entregándola al dominio de las naciones! Porque tendrán pretexto las gentes para decir: El Dios de ellos ¿dónde está?
Joel 2:18 El Señor mira con ardiente amor a su tierra, y ha perdonado a su pueblo.
Joel 2:19 Y ha hablado el Señor, y ha dicho a su pueblo: Yo os enviaré trigo, y vino, y aceite, y seréis abastecidos de ello, y nunca más permitiré que seáis el escarnio de las naciones.
Joel 2:26 Y comeréis abundantemente hasta saciaros del todo, y bendeciréis el Nombre del Señor Dios vuestro, que ha hecho a favor de vosotros cosas tan admirables; y nunca jamás será confundido mi pueblo.
Joel 2:27 Y conoceréis que yo resido en medio de Israel, y que yo soy el Señor Dios vuestro, y que no hay otro sino yo; y jamás por jamás volverá a ser confundido el pueblo mío.
Joel 2:32 Y sucederá que cualquiera que invocare el Nombre del Señor, será salvo; porque en el monte Sión y en Jerusalén hallarán la salvación, como ha dicho el Señor, los restos del pueblo de Judá; los cuales serán llamados por el Señor a su pueblo escogido.
Joel 2:32 Y sucederá que cualquiera que invocare el Nombre del Señor, será salvo; porque en el monte Sión y en Jerusalén hallarán la salvación, como ha dicho el Señor, los restos del pueblo de Judá; los cuales serán llamados por el Señor a su pueblo escogido.
Joel 3:2 he aquí que reuniré todas las gentes y las conduciré al valle de Josafat, y allí disputaré con ellas a favor de mi pueblo, y a favor de Israel, heredad mía, que ellas dispersaron por estas y otras regiones, habiéndose repartido entre sí mi tierra.
Joel 3:3 Y se dividieron por suertes el pueblo mío, y pusieron a los muchachos en el lugar de la prostitución, y vendieron las doncellas por una porción de vino para beber.
Joel 3:16 Y el Señor rugirá desde Sión y hará oír su voz desde Jerusalén , y se estremecerán los cielos y la tierra. Mas el Señor es la esperanza de su pueblo y la fortaleza de los hijos de Israel.
Amós 1:5 Y destruiré todo el poder de Damasco, y exterminaré a los habitantes de las campiñas del ídolo, y al que empuña el cetro lo arrojaré de la casa de las delicias; y el pueblo de Siria será transportado a Cirene, dice el Señor.
Amós 1:9 Esto dice el Señor: Después de tres, cuatro y más maldades de Tiro, ya no la convertiré, pues ha encerrado en cautiverio, en la Idumea, a toda la gente de mi pueblo, sin haberse acordado de la antigua fraternal alianza.
Amós 7:4 Me hizo el Señor Dios ver aun lo siguiente: Veía al Señor Dios que llamaba al fuego para que fuese instrumento de su justicia, el cual secó un gran abismo de aguas, y consumía al mismo tiempo una parte del pueblo.
Amós 7:8 Y me dijo el Señor: ¿Qué es lo que ves, Amós? Y respondí yo: Una llana de albañil. Pues he aquí, dijo el Señor, que yo voy a arrojar la llana en medio de mi pueblo de Israel; y jamás volveré a embarrar sus muros.
Amós 7:10 Con esto Amasías, sacerdote de los ídolos de Betel, envió a decir a Jeroboam, rey de Israel, lo siguiente: Amós levanta una rebelión contra ti en medio del pueblo de Israel, la gente no puede sufrir todas las cosas que dice.
Amós 7:15 Pero el Señor me tomó mientras yo iba tras el ganado; y me dijo el Señor: Ve a profetizar a mi pueblo de Israel.
Amós 8:2 Y me dijo: ¿Qué es lo que ves, oh Amós? Un gancho, respondí yo, de coger fruta. Y me dijo el Señor: Ha llegado el fin de mi pueblo de Israel, no le dejaré ya impune por más tiempo.
Amós 9:10 Pasados a cuchillo serán todos los pecadores de mi pueblo, los cuales están diciendo: No se acercará ni vendrá mal alguno sobre nosotros.