Concordancia

Sagrada Biblia (Torres Amat)

rey

I Rey 28:13 Y le dijo el rey: No temas: ¿Qué es lo que has visto? He visto, respondió la mujer, como un dios que salía de dentro de la tierra.
I Rey 29:3 Y dijeron los príncipes de los filisteos a Aquis: ¿Qué hacen aquí esos hebreos? Les respondió Aquis: Pues, ¿no conocéis a David que sirvió a Saúl, rey de Israel, y está en mi compañía días hace, o ya años, sin que haya yo tenido queja de él desde el día que se pasó a mí hasta el presente?
I Rey 29:8 Dijo David a Aquis: Pues, ¿qué he hecho yo, y qué has visto en mí, siervo tuyo, desde el día en que me presenté a ti hasta hoy, para que no pueda yo ir a pelear contra los enemigos del rey mi señor?
II Rey 1:21 Montes de Gelboé, ni el rocío ni la lluvia caigan ya jamás sobre vosotros; ni campos haya de donde sacar la ofrenda de las primicias; puesto que allí es donde fue arrojado por el suelo el escudo de los fuertes, el escudo de Saúl, como si no hubiese sido ungido rey con el óleo santo.
II Rey 2:4 a donde acudieron los varones o ancianos de Judá, y allí lo ungieron por rey de la casa de Judá. Supo entonces David que los de Jabes de Galaad habían dado sepultura a Saúl;
II Rey 2:7 Buen ánimo, y cobrad aliento; porque aunque ha muerto Saúl, vuestro señor, la casa de Judá me ha ungido a mí por su rey.
II Rey 2:9 y lo hizo declarar rey de Galaad, de Gesuri, de Jezrael, de Efraín, de Benjamín y de todo Israel.
II Rey 3:3 el segundo Queleab, nacido de Abigaíl, viuda de Nabal del Carmelo; el tercero fue Absalón, hijo de Maaca, la hija de Tolmai, rey de Gesur:
II Rey 3:17 Comenzó después Abner a tratar con los ancianos de Israel, y les dijo: Hace ya tiempo que vosotros deseabais tener a David por rey.
II Rey 3:21 Dijo después Abner a David: Voy a marchar para reunir a ti, mi rey y señor, todo Israel, y concertar contigo, a fin de que seas reconocido y reines sobre todos como deseas. Luego que David hubo despedido a Abner y se había marchado éste contento,
II Rey 3:23 Mas no faltó quien diese la nueva a Joab, diciéndole: Vino Abner, hijo de Ner, a hablar al rey, y éste ha salido a despedirle, y Abner se ha vuelto contento.
II Rey 3:24 Oído que hubo esto Joab, entró al rey diciendo: Señor, ¿qué es lo que has hecho? Sé que Abner acaba de venir a ti: ¿por qué lo has dejado ir, y que se marche libremente?
II Rey 3:31 David dijo a Joab y a todo el pueblo que estaba con él: Rasgad vuestros vestidos, y vestíos de sacos, y haced duelo en los funerales de Abner. El mismo rey David iba siguiendo el féretro.
II Rey 3:32 Sepultado que fue Abner en Hebrón, levantó el grito el rey David, y lloró sobre el sepulcro de Abner, acompañándole asimismo en el llanto todo el pueblo.
II Rey 3:33 Y el rey plañendo y deshaciéndose en lágrimas por Abner, dijo: No has muerto, oh Abner, como mueren los cobardes.
II Rey 3:36 Lo que oyó todo el pueblo, quedando muy prendado de lo que había hecho el rey a vista de toda la muchedumbre.
II Rey 3:37 Con lo cual conoció todo Israel aquel día que el rey no había tenido parte alguna en el asesinato de Abner, hijo de Ner.
II Rey 3:38 Dijo también el rey a sus criados: ¿Acaso ignoráis que hoy ha perdido Israel un príncipe, y un príncipe grande?
II Rey 3:39 Yo me hallo todavía sin fuerzas, aunque ungido rey, y esos hijos de Sarvia son demasiado violentos para mí. Dé el Señor la pena al malhechor, conforme a su maldad.
II Rey 4:8 y la presentaron a David en Hebrón diciéndole: He aquí la cabeza de Isboset, hijo de Saúl, tu enemigo, que atentaba a tu vida. Dios ha vengado hoy al rey, mi señor, de Saúl y de su linaje.
II Rey 5:2 A más de que tiempo atrás, cuando Saúl era nuestro rey, tú eras el que capitaneaba a Israel; y a ti te ha dicho el Señor: Tú apacentarás a mi pueblo de Israel y tú serás su caudillo.
II Rey 5:3 Vinieron también los ancianos de Israel a tratar con el rey en Hebrón, y capituló allí con ellos el rey David delante del Señor; después de lo cual lo ungieron por rey de todo Israel.
II Rey 5:3 Vinieron también los ancianos de Israel a tratar con el rey en Hebrón, y capituló allí con ellos el rey David delante del Señor; después de lo cual lo ungieron por rey de todo Israel.
II Rey 5:3 Vinieron también los ancianos de Israel a tratar con el rey en Hebrón, y capituló allí con ellos el rey David delante del Señor; después de lo cual lo ungieron por rey de todo Israel.
II Rey 5:6 Porque a pocos días el rey con toda la gente que tenía consigo se dirigió a Jerusalén contra los jebuseos, moradores de aquel territorio, y le dijeron a David los sitiados: No entrarás acá dentro de esta plaza si no echas primero de ella a los ciegos y cojos, los cuales están diciendo: No entrará David acá.
II Rey 5:11 Además Hiram, rey de Tiro, envió embajadores a David y le remitió maderas de cedro, y carpinteros y canteros para levantar edificios; y fabricaron la casa de David.
II Rey 5:17 Luego que oyeron los filisteos que David había sido ungido rey sobre Israel, se pusieron todos en movimiento para ir contra David: lo que sabiendo éste, se atrincheró en una posición muy fuerte.
II Rey 6:12 Dieron luego aviso al rey David de que el Señor había echado la bendición sobre Obededom y sobre todas sus cosas, por causa del arca de Dios. Fue, pues, David, y trasladó el arca de Dios de la casa de Obededom a la Ciudad de David con gran regocijo; e iban junto a David siete coros de músicos y un becerro para el sacrificio.
II Rey 6:16 Mas al entrar el arca del Señor en la Ciudad de David, Micol, hija de Saúl, mirando desde una ventana, vio al rey David bailando y saltando delante del Señor; y lo despreció en su corazón.
II Rey 6:20 David también entró en la suya para bendecirla; y Micol, hija de Saúl, saliendo a recibirle, le dijo: ¡Qué bella figura ha hecho hoy el rey de Israel, despojándose de sus insignias delante de las criadas de sus siervos, y desnudándose ni más ni menos de lo que haría si fuese un bufón!
II Rey 7:1 Estando ya el rey David de asiento en su casa, y habiéndole concedido el Señor paz por todas partes con todos sus enemigos,
II Rey 7:3 No te detengas, respondió el profeta Natán al rey: Haz lo que te dicta tu corazón, pues el Señor está contigo.
II Rey 7:23 Y ¿qué nación hay sobre la tierra comparable a tu pueblo de Israel, al cual tú has ido a rescatar para hacer de él un pueblo tuyo, en el cual has engrandecido tu nombre con las maravillas obradas en favor suyo, y en cuya presencia has hecho tan espantosos prodigios para sacarle de la esclavitud de Egipto, y castigar a aquella tierra, su gente y su dios o rey?
II Rey 8:3 Destrozó igualmente David a Adarecer, hijo de Rohob, rey de Soba, cuando salió a campaña para extender sus dominios hasta el río Eufrates;
II Rey 8:5 Acudieron los siros de Damasco a socorrer a Adarecer, rey de Soba, y David pasó a cuchillo a veintidós mil de ellos.
II Rey 8:9 Entonces oyendo Tou, rey de Emat, que David había destrozado todas las fuerzas de Adarecer,
II Rey 8:12 de la Siria, de Moab, de los amonitas, de los filisteos, de los amalecitas y de los despojos de Adarecer, hijo de Rohob, rey de Soba.
II Rey 8:18 Banaías, hijo de Joíada, era capitán de los cereteos y feleteos. Pero los hijos de David eran los primeros después del rey.
II Rey 9:2 Había a la sazón un criado de Saúl, llamado Siba. Lo hizo venir el rey, y le dijo: ¿Eres tú Siba? Sí, señor, respondió él, Siba soy, para lo que queráis mandarme.
II Rey 9:3 Le preguntó el rey: ¿Vive por ventura alguno de la casa de Saúl, para que pueda yo hacerle grandes mercedes? Le respondió Siba: Sí, señor; vive todavía un hijo de Jonatás, estropeado de los pies.
II Rey 9:9 Llamó, pues, el rey a Siba, criado de Saúl, y le dijo: He dado al hijo de tu amo todo cuanto poseía Saúl y todos los bienes de su casa.
II Rey 9:11 Y dijo Siba al rey: Como tú se lo has mandado, así lo hará, mi señor y rey, este tu siervo. En cuanto a Mifiboset, repitió David, comerá a mi mesa como uno de los hijos del rey.
II Rey 9:11 Y dijo Siba al rey: Como tú se lo has mandado, así lo hará, mi señor y rey, este tu siervo. En cuanto a Mifiboset, repitió David, comerá a mi mesa como uno de los hijos del rey.
II Rey 9:11 Y dijo Siba al rey: Como tú se lo has mandado, así lo hará, mi señor y rey, este tu siervo. En cuanto a Mifiboset, repitió David, comerá a mi mesa como uno de los hijos del rey.
II Rey 9:13 Mas éste vivía en Jerusalén , porque todos los días comía a la mesa del rey. Era Mifiboset cojo de ambos pies.
II Rey 10:1 Aconteció después de esto que murió el rey de los hijos de Amón, y lo sucedió en el trono su hijo Hanón.
II Rey 10:6 Mas los amonitas reflexionando en la injuria hecha a David, tomaron a su sueldo veinte mil infantes de la Siria de Rohob y de la Siria de Soba, mil hombres del rey de Maaca y doce mil de Istob.
II Rey 11:3 Envió, pues, el rey a saber quién era aquella mujer, y le dijeron que era Betsabé, hija de Eliam, mujer de Urías, heteo.
II Rey 11:8 Dijo después David a Urías: Vete a tu casa; lava tus pies, y descansa. Salido que fue Urías de palacio, le envió el rey en seguida comida de su real mesa.
II Rey 11:11 Respondió Urías a David: El arca de Dios, e Israel y Judá están en tiendas de campaña, y mi señor Joab y los siervos de mi señor duermen en el duro suelo; ¿e iría yo a mi casa a comer y beber, y dormir con mi mujer? Por la vida y por la salud de mi rey juro que no haré tal cosa.