I Rey 15:35
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y no volvió jamás Samuel a visitar a Saúl en toda su vida. Sin embargo, lloraba por Saúl, porque el Señor se había arrepentido de haberle constituido rey de Israel.
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I Rey 16:1
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Entonces dijo el Señor a Samuel: ¿Hasta cuándo has tú de llorar a Saúl, habiéndole yo desechado para que no reine sobre Israel? Llena tu cuerno o botijo de óleo, y ven; que quiero enviarte a Isaí, natural de Betlehem; porque de entre sus hijos me he provisto de un rey.
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I Rey 17:25
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Y decía uno de los soldados de Israel: ¿No habéis visto ese hombre que se presenta al combate? Pues a insultar a Israel viene. Al que le matare le dará el rey grandes riquezas y a su hija por esposa, y eximirá de tributos en Israel la casa de su padre.
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I Rey 17:55
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Es de advertir que al ver Saúl que David se dirigía contra el filisteo, preguntó a Abner, general de las tropas: Abner, ¿de qué familia es ese joven? Y Abner respondió: Juro por tu vida, oh rey, que no lo sé.
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I Rey 17:56
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Le dijo el rey: Infórmate de quien es hijo.
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I Rey 18:6
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Asimismo cuando volvió David, después de haber muerto al filisteo, salieron las mujeres de todas las ciudades de Israel a recibir al rey Saúl, cantando y danzando, y mostrando su regocijo con panderos y sonajas.
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I Rey 18:8
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Semejante expresión irritó a Saúl en gran manera, y le dejó sumamente disgustado; y dijo: A David le han dado diez mil, y a mí me han dado mil, ¿qué le falta ya sino ser rey?
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I Rey 18:18
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David respondió a Saúl: ¿Quién soy yo, o cuál ha sido mi vida, ni de qué consideración goza en Israel la familia de mi padre para llegar a ser yo yerno del rey?
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I Rey 18:22
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Y dio esta orden a sus cortesanos: Hablad a David, como que sale de vosotros, diciéndole: Ya ves que estás en gracia del rey, y que todos sus criados te aman; procura, pues, ahora llegar a ser yerno del rey.
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I Rey 18:22
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Y dio esta orden a sus cortesanos: Hablad a David, como que sale de vosotros, diciéndole: Ya ves que estás en gracia del rey, y que todos sus criados te aman; procura, pues, ahora llegar a ser yerno del rey.
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I Rey 18:23
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Hicieron los cortesanos que llegase esto a oídos de David; el cual respondió: ¿Por ventura os parece fácil el ser yerno del rey, mayormente siendo yo pobre y de humilde condición?
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I Rey 18:25
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Dijo entonces Saúl: Hablad así a David: El rey no necesita de dote para su hija; únicamente exige de ti la cabeza de cien incircuncisos filisteos, para vengarse así de sus enemigos. Pero el designio de Saúl era hacer caer a David en manos de los filisteos.
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I Rey 18:26
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Luego, pues, que los criados de Saúl refirieron a David lo que les había dicho Saúl, aceptó gustoso David el partido que le proponían para llegar a ser yerno del rey;
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I Rey 18:27
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y de allí a pocos días marchó con la gente que comandaba, y mató a doscientos filisteos; entregando al rey este número de incircuncisos, a fin de llegar a ser yerno suyo. Con esto le dio Saúl a su hija Micol por esposa,
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I Rey 19:4
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Habló, pues, Jonatás a Saúl, su padre, a favor de David, y le dijo: No hagas daño, oh rey, a David, siervo tuyo; puesto que nada malo ha obrado contra ti, antes bien te ha hecho servicios importantísimos.
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I Rey 20:5
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Le dijo David: Mira, mañana son las calendas, en que yo, según costumbre, suelo sentarme a la mesa con el rey; ahora, pues, permíteme que vaya a esconderme en el campo hasta la tarde del día tercero.
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I Rey 20:24
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Con esto David fue a esconderse en el campo; y llegaron las calendas, y se sentó el rey a comer.
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I Rey 20:25
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Y estando el rey sentado en su silla, que estaba junto a la pared, según costumbre, se levantó Jonatás, y se sentó Abned a un lado de Saúl y se echó de ver vacío el puesto de David.
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I Rey 20:29
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Diciéndome: Dame licencia; por cuanto se celebra un sacrificio solemne en nuestra ciudad, y me ha convidado, con muchas instancias, uno de mis hermanos; si he hallado, pues, gracia en tus ojos, permíteme dar una vuelta por allí, y ver a mis hermanos. Por ese motivo no ha venido a la mesa del rey.
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I Rey 21:3
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Le respondió David: El rey me ha encargado una comisión, diciendo: Nadie sepa el negocio a que te envío, ni las órdenes que te he dado. Por cuyo motivo aun a mis gentes les he mandado que me esperen en tal y tal lugar.
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I Rey 21:9
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Dijo todavía David a Aquimelec: ¿Tienes aquí a mano alguna lanza o espada? pues no he traído conmigo mi espada ni mis armas; porque urgía la orden del rey.
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I Rey 21:11
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Con esto se puso David en camino, huyendo por temor de Saúl, y se fue a Aquis, rey de Get.
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I Rey 21:12
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Mas los cortesanos de Aquis, luego que vieron a David, dijeron al rey: ¿No es éste aquel David, respetado como rey en su país? ¿No es éste aquel en cuya alabanza cantaban en medio de sus danzas: Mató Saúl a mil y David mató a diez mil?
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I Rey 21:12
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Mas los cortesanos de Aquis, luego que vieron a David, dijeron al rey: ¿No es éste aquel David, respetado como rey en su país? ¿No es éste aquel en cuya alabanza cantaban en medio de sus danzas: Mató Saúl a mil y David mató a diez mil?
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I Rey 21:13
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Paró David la consideración en esto que decían de él, y concibió grandísimo temor de Aquis, rey de Get.
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I Rey 22:4
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Partió de aquí David para Masfa, que es del país de Moab, y dijo al rey de Moab: Te ruego permitas que mi padre y mi madre se queden con vosotros, hasta tanto que yo sepa lo que Dios dispone de mí.
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I Rey 22:5
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Y los dejó encomendados al rey de Moab; con quien estuvieron todo el tiempo que David permaneció en aquella fortaleza de Masfa.
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I Rey 22:12
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Envió luego el rey a llamar al sumo sacerdote Aquimelec, hijo de Aquitob, y a todos los sacerdotes de la casa de su padre, que se hallaban en Nobe; los cuales vinieron todos a presentarse al rey.
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I Rey 22:12
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Envió luego el rey a llamar al sumo sacerdote Aquimelec, hijo de Aquitob, y a todos los sacerdotes de la casa de su padre, que se hallaban en Nobe; los cuales vinieron todos a presentarse al rey.
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I Rey 22:15
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A lo que respondió Aquimelec: ¿Y quién hay entre todos tus criados tan leal como David, yerno del rey, pronto a tus órdenes y respetado en toda tu casa?
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I Rey 22:16
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¿Es por ventura hoy la primera vez que yo he consultado por él a Dios? Lejos de mí otra idea; no sospeche el rey tal cosa ni de mí, su siervo, ni de toda la casa de mi padre; porque tu siervo no sabe nada de ese negocio de conjuración.
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I Rey 22:17
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Dijo el rey: Morirás sin falta, Aquimelec, tú y toda la casa de tu padre.
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I Rey 22:18
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Y en seguida dijo el rey a los de su guardia, que le rodeaban: Embestid y matad a los sacerdotes del Señor; porque están coligados con David y sabiendo que iba huido, no me lo denunciaron. Pero los criados del rey no quisieron poner sus manos en los sacerdotes del Señor.
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I Rey 22:18
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Y en seguida dijo el rey a los de su guardia, que le rodeaban: Embestid y matad a los sacerdotes del Señor; porque están coligados con David y sabiendo que iba huido, no me lo denunciaron. Pero los criados del rey no quisieron poner sus manos en los sacerdotes del Señor.
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I Rey 22:19
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Entonces dijo el rey a Doeg: Embiste tú, y arrójate sobre los sacerdotes. Y embistiendo Doeg, idumeo, se arrojó sobre los sacerdotes, matando en aquel día ochenta y cinco varones que vestían el efod de lino.
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I Rey 23:18
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No temas; porque Saúl mi padre por más que haga no podrá cogerte. Tú serás rey de Israel y yo seré el segundo en tu reino, y aun mi mismo padre está persuadido de esto.
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I Rey 24:8
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cuando se fue también David en pos de Saúl, y salido ya fuera, dio voces a espaldas de Saúl, diciendo: Mi rey y señor. Volvió Saúl la cabeza, y postrándose David hasta el suelo, le hizo una profunda reverencia.
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I Rey 24:14
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Pero ¿a quién persigues, oh rey de Israel? ¿Quién es al que tú persigues? Persigues a un perro muerto, a una pulga.
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I Rey 25:25
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No hagas, te ruego, mi señor y mi rey, ningún caso de la injusticia de Nabal; porque es un insensato, y su mismo nombre denota su necedad. Mas yo, sierva tuya, no vi a los criados que tú, señor mío enviaste.
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I Rey 25:36
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Con esto volvió Abigaíl a Nabal, y lo halló celebrando en su casa un convite como banquete de rey; y el corazón de Nabal rebosaba de alegría, pues estaba atestado de vino; y así no le habló palabra chica ni grande hasta la mañana.
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I Rey 26:14
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y llamó desde allí en alta voz a la gente de Saúl y a Abner hijo de Ner, diciéndole: Qué, ¿no respondes, oh Abner? Y respondiendo éste, dijo: ¿Quién eres tú, que tanto gritas e incomodas al rey?
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I Rey 26:15
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Le replicó David: ¿No eres tú un hombre de valor? ¿Y hay otro ninguno en Israel que te iguale? Pues, ¿cómo no has guardado al rey, tu señor, puesto que ha entrado uno de la plebe con intento de matar a tu señor el rey?
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I Rey 26:15
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Le replicó David: ¿No eres tú un hombre de valor? ¿Y hay otro ninguno en Israel que te iguale? Pues, ¿cómo no has guardado al rey, tu señor, puesto que ha entrado uno de la plebe con intento de matar a tu señor el rey?
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I Rey 26:16
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No es esto cumplir bien tu obligación. Vive Dios, que sois reos de muerte, vosotros que no habéis guardado a vuestro dueño, el ungido del Señor; y si no, ved ahora donde está la lanza del rey, y el jarro del agua que tenía a su cabecera.
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I Rey 26:17
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Reconoció Saúl la voz de David, y le dijo: ¿No es esta tu voz, hijo mío David? Y David respondió: Mi voz es, señor y rey mío,
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I Rey 26:19
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Oye, pues, ahora, te ruego, mi rey y señor, las palabras de tu siervo: Si es el Señor el que te incita contra mí, acepte el olor de este sacrificio; mas si son los hombres, malditos sean en la presencia del Señor, ellos, que me han hoy desterrado, para que no habite en la heredad del Señor; como quien dice: Anda y sirve a dioses ajenos.
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I Rey 26:20
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Ahora, pues, no sea derramada en tierra mi sangre en presencia del Señor. ¿Y era necesario que el rey de Israel saliese a campaña para preseguir a una pulga, así como se va tras de una perdiz en los montes?
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I Rey 26:22
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A lo que respondiendo David, dijo: Aquí está la lanza del rey; pase acá uno de los criados, y llévela.
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I Rey 27:2
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Y así David partió con sus seiscientos hombres, y se fue a Aquis, rey de Get, hijo de Maoc.
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I Rey 27:5
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David dijo a Aquis: Si he hallado gracia ante tus ojos, déseme habitación en una de las ciudades de este país para morar allí, pues ¿a qué fin residirá tu siervo en la corte del rey?
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