Est 4:13
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envió todavía a decir esto a Ester: No pienses que por estar en el palacio del rey podrás tú sola salvar la vida entre todos los judíos;
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Est 4:16
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Anda enhorabuena y junta todos los judíos que hallares en Susán, y haced oración por mí; no comáis ni bebáis en tres días y en tres noches, que yo con mis criados ayunaré igualmente; y en seguida me presentaré al rey, contraviniendo la ley, pues entraré sin ser llamada, y exponiéndome al peligro y a la muerte.
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Est 5:1
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Al tercer día se vistió Ester las vestiduras reales, y presentándose en la habitación interior del rey, se paró en la antecámara de la sala en que estaba el rey sentado en su trono, colocado en el fondo de la sala, frente a la puerta.
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Est 5:1
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Al tercer día se vistió Ester las vestiduras reales, y presentándose en la habitación interior del rey, se paró en la antecámara de la sala en que estaba el rey sentado en su trono, colocado en el fondo de la sala, frente a la puerta.
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Est 5:3
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Le dijo entonces el rey: ¿Qué es lo que quieres, reina Ester? ¿Qué petición es la tuya? Aun cuando me pidieres la mitad del reino se te dará.
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Est 5:4
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A lo que respondió ella: Si place al rey, suplico que venga hoy a mi habitación al convite que tengo preparado, y lleve consigo a Amán.
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Est 5:5
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Al instante dijo el rey: Llamad luego a Amán, para que cumpla lo que dispone Ester. Fueron, pues, el rey y Amán al convite que les había dispuesto la reina.
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Est 5:5
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Al instante dijo el rey: Llamad luego a Amán, para que cumpla lo que dispone Ester. Fueron, pues, el rey y Amán al convite que les había dispuesto la reina.
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Est 5:6
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Y el rey, después que bebió vino con abundancia, dijo a Ester: ¿Qué cosa quieres que te mande dar? ¿Cuál es tu pretensión? Aunque pidieres la mitad del reino te la otorgaré.
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Est 5:8
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Si yo he hallado gracia delante del rey, y si el rey tiene a bien concederme lo que pretendo y el condescender a mi súplica, venga el rey, y con él Amán, a otro convite que les he dispuesto, y mañana expondré al rey mis deseos.
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Est 5:8
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Si yo he hallado gracia delante del rey, y si el rey tiene a bien concederme lo que pretendo y el condescender a mi súplica, venga el rey, y con él Amán, a otro convite que les he dispuesto, y mañana expondré al rey mis deseos.
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Est 5:8
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Si yo he hallado gracia delante del rey, y si el rey tiene a bien concederme lo que pretendo y el condescender a mi súplica, venga el rey, y con él Amán, a otro convite que les he dispuesto, y mañana expondré al rey mis deseos.
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Est 5:8
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Si yo he hallado gracia delante del rey, y si el rey tiene a bien concederme lo que pretendo y el condescender a mi súplica, venga el rey, y con él Amán, a otro convite que les he dispuesto, y mañana expondré al rey mis deseos.
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Est 5:11
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Les hizo presente cuán grande eran sus riquezas, la multitud de sus hijos y el alto grado de gloria a que el rey le había elevado sobre los demás grandes y cortesanos suyos.
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Est 5:12
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Y añadió después: Aun la reina Ester a ningún otro ha llamado al convite que da al rey sino a mí; y también mañana he de comer en su casa con el rey.
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Est 5:12
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Y añadió después: Aun la reina Ester a ningún otro ha llamado al convite que da al rey sino a mí; y también mañana he de comer en su casa con el rey.
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Est 5:14
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Y le respondieron Zarés, su esposa, y los amigos: Manda preparar una gran viga de cincuenta codos de alto, y di mañana al rey que sea en ella colgado Mardoqueo, y con eso irás contento con el rey al convite. Le agradó el consejo, y mandó preparar un gran madero.
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Est 5:14
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Y le respondieron Zarés, su esposa, y los amigos: Manda preparar una gran viga de cincuenta codos de alto, y di mañana al rey que sea en ella colgado Mardoqueo, y con eso irás contento con el rey al convite. Le agradó el consejo, y mandó preparar un gran madero.
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Est 6:1
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Pasó el rey aquella noche sin dormir; por lo que mandó que le trajesen las historias y los anales del tiempo pasado. Leyéndoselos,
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Est 6:2
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llegaron al lugar donde se hallaba escrito cómo Mardoqueo había descubierto la conjuración de los eunucos Bagatán y Tarés, que querían degollar al rey Asuero.
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Est 6:3
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Oído lo cual, dijo el rey: ¿Qué premio u honor ha recibido Mardoqueo por tanta lealtad? Le respondieron sus criados y cortesanos: No ha recibido recompensa alguna.
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Est 6:4
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Inmediatamente dijo el rey: ¿Quién está en la antecámara? Había entrado Amán en la antecámara más inmediata al cuarto del rey, para sugerirle que mandase colgar a Mardoqueo en el patíbulo ya preparado.
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Est 6:4
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Inmediatamente dijo el rey: ¿Quién está en la antecámara? Había entrado Amán en la antecámara más inmediata al cuarto del rey, para sugerirle que mandase colgar a Mardoqueo en el patíbulo ya preparado.
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Est 6:5
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Respondieron los criados: Amán es el que está en la antecámara. Que entre dijo el rey.
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Est 6:6
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Entrando que hubo, le dijo: ¿Qué debe hacerse con un hombre a quien el rey desea honrar? Y Amán, pensando dentro de sí y creyendo que el rey a ningún otro quería honrar sino a él,
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Est 6:6
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Entrando que hubo, le dijo: ¿Qué debe hacerse con un hombre a quien el rey desea honrar? Y Amán, pensando dentro de sí y creyendo que el rey a ningún otro quería honrar sino a él,
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Est 6:7
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respondió: La persona a quien el rey desea honrar,
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Est 6:8
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debe ser vestida con vestiduras reales, y salir montada en un caballo de los que el rey monta, y llevar sobre su cabeza la real corona.
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Est 6:9
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Y el primero de los príncipes y grandes de la corte lleve asido del diestro el caballo, y marchando por la plaza de la ciudad publique en alta voz y diga: Así se honra al que el rey quiere honrar.
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Est 6:10
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Le replicó el rey: Date prisa; y tomando el manto real y el caballo, todo eso que has dicho ejecútalo con el judío Mardoqueo, el que está a la puerta del palacio. Guárdate de omitir nada de cuanto has di-cho.
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Est 6:11
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Tomó, pues, Amán el manto real y el caballo y habiéndoselo vestido a Mardoqueo en la plaza de la ciudad, y héchole montar en el caballo, iba caminando delante de él, y gritaba: De tal honor es digno aquel a quien el rey quiere honrar.
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Est 6:14
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Todavía estaban ellos hablando, cuando llegaron los eunucos del rey, y lo obligaron a ir inmediatamente al convite que tenía la reina dispuesto.
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Est 7:1
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Entró, pues, el rey, acompañado de Amán, al convite de la reina.
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Est 7:2
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A la cual dijo también el rey en este segundo día, después de recalentado con el vino: ¿Qué petición es la tuya, Ester, y qué quieres que se te conceda? Aunque pidieres la mitad de mi reino, la alcanzarás.
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Est 7:3
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Ester le respondió: Si yo he hallado gracia en tus ojos, oh rey mío, y si es de tu agrado, sálvame la vida, por la cual te ruego, y la de mi pueblo, por quien imploró tu clemencia.
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Est 7:4
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Porque así yo como mi nación estamos condenados a la ruina, al degüello, al exterminio. Ojalá que al menos fuésemos vendidos por esclavos y esclavas; el mal sería tolerable, y me contentaría con gemir en silencio; mas ahora tenemos por enemigo un hombre, cuya crueldad redunda contra el rey.
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Est 7:5
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A lo que respondiendo el rey Asuero, dijo: ¿Quién es ese, y qué poder es el suyo, para que tenga la osadía de hacer tales cosas?
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Est 7:6
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Dijo entonces Ester: Nuestro perseguidor y enemigo es ese perversísimo Amán. Al oír esto Amán, se quedó yerto de repente, no pudiendo sufrir las terribles miradas del rey y la reina.
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Est 7:7
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Al mismo tiempo el rey, lleno de cólera, se levantó del lugar del convite, y pasó a un jardín inmediato plantado de árboles. Se levantó igualmente Amán para rogar a la reina Ester que le salvase la vida; pues conoció que el rey había resuelto su castigo.
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Est 7:7
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Al mismo tiempo el rey, lleno de cólera, se levantó del lugar del convite, y pasó a un jardín inmediato plantado de árboles. Se levantó igualmente Amán para rogar a la reina Ester que le salvase la vida; pues conoció que el rey había resuelto su castigo.
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Est 7:8
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Vuelto Asuero del jardín, plantado de árboles, y entrando en el lugar del convite, halló a Amán postrado o caído sobre el lecho o tarima en que Ester estaba recostada, y dijo: ¿Aun a la reina quieres violentar delante de mí, en mi propia casa? No bien había el rey pronunciado estas palabras, cuando al instante le cubrieron a Amán la cara.
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Est 7:9
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Entonces Harbona, uno de los eunucos que servían al rey, dijo: Sábete, oh rey, que en casa de Amán hay un patíbulo de cincuenta codos de alto, que él había mandado preparar para Mardoqueo, el que descubrió la conspiración contra el rey. Le respondió el rey: Colgadle luego en él.
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Est 7:9
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Entonces Harbona, uno de los eunucos que servían al rey, dijo: Sábete, oh rey, que en casa de Amán hay un patíbulo de cincuenta codos de alto, que él había mandado preparar para Mardoqueo, el que descubrió la conspiración contra el rey. Le respondió el rey: Colgadle luego en él.
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Est 7:9
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Entonces Harbona, uno de los eunucos que servían al rey, dijo: Sábete, oh rey, que en casa de Amán hay un patíbulo de cincuenta codos de alto, que él había mandado preparar para Mardoqueo, el que descubrió la conspiración contra el rey. Le respondió el rey: Colgadle luego en él.
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Est 7:9
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Entonces Harbona, uno de los eunucos que servían al rey, dijo: Sábete, oh rey, que en casa de Amán hay un patíbulo de cincuenta codos de alto, que él había mandado preparar para Mardoqueo, el que descubrió la conspiración contra el rey. Le respondió el rey: Colgadle luego en él.
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Est 7:10
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Fue, pues, Amán colgado en el patíbulo que tenía preparado para Mardoqueo, y con eso se apaciguó la ira del rey.
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Est 8:1
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Aquel mismo día el rey Asuero dio a la reina Ester la casa y los bienes de Amán, el enemigo de los judíos, y Mardoqueo fue presentado al rey; por cuanto Ester le declaró que era su tío paterno.
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Est 8:1
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Aquel mismo día el rey Asuero dio a la reina Ester la casa y los bienes de Amán, el enemigo de los judíos, y Mardoqueo fue presentado al rey; por cuanto Ester le declaró que era su tío paterno.
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Est 8:2
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Y tomó el rey el anillo o sello que había mandado recoger de Amán, y se lo entregó a Mardoqueo, al cual hizo Ester mayordomo de su casa o palacio.
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Est 8:3
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Mas no contenta con eso, se echó a los pies del rey, y con lágrimas en los ojos le habló y suplicó que mandase no tuviesen efecto los maliciosos designios de Amán, hijo de Agag, y las inicuas tramas que había urdido contra los judíos.
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