O pongas tu confianza en las riquezas inicuas, y no digas: Tengo lo bastante para vivir; porque de nada te servirá eso al tiempo de la divina venganza y de la oscuridad de la muerte.
Cuando seas poderoso, no sigas los depravados deseos de tu corazón;
ni andes diciendo: ¡Gran poder es el mío! ¿Quién podrá hacerme dar razón de mis acciones?, pues Dios segurísimamente tomará de ti terrible venganza.
Tampoco digas: Yo pequé; ¿y qué mal me ha venido por eso? Porque el Altísimo, aunque paciente y misericordioso, da el pago merecido.
Del pecado perdonado no quieras estar sin temor ni añadas pecados a pecados.
No digas: ¡Oh, la misericordia del Señor es grande!; él me perdonará mis muchos pecados.
Porque tan pronto como ejerce su misericordia, ejerce su indignación, y con ésta tiene fijos sus ojos sobre el pecador.
No tardes en convertirte al Señor, ni lo difieras de un día para otro;
porque de repente sobreviene su ira, y el día de la venganza acabará contigo.
No tengas, pues, ansia de adquirir riquezas injustas; porque de nada te aprovecharán el día de la obscuridad y de la venganza.
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No te vuelvas a todos vientos, ni quieras ir por cualquier camino; porque de eso se convence reo todo pecador que usa doble lenguaje.
Manténte firme en el camino del Señor, y en la verdad de tus sentimientos, y en tu saber o ciencia; y vaya siempre contigo la palabra de paz y de justicia.
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Escucha con cachaza o sosiego lo que te dicen; a fin de que lo entiendas, y puedas dar con prudencia una cabal respuesta.
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Si tienes inteligencia, responde al prójimo; pero si no, ponte la mano sobre la boca para que no te cojan en alguna palabra indiscreta, y quedes avergonzado.
El honor y la gloria acompañan al discurso del hombre sensato; mas la lengua del imprudente viene a ser la ruina de éste.
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Guárdate de ser chismoso o detractor, y de que tu lengua sea para ti un lazo y motivo de confusión.
Porque el ladrón cae en la confusión y arrepentimiento al verse sorprendido; y el hombre de doble lenguaje, en una infamia grandísima; pero el chismoso o detractor se acarrea el odio, la enemistad y el oprobio.
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Haz igualmente justicia a los pequeños y a los grandes.
Padre
Hijo
Espíritu Santo
Ángeles
Satanás
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Referencia
Ilustración
Atlas